» No te dejaría decir groserías...
❥ No te dejaría decir groserías... Aunque las diga él.
( Edad, 8 años )
.
.
.
Un año después, actualidad...
-¿Y bien, por qué te regañó la maestra hoy?
Preguntó desinteresadamente el adulto, inspeccionando los precios del cereal. Mientras arrastraba un carrito de supermercado, siendo seguido por una pequeña peliroja de siete años
-Es que accidentalmente-...
-Mhmp.
-Bueno, intencionalmente.
Se corrigió
-Así está mejor.
-Intencionalmente llamé "Sordo estúpido, animal a Lanni Field."
El adulto se detuvo y volteó a ver a la niña, con un seblante tenso
-¿Donde escuchaste eso?
-Pues...
"¡Bruto asqueroso, grandísimo animal!. ¿¡Acaso eres estúpido!? ¡Tus direccionales no están de adorno, imbécil!"
-... De Violet.
-Hmp... esa niña y yo tendremos una discusión después.
El adulto suspiró, poniendo una mano sobre el carrito y con una mirada desaprovatoria se agachó a la altura de la niña
-¿Qué fué lo que dijimos de las groserías?
-¿Que no debo decirlas frente a la bruja regañona de la maestra Isabella?
-¿Disculpe?
Yugo trago saliva, mientras era mal visto por una mujer y su pequeño, quienes estaban cerca de ellos con su carrito
-No, dije que no debes decirlas nunca por que las groserías son malas.
-Dijiste lo mismo sobre las mentiras.
La niña se cruzó de brazos con una ceja en alto
-¡Oiga!
-Es verdad mocosa. Y justo por eso no debes decir ninguna de las dos. Ahora, tu no volveras a llamar bruto a ese mocoso engreido y yo compraré Música Loop's para la cena. ¿Qué te parece?
La pequeña niña sonrió y rápidamente el adulto se puso de pie, tomo la caja y salió rápidamente del pasillo huyendo lejos de los regaños de aquella señora chismosa
Una vez en el auto camino a casa, un joven ciclista pasó rozando el auto con su bicicleta. Por suerte Yugo frenó a tiempo
Aunque eso no le impidiera sacar la cabeza por la ventana
-¿¡Acaso no ve por dónde va!?
-¿¡Acaso naciste idiota!?. ¡Quien coño se lanza sin ver por una maldita vía pública!
Al volver a meter la cabeza, Yugo apretó el volante sumamente molesto. Viendo como el ciclista se iba sacándole el dedo medio
Y gruñó molesto, hasta que se percató de la mirada en los ojos de la pequeña pelirroja
-No le diremos nada sobre esto a Lucas.
-Okay papá.
.
.
.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro