❥ Enfrentaría cualquier desafío...

( Edad, 14 años )

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Una mañana como cualquier otra

-¡PAPÁ!

... Yugo despertó de mal humor

↷𖡎...

-¿Qué sucede, te salieron más granos?

Bostezó, recargándose junto al marco de la puerta del baño, de mala gana. La cual poco a poco se fué abriendo, para mostrar los dedos y luego la nariz y medio rostro de una pelirroja adolescente, en gran conflicto

-Papá, ¿Puedes ir a la tienda por mi?

Yugo frunció el ceño

-No me digas que se acabó el papel otra vez.

La pelirroja bufó, molesta

-No hombre, necesito que compres algo por mi.

-Mocosa, es domingo y son las malditas 6 am. ¿Qué puedes necesitar a estas horas?

La menor inhaló profundamente antes de mirarlo a los ojos y darle provablemente la sacudida más incómoda de su día

-Toallas sanitarias.

↷𖡎...

-¿Que necesita qué?

Repitió un sorprendido y somnoliento Lucas

-Ya lo oíste.

Respondió un muy tenso Yugo, ammarándose los cordones de las botas. La noticia cayó de sorpresa para ambos

Lucas vió a su compañero, frotándose la nuca con cansancio

-Bueno... no es para tanto.

-Sabíamos que este día llegaría tarde o temprano.

Yugo tomó las llaves y se dirigió a la puerta resignado, sin escuchar la respuesta del adulto responsable antes de salir

Dejando a Lucas en la cocina con una taza de café, un domingo a las 6:17 am

-... Voy a llamar a Violet.

Pensó, frotándose la cara con pereza y agobio

↷𖡎...

-Tranquilízate niña, no es para tanto. Lo peor que puede pasar en tu primera vez es que manches las sábanas o el escusado.

-¡P-Pero Violet, está saliendo mucha! Y... ¡No ha parado desde la mañana!

-Es algo completamente normal.

Repitió la mayor, escuchando con fastidio como la pelirroja menor seguía insistiendo del otro lado de la línea

-Escúchame bien, vas a tomar un baño. Luego buscarás las toallas, te pondrás una; sufrirás dolores, incomodidades e inestabilidad emocional de todo tipo por cinco días y el viernes por la mañana estarás como nueva.

Habló

-Una vez termine, prepárate mentalmente. Por que la pesadilla volverá en 28 días.

-¿¡QUÉ!?

-Si lo sé, es lo peor. Pero créeme, al final terminarás acostumbrándote a decir adiós a un par de bragas al mes. No es tan malo.

La pelirroja se sonrojó de la vergüenza

-Ah, y otra cosa. Presta atención por que esto es lo más importante.

-¿Qué?

-Nunca. Y digo NUNCA le digas a Yugo. ¿Entendido?

La línea se quedó en silencio por unos segundos. Maldición

↷𖡎...

-Agrh, le estoy diciendo que no soy ninguna clase de pervertido. Solo quiero saber de cuáles usa usted.

La señora se sonrojó hasta las orejas, agarró su bolso y se fué lejos del pervertido del pasillo 3. Sin responder la pregunta o como mínimo decirle algo

Yugo respiró frustrado, era la maldita 3era vez que lo desairaban en el día

-Señor, ¿Necesita ayuda en algo?

-Toallas sanitarias.

Respondió. Girándose para ver a la amable dependenta de la tienda, cuando una idea se le cruzó por la cabeza

Ya había intentado la excusa de "Es para mi hija", pero nadie le creyó. Esta vez mejor era directo

"Vamos, última oportunidad. Que no suene raro esta vez"

-Por casualidad, ¿De cuáles usa usted? Para saber cuáles me pueden servir a mi.

La joven se quedó unos segundos asimilando por qué un hombre de 40 años necesitaría toallas sanitarias

-Sabe, los pañales para adulto se encuentran en la sección para personas especiales.

Respondió, con burla. Haciendo que al mayor le temblara una ceja

-No necesito pañales. Quiero toallas sanitarias.

-Señor, está es un establecimiento público, le pido que se abstenga de este tipo de comportamiento indecoroso o tendré que avisar a seguridad

-Son para mi hi-...

-Señor.

El mayor gruñó internamente y se fué del pasillo con un mal sabor de boca; qué dependenta más inepta, pensó. Se supone que el maldito cliente siempre tiene la razón

Ya iría a dejar sus quejas a atención al cliente, si no fuera por que aún debía llevar toallas sanitarias

↷𖡎...

Se supone que no era una tarea difícil. ¿Pero cuantas putas marcas de toallas sanitarias, de todas las formas y colores podía existir?

Yugo no podía sentirse más incómodo en un pasillo lleno de productos desechables para la higiene íntima, sin poder recordar cuales compró la última vez, hace 6 años

Finalmente luego de haber estado 20 minutos como idiota, se dió por probar suerte y tomó las 3 primeras que vió para meterlas al carrito. Y finalmente se dirigió al final de la caja, lleno de agobio y rendido

"Espero que esto le sirva.", pensó con una mano en el mentón y boca, recargado sobre el carrito en la fila, casi por avanzar

-Disculpe.

Cuando una señora y su hijo le llamaron la atención desde detrás

-Mi esposo está esperando afuera y tiene prisa por recogernos. ¿Podríamos mi hijo y yo pasar primero?

Yugo miró de reojo la cesta en mano de la mujer, donde un teléfono de funda ridícula sonaba para avisar que su apurado esposo tenía prisa, pero eso no fué lo que le llamó la atención

Yugo estaba por mandarlos a volar cuando ella tomo el teléfono de la cesta llena unicamente de necesidades básicas. Dejando ver la envoltura colorida de unas toallas sanitarias al fondo

Y una idea se le ocurrió

-Claro, no hay problema.

Sonrió, siendo perversamente amable. La joven madre sonrió y le dió el cesto a su hijo y se alejó de la bulliciosa fila para contestar la llamada

-Oye mocoso, ¿Quieres ganarte 10 dólares respondiendo una simple pregunta y no decirle nada a tu mamá?

Al inocente e ingenuo niño le brillaron los ojos

↷𖡎...

"Hmm, ya se está tardando de más... ¿Tendré que llamarlo?", pensó Lucas

El pelirrojo miró su teléfono por unos segundos, antes de tomarlo para marcar. Justo cuando la puerta se abrió

-Oficialmente, soy el mejor.

Suspiró, orgulloso y exhausto. Dejando las llaves sobre el mesón al entrar y cerrar la puerta de una patada

-¿Las conseguiste?

-Si, ¿La mocosa sigue arriba?

-Si, por cierto Yugo...

-Perfecto.

Yugo comenzó a subir las escaleras, ignorando a Lucas por segunda vez en el día

↷𖡎...

-Toc, Toc, mocosa.

-¿Las conseguiste?

-Aquí están.

La mano de la pelirroja se extendió desde el marco de la puerta y tomó el paquete con desconfianza para luego volver a meter la mano. Como una alcansía japonesa

Esperando lo peor hasta que vió el paquete

"¿Always?, ¿A esto le temía Violet?"

Pensó desconcertada. Mientras que del otro lado de la puerta Yugo aún esperaba respuesta de su parte

"Soborné a un niño para que me dijera de cuáles usaba su mamá, pienso que un simple "Gracias papá eres el mejor de todos", sería como mínimo, aceptable.", pensó

-Papá.

-¿Si?

-Gracias, las necesitaba.

-¿Eso es todo?

-Si, ya puedes irte.

El adulto hizo una mueca. Y gruñó

"Al menos no es una cerda malagradecida"

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Extra:

-¿Cómo te fué?

-Horrible.

-¿Qué te dijo?

-No lo sé, no dijo que le encantaron.

-Yugo.

-¿Si?

-Se me sincero en algo.

-No, Lucas. No volveremos a comprar a esa tienda durante al menos un mes.

El pelirrojo miró con una ceja levantada, al pelinegro recostado y derrotado sobre el mesón

E indiscuídamente sonrió detrás de su taza de café

-Por cierto. Prepárate para cuando llegue la hora de buscar sostenes.

Avisó. Haciendo que su contrario se tensara

El resto de la mañana Yugo se mantuvo inusualmente pensativo, callado y tenso