-¡Llegue!- Aviso Yuma entrando a su casa, atrás suyo estaba Yuto que ingreso después de el.

-Con permiso...-.

-Bienvenido Yuma. Parece que trajiste a un nuevo amigo- le saludo una anciana de baja estatura, cabello violeta y con toques rosados adelante, viste un tipo de kimono de color piel y los lados rojos.

-Hola abuela. Este de aquí es Yuto, no tiene donde quedarse y le ofrecí quedarse aquí un tiempo- dijo Yuma a la anciana que era su abuela. 

-Un gusto...- saludo Yuto agachando un poco la cabeza en señal de respeto.

-Parece un buen joven, no hay problemas, y no creo que Kazuma se oponga- dijo la anciana.

-Me ale...¡AAHH!- Fue interrumpido al ser golpeado por una de los robots de limpieza, pero este tenia un listón en uno de sus orbes.

-Ya llegaste idiota- le dijo el robot con voz femenina.

-¡Eso dolió Lilly! ¡Deja de golpearme al verme!- Le grito Yuma al robot llamado Lilly.

-Cállate idiota-.

Yuto veía con una gota de sudor la discusión del pelirrojo y la maquina que iba en aumento, hasta que Yuma recibió un golpe en la cabeza de parte de alguien.

-¡Eres muy ruidoso! Trato de trabajar- dijo una mujer de aproximadamente 18 0 19 años de edad, cabello rojo oscuro, usa unos pantalones grises y una polera celeste que arriba de esta porta una chaqueta negra con bordes naranjos.

-Tetetete. ¡Eso dolió Akari!- Exclamo Yuma a la mujer llamada Akari.

-Pues parece ser la única forma en hacerte callar- dijo tajantemente la chica, después se dio cuenta de la presencia de Yuto. -¿Un nuevo amigo?-.

-Un gusto. Mi nombre es Yuto- se presento del mismo modo que hizo con la abuela de Yuma.

-No tiene a donde ir, por lo que se quedara un tiempo con nosotros- informo Yuma.

-Siempre haces lo mismo, traes a gente a la casa sin consultarnos...- regaño Akari.

-No debes ser tan dura con el Akari, solo esta tratando de ayudar a su amigo- dijo otra mujer entrando a la sala. Una mujer adulta, su cabello era naranja largo que le caía hasta la espalda, de rasgos finos, ojos rojos como los de Yuma, y usaba blusa y falda larga de color café claro y un delantal de cocina.

-¡Pero debió de consultarnos primero mama!-.

-De todos modos hubiéramos aceptado a quedarse, así que no hay problema- respondió la mujer que era la madre de Yuma y Akari.

-¿Donde esta papa?- Pregunto Yuma, pero antes que alguien respondiera fue atrapado por un brazo que lo abrazo del cuello y se acerco a un cuerpo.

-¡Hola hijo! Parece que tenemos compañía, siente en casa- le hablo a Yuto un hombre adulto de cabellera y barba de candado castaña, vestía ropas de un explorador y tenia una gran sonrisa en el rostro.

-¡Papa suéltame, me avergüenzas!- Dijo Yuma tratando de librarse del abrazo de su padre, pero solo hizo que su padre soltara una carcajada y le desordenara los cabellos.

Semanas después de la victoria contra Don Milenario, los padres de Yuma: Kazuma y Mira volvieron al mundo humano, donde sus hijos los recibieron con abrazos y lagrimas en los ojos, felices de que su familia volviera a estar completa.

Además de ellos, hubieron otros reencuentros, como el de Kazuma y Tron, donde este ultimo le pidió disculpas a el por lo que hizo, pero Kazuma dijo que no había nada que perdonar, que seguían siendo amigos. Por supuesto Tron se sorprendió de la amabilidad de Kazuma, pero era eso lo que le hacia tan gran persona que incluso el mundo Astral lo reconocía así.

La familia Tsukumo junto a Yuto comenzaron a cenar. Yuto escuchaba en silencio relatos que el señor Kazuma le contaba y como su hija mayor lo regañaba a veces por exagerar tanto en algunas partes.

Después de cenar, Yuto fue a la habitación de Yuma donde se quedaría, al entrar se sorprendió por las cosas antiguas que habían como las mascaras que cuelgan en su pared.

La abuela de Yuma le dio algo de ropa para dormir, que consistía en una polera blanca de manga corta con líneas azules en los bordes de las mangas y cuello, y unos pantalones cortos de color verde marino.

Yuma estaba colgado una hamaca donde dormirá Yuto, mientras este estaba revisando su deck, pasando de carta a carta hasta que se topo con 2 cartas inesperadas.

-¿Como...?- Susurro confundido. Las 2 cartas que estaba viendo eran cartas péndulo, monstruos péndulos de Caballero Fantasma. Yuto no sabia como había tenido esas cartas que nunca tuvo en su mazo, pero luego pensó que podría tratarse de que estuvo unido a Yuya y esas cartas se crearon como consecuencia.

Con un presentimiento, reviso su extra deck y allí las encontró. Los 2 monstruos péndulos Xyz que fueron creados cuando estaba su alma en el cuerpo de Yuya, al parecer habían sido traídas consigo.

-Esta lista tu hamaca- anuncio Yuya sacándolo de sus pensamientos, ordeno sus cartas y las guardo en su cubierta.

-Gracias-.

-Yuma ¿podría pedirte un favor?-.

-Claro ¿Qué necesitas?-.

-¿Podrías mostrarme la ciudad mañana? Quiero ver si hay alguna diferencia con mi Heartland- pidió el homólogo Yuya.

-Claro, pensábamos hacerlo con los muchachos de todos modos- dijo Yuma subiéndose a su hamaca. -Buenas noches- se despidió y rápidamente se durmió.

-Esa relajación que tiene compite con la de Yuya- pensó Yuto, y al igual que su amigo, se subió a la hamaca a dormir, algo que no tardó en suceder por lo cansado que estaba.

(En otro lugar)

Uno de los encapuchados negros estaba viendo por la ventana, observando la luna que se veía llena esta noche, hasta que sintió como la puerta atrás suyo se abría.

-Ya llegaste- le hablo al recién llegado.

-Perdón por la tardanza- hablo otro encapuchado que se quitó su capucha, revelando el rostro de Roxas. -¿Que necesita de mi señor 10?-.

-Necesito que hagas algo- el individuo como número 10 se dio la vuelta para verlo. -Nuestro líder quiere probar las habilidades de nuestros enemigos también, por lo que me a solicitado poner a prueba al portador de la llave y sus amigos. Y serás tú el que lo enfrente- le apunto con el dedo.

-¡¿Yo?! No sería mejor que uno de los 13 lo enfrentará, tendría más oportunidades de ganar ante alguien del nivel del portador de la llave- dijo Roxas.

-Queremos probarlo, no vencerlo aún, por eso irás tu. Además, está podría ser una gran oportunidad para ti. Si llegas a derrotarlo o entregarnos buenos resultados podrías tomar uno de los asientos- siseo, tratando de convencerlo.

Roxas pensó en las palabras que escucho. No creía tener oportunidades de ganar, pero enfrentar a un duelista poderoso como lo es Yuma Tsukumo es algo emocionante, además que la idea de ocupar uno de los asientos de los 13 era algo tentador.

-Si es una orden del líder no puedo rechazarla ¿Pero el señor Omar a aprobado que valla a esta misión?- Pregunto. Aún cuando la idea de tener el mismo rango de Omar era tentador, seguía siendo su segundo al mando y por eso es que se le permitía usar el traje con capucha negra.

-Claro, por lo que no te preocupes. Mañana te irás-.

-¡Si señor!- Se volvió a poner la capucha y salió de la habitación.

Después que se fuera se escucho una leve risa macabra. ¿Si sabes que número 2 no sabe nada de lo que haces?- El portador de la risa se puso frente a número 10, el brillo de la luna revelaba que era otro encapuchado y por su voz era un hombre.

-Pero eso no lo sabe y me da igual si el se entera después que use a su esbirro, nadie puede ignorar una orden del líder-.

-Debes tener cuidado con tu lealtad, tu líder puede traicionarte como me traicionaron a mi si ya no le eres útil-.

-¡No compares a nuestro gran líder con Akaba Leo! Nuestro líder no está obsesionado en revivir a su difunta hija o estar asustado por el duelista demoníaco. El plan de nuestro líder es perfecto, y la razón por la que estas aquí es por que tus conocimientos podrían servirnos de algo. Pero cualquier señal de traición y desearas haberte quedado convertido en carta- una pistola bajo por su manga, agarrandola y la apunto frente al otro encapuchado. -¿Quede claro?-.

-Tan claro como el agua- una sonrisa se pudo ver por la luz de la luna.

(Al día siguiente)

Yuto y Yuma se habían levantado temprano (más bien Yuto despertó temprano y despertó a Yuma botandolo de su hamaca) y después de desayunar se retiraron de la casa y se encontraron con los amigos de Yuma con sus ropas de civiles esperándolos.

El grupo le mostró al fragmento de Zarc su Heartland. Este, quedó asombrado por el parecido de la ciudad con la suya antes que Academia atacara. Una gran nostalgia invadió su corazón, provocando que leves lágrimas salieran, pero logró secarlas antes que Yuma o alguien se diera cuenta.

Mientras caminaban por la parte sur de la ciudad, el grupo paso alado de una persona que a simple vista parecía normal. Pero cuando este individuo y Yugo pasaron de lado, Yuto sintió una opresión en el pecho, sintió una fuerte aura, parecido a la que sintió cuando enfrentó a Río pero diferente.

Yuto volteó para ver a la persona que pasó de lado, lo vio girar por una esquina. -Lo lamento chicos, pero debí hacer algo- sin esperar respuesta salió corriendo tras el sujeto, algo le decía que no podía dejarlo.

-¡Espera Yuto!- Grito Yuma viendo al cabello de erizo alejarse. -Vamos a seguirlo- recibió un si grupal, y cuando iban a seguirlo. Yuma fue tacleado por un encapuchado, cayendo ambos a la orilla del río.

-¡Yuma!- Exclamó Kotori preocupada por su novio, viéndolo levantarse.

-¡¿Que te pasa?!- Pregunto Yuma sobandose la espalda.

-Lo lamento pero yo seré tu oponente- dijo el misterioso quitándose la capucha, revelando el rostro de Roxas.

-¿Estas bien?- Pregunto Kotori acercándose a el con los demás.

-Si-.

¡¿Por que hiciste eso?!- Pregunto Tetsu molesto.

-Portador de la llave. Te reto a un duelo- saco un disco de duelos de su espalda y se lo colocó en su brazo izquierdo.

-Ese disco de duelos...-.

-¡Es como el que tiene Yuto-ura!- Dijo Flip al ver el disco de duelos de Roxas. Pero este se parecía más al que usaba Jack Atlas pero de color negro con tonos celestes.

-¿Acaso eres un compañero de Yuto?- Pregunto Yuma.

-Venceme y te respondo a una de tus preguntas- dijo Roxas, esperando convencerlo con esto.

-¡De acuerdo! ¡Vamos allá!- Dijo Yuma emocionado. Lanzando su disco de duelos al aire, mientras este se abría. -¡Disco de duelos, listo!- El disco cayó en su brazo izquierdo y las plataformas de las cartas se abrieron. -¡Visor de duelo, listo!- Se colocó el visor verde en su ojo izquierdo.

Roxas encendió su disco de duelos, siendo su plataforma de cartas de color celeste en los bordes.

-¡DUELO!- Gritaron ambos.

(Con Yuto)

Después de correr, finalmente alcanzó al sujeto que se detuvo cerca de puente no lejos de donde está Yuma y sus amigos.

-Oye...¿Quien eres?- Pregunto Yuto acercándose.

-¿Yo? Me llamó Riku- se quitó la capucha de su chaqueta, mostrando el rostro de un joven con la edad de Yuto, ojos verde esmeralda, cabello blanco con leves tonos grises, un poco más alto que el. Usaba una chaqueta negra y debajo una polera gris, pantalones cortos del mismo color al igual que sus botas. -Perdón por hacerte seguirme, pero no quería que nadie nos molestara-.

-¿Molestara para que?- Interrogó Yuto.

-Para nuestro duelo- colocó su disco de duelos en su brazo izquierdo, poniéndose en posición de duelo.

-Espera... no quiero pelear contra ti. Sólo quiero saber que fue esa sensación que sentí- explicó Yuto tratando de evitar un duelo.

-Todo sobre una persona se revela en una pelea. Es un lema familiar que sirve para estas situaciones. Además, también sentí algo extraño en ti, ¿y que mejor manera de saber que es en un duelo?- Interrogó divertido Riku.

Yuto no quería enfrentar innecesariamente a alguien, pero le perturbaba esa sensación en ese chico, además, en el fondo si deseaba enfrentarlo y los argumentos que le dio son válidos.

-De acuerdo- suspiro con derrota y se posicionó al frente de el.

Ambos activaron sus discos de duelo, aunque Riku lo hizo de manera normal y no exagerada como lo hacía Yuma y la mayoría de personas.

-¡AL DUELO!- Gritaron ambos.

N/A: Aquí termina el capitulo y perdón si fue muy corto, pero la inspiración se me fue a ultimo segundo y al terminar así el capitulo el próximo podría ser mas completo.

Sin nada más que decir me despido. Comenten, visiten y apoyen mis otras historias por favor. CHAO.