
★ Capítulo 7: Observame, solo un poco
—Neteyam te Suli Tsyeyk'itan. -nombró, Neteyam se sintió ofendido al no haberlo nombrado por aquél apodo que creía haber odiado. —No deberías de estar aquí. -en ese momento pudo sentir como Ao'nung quería matarlo, pero hizo caso omiso, aquella mirada de "nadie puede tocarme" logró dejarlo hipnotizado. Por unos instantes pensó que aquello era lo más suntuoso que había presenciado desde que se topó con él, denotaba una seguridad intacta, sabiéndose atractivo, siendo consciente de que Neteyam temblaba hasta los nervios por eso.
—Ao'nung, espera. -siguió al nombrado quién salió de ahí lo más rápido posible ignorando los llamados de Neteyam. —Skawng, he venido en son de paz, escúchame.
—Qué, ¿a qué viniste entonces? ¿a hablar como buenos amigos que somos? -habló con sarcasmo, burla y asco en sus palabras.
¿Quería eso? La pregunta ofendía, por supuesto que quería hacerlo pero sabía que ninguno de los dos daría el gusto de hacerlo.
—No. -contestó siendo golpeado con algunas plantas que Ao'nung procuraba apartar en el camino. Cada fricción que daba la cola de Ao'nung al golpear con un centímetro de su piel era suficiente para invocar un diccionario completo de emociones altisonantes de las que no tenía conocimiento hasta el momento.
—¿Entonces? -detuvo su pasó y se acercó quedando cara a cara. Su respiración cálida y temblorosa golpeó su mejilla y su cabello, que apesar de estar amarrada en una trenza, unos mechones rebeldes y desordenados que sobresalían le hicieron cosquillas en la frente y los párpados. —Déjame en paz. -su voz era tan ronca y tan baja, que apenas y podía reconocerla. —Y no vuelvas a buscarme. -se dió la vuelta siendo capaz de irse luego de haber dejado claro aquello.
—Ao'nung. -pronunció. Cansado de todo aquello, no entendía porqué ambos actuaban tan temperamentales cuando se encontraban, la mezcla de intensidad que ambos demostraban lo estaba cansando, nada tenía sentido, al igual que lo qué decidió hacer.
Neteyam se acercó hasta enrollar una de manos alrededor de su brazo tirando a su dirección. Su toque fue cauteloso y calculado, apesar de que corría el riesgo de tener problemas con Ao'nung, nada de eso le importó.
—Solo déjame mostrarte ahora. -lo jaló hasta llegar cerca de dónde había dejado a Ku'tzey, Ao'nung lucho para liberarse del agarre, pero Neteyam solo hacía de este más firme y fuerte. Golpeó con su cola y forcejeo enseñando sus colmillos una y otra vez, pero eso a Neteyam no le detuvo. —Déjame enseñarte, no hablaré, mira por tus propios ojos tú hogar ahora, como es Pandora en realidad Ao'nung. -pensó que aquello traería calma en Ao'nung, equivocado, solo hizo que la frustración lo envolviera más y que el enojo se intensificará. Entonces, dejando que este último se hiciera cargo, dejó que sus dedos se cerrarán en puños con una de sus trenzas y susurró cosas en un idioma que Neteyam no comprendía.
—Este lugar nunca será mi hogar. -amenazó con odio, lográndose soltar del agarre de Neteyam.
—Ao'nung. -abrió sus labios con dificultad como si aquello que iba a decir destruyera la brecha que había entre ellos. —Esta rivalidad que hay entre nosotros, es lo que nos mantiene alejados, apesar de que no queremos estarlo, ¿sabes eso, no? Yo lo he visto en tú actitud, sientes curiosidad por... por mí. -Ao'nung detuvo de forcejearle y alzó su rostro con sus orejas alzadas del enojó y su mandíbula marcada de la vergüenza. —Tal vez si dejáramos de ser tan... -Ao'nung colocó una mano sobre sus labios. Se silenció, pero Ao'nung sabía a que se refería.
Ambos pechos subieron y bajaron por la acción junto sus respiraciones, estaban en una distancia prudente, pero el toque sobre los labios de Neteyam y la palma de la mano de Ao'nung seguía ahí. Neteyam posó sus ojos en los de Ao'nung y Ao'nung en los de Neteyam, lo que parecido a pecas sobre sus cuerpos, empezó a alumbrar y las plantas hacía su alrededor tomaron las luces fosforescentes típicas de los bosques en Pandora.
Sobre cada punto de piel expuesta en Ao'nung, era más que suficiente para dificultarle el respirar en Neteyam. Nadie nunca lo había mirado de la forma en que Ao'nung lo hacía en esos instantes. Él lo miraba como sí él fuera algo que quería devorar, como sí sus verdaderas intenciones hubieran salido a la luz, y no podía negar que también estaba compartiendo esa mirada.
Ao'nung retrocedió apartando su mano de los labios ajenos, y se quitó las piezas que mantenían junto el moño de su trenza, y de inmediato su caracterizado cabello rizado cayó a un lado de su cara. Neteyam se tomó el tiempo de tranquilizar a Ku'tzey, acariciándole el lomo. Ao'nung nunca le quitó la mirada en alerta por si llegaba a cometer alguna acción descuidada, Neteyam no tenía duda que si tenía que atacar lo haría, por supuesto que Ao'nung también pensaba hacer lo mismo.
Mientras Neteyam se montaba sobre su Ikran y regulaba la adrenalina que recorrió por su cuerpo al conectarse con este, Ao'nung quedó en silencio con la espalda arqueada y las manos sobre sus rodillas, contemplando a la criatura con la mirada. Apesar de que aún mantenía sus cejas fruncidas y esa mirada de pocos amigos, Neteyam notó que mordía sus labios y los mantenía entreabiertos, los ojos le brillaban y tenía las pupilas más dilatadas. Lucía demasiado interesado, curioso, y con esa chispa confusa sobre sus ojos de no saber lo que estaba sintiendo, ni lo que quería hacer, y ahí Neteyam confirmó lo que había dicho minutos atrás.
Después de un pavoroso silencio y los gruñidos continuos de Ku'tzey, Ao'nung no marchó.
Accedió.
—No lo mires a los ojos. -advirtió. Ao'nung rápidamente apartó la mirada, y sin vacilar sujeto el lomo del Ikran para subirse detrás de la espalda de Neteyam. No había tanto espacio para ambos, pero por suerte el que había, bastaba para no caerse de un tirón.
—Sujetate de algo. -Neteyam sugirió. Y no pudo evitar el movimiento brusco que repetieron sus orejas y su nariz fruncida al sentir los brazos fuertes de Ao'nung sobre sus hombros. Sin haber estado en sus cinco sentidos, le dijo a Ku'tzey que emprendiera el vuelo. Más allá de que su cabeza le daba órdenes a su cuerpo para que moviera sus piernas, este no respondía. Estaba sumido en una profunda hipnosis, provocada por el toque sobre sus hombros. No fue hasta que cuando sintió las uñas de Ao'nung clavadas sobre su piel, que nivelo.
Ao'nung se inclinó descuidadamente, provocando que el Ikran se tambaleara por el movimiento. Aunque Neteyam quería reprocharle por ello, se veía tan alucinado observando el agua, que le era imposible decirle algo. Ao'nung se volvió hacía Neteyam, tenía esa mirada suavizada, con un semblante que había visto por unos segundos cuando por primera vez se topó con él. Mientras decía que nunca había visto ese cuerpo de agua debido al peligro del bosque, y que era su primera vez en ver un cuerpo de agua de tal tamaño desde que llegó ahí. Neteyam no pudo evitar sonreir enternecido por su comentario, explicandole de manera vaga que habían incluso cuerpos de agua más grandes que ese lejos del bosque.
En ese momento Ao'nung dejo de ponerle atención a lo que hacía debajo de él, para ponerla en Neteyam. Y aquello, le agrado.
—Entonces, ¿qué te parece?
—¿El océano? -soltó burlándose de él. Con aquella sonrisa burlesca que tanto le caracterizaba.
—El océano y lo que le sigue, o lo que sea que estés observando. -le respondío, girando su cabeza para fijarse qué, Ao'nung lo estaba observándolo a él.
Admito que lo escribí reproducciendo la parte de "I wanna testify, scream in the holy light, you bring me back to life, and it's all in the name of love" de la canción "In the Name of Love" y morí de lo bien que le quedaba JSNSKSKS-
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