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03

Pero esa felicidad me duró poco.

Porque al día siguiente la pesadilla volvió.

--¿Sigue con lo mismo? --Jiwon preguntó sentándose apenas llegó al salón junto a nosotros.

--Sigue con lo mismo --suspiró Kai en respuesta.

Las primeras horas de clase eran las peores.

Y ahí estaba de nuevo, en el fabuloso sueño. Me había dormido con Yeonjun como cada noche. No me explicaba por qué había despertado solo en mi habitación.

--Quizás vio una película rara ayer o algo. Déjalo ser --dijo Jiwon.

--Nadie se comporta así por una película, Jiwon. Míralo, me preocupa.

Hablaban de mí como si yo no estuviera literalmente a su costado.

--Solo tuvo un mal día.

--Dos --corrigió él.

--Bueno dos --Entornó los ojos --. Pero ya se le pasará. Ahora quiero hablar con él sobre algo el sobre algo, espera.

Se alejó un poco del asiento de Huening y se sentó a mi costado. Yo seguía viendo perdidamente la puerta del salón

--Quita esa cara de trastornado que me asustas.

--Odio esto --dije --. Odio los sueños realistas, en serio. Se supone que se sueña para escapar de esto.

--¿Qué?

--Bueno, supongo que es un sueño lúcido porque soy consiente de que es un sueño, ¿verdad?

--Soobin, ¿con quién mierda estás hablando? Estoy aquí y quiero hablar contigo.

--Te estoy escuchando --le dije sin verla, poco interesado.

--Quiero hablar contigo sobre lo que pasó ayer.

--¿Lo de Yeon-

--No, no tu amiguito ese --exhaló --. ¿Por qué le hiciste eso a mi amiga? ¿Qué mierda fue lo de ayer, Bin? ¿Tienes idea de lo mal que la hiciste sentir haciéndole ese desplante cuando todos estábamos mirando? Nada te cuesta ser un poco más considerado.

--Creo que con eso le he dejado muy en claro lo que siento.

Yo seguía mirando la puerta.

Puede que de nuevo Google y mis amigos me hayan traicionado. Por lo que sí era la misma pesadilla de mierda, pero ahora que sabía que lo era y supuestamente podía controlar lo que quisiera, esperaba que Yeonjun se apareciera en cualquier momento, cruzando esa puerta.

--¿Lo que sientes? --bufó una risa --Discúlpame que te contradiga, amigo, pero tú siempre dejaste en claro que tenías otras intenciones con ella. Y, ¿sabes qué? No lo entiendo. Realmente no lo entiendo. Hasta hace dos días estabas actuando perfectamente normal. ¡Mierda Soobin! ¡Se supone que ya le ibas a pedir ser novios oficialmente!

--Eso es pasado --aclaré arisco.

--¿Pasado es hace dos putos días? ¡Hasta hace dos días la llamabas bonita y le tomabas la mano!

--Fue antes de que tuviera novio, ¿ok?

--¿Novio? Espera, ¿eres bi? Bueno, eso no importa, ¿pero novio en dos días? Ni siquiera nos comentaste de alguien a mí o a Kai.

Ahora yo bufé una risa.

Porque en la realidad ustedes dejaron de hablarme.

--¿Quién es?

--No importa.

--Sí importa porque eres mi amigo, Soobin. Y porque por culpa de tu novio, estás lastimando a mi amiga.

--Pena por ella.

--¡Soobin! ¿Qué diablos te ha picado, eh? Tú nunca has sido así.

--En dos años la gente cambia, Wonnie --Sonreí con amargura.

--¿Qué años? Ugh, estás insoportable hoy. ¿Puedes por lo menos ser claro con ella? Si tienes a alguien más, díselo --dijo exasperada --. Ya no la lastimes --Tomó sus cosas y se fue.

Lo haría, sería claro. Yeonjun estaría feliz con ello.

Cuando le dije a Heejin que tenía a alguien más, se me cayó el corazón cuando la vi asentir con una sonrisa mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

Fue realmente doloroso, pero iba a ser honesto con ella, incluso en sueños.

Después del lío universitario llegué a casa y saludé a mi mamá, a quien vi más brillante que otros días. Hablamos como no lo habíamos hecho en mucho tiempo y me sentí feliz. Juntos preparamos una torta y después fui a hacer mi tarea. Ya un poco cansado me tiré a la cama para dormir. O despertar.

Cuando desperté, reconocí al cálido cuerpo de Yeonjun arrimado a mí, sonreí.

Yeonjun se removió y bostezó cerca de mi oído, haciéndome cosquillas.

--Deja de moverte --se quejó ronco, estaba abrazándome.

--Es que tuve otra pesadilla --conté --. Era la misma. Es raro. Nunca antes había soñado la misma cosa dos veces.

--¿Fue exactamente lo mismo? --Se apoyó en su codo para escucharme. Vi sus ojitos chinitos por el sueño... Ah, incluso recién despertando era tan bonito...

Concéntrate, Soobin.

--No era exactamente lo mismo, pero era la misma situación. En mi sueño tú no e-

--Déjalo así, amor. No vale la pena recordar sueños feos --Besó mi frente y se levantó de la cama --. Hoy, fin de semana, tengo una sesión de fotos, ¿me acompañas?

--¿Tengo otra opción? --bromeé.

--La tienes, pero ambos sabemos que te encanta verme así --Guiñó y empezó a cambiarse el pijama.

--Presumido. --Le entorné los ojos

Ese día fue muy hermoso también. Después de la sesión de fotos me llevó a comer algo y me acompañó a comprar ropa. Que tu novio superestrella modele para ti en una tienda es realmente hilarante. Fue un día lleno de risas. A veces me ponía celoso de que todos le pidieran autógrafos o fotografías al reconocerlo a pesar de las gafas y el gorro, pero bueno, es el gran Choi Yeonjun después de todo.

--Estoy queriendo dormir hace veinte minutos y no me dejas --suspiré acomodándome mejor en la cama --. Ya te dije que las fotos están bonitas.

--No seas aburrido, mira la hora. Mañana tengo todo el día lleno de eventos, ándale.

--Si mi mamá supiera que obligas a su hijo a quedarse despierto hasta tarde, ya no dejaría que me quede en tu casa. --Lo molesté y con ambas manos rodeé su cuello.

--Shh, pesado --Picoteó mis labios --. Ayúdame a elegir.

--Amor, ya te dije cuales. De verdad tengo sueño y tenemos que levantarnos temprano para la universidad.

--Pero...

--Nada --tajé y me volteé para por fin dormir.

--Soobin... --lloriqueó como un niño berrinchudo.

--Hasta mañana, amor.

--Ash, bien. Descansa, bonito --Me dejó un beso largo en la sien y apagó la luz --. Te amo --susurró y pude escuchar apenas en sueños.

Tener tres días consecutivos la misma pesadilla ya no es normal, ¿verdad?

--¿Qué te ves tanto al espejo? No estás tan bueno --atacó Huening Kai.

Estábamos en los vestidores del gimnasio porque teníamos deporte. Yo tan solo quería confirmar que era un sueño de nuevo desde que desperté solo en mi cama, como cada día donde Junnie no estaba junto a mí.

Cuando me quité la camiseta, aproveché para ver mi hombro, y efectivamente, no había tatuaje.

--No, nada --respondí y dejé de verme en el espejo --. Oye, ¿nunca has soñado la misma cosa varias veces?

Pregunté esperanzado, con el objetivo de buscar consuelo y sentirme comprendido. Pero...

--Sí... Una vez soñé que estábamos en una apocalipsis zombie genial y tú te convertiste primero, luego...

Me tuve que tragar la historia del sueño raro de Huening durante toda la hora de deporte.

No voy a mentir, disfruté volver a escuchar sus ocurrencias.

--¿Cómo está Choi hoy? ¿Mejor? --Oh, llegó Jiwon.

--Nunca estuve mal, loca.

En el fondo los había extrañado mucho. Volver a hablar con ellos en sueños era agradable.

--¿Salimos todos hoy? --propuso Kai

--No puedo --dijo Jiwon --. Acompañaré a Heejin a superar su mal de amores.

--Oh... --Huening me miró --¿Hablas de...

--Sí, al escuinclo este --renegó ella golpeando suavemente mi brazo --. Pero prefiero eso a que le dé falsas ilusiones.

--¿No estás enojada conmigo? --tanteé.

--¿Yo? ¿Por qué lo estaría? Eso es inmaduro. Los dos son mis amigos y tú hiciste lo correcto siendo sincero y diciéndole que tienes novio. Aunque demasiado repentino y extraño, debo decir.

--¡¿Que tiene qué?! --exclamó Kai.

--¿Tampoco te dijo? Eres un mal amigo, eh --dijo la mala amiga --. Está saliendo con alguien.

--¡¿Desde cuándo?! --preguntó sorprendido.

--Dos días --Jiwon respondió por mí.

--Años, querrás decir --Pero de nuevo, se supone que ahí Yeonjun no existe --. Ay, olvídenlo. Era broma.

--¡¿Años?! ¿Y cómo carajo no dices nada? ¿O estás bromeando?

--¿Ves? --habló Jiwon --Con amigos así para qué queremos enemigos.

Estos tontos...

--Supongo que aquí sí puedo desahogarme... Fuera del sueño ustedes son los malos amigos. Es cierto que nos alejamos por mi culpa. ¡Pero ni me buscaron!

--¿Qué carajo estás diciendo? --cuestionó Kai --¿Buscar a dónde?

--Olvídalo. Vamos antes de que el entrenad-

--¡Choi! --El susodicho me gritó al otro lado de la pista. Qué suerte la mía --¡Tres vueltas, ahora!

Resoplé poniéndome a trotar.

--¡Por mal amigo! --exclamaron riendo al unísono a mis espaldas.

--¡Ahhh, los odio!

Di las vueltas extras con mala cara, y al terminar las clases, salí con Huening Kai a comer algo por ahí. Hablando con él me di cuenta que extrañaba a los pocos amigos que tenía.

También volví a hablar más con mamá, lo que me hizo feliz. Ahora me gustaba la idea de que en mi sueño todo fuera tan parecido a la realidad. Solo me faltaba lo más importante: Mi Junnie.

Desperté de nuevo en la cama, pero esta vez era la suya. Sonreí enormemente y acaricié su lado vacío de la cama abrazando las lisas sábanas, inspiré y olía a él, su dulce aroma. Por fin.

La radio sonaba desde la primera planta, con eso supe que él probablemente estaba haciendo el desayuno.

Bajé las gradas descalzo y me lo encontré en la cocina, friendo algo. Se veía muy bien con una simple camiseta blanca, demasiado bien.

--Cariño, adivina qué --hablé al llegar. Me senté en el comedor.

--Dime --alentó continuando su tarea.

--Soñé lo mismo. ¿No te parece raro? --No sé por qué, pero siempre me emocionaba contarle mis sueños a Yeonjun. Incluso cuando éramos amigos lo hacíamos cada mañana.

--Si es esa pesadilla, no vale la pena, cielo

--Es que... Ya no es tanto una pesadilla. Bueno, solo la parte donde tú no estás, pero todo es casi igual después. Y es genial, ¿sabes? Porque recuerdo absolutamente todo y estaba muy contento dentro del sueño. ¿A eso se le llama sueño lúcido?

--Creo que sí. Voy sirviendo.

--Y hablé con Kai.

--¿Fritos o revueltos? --preguntó dándome la espalda.

--Oh, fritos. Con tostada, por favor.

--Entendido. --Me sonrió y se acercó con la sartén a servir en mi plato.

--Tal vez debería hablar con ellos. En ni-

--Amor, estoy súper ocupado esta mañana --interrumpió --. Debo ir a ver unos cuantos documentos, ¿sí? Más tarde me lo cuentas.

--Oh... Bien --dije desanimado. Siempre odié que me corten de esa forma.

Me besó.

--Te amo, Choi Soobin --dijo con una sonrisa al separarse de mis labios.

--Yo a ti.

Después de que Yeonjun se fuera, me la pasé vagando por su casa, haciendo nada. De pronto alguien de su personal se me acercó.

--El señor Yeonjun le reservó un turno en el spa.

--Gracias --agradecí enternecido y sorprendido. Definitivamente tenía al novio más detallista y lindo del mundo.

De esa parte recuerdo poco, solo sé que su personal me llevó al cuarto de spa y me hizo recostar sobre una camilla. Juro que lo sentí como dos minutos. Me quite el antifaz que me dieron y... ¿Ya era noche?

Todo aquel día me quedé pensando en esa sensación fantasma tan rara que sentí. Supuse que me había dormido muy profundamente.

--En serio, lo sentí muy rápido --le comenté a Yeonjun cuando llegó. Yo ya estaba metido entre las tibias sábanas mientras este se cambiaba a ropa de casa para dormir.

--Debes estar muy estresado, amor. Espero haya ayudado.

--Gracias bebé --Le sonreí y me gustó mucho recibir de obsequio su linda sonrisa de vuelta --. ¿Qué tal tu día?

--Cansado. Creo que voy a protagonizar un drama --me contó sentándose en su lado de la cama. Apenas lo hizo, vi la oportunidad para recostarme de lado sobre él con gentileza. Con ternura, pasó su brazo bajo mi cuerpo y me abrazó, haciéndome sentir cálido y feliz.

--Genial, ¿de qué va? --indagué con genuina curiosidad.

--- De un asistente personal y no sé qué tantos. Mañana me explican bien.

--¿Te gusta la idea?

--Algo... ¿A ti? --Me miró a los ojos al preguntar.

--Quiero ver --asentí sin dudar --. Amo ver a mi novio en la televisión. Orgulloso de saber que eres mío.

--¿Posesivo, amor? --bromeó y me abrazó con más ímpetu.

--Nop --Dejé un besito en su pecho --, tan solo quería atesorarte.

Yeonjun me miró dos segundos y luego formó una sonrisa ridicula, sus ojos chinitos dándome mariposas.

--Ay me dan ganas de comerte a besos --Riendo y haciéndome reír también, repartió muchos besitos cortos en mi mejilla.

--No me quejo --reí bobo.

La mirada de Yeonjun bajó a mi collar, ese collar especial, fijamente. Los segundos siguieron pasando y de pronto la sonrisa tonta en su rostro desapareció, lentamente.

--¿Qué sucede, amor? --cuestioné curioso por el cambio gradual en su rostro.

Pero de pronto una sonrisa más pequeña resurgió en sus bonitos labios.

--Nada --desmintió, pero sabía que algo había ocurrido --. ¿Vemos una película?

--De terror porfa. --No presionaría a Yeonjun.

-——¿A esta hora? Uy, alguien tiene agallas.

——Tienes a un novio valiente.

——Sería bueno que fueras así de valiente  también con las cucarachas en vez de romper cosas mientras corres por la casa.

——Cállate y miremos la película.

Yeonjun rió.


Y volvió a pasar: El mismo sueño rutinario. Como era la cuarta vez, creo, ya estaba tranquilo.

——Hombre siento que subí de peso aquí ——le comenté a Kai en el baño mientras daba saltitos frente al espejo, como probando la gravedad ——. Me siento más pesado.

——¿Aquí? Bueno, igual te ves como siempre, eh.

——No sé, como que siento más gordo acá. No me gusta.

——Estás bien, hombre, ya qué, vámonos a clase.

Un día normal.

En la salida me vi con Heejin, la saludé, sin embargo, a diferencia de otras veces que me saludaba alegre de vuelta, está vez ella solo miró a un costado, huyendo de mi mirada apenada. Entendí que yo la había herido y eso me dolía a mí.

Era un sueño, pero me bastó para darme cuenta de que debería hablar con Heejin fuera del sueño, esperaba que no tuviera la misma respuesta.

Ya iba repitiéndose cinco veces. Quise contarle a Yeonjun.

Entré al baño y Yeonjun se lavaba los dientes.

——Es raro... Podría hacer un diario. Oh, te iba a decir que iba a decirle a Heejin que no, ya sabes, dejarle las cosas claras.

——No tienes que hacerlo ya. Confío en ti.

——¿Por qué? Creí que te molestaba.

——No lo hagas, suficiente así, mi amor.

——Bueno ——repliqué y me acerqué a besar su hombro ——. Te dije ayer que quería ver a mis amigos, ¿no? ¿Debería hablarles como antes? Nos separamos mucho desde que empezamos a salir.

Yeonjun se giró hacia mí con un puchero.

——Quiero pasar tiempo contigo a solas...

——Siempre pasamos tiempo juntos, cielo ——reí porque Junnie podía ser muy pegajoso a veces.

Mi respuesta no le gustó

——Sí, pero quiero pasar más tiempo juntos ahora que eres más consiente del tiempo.

——¿Cómo?

Las pupilas de Yeonjun tiritaron al mismo tiempo que cerraba la boca.

——D-Decía ahora que tengo menos tiempo. Yo te extraño mucho. ——Acentuó su puchero.

——No sea tan pegajoso, amor, estamos juntos 24/7. De verdad quiero hablar con ellos.

Vi como el rostro de Yeonjun se apagaba solo un poco.

——Bien ——exhaló ——, cuando volvamos a la universidad intenta hablar con ellos.

——Gracias por el apoyo, bebé. Ahora iré a casa.

——¿Para qué?

——Saludar a mamá, la extraño, ¿sabes? En mi sueño hablamos mucho, justo como antes.

——Bueno, está bien.

——Iré a vestirme.

Yeonjun asintió.

No se veía feliz cuando fue a despedirme hasta la puerta.

——¿Qué ocurre? ——pregunté en una risa exasperada. Lo tome de la cintura y acaricié justo por encima

——Nada... ——respondió cabizbajo ——Solo quería estar más tiempo contigo.

——Mmm... mañana tengamos una cita.

Sus ojitos se iluminaron.

——¿En serio?

——¿Por qué no? ——Le sonreí.

A día siguiente desperté con esa pesadez de nuevo, solo

Suspiré, bastante harto.

¡¿En serio?!

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