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El Comité de seguridad había citado a Jo para una audiencia pública después de lo sucedido en las instalaciones de SHIELD, o lo que había sido SHIELD.

Jo no estaba nerviosa, había estado en otras audiencias dando su testimonio como especialista en otras ocasiones.

—¿Estas nerviosa? — preguntó Mallory a su madre.

— ¿Estabas nerviosa cuando fuiste a SHIELD por primera vez? — cuestionó Jo a su hija.

— Si — respondió Mallory con una sonrisa.

Jo no pudo evitar reír también.

— No tengo miedo.

— Mamá a ti nada te da miedo — Mallory la miró.

Jo miro a su hija con atención, acarició su mano. Si tenía miedo a una cosa, a perderla.

— Tengo miedo a una sola cosa cariño, perderte.

— Nunca vas a perderme mamá.

Mallory abrazó a Jo dándole la confianza y cerrando la promesa de jamás perderse la una a la otra.

Las puertas del otro lado de la sala se abrieron dejando ve a un hombre de traje que llamaba a Jo.

— Volveré enseguida, espérame aquí. — pidió a su hija.

Jo acomodo las solapas de su saco y aliso la tela, en sus manos llevaba el expedienté médico que solicitó la corte sobre Steve Rogers.

Entró a la sala ganándose las miradas de varios hombres presentes. Tomó asiento.

— ¿Jura decir en esta corte la verdad y nada más que la verdad?

— Lo juro.

Jo se sentó en la silla enfrente del jurado.

— Su nombre completo es Josette Cavanagh ¿es correcto?

— Correcto.

— Trabajo para SHIELD extra oficialmente en más de una ocasión.

Jo se inclinó. — Es correcto — suspiró. — Tienen allí el expediente.

— También dice que es la hija adoptiva de Nick Fury y usted es su doctora privada, no existe alguna ley sobre eso.

Jo suspiro. — La genética del ex director de SHIELD, Nick Fury y la mía no es igual. Además ustedes quieren castigarme por una decisión que mi paciente me pidió que hiciera — se intentó poner de pie para entregar una copia de los expedientes en su mano. — La cirugía al señor Tony Stark que deje decirle fue un éxito, Sam Wilson atención médica exitosa luego del accidente, María Hill con los chitauri al igual que Clint Barton, y la operación de Nick Fury, puedo seguir enumerando incontables veces que ayude a SHIELD y a hombres de esta sala cuando necesitaban un médico confiable, llamaban por mi. ¿Quieren castigarme? Adelante hágalo. ¿Va a quitarme mi licencia? Hágalo. Pero queda en su conciencia las miles de vidas que he salvado y podría salvar.

La doctora Cavanagh se levantó dejando a todos sin palabras. Era claro su dureza y el hecho que tenía razón, ayudó tanto a SHIELD como en misiones secretas con sus servicios médicos. La castigaban por una decisión que él mismo Fury le suplicó.

— Vámonos Mallory — hablo Jo al salir de la sala.

La adolescente se levantó acercándose a su madre.

— ¿A dónde vamos?

— Iremos a ver a tu abuelo.

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Jo bajo de la camioneta al igual que Mallory, el lugar donde Fury las cito no era precisamente el mejor del mundo.

Era un cementerio.

— No crees que es un lugar algo tétrico como para reunir a tu familia.

Jo descendió de la camioneta al llegar a su destino marcado en el GPS, seguida de Mallory.

— Pudiste elegir un mejor lugar para reunirnos — hablo Jo al ver a Fury.

— Se supone que estoy muerto.

— Corre con tu abuelo — dijo a Mallory.

Mallory sonrió al ver al hombre que antes portaba un parte en el ojo. — Abuelito.

Una sonrisa se plasmó en los labios de Jo. Esa era la familia que siempre deseó en su vida, la familia que nunca tuvo.

Se paro enfrente de la lápida que anteriormente estuvo mirando Fury. Saludo al Capitán Rogers.

Leyó la inscripción. Nicholas Joseph Fury.

Vio muerte a lo largo de sus cortos años de vida, ser doctora la hacía ver cosas que ella no quería, una de ellas era la muerte.

— Creo que mi mayor pesar siempre será creer que él puede morir — murmuro Jo.

— Todos moriremos algún día — respondió Steve Rogers. — Unos más rápidos que otros.

Jo sonrió al escucharlo, era claro que hacía una broma a sus años en el hielo.

— ¿María? — cuestionó Fury a Jo.

— Se fue con Stark — respondió. — Dijo que cuanto antes comenzara a trabajar mejor, mando sus saludos.

— ¿Todo bien con el comité?

La doctora se encogió de hombros. — He ayudado tanto a esta nación que han olvidado las cosas que no he hecho. Si me intentan quitar mi licencia, podré convertirme en una maestra de artes marciales.

— No van a quitarte tu licencia — hablo Fury con seriedad y seguridad en su voz.

Natasha Romanoff apareció en el cementerio con una carpeta entre sus manos. Jo supo que era su momento de quitarse para darle privacidad junto al capitán.

— ¿Estás segura que no irán conmigo? Será como unas vacaciones los tres.

Jo sonrió, acarició el cabello de Mallory con ternura. — Está vez no será posible, Papá — murmuro mirando a Fury. — Mallory tiene que irse con María, aquí no es seguro para ella.

Fury se puso serio. — No hay lugar más seguro que a tu lado, Jo.

Steve y Natasha se abrazaron para después mirarse.

— Deberías pedirle una cita — miró a Jo que charlaba con Fury. — Ya te salvo dos veces. Además es una mujer de buen carácter y un excelente sentido del humor, y si necesita un cirujano no va a cobrarte tanto.

Steve no pudo evitar reírse ante ese chiste.

— Probablemente lo haga.

Miró a Jo en el momento que Fury la abrazaba, no cabía duda que él la amaba como a una hija, Mallory se les unió.

— Si alguien viene a buscarme díganle que me encuentre aquí. — habló Fury mirando a todos para después marcharse, estaba claro que se mantendría en contacto con Jo y Mallory de alguna forma, una extremadamente secreta para todos.

— Jo — Steve la llamó al ver cómo Mallory se despedía de Natasha. — Estaba pensando qué tal vez podríamos ir a tomar un café alguna vez.

Mallory sonrió al escuchar la propuesta, asintió con la cabeza en señal de aprobación.

— Podríamos ponernos de acuerdo y acordar un día — acepto Jo. — Te daré mi número.

Jo tomó la libreta que Steve le extendió anotando su numero junto a una pequeña nota que dejó extra. Le entregó la libreta con una sonrisa.

— Estaré esperando su llamada Capitán. Mallory vámonos. Nat.