Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

capítulo uno

Las noches en la cuidad eran en su mayoría todas iguales, exceptuando por los fines de semana, esos días parecían ser más ajetreados que de costumbre. ¿Cómo se ve eso? Solo hay que notar todo el movimiento que se daba por esos días.

Desde bares y casinos llenos, hasta personas con su teléfono en mano sin miedo a que puedan robarles, hasta una que otra pareja en un restaurante en una cita, o en un hotel disfrutando del otro. Las cosas que la gente normal suele hacer por estos días.

Pero, había otra parte de la gente que no hacía aquello.

Por el contrario, disfrutaban de una buena noche sola en su casa, con la única compañía de la luna y una buena película, pero claro, ese no era el caso de nuestros protagonistas.

En otra parte de la cuidad, una zona donde no habitaban muchas personas y en su mayoría estaba descuidado y destruido, había dos jóvenes, acercándose a un estacionamiento abierto y por obvias razones, abandonado.

El rostro del chico con cabello azul ni siquiera se inmuto, únicamente viendo su reloj, para confirmar que la hora sea la adecuada.

─Maldita sea ─el otro chico dijo, un poco alto por el enojo. ─Él nos dice una hora, un lugar y que seamos puntuales, ¿Para qué? Para que él llegue tarde, mierda.

Por otro lado, el primer chico ignoro a su amigo, quien estaba a punto de jalar sus cabellos rosados.

─¿Podrías calmarte? Primeramente, ahora, puede que no tarde en llegar ─dijo, demasiado calmado para el gusto del pelirosa, quien solo se conformaba con mirarlo.

El peliazul por su parte, solamente se dispuso a sacar un spray negro, empezando a rallar las paredes, garabateando cualquier cosa solo para distraerse.

Ambos no estaban ahí porque quisieran, si no para hacer un acuerdo de 'paz'. Y entre comillas, porque los dos ahí dudaban que su enemigo a muerte deseaba solucionar todo así no más, aún después de como tres años de perseguirse los unos a los otros.

─Vaya, vaya, así que si son puntuales. ─Se escucho, de inmediato el chico de cabello azul dejo de pintar en la pared, sonriéndole al chico con mascara de conejo.

─Bueno, tu nota era exacta, y desde luego seremos puntuales conejo. No somos como tú, eso es obvio. ─El chico de hebras azules movió su mano, desinteresadamente.

─¿A quién le dices conejo bastardo? ─Se alteró el pelinegro, haciendo que el contrario soltará una carcajada.

Porque si, Killer Bunny era tan predecible, y muy impulsivo de paso de eso todos tenían conocimiento.

─Pues a ti, ¿Estas sordo acaso? ─Tiger V volteó a ver a su amigo, mirándolo confundido por su repentino comentario. No estaba asombrado, porque algo que todos sabían de sobra, era que Kitty Gang odiaba sin duda a Killer Bunny.

─Niño...

Tiger V se posiciono frente a su amigo, defendiéndolo de un posible ataque que el pelinegro se atreviera a hacer.

─Cálmate Bunny, no vinimos a esto. ─Al fin haciendo acto de presencia, estaba Agust D o Suga, como desees llamarlo. Un chico algo bajo, con unas heridas en su rostro y cabello rubio, tenía todas las pintas de ser un callejero.

Tranquilizándose, el chico con máscara de conejo sonrió, esto obviamente no se notó por dicha máscara, que estaba cubierta con algo de sangre seca.

─Tu amigo tiene razón, en tu nota dejaste algo que sin duda me llamó la atención ─empezó Tiger, relamiendo su labio inferior, conteniendo sus ganas de darle un buen golpe. ─¿Qué es esa tontería de querer está zona?

El pelinegro solo asintió, al parecer satisfecho con esa reacción.

─Lo que acabas de decir, no es tan difícil de comprender. Hemos respetado mucho tiempo el acuerdo de no invadir la zona en donde ustedes conviven, pero se me van acabando las víctimas, y en serio necesito más presas.

Tiger rodo los ojos, cruzándose de brazos, en serio preguntándose si el contrario era en serio tan imbécil como sonaba.

─¿Estás loco o qué? No te daremos esta parte, ¡cínico! ─grito Kitty, no conteniendo más su rabia ante una persona tan asquerosa como lo era Bunny.

─Kitty, cálmate ─dijo en tono de advertencia el de hebras azules, acomodando su flequillo con una tranquilidad admirable. ─¿Crees que no sé lo que tramas? Tu no quieres esta parte Bunny, tú lo que deseas es una pelea para ver quien se la queda, y eso obviamente no va a ocurrir. No voy a satisfacer tu lado masoquista. ¿Qué acaso tus compañeros no puedes satisfacer tu necesidad de dolor? ¿Tan débiles compañeros tienes?

Tiger sonrió ante el silencio, sabía que había dado en el blanco.

─Bueno, supongo que eso es todo. Vámonos Kitty ─dijo, dándose la vuelta, sabiendo de sobra que su amigo lo seguía.

Pero era obvio que Bunny no se quedaría en silencio después de aquello, porque no, él nunca estaba tranquilo si no ganaba.

─Espera un minuto Vante. ─El pelinegro alzó la voz, ignorando la mirada de advertencia de Agust, quien hasta ahora se había mantenido al margen. Pero Bunny solo sonrió cuando vio como Tiger se detenía, y como Kitty volteaba a verlo, con esa mirada que siempre tenía, la mirada de odio.

─¿Quién... te crees para llamarme así? ─Se escuchó, después de un largo silencio.

Pero el chico con la máscara de conejo solo soltó una carcajada.

─Un tipo muy atento. ¿Qué pasa, deseas golpearme? ─siguió insistiendo el pelinegro.

Suga y Bunny se esperaban de todo, ya lo proyectaban en su mente, pero jamás se imaginaron qué en lugar de una reacción directa, solo obtendrían un muy claro y fuerte.

─Ahora.

Tan pronto como termino de pronunciar aquellas palabras, se escuchó el sonido de un disparo, que alerto a los dos chicos. La bala fue tan precisa, que rozo la máscara de Bunny, y esta misma habría caído de no ser por la tira que la pegaba a su cabeza, y por la mano del pelinegro quien alcanzo a sostener su máscara.

Suga actuó rápidamente, quitándole el seguro a su pistola y apuntándole a Tiger, y como toda acción, tuvo su reacción. Kitty imito su acción, apuntando al rubio, posicionándose delante de Tiger, protegiéndolo.

─¿Qué demonios? ─Pregunto, algo alterado el pelinegro, volteándose solo para ver a un castaño bajando por una escalera como si nada.

Prince Killer era su nombre, pero Killer Bunny lo llamaba «un dolor de pelotas». No solo por el incidente de ahora, que aparte, daban lugar a una historia no muy agradable.

El pelinegro volteo a ver de nuevo al peliazul, quien sonreía como antes, victorioso y orgulloso, aquellas dos emociones reflejadas en una perfecta sonrisa cuadrada. Tiger formo una pistola con sus dedos, e hizo el amago de disparar con notoria burla, acción que hizo enfadar en demasía al pelinegro.

─Woa, justo en el objetivo. O bueno, casi, el plan era hacer que se te caiga la máscara, igual, algo es algo. ─Se escucho decir, apareciendo Prince en escena, guardando su pistola.

El pelinegro siguió al castaño con la vista, haciendo una seña a Suga para que bajara el arma, cosa que hizo. Lo mismo por parte de Kitty, quién al no sentirse amenazado, bajo el arma, aun atento a los movimientos de los ambos jóvenes.

─Escucha conejo hijo de puta. No vuelvas a hacer tales acusaciones, ni exigir tremenda idiotez, no creo que al consejo le agrade. Y no me llames Vante, tú eres el menos indicado para llamarme así. ─Después de esas palabras, Tiger sonrió, justo como antes, dándose la vuelta, viendo a sus compañeros, ─vámonos chicos.

Y tal como dijo, los tres jóvenes se marcharon, sin detenerse a mirar atrás.

Killer Bunny y Suga se quedaron en su lugar, viendo a los tres jóvenes irse.

─¿Qué fue eso? ─se oyó una tercera voz. Ambos voltearon, solo para encontrarse con RM y J-Hope, quienes se acercaban a pasos lentos.

Hope, quien tenía una máscara de caballo y un bate, parecía más enojado que de costumbre, se notaba por como sostenía el bate y por como su espalda estaba más recta que lo habitual.

─Una jugada muy inteligente, eso fue ─respondió Agust, al notar como su amigo no tenía ni la más mínima intención de responder.

─Debieron haberme dejado entrar, los habría derribado de una.

Se quejo Hope, con la adrenalina corriendo por sus venas. Bunny soltó una risa burlesca, volteándolo a ver aún con esa horrible máscara, no era una viste agradable para una persona común. Aquella sonrisa pintada en la máscara, no daba confianza.

─Uy si claro, los habrías derrotado con tu bate, cuenta otro chiste por favor. Payaso. ─El tono de burla era más que notorio en aquella oración, haciendo enojar en sobre manera a Hope.

Hope sintió un tic en su ojo derecho, queriendo acercarse hacia el pelinegro, pero el rubio lo interrumpió. Si, sin duda, Agust D también era la voz de la razón en la banda.

El pelinegro se quitó su mascara, una vez cuando no hubo rastros de los tres chicos.

─¿Qué harás entonces Bunny? ─dijo el pelimorado.

─Seguir disfrutando de la diversión por supuesto. ─Y aunque los otros tres no podían verlo, aseguraban que su pequeño jefe estaba sonriendo. Tan cínica y psicóticamente.

Por el lado de los otros tres chicos, estos llegaron a una casa grande, lujosa y de buena vista, algo alejado de las demás casas.

Kitty fue el primero en entrar, siendo rápidamente rodeado por sus demás compañeros.

─¿Y?

─¿Cómo les fue?

─¿Reacciono como un demente?

─¿Siquiera cayó en la trampa? ─preguntó por último Irene, haciendo que por poco Kitty cayera de espaldas, abatido por tantas preguntas en tan poco tiempo.

─Calma chicas... y Mark, ya les contaremos todo ─interrumpió Tiger, sonriendo dulcemente, empujando al chico de cabello rosa dentro de la residencia.

Las tres chicas junto al chico de castaño claro se hicieron a un lado, dejando pasar a los tres chicos, quienes venían un tanto agotados luego de caminar tanto.

─¿Y... qué esperan? Cuenten. ─SeulGi fue la primera en sentarse frente a los tres chicos, esperando que cuenten aquello que habían planeado entre los tres.

El pelirosa dejo su katana a un lado (cortesía del consejo, por supuesto), sentándose junto a el de cabello azul en el sillón más grande.

─Bien, resumiendo todo, llegamos y no estaban, después llegaron, y en efecto, lo de la carta era verdad, tratamos de solucionar todo de la manera más civilizada posible, pero-.

─¡Pero ese idiota llamó Vante a TaeHyung! ─interrumpió JiMin, bufando y cruzándose de brazos.

TaeHyung asintió a lo dicho, haciendo su cabeza hacia atrás, cerrando momentáneamente sus ojos. Mientras oía a sus compañeras, y compañero, quejarse con un ruidito de garganta, era bien sabido que TaeHyung odiaba que lo llamaran Vante, siendo solo sus compañeros de equipo quienes podían llamarlo así.

─Ahí pusimos en marcha el plan, apunté directamente cerca de la orilla de su máscara, ¡Y acerté! Fue muy divertido ver la desesperación de su compañero cuando casi se le cae aquella máscara de conejo. No se si logré hacerle daño, pero no me arrepiento de haber entrenado durante mucho tiempo mi puntería ─dijo, muy orgulloso de sí mismo SeokJin.

Las chicas abrieron sus bocas en una pequeña 'o', y Mark... Él solo sonreía orgulloso de su amigo, asintiendo con la cabeza.

─No puedo creer que en serio haya caído, ¿Y así todos le tienen miedo? Simplemente patético ─chisto Joy, abultando su labio inferior, cruzándose de brazos.

SeulGi volteó con el ceño fruncido. ─No sé, ¿Tal vez se deba a que mata a todo aquel que esta en su contra y es conocido por ser un maldito sádico, manipulador y que logra hacer que tu mente se confunda? ─Ironizó la chica, ganándose una mala mirada por parte de la menor.

El peliazul suspiro, sabiendo que vendría una pelea, siempre era así entre ellas dos. Cual perros y gatos.

─Se me calman las dos, ya, ni él es mejor que yo, ni yo soy mejor que él, y si, Joy, mucha gente le teme por lo que mencionó SeulGi.

─¡Exacto! Aparte, TaeHyung es un chico más que nada meticuloso, atento a los detalles, y siempre haciendo un plan para todo. Por otra parte, Bunny es más impulsivo, actúa muchas veces sin pensar, cada uno tiene sus pros y contras. ─El peliazul le agradeció internamente a Mark.

Irene por su parte no quitaba la vista del peliazul, admirándolo en su mente, ella agradecía mucho lo que este había hecho por ella. En el fondo, deseaba ser como él, pero sabía que Kim TaeHyung, alias Tiger V, solo había uno, y estaba más que satisfecha con eso.

─Bueno ya, todos a dormir ya, bolas de átomos ─ordenó SeokJin, levantándose, luego de comprobar como JiMin cabeceaba, obviamente con sueño después de un día tan largo y agotador.

A base de quejas, todos fueron a sus respectivas habitaciones. Menos Tae, quien se quedo en el mismo lugar de antes, viendo como SeokJin llevaba al pelirosa a su habitación. Sonriendo ante tal imagen, miro su brazo, viendo una pequeña cicatriz, una de las tantas que tenían.

Aún seguía preguntándose, ¿Habría hecho las cosas bien? No lo sabía, tal vez el futuro le daría las respuestas.

Y con ese pensamiento en mente, caminó hacia su habitación, dispuesto a descansar también.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro