Capítulo 9.
─┈ꗃ ▓▒ ❪ act one ― chapter nine. ❫ ▒▓
────── ๑ ໒৩ ๑ ──────
LA NOCHE PASÓ VOLANDO PARA ambos jóvenes. Cuando Agatha consiguió que el varón se durmiera, ella también lo hizo a su lado, inconscientemente. A pesar de todo, no podía dejarle solo en momentos como ese. No podía, cuando se trataba de su hermano. Los primeros rayos de sol se colaron a través de la ventana, donde la cortina no había sido corrida. Perezosamente, la fémina estiró sus brazos con cuidado de no despertar al chico, que seguía durmiendo plácidamente a su lado. Se levantó, tapándole con las sábanas, y depositó un beso en la frente impropia antes de abandonar la habitación.
Joshua Uley negó con la cabeza cuando ambas miradas se cruzaron, a lo que la joven Zorkin sonrió inocentemente y le siguió hacia el salón, como se lo había pedido con una seña. La morocha respiró hondo, cruzando los brazos sobre su pecho.
—Sé sobre los lobos Quileute —admitió, sin irse por las ramas—. No me costó mucho unir piezas, ¿sabías? Mamá tenía unos libros en el despacho que nunca me dejaba entrar de chiquita, ayer por la tarde fui a mi casa y los cogí, junto a un libro de los Zorkin. Ese segundo todavía no lo leí, pero sobre los Quileute... luego recordé las leyendas que Billy Black nos contaba de pequeños a los chicos y a mí, fue fácil atar cabos.
—Yo les pedí que no te dijeran nada, Agatha... —admitió, esta vez, el adulto—. No pensé en que saldrías lastimada, pensé que sería lo mejor. Al menos, por el momento. Pero, una vez más, demostraste la valía, lo inteligente que eres y que siempre estás un paso por delante.
—Agradezco que queráis protegerme, pero ocultarme la verdad no es sinónimo de protección —murmuró, soltando un largo suspiro—. Además, me temo que mi madre sabía todo esto, ¿verdad? Por eso nunca me dejó entrar en el despacho, sabiendo lo curiosa que siempre he sido, pero también me ocultó más —la mirada de asombro del hombre se lo confirmó a pesar de no estar muy segura, sonriendo internamente por aquella pequeña manipulación que había ejercido en él sin darse cuenta—. Me dejó una carta, estaba dentro del libro de mi familia... la leeré.
—Avísame cuando lo leas, ¿de acuerdo?
La adolescente asintió y terminó por darle un beso en la mejilla al mayor, yéndose hacia arriba de nuevo bostezando. Dormir poco y mal le pasaría factura en el día de hoy.
( . . . )
Cuando la noche cayó de nuevo, la pequeña luz en forma de luna que reposaba en su mesita de noche iluminaba a la morocha, que tenía la carta escrita por su madre en sus manos. Temblaba ligeramente, no sabía si por el miedo a lo que podría leer o por lo asustada que estaba por todo lo descubierto recientemente. Lo que siempre pensó que habían sido historias para no dormir, de aquellas de miedo para aterrorizar a los niños pequeños que no se querían dormir, resultaron ser reales. Lobos, vampiros. Dos especies opuestas, que son enemigas naturales.
Pero Agatha Zorkin no creía en esa rivalidad y se prometió, a sí misma, que si alguna vez conocía a algún vampiro, se aseguraría de no tenerla. De dejarla a un lado.
Al sentirse segura, o al menos eso creía, desdobló el papel con delicadeza. Llenó sus pulmones de oxígeno al dar una gran bocanada de aire, vaciándolos de poquito a poquito para tranquilizarse. Entonces, empezó a leer.
"Que los Zorkin nos mudásemos a la Push no fue casualidad. En nuestra familia también hay el gen del lobo, pero no somos cambiaformas. Descendemos de los que se llaman lobos diamante, una raza única que tiene sus orígenes más de dos mil años atrás. Pero conocerás la historia a medida que te vayas introduciendo en el mundo sobrenatural, del cual siempre te quise mantener alejada, por tu seguridad.
Si estás leyendo esto, cariño, es que yo tuve que partir antes de lo esperado. Que has podido entrar al despacho en el que siempre quisiste entrar y nunca te dejé. No quería que tu curiosidad te metiera en este mundo, no siendo tan pequeña. Pero, ahora, es inevitable.
Posiblemente, algún día tu loba interior se activará. Eso sucederá cuando tu ancla principal, aquella persona que sea tu cable a tierra, se convierta por primera vez en un lobo. Sin embargo, tus transformaciones serán diferentes a las de un cambiaformas. Si bien podrás convertirte en un lobo siempre que quieras, también tus huesos se romperán una vez al mes. . . en luna llena. Dolerá, pero deja que el dolor salga de tu interior y, entonces, dolerá menos. Quiere al dolor, y el dolor te querrá a ti. Seréis uno solo.
Deja que los Uley te ayuden, que los ancianos de la Tribu Quileute te ayuden también. Si bien no somos la misma raza, si descendemos de la misma especie. Ellos serán tu guía cuando más perdida estés, cuando más lo necesites. Serán tu mayor apoyo hasta que encuentres a tu impronta; o, como dicen los lobos diamante, a tu alma gemela.
Espero que conozcas nuestra historia y que la aceptes como es, que te aceptes con tu nueva condición. Te prometo que, llegará un día, que la amarás.
Te quiere con toda su alma,
Mamá."
Si antes ya no sabía cómo reaccionar, mucho menos ahora. Terminó de leer la carta, dejándola caer a un lado. Tragó saliva con dificultad; no sabía si sería capaz de superar todo eso. No sabía si conseguiría mantener a raya esa loba interior y no sabía si eso supondría ser un peligro, tanto para ella misma como para los que la rodeaban.
Y ese era, de entre todos los miedos que tenía, el mayor de todos ellos.
* *
n/a. y con este capítulo, oficialmente empieza la trama de agatha como tal. solo diré que estará relacionada, directamente, con los vulturi.
importante !!! la trama de los lobos diamante es de invención propia, así como su adaptación en el mundo de stephanie meyer. prohibida su copia, sea parcial o total.
VOTE | COMMENT | FOLLOW ME
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro