Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 79.


─┈ꗃ ▓▒ ❪ act five ― chapter four. ❫ ▒▓



────── ๑ ໒৩ ๑ ──────


ORGANIZAR UNA MUDANZA AL OTRO lado del océano no era algo que le estuviese gustando. Estaba más irritable de lo habitual, así como no gestionaba sus emociones, acumulándose en su interior nuevamente. A eso debía sumarle que estaba haciendo más patrullajes de los que le correspondían, debido a su próximo viaje a Florencia para cursar el primer año de universidad. Les había prometido a la manada que, en cada ocasión que tuviera para volver a casa, haría todas las patrullas posibles, liberándoles así de esa carga tan excesiva por su ausencia.

Y es que ahora se encontraba en su habitación, terminando de cerrar su tercera maleta. Podía decirse que era exagerado, pero tenía muchísimas cosas que llevarse. No se refería únicamente a ropa, pues sabía que podía comprar en línea y que podría comprar en las mejores tiendas de moda de Italia una vez estuviese asentada en el lujoso apartamento de Florencia que le había obsequiado Carlisle Cullen, cuando supo que su nuera iba a estudiar medicina en una de las universidades donde, en el pasado, había dado conferencias. Se llevaba objetos personales que le recordaban a su familia, a sus amigos. Libros de distintos géneros, así como también un par de enciclopedias médicas que habían permanecido en la estantería desde hacía varios meses. Toda verdad sea dicha, al menos, ahora que había cerrado la última maleta y sus cosas estaban empaquetadas en dos cajas más, su habitación se veía más ordenada. Vacía, como era lógico, pero ya no era la leonera que había sido los últimos días.

Así pues, aquella noche, cuando el sol se escondió y dio lugar a la luna brillante que reinaba en el oscuro firmamento, la joven Zorkin abandonó el hogar de los Uley para encontrarse con la manada, puesto que tendrían una última noche todos juntos antes de su partida hacia Florencia. Era algo que hacían de vez en cuando, no mucho, pero que disfrutaban como nadie. Por una noche, nadie hacía patrulla y la manada de metamorfos, junto a Agatha, la pasaban en la casa de los lobos, viendo películas y comiendo comida chatarra, aunque también se atiborraban de aquellos pasteles que Emily, muy gustosamente, preparaba para todos ellos. Era una noche donde las improntas no se juntaban, pues era únicamente una noche de hermanos.

—Os voy a echar de menos... —susurró la Zorkin, una vez terminó ese helado de limón que tanto le gustaba.


Hasta ese momento, con esa noche de películas improvisada que habían organizado para su despedida, no se había puesto a pensar en lo complicado que se le haría estar tan lejos durante tanto tiempo... Era algo que, en el fondo, no le había gustado pensar en ningún momento desde que recibió la aceptación de la Universidad de Florencia. El hecho de separarse de su manada era algo realmente doloroso y que solo había sucedido una vez hasta la fecha: cuando fue mordida por Laurent y pasó su transformación a híbrido. ¡Y solo habían sido unos pocos días! Nada en comparación con lo que significaba mudarse a la otra punta del mundo y empezar una nueva etapa... por mucho que sabía que iba volver, porque ella siempre volvía a casa, no era lo mismo. Y no, no se arrepentía de haber postulado para aquella universidad, pues era un sueño cumplido poder estudiar el grado universitario de sus sueños en una universidad tan prestigiosa como lo era esa. Más, eso no significaba que no tuviese temor a la distancia.

—Sois de las personas más importantes de mi vida, espero, por lo menos, una videollamada semanal para ponernos al día de todo —pidió, entre pucheros, siendo abrazada por todos ellos, quedando unos sobre los otros, aplastada por los lobos.


( . . . )


La mañana siguiente lo primero que hizo fue llamar a la empresa de mudanzas que se encargaría de llevar las cajas, sus dos coches y algún mueble que iba a usar en el nuevo apartamento, hacia Florencia. Había pagado por una póliza Premium para que todo estuviese asegurado, por si algo sucedía durante el transporte y viaje a la ciudad italiana. Su vuelo saldría a las ocho de la tarde, por lo que volaría de noche y, con suerte, conseguiría dormir todo el viaje hasta llegar a Florencia, al día siguiente.

Cuando los de la mudanza escaparon de su campo de visión, supo que era momento de visitar a los Cullen.

"A ellos también voy a extrañarles, sobre todo a ese par de descerebrados que tienen mi corazón conquistado" pensó para sí misma la loba, acelerando el paso por el camino, sin saber que el clan de vampiros también estaba de mudanza.

A pesar que los territorios de la Reserva y los Cullen estaban separados por el tratado, no podía decirse lo mismo si hablaba en término geográficos, por lo que aprovechaba ese camino andando por el bosque para despejar la mente, agudizando sus sentidos auditivos al escuchar el canto de los pájaros que, posiblemente, buscaban el camino al nido donde pasarían el día, o bien estaban buscando su alimento diario. No tardó más de quince minutos en alcanzar la casa de aquella familia de vampiros, encontrándose con una sorpresa muy grande. Otro camión de mudanza se encontraba al otro lado del camino de tierra que separaba la casa de la carretera.

"¿Se mudarían también, al igual que yo al irme a Florencia?" se preguntó mentalmente, terminando los últimos metros que la separaban de la casa corriendo velozmente, a velocidad vampírica, pero siempre asegurándose que no la veía ningún mundano hacerlo. La puerta se encontraba abierta debido a la mudanza, quería creer, así que entró sin llamar al timbre ni usar su llave.

Sigilosa como siempre había sido cuando quería, Agatha tapó los ojos de Edward con sus manos, susurrándole en el oído, en tono burlesco:

— ¿Te aburriste sin mí estos tres días, Eddie?

El vampiro se giró con rapidez, sonriendo cual adolescente hormonado y enamorado al ver a su pareja ahí.

—Como no te haces idea, amor —susurró.

Agatha rodeó el cuello del vampiro con sus brazos y, éste acortó la distancia entre ambos, juntando sus labios con los de la contraria. Sus lenguas entraron en juego, siendo dueñas del momento hasta que, pasado un minuto, la loba se tuvo que separar, por falta de aire. Soltó una risita, a la par que escuchó un carraspeo a sus espaldas.


— ¡Jazz! —Exclamó, con una sonrisa—. Recuerda que, aun siendo una híbrida, todavía necesito respirar —susurró en el oído de Masen, besando sus labios con dulzura una última vez antes de abrazar a su alma gemela—. También te extrañé a ti, mon amour. No me seas celoso.

Bromeó, para después acariciar los ahora cortos cabellos del sureño.

—No sé para qué te cortaste el pelo, si estabas muy guapo —murmuró, fingiendo decepción, pero sin perder el interés en aquellas delicadas caricias—. Aunque sigues estando guapo, eso siempre —añadió, con rapidez, al ver su ceño fruncido.

—No será que te encantaba trenzarlo, ¿verdad? —la chica soltó una carcajada, riéndose.

—Puede ser... —admitió, derrotada, para después reír de nuevo—. Oye... ¿Una mudanza? —el temor no tardó en inundar sus palabras, recordando el camión que había visto afuera.

—No quisiéramos estar lejos de nuestra pareja —respondió Edward, que no tardó en pasar un brazo por su cintura, con delicadeza, causando cosquillas en la híbrida—, así que, como familia, también nos mudamos. Tenemos tiempo sin pasar unos años en Italia, por lo que aprovecharemos para cursar una carrera a la vez que lo haces tú, Aggie.

La menor no pudo evitar contener la sorpresa. No era algo que hubiese hablado con ellos durante esas dos o tres semanas que se había pasado organizando la mudanza, pues tampoco quería influir en sus decisiones ni hacerles elegir entre ella y su familia, por lo que aquello la tomó completamente por sorpresa. Era algo inesperado pero que, realmente, la emocionaba.

— ¿De verdad? ¿Vendréis a Florencia conmigo? —preguntó, dubitativa, todavía incrédula.

—Por supuesto que sí —susurraron a la par—. Carlisle y Esme se unirán en un par de semanas más, una vez Esme termine la remodelación de tu casa —prosiguió, ahora, Jasper.


Y, con esa conversación, los tres enamorados abandonaron la casa Cullen para ir a cazar. El hecho de viajar entre humanos no sería algo sencillo para Jasper pero, así como el billete de Agatha se lo habían regalado sus padres adoptivos, también habían aprovechado esa comprar para comprar los billetes de toda la familia. Así viajarían juntos hasta su nuevo destino: Florencia.


* * 

AAAAAAAAAAAAAAAAAAH, YUANFEN HA LLEGADO A LAS 100K LEÍDAS (incluso las supera, ahora que he subido el capítulo). MUCHÍSIMAS GRACIAS POR EL APOYO, ESTOY MUY EMOCIONADA Y AGRADECIDA. <3333

n/a. no sé el tiempo que ha pasado desde la última actualización, pero me he propuesto terminar esta novela antes de que acabe el año, así que no se sorprendan si van apareciendo actualizaciones sin seguir el horario establecido desde el principio <3

importancia a lo importante, ¡he vueltooooooo! Se vienen algunos capítulos de entre medio, sin mucho contenido, pero en nada vuelve la acción con la que voy a culminar el fic. Espero que os gusten tanto como a mí escribir los capítulos que faltan, ay.

POR CIERTO. Tengo en borradores un crossover de hp x twilight, pero todavía no decidí quién va a ser el interés amoroso de la protagonista... dejadme vuestra preferencia por aquí, porfii.


VOTE | COMMENT | FOLLOW ME

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro