Capítulo 68.
Maratón 3/5.
─┈ꗃ ▓▒ ❪ act four ― chapter five. ❫ ▒▓
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ESME LE HABÍA PREPARADO UNA lasaña que estaba buenísima, siendo, quizá, lo mejor que le había preparado nunca. Y si bien era algo que relacionaba con la pasta, no podía considerarlo como tal. Lo comió de gusto, a pesar que no tenía mucha hambre, pero dejó una parte. Estaba llena, no tenía hambre desde que se vio obligada a ser algo que nunca quiso ser, como si su estómago se hubiese cerrado ante la ingesta de cualquier bocado. Todo lo que intentaba ingerir, en algún momento u otro, se veía vomitado. Lo cual era extraño.
Carlisle Cullen había llegado del hospital, alegando que Alice le había llamado durante el receso, diciendo que era importante su presencia en casa cuando las clases terminasen al mediodía. Agatha suspiró, evitando resoplar en el proceso. Podía imaginarse que se trataba de la conversación pendiente que tenían.
―Agatha, nosotros... ―el doctor llamó la atención de la muchacha, que se encontraba sentada en un taburete jugando a un juego en su teléfono. Alzó la cabeza, mirándole con curiosidad―. Queríamos pedirte disculpas, Agatha. Nos fuimos sin pensar en las consecuencias, sé que merecemos que no quieras seguir formando parte de nuestras vidas, pero quiero que sepas que siempre serás parte de la familia.
―Puedes estar tranquilo, Carlisle ―habló, con esa calma tan característica en ella, esbozando una ladina sonrisa―. Hace semanas que comprendí todo. Siempre han sido una familia, con muchas décadas a sus espaldas, y juntos, que llevan. Actuaron como la familia que son. Lo comprendí con el tiempo. No puedo negar que dolió, incluso mi tío quiso que fuera a un especialista para que me ayudase a aceptar el trauma que vuestra marcha supuso en mí... es decir, volví a caer en un pozo de tristeza que fue diagnosticado con un principio de depresión, no comía nada... han sido meses complicados y duros pero, como siempre... he superado la muerte de mi madre, y eso que sucedió cuando tenía doce años. Puedo con cualquier cosa.
Les regaló su mejor sonrisa sin saber que los vampiros habían llegado, pero habían esperado en el porche cuando la escucharon hablar. No pudieron evitar sentirse peor ante esa confesión. Más, no era el momento para seguir indagando, tenían suficiente con intentar ganarse su confianza de nuevo.
―Supongo que estamos todos ―murmuró, con los brazos cruzados sobre su pecho―. Ya que todo está relacionado con la cacería de James, lo mínimo es que lo sepan. Que sepan la razón por la que estuve en Volterra durante un par de semanas, aproximadamente.
La de cabellos azabaches tomó una gran bocanada de aire, intentando deshacerse del nudo en la garganta que le impedía contar la historia.
―Laurent fue el culpable, me mordió en pleno salto de conversión a mi loba ―musitó, llevando, inconscientemente, su zurda a su cuello, en la carótida―. Lo último que recuerdo fue a Victoria decapitándolo y a la manada despedazarlo, antes de que todo fuese oscuridad. Luego, desperté en mi habitación de Volterra, que está en el ala este, donde se encuentra la habitación de Marcus. Victoria me cuidó durante esos días, hasta que desperté. Resultó ser la impronta de mí antepasada, la primera híbrida, Tabatha Zorkin. Pero bueno, eso no tiene mucha importancia.
―Tu corazón todavía late ―puntualizó Carlisle, que podía escucharlo, aunque con menor frecuencia―. Pero a un ritmo tan pausado y lento que, para cualquier humano, significaría que tiene una bradicardia severa.
―Ahí quiero llegar... la ponzoña no hizo que fuese un vampiro, sino que mi loba luchó para ganar a la ponzoña ―resolvió la duda del doctor, mirándole a los ojos con timidez―. Entonces, mi corazón sigue latiendo pero con menor frecuencia, y a su vez puedo seguir transformándome en una loba. En otras palabras, soy un híbrido de vampiro y lobo.
―Alguien poderoso ―murmuró Jasper, aunque le ignoró la mirada puesta en ella.
―Y tengo un don... soy un espejo. Puedo copiar los dones del resto y aplicarlos luego, aunque no es algo que me guste demasiado... es como estar quitándole una parte de esa persona, de ese vampiro, sin poder evitarlo. Para ello, por eso, necesito tener un contacto directo con el antebrazo del vampiro dotado, de modo que lo absorbo y se queda en mí. También puedo suprimir los dones, aunque eso es a mí elección. Forma parte de uno de los dones que absorbí durante mi estancia y entrenamiento en Volterra ―se explicó, pero sin entrar en más detalles por el momento, puesto que tampoco quería aburrirles ni darles más información de la necesaria sobre su nueva condición―. Ahora, ¿podría ir al baño? Sigo teniendo mis necesidades, así como sigo comiendo comida normal. Lo único que necesito es alimentarme una vez por semana, de sangre animal.
― ¿Animal? ―se sorprendió Rosalie.
―Ajá ―confirmó la híbrida―. No sabemos la razón todavía, pero mi cuerpo rechaza la sangre humana. Mi teoría es, básicamente, que como todavía conservo una parte humana en mí, de ahí mi parte lobuna, por eso me causa rechazo.
Agatha dejó atrás para la familia Cullen para inmiscuirse en el baño, donde hizo sus necesidades y se aseó. Se sorprendió al ver que todavía guardaban su neceser en uno de los estantes, por lo que aprovechó para lavarse los dientes y, como de costumbre, echarse unas gotas de su perfume favorito.
Al salir, mientras se acercaba al salón de nuevo, escuchó la televisión de fondo. Las recientes noticias y más relevantes del noticiero correspondían a las desapariciones aleatorias de jóvenes en Seattle. Y cada vez eran más. Incrementaban semana tras semanas. Luego escuchó la voz de Jasper, las conclusiones que sacaron con Carlisle.
En la puerta del salón, se estremeció.
―Neófitos ―susurró, dejandoentrever el terror en sus rasgos faciales.
* *
n/a. el próximo capítulo es la graduación y ya puedo avanzar que este acto será el más corto, pero tampoco tiene mucho sentido alargarlo más de la cuenta. quiero que el último acto sea el más importante e interesante, sin crear hype. ah.
muchas gracias por los votos y las lecturas, de verdad que soy feliz de ver el alcance que está teniendo últimamente la novela <33
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