Capítulo 67.
Maratón 2/5.
─┈ꗃ ▓▒ ❪ act four ― chapter four. ❫ ▒▓
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LA VUELTA A LAS CLASES no pasó desapercibida por nadie. Cuando el director supo que estaba de vuelta, Agatha Zorkin no tuvo más remedio que pasar por su oficina, pues el profesor Vaner se lo había comunicado una vez terminó su clase. Fue justo antes del receso, por lo que sintió alivio por no tener que cruzarse con los Cullen, más allá de las clases que compartía con algunos de ellos. Incluso se había planteado cambiar algunas de ellas pero, luego, pensó: a duras penas quedan dos semanas para la graduación. Entonces, ¿por qué darles ese placer? Le quedaba nada para terminar, un último esfuerzo y su sueño de entrar en alguna buena universidad llegaría.
Fue durante su estancia en Volterra que estuvo mandando sus presentaciones a las universidades que tenía en mente desde hacía muchos años pero, de entre todas ellas, destacaban Harvard, Oxford y la universidad de Florencia, a petición de los reyes Vulturi. También, finalmente, terminó mandando su postulación para las universidades de Seattle y Alaska, aunque eran de menor rango que las dos primeras, las cuales eran su mayor sueño desde pequeña.
La etapa universitaria era algo que había esperado en los últimos dos años. De ahí que terminase su etapa de la preparatoria en el Instituto de Forks y no en la Reserva, como había estudiado hasta ese momento. Siempre quiso aspirar a lo más alto y, por fin, tras mucho esfuerzo y dedicación, lo estaba consiguiendo. Y nadie podría tirar por el suelo su sueño, ni todo el trabajo y empeño que le había puesto para conseguirlo.
Cuando llegó a la oficina del director de la institución educativa, la Zorkin llamó a la puerta con sus nudillos, esperando ser invitada a pasar.
"¡Adelante!" escuchó.
Giró el picaporte con su zurda, para después abrir la puerta.
―Me dijeron que quería verme, señor ―comentó la morocha.
―Sí, claro ―confirmó el director, señalando la silla que había justo delante de él―. Espero que su reincorporación haya sido sencilla, señorita Zorkin.
Mpf. Podría haber sido mucho mejor, si los Cullen no intentasen hablar con ella entre clase y clase, o en las mismas clases cuando estaba prestando atención a los profesores.
―Por supuesto, ningún problema ―contestó, sonriendo falsamente―. La verdad es que me preguntaba cuál era la razón de esta citación, pues tenía pensado acercarme a la cafetería a almorzar antes de seguir con mi horario lectivo.
―Iré al grano, entonces. No dejaré que nuestra mejor jugadora y capitana del equipo de voleibol no pueda alimentarse como es debido ―bromeó el hombre, haciendo que Agatha soltase una risita, irónica, que no se dio cuenta―. Estuvimos hablando con la junta directiva del instituto y el claustro de profesorado, señorita Zorkin. Nos gustaría que fuese usted quien dijera el discurso en la graduación.
El rostro de la híbrida se descompuso por unos segundos. La había pillado por desprevenida, no se esperaba una proposición como aquella, puesto que estaba convencida que la persona que iba a hacerlo era Jessica Stanley. Una sonrisa terminó por dibujarse en su pálido rostro, mostrando esa gratitud y esa persona tan risueña que solía ser.
―Será todo un honor para mí hacerlo, director ―aceptó el cargo la joven, aunque empezaba a sentir como su garganta ardía por dentro, secándose cada vez más.
―Quedamos así, Zorkin. Espero que, como siempre, esté a la altura.
―No lo dude, director. Será el mejor discurso que jamás haya escuchado ―exageró, levantándose de la silla―. ¿Me permite retirarme? No me gustaría que terminase el receso sin haber comido alguna cosa, antes de volver a las clases de los últimos periodos.
Con un leve asentimiento de cabeza, la joven abandonó el despacho del director y emprendió camino hacia los lavabos más cercanos a la cafetería, donde se metió dentro de un cubículo. De su mochila sacó una bolsa de sangre animal, que rápidamente empezó a ingerir, dándole largos sorbos que acabó en cuestión de minutos. Le había faltado poco por perder el control delante del director, a pesar que la sangre humana no era, para nada, apetitosa para ella.
Justo detrás de la puerta, por eso, un preocupado Alain Cullen la esperaba. Alice le había contado sobre aquello, un destello de visión advirtiéndola de una posible recaída por parte de Agatha.
―Aggie ―susurró Alain, aun sabiendo que era el baño de chicas, abriendo la puerta con cuidado―. ¿Qué ha pasado?
La joven la miró, y respiró hondo.
―Creo que tenemos mucho que hablar, señor gruñón ―susurró, de vuelta, mirándola a los ojos, soltando una risita nerviosa―. Todo lo que ha pasado en las últimas semanas, la razón por la que estuve en Volterra... ¿no te diste cuenta que mi corazón prácticamente no late?
Y, entonces, de sus encías asomaron los colmillos, asustando a Alain. El Cullen no tardó en abrazarla, no podía evitar sentirse culpable. Si no se hubieran ido, capaz nada hubiese sucedido. Si se hubiesen quedado, quizá podrían haber atrapado al culpable que provocó ese estado en su hija.
―Lo justo es que lo sepáis todos. Sí, sé que dije que no quería saber nada y no han pasado ni cuarenta y ocho horas, pero es necesario. Laurent provocó esto, la manada lo descuartizó y mató, pero creo que eso solo fue el comienzo... las recientes desapariciones en Seattle... Alain, que yo fuese mordida no es más que un detonante para todo lo que está por venir.
Alain acompañó a Agatha a casa de los Cullen, donde más tarde se encontraría con el resto de la familia. Se lo comentaron a los profesores, que eran conocedores que la Zorkin iba a ser quien hablaría en la graduación, y estuvieron de acuerdo en que se marchase a prepararlo. Al fin de cuentas, las clases ya habían terminado y solo quedaban unos días sin mucha importancia.
* *
n/a. la primera interacción de agatha con un cullen (que no fuesen rosalie ni emmett, que están en la universidad supuestamente) tenía que ser con Alain. sé que no he desarrollado mucho las relaciones con el resto de los cullen, mas, no creo que sea de vital importancia, pues con las pequeñas interacciones ya se puede entrever la relación que mantienen.
¡llegan los neófitos a forks en pocos capítulos! y, obviamente, esto es un fanfic y, por tanto, no será jessica stanley quien lea el discurso de la graduación, sino que será la maravillosa agatha.
seguimos con la maratón, es el segundo capítulo de cinco, yyyy a este paso llegaremos a 60K leídas antes de que la termine JSJSJSSJS pero no sabéis lo feliz que me hace ver el apoyo que está teniendo y que os guste tanto como a mí escribirla.
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