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Capítulo 65.


─┈ꗃ ▓▒ ❪ act four ― chapter two. ❫ ▒▓


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LLEGARON AL HOGAR DE LOS Uley tras pasados diez minutos, cuando terminó el entierro. Si bien lo único que quería era tumbarse en su cama y dormir hasta que llegase el lunes, cuando las clases volvían a su inicio tras una semana de vacaciones, todavía tenía algo pendiente por hacer.

Por ahora y hasta nuevo aviso, no iba a tener ningún contacto con los Cullen. Había decidido que ella sería su propia prioridad y, por el momento, estar cerca de ellos era todo lo contrario a lo que necesitaba para terminar de sanar. Para aceptar su nueva condición. Y era esa la razón por la que metió algunas cosas dentro de la caja que le dejó Rose antes de irse. Metió todas las cartas aunque las hubiese leído, la gran mayoría de las fotografías que tenía con ellos, las llaves de la casa y también las del automóvil que le regalaron por su decimoctavo cumpleaños. Cualquier joya que hubiese sido otorgada por la familia y cualquier recuerdo. Al menos, hasta que tuviera las fuerzas suficientes para poder volver a verlos como las amistades o la familia que una vez fueron.

Quizá para algunos estaba exagerando pero, no. No era exagerada, ni mucho menos. Ella también necesitaba sus tiempos y había sido la familia Cullen quienes provocaron ese estado de tristeza profunda y de principio de depresión, por lo que superarlos era lo mínimo que podía hacer. Que debía hacer.

El rugido de su Opel no tardó en hacerse presente cerca de la casa de los Cullen, que volvía a estar iluminada. Un gruñido sarcástico se escapó de su boca, aparcando justo en la entrada. Poco le importaba si faltaba alguien, Agatha tenía un propósito e iba a dejarles las cosas claras. Era su momento de decirles todo lo que había guardado durante tantos meses, mas, tampoco se había preparado ningún discurso. Improvisaría como tan bien se le daba, y nada más importaba.

Sacó la caja, cogiéndola del asiento del copiloto, para después cerrar su coche con la llave. Bien podría sacar la llave que abría la puerta principal, pero no iba a hacerlo. Prefería mantenerla dentro de la caja, así no caería en la tentación de querer quedársela como si nada hubiese pasado.

Los minutos pasaron como si de la eternidad se tratase desde que llamó al timbre hasta que la puerta fue abierta. Encontrarse, cara a cara, con Carlisle Cullen no era algo que hubiese previsto, pues nunca había sido él quien le había abierto la puerta. Un largo suspiro se escapó de sus finos y rosados labios y, tras obtener un asentimiento de cabeza por parte del líder del clan olímpico, la joven se adentró a la casa. Sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal de arriba hasta abajo, pero lo dejó pasar. Todos se encontraban en la sala de estar, como si estuvieran esperándola. Como si Alice Cullen hubiese tenido una visión sobre aquel momento. Tampoco es que le importase en demasía, no había nada que pudiera hacer cambiarla de opinión.

Agatha Zorkin era terca, tozuda y cabezota. Y nada ni nadie conseguían quitarle algo de la cabeza cuando se le mete entre ceja y ceja una idea.


―Todo lo que hay aquí es vuestro, no quiero tenerlo en mi habitación y mucho menos en mi vida ―empezó a hablar, con frialdad, sin mirar a nadie en concreto―. Las llaves de la casa, las llaves del automóvil, cualquier regalo que me hubiesen hecho y las cartas. No quiero nada de todo esto en mi vida, es mi momento de superarlos como si no existieran. Al fin de cuentas, no les costó tanto hacerlos cuando se fueron como cobardes, huyendo como hienas como si no tuvieran una decisión propia y voz para decidir qué hacer con sus insignificantes y eternas vidas.

Dejó la caja sobre la mesa blanca del salón, donde había diversas revistas de moda y los mandos de la videoconsola con los que solía jugar con Emmett cuando necesitaba distraerse de entre tanta tarea. Desvió su mirada hacia cada uno de los presentes, notando como, por un momento, sus ojos se cristalizaban.

Se había prometido a sí misma que no lloraría de nuevo por ellos. Y no lo haría. Agatha era una mujer fuerte, luchadora y guerrera. Una mujer independiente que no necesitaba a nadie para vivir su vida. Tragó saliva, intentando que el nudo en su garganta desapareciera, antes de proseguir hablando.

―Es vuestra culpa que me haya convertido en un monstruo sediento de sangre y que, me arrebataran la opción a vivir únicamente con mi licantropía, con lo que tan feliz me hacía y que por meses no disfruté porque no era capaz de transformarme sin tener tanto dolor, es algo que no les perdonaré jamás ―espetó, cruzando los brazos sobre su pecho, mostrando el enfado que realmente sentía e incrementaba en su interior―. Entre ustedes e Isabella.... Malditos cobardes, es que ni siquiera merecen explicaciones. Espero que puedan vivir con la culpa, pues ahora no volveré jamás a ser la misma que una vez fui.

Dichas estas palabras, la joven llevó sus manos a la cadena que llevaba colgando de su cuello, sacándola de ahí. A velocidad vampírica, se acercó a Edward. Aun si ella sentía a su loba interior gritar, pues necesitaba a su impronta para estar bien, no sería así por un buen tiempo. Necesitarían mucho para que les perdonase. Y no se refería a regalos físicos, nada de eso. Tendrían que esforzarse para recuperar su amistad.

―La próxima vez que quieras prometer algo, querido ―ironizó, enfatizando la última palabra, acompañándola de una sonrisa cínica que nunca había visto―, asegúrate de hacerlo con la verdad por delante. Eres patético, Edward Cullen. Y yo fui muy inocente al caer en ellas.

Le lanzó el anillo, sin importarle si se perdía por alguna parte del salón, y les miró por última vez.

―Mamá osa, papá oso ―les regaló su mejor sonrisa, pues a ellos les perdonó cuando la llamaron por fin de año.


Y desapareció de ahí. Los próximos días serían un infierno para los Cullen que, para su disgusto y la burla de Agatha, no conseguirían acercarse a la que fue un miembro de la familia. Era escurridiza y realmente ágil a la hora de ignorarlos.




* * 

n/a. booom, agatha se ha desahogado y ha explotado,,,,,,, los cullen tendrán que esforzarse para que vuelvan a tener la relación que tenían. ¡como debe ser! aunque, también, admito que no será por mucho tiempo (a no ser que le metamos drama a la historia y aggie enferme por estar alejada de su impronta, ahre).

POR CIERTO, a las 50K leídas, subiré una maratón de 5 capítulos. ya los estoy preparando, pues estamos cerca de alcanzarlas.

PD. estoy pensando en el último acto ya, no os podéis imaginar por dónde van a ir los tiros.... muchos cambios se vienen cuando llegue el momento, ah.

PD 2. estoy pensando, de nuevo, en subir otro fic de twilight x hp, ¿qué pensáis del crossover? porque le tengo muchas ganas a la idea. aun así, la intención es ir avanzando los otros fics antes de subir nuevos, ya que tengo como seis en borradores que nunca han visto la luz.

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Próxima actualización: miércoles, 10 de julio.

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