Capítulo 56.
─┈ꗃ ▓▒ ❪ aact three ― chapter nine. ❫ ▒▓
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DICIEMBRE.
NOVIEMBRE TERMINÓ HACÍA UNOS DÍAS y las nevadas intensas llegaron a Estados Unidos. Forks y, por ende, la Reserva no se salvaron, aunque no sorprendió a nadie, pues a mitades del mes pasado ya había habido alguna que otra nevada, sin mucha importancia, eso sí.
Aquella noche había dormido en casa de Charlie. El hombre estaba haciendo muchos esfuerzos para meterse en su vida y ser esa figura paterna que nunca fue, por lo que Agatha intentó poner también de su parte para que la situación no fuese tan tensa y agobiante para ambos. Esa era la razón por la que, aprovechando que se acercaban las Navidades, estaba pasando más tiempo en ese lugar. También para saber sobre los casos sobre osos encontrados en el bosque. Era la fuente perfecta para poder saber por dónde iba la investigación —a pesar de no ser él quien liderase dicha búsqueda— y así comunicar la información a los Ancianos de la Tribu. Todos ganaban con esa decisión.
Esa era la razón por la que aquella mañana, antes de irse al Instituto, un agradable aroma a un desayuno variado recién hecho inundó el salón y la cocina de la casa del jefe de policías. La Zorkin se había despertado temprano, debido a la escasez de sueño que tenía porque la noche anterior se acostó temprano, así que decidió preparar el desayuno. Si bien ella no tenía ninguna relación con Isabella, más allá del odio que sembraba cada vez que se cruzaban, de cara a Charlie no podía mostrar esa indiferencia ni esa lengua viperina que poseía, por lo que también le preparó algo de desayuno.
Terminó de poner la mesa al mismo instante que Charlie Swan pisaba la cocina.
—Que bien huele —comentó el jefe de Policías, acercándose a la mesa—. No tenías por qué preparar nada, Agatha...
—Es mi forma de agradecer por dejarme quedar aquí unos días —sonrió, por primera vez en mucho tiempo, la muchacha, para después añadir—. Y, hm. Sé que este mes es Navidad y yo... me pregunto si quisieras pasar el día de Navidad en la Reserva. Vamos a cenar en familia como todos los años. Mis tíos, mi hermano, los Black. Si quieres venir, eres bienvenido.
Tras ese intercambio de palabras, ambos desayunaron antes de partir cada uno hacia sus respectivas obligaciones, pues al haber escuchado esa conversación que habían tenido, Isabella simplemente pasó de largo, dejándolos solos mientras desayunaban manteniendo una conversación sobre el partido de béisbol del próximo sábado.
( . . . )
El 25 de diciembre llegó. Agatha se encargó de pasar a buscar a Charlie en la Comisaría, agradeciéndole también el gesto de haber cambiado los neumáticos de su coche y haberle colocado las cadenas, algo que realmente odiaba hacer la adolescente, pues era demasiado tedioso para su gusto. Allison la había mandado a buscar un pastel que en el Caver Café le darían antes de cerrar, entonces aprovechó el viaje para acercar a su progenitor, también, a la velada que tendrían en la Push.
Sería una cena diferente a la de los años anteriores, mas, desde la recaída más fuerte que tuvo el pasado octubre, Agatha se había propuesto ser una mejor persona. Con todos los que la rodeaban. Y eso incluía, por supuesto, el mismo Charlie. El mayor llevaba haciendo esfuerzos muy grandes para ganarse esa relación paterno filial que jamás habían tenido durante mucho tiempo y la Zorkin había sido demasiado borde y antipática con él, por lo que ahora estaba haciendo un esfuerzo para cambiar eso. No significaba que le aceptase en su vida como Joshua había sido su figura paterna desde que tiene uso de razón, pero tampoco le dejaría de lado como hasta ahora.
Llegaron a la Reserva y aparcó justo delante de la casa de los Uley, en su sitio de aparcamiento de confianza. Todos ahí sabían lo mucho que le gustaba dejar su coche estacionado justo delante de dónde vivía, puesto que se le hacía más práctico. Al llegar con tiempo, le enseñó el salón donde cenarían celebrando así la Navidad, mientras que ella corrió escaleras arriba para arreglarse. Cambió su suéter y sus tejanos por un vestido verde largo hasta los pies, sin mangas y ceñido a su figura. Poco a poco había vuelto a recuperar esas curvas que tanto la caracterizaban. Optó por unos tacones de aguja, aun si no iban a moverse de casa.
* * * *
* * * *
Cuando terminó de acicalarse colocándose algunos complementos, todos los invitados llegaron para la cena. Entonces, con esa elegancia y su mejor sonrisa, se unió a ellos en esa agradable velada.
—Feliz navidad, familia.
* *
n/a. ¡y con este capítulo, ya pasamos de la mitad del tercer acto! en dos capítulos aparecerá Laurent y también Victoria (sorpresa, ahre).
¿qué os parece la evolución de aggie? no iba a permitir que fuese un alma en pena y suicida como lo es isabella en las películas, me negaba a hacerla igual (de ahí que tenga mi toque del escritor JSJSJS).
¡por cierto! os quiero pedir un favor. ¿cuáles son vuestros dones vampíricos favoritos? de las respuestas recibidas, saldrá algo importante antes de terminar el acto.
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