Capítulo 4.
─┈ꗃ ▓▒ ❪ act one ― chapter four. ❫ ▒▓
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Cuatro años atrás, 1998.
AGATHA SIGUIÓ CON SU VIDA. Poco a poco, fue saliendo de aquel pozo en el que había caído. Las semanas pasaban volando y, de un momento a otro, llegó el verano. Aquella estación que tanto le gustaba a la castaña. Siempre había amado el verano, el sol oscureciendo su piel (que ya de por sí era bastante oscura) y las horas nadando en el mar, como pez en el agua. Siempre había adorado nadar, siendo éste uno de sus hobbies. Pero, de nadar en la piscina como solía hacerlo durante el año a nadar por el mar con toda la tranquilidad y calma que el océano le proporcionaba, cambiaba mucho. Era totalmente distinto, aunque la sensación se asemejaba bastante.
Julio llegó, habiendo pasado casi ocho meses desde que enterraron a Anastasia Zorkin. La fémina, que volvía a lucir su hermosa sonrisa, había convencido a Sam para que la acompañase a la playa. Si bien seguían viviendo en la Push, hasta entonces no había sido capaz de volver a ese lugar. De volver a la playa.
—Supongo que tenía miedo —susurró, una vez sus pies tocaron el agua—. No quería enfrontar otra cosa que siempre hice con mamá. No quería hacerlo sin ella pero... no puedo seguir así, ¿verdad? —Miró al varón, que consideraba su hermano, y después suspiró—. Pero es hora de seguir haciendo lo mismo que antes, no puedo seguir sumergida en esa nube de tristeza y melancolía.
—Nunca te hemos presionado, Atha —murmuró el varón, que rodeó el flacucho cuerpo de la rusa con sus brazos, brindándole un abrazo—. Todo a tu tiempo, así lo prometimos. ¿Te acuerdas? Como todo lo que hemos ido prometiendo con el paso de los años. Otra promesa más que cumplimos.
—Lo sé —susurró, escondiéndose en el cuello ajeno—. Gracias, de verdad. Por haber sido mí mayor apoyo, por ser el mejor hermano que pudiera tener.
Sam Uley se tensó al escuchar esa palabra. Sus padres le habían dicho, a los pocos días de morir Anastasia, que el padre de aquella muchacha era Charlie Swan y que, por ende, tenía una hermana menor, pocos meses más pequeña que ella, por parte de padre. Sin embargo, nadie se había atrevido a contarle la verdad a Agatha Zorkin, pensando que sería demasiado duro para ella. No obstante, lo que no sabían era que la propia Agatha supo quién era su padre biológico el día del entierro de su madre. No solo por lo que leyó en la carta que le dejó, sino por lo que vio en el cementerio. No se lo había dicho a nadie, desconociendo ella que el resto sabía la verdad también. ¿La razón? Porque no tenía ningún lazo con aquel hombre que las abandonó cuando su madre estaba embarazada; el único lazo que tenían era los genes que le había dado al ser creada. Nada más.
Se metieron al agua y la joven no tardó en empezar a nadar, siendo ajena a lo que estaba por venir.
( . . . )
A finales del verano, los Uley se encontraban en el salón, esperando a que Allison terminase la cena. Agatha se encontraba tumbada en el sofá, con la cabeza en el regazo de Sam, mientras miraban un partido de béisbol en la televisión. Ella siempre había sido más de voleibol, pero le gustaba el béisbol también, aunque no le dedicase tanto tiempo como al primer deporte. Sin embargo, su cabeza no estaba centrada en el partido, sino en el jefe Swan. Necesitaba hablar sobre lo que había descubierto, sabía que su familia adoptiva eran los indicados para hacerlo y escucharla, pero no tenía ni idea de cómo sacar el tema ni de cómo iban a reaccionar ante su deducción.
Cuando la melodiosa voz de Allison Uley se hizo presente, Joshua fue el primero en abandonar el salón, dejando a los dos jóvenes todavía en el sofá. Pensativa y sin hacer mucho caso a lo que ocurría a su alrededor, la Zorkin se levantó del sofá y se dirigió a la mesa, donde siempre comían. En silencio, empezaron a cenar una vez Sam se sentó también.
Podía notarse la tensión y el nerviosismo en el cuerpo de la de ascendencia rusa, que parecía incapaz de articular palabra alguna. Estaba tan nerviosa que, incluso, el estómago se le había cerrado y no podía ingerir nada.
—Sé la verdad sobre el sheriff Swan —dijo, finalmente, notando como el nudo en su garganta cada vez se hacía más grande.
El tenedor de Joshua Uley cayó al suelo, provocando un leve estruendo. Si antes tenía miedo, ahora sentía terror. Estaba aterrorizada. ¿Y si no había sido buena idea sacar el tema? ¿Y si se hubiese quedado callada? Quizás la había cagado, pero no soportaba ocultarlo por más tiempo.
—Sé que es mi padre biológico —susurró la morocha, mordiéndose levemente el labio—. Mamá me dejó unas cartas, las encontré antes de que empezase el verano en casa, cuando fui a buscar una cosa en el garaje. En ellas me explicaba muchas cosas, la historia que tuvo con Charlie Swan y su embarazo, de dónde nací yo.
—Cariño... —empezó a hablar Allison, pero al ver como la menor le pedía silencio, llevándose un dedo a los labios, no siguió.
—No quiero saber nada de él, no es mi padre —prosiguió, con esa madurez ya tan característica en ella—, pero si me gustaría conocerle y saber si sabe de mí, saber por qué nunca me ha querido ni ha ejercido como padre. Mamá me dejó por escrito diciendo que había aparecido dos veces en casa; una cuando tenía meses de nacida y otra hace siete u ocho años.
—Charlie se iba a casar cuando tu madre se quedó en estado —empezó, esta vez, Joshua, ahora más tranquilo—. Nadie pensó que seguiría adelante con el matrimonio, pues se le veía muy feliz con Anastasia. Siempre decíamos que eran el verdadero amor de la Reserva —Allison asintió de acuerdo, con una mirada llena de nostalgia—, pero no fue así. Y tu madre, le quería demasiado como para hacerle elegir, así que, sabiendo el dolor que le causaba, le dejó ir. A ti nunca te faltó de nada, para nosotros eres una hija más, igual que para los Lahote y los Black. Ya sabes que para Jake eres como su hermana mayor, la que más le entiende.
—Y para mí son mi familia también, tíos —musitó la fémina, quitándose las lágrimas que manchaban su oscuro rostro—. Pero, igualmente, quiero tener respuestas. ¿Creéis que querrá verme, aunque sea para responder a algunas cosas? No me interesa tenerle como padre, ahora mismo no es más que el donante de esperma para mí, pero necesito cerrar este capítulo de mi vida para poder vivir en paz.
Agatha se sintió más aliviada una vez hablado el tema, así como tampoco les echó en cara el hecho que Joshua y Allison conocieran la verdad. Sabía que no se lo habían contado por su bien, que habían pensado en su bienestar y que tan solo querían que estuviera bien. Por eso, antes de subir a su habitación, les agradeció la hospitalidad, como todos los días desde que su madre murió y la acogieron en su casa, besando las mejillas de los adultos. Y, una vez más, no dudó en abrazar a Sam.
Ay, Sam. No sabía que haría si no estuviera junto a él. Si no le tuviera en la vida.
* *
n/a. boom! la primera bomba de la trama ha explotado. charlie swan es el padre de agatha y, por ende, isabella swan es su hermanastra. su relación llegará en algún punto pero, por el momento, disfrutad de la primera subtrama, que es la relación padre e hija inexistente entre charlie y agatha.
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