Capítulo 33.
Maratón 1/3.
─┈ꗃ ▓▒ ❪ act two ― chapter eleven. ❫ ▒▓
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EL PATRULLAJE FUE TRANQUILO. NO hubo incidentes, tampoco mencionaron palabra alguna ni se metieron en los pensamientos del otro. Y eso que Agatha había quitado el bloqueo, por lo que cualquier cosa que pensase o le llegara a la mente durante la noche, Sam podría escucharlo también. No lo hizo intencionalmente, esa era la verdad, pues quizás era la manera de que su hermano pudiera entender que estaba enamorada. Que no era un caprichoso y que el destino le había preparado una jodida sanguijuela, como decía él, para que fuese su alma gemela.
Cuando el sol salió, amaneciendo un nuevo día, ambos volvieron a casa. Era sábado, planeaba dormir toda la mañana, comería en casa de los Cullen y después se iría de compras con sus cuñadas. Era el sábado perfecto, si alguien se lo preguntaba. Antes, por eso, decidió desayunar. Un poco de fruta y un zumo, lo suficiente para que su estómago dejase de rugir, y subió hasta su habitación, donde se encontró una sorpresa.
Su cama era grande y amplia, de matrimonio. Siempre dormía sola. Por un lado, porque a Joshua le daría un infarto si se despierta y ve a un chico en la cama con su pequeña. Por otro lado, porque el único chico al que metería en su cama era Jasper y por el dichoso tratado, no podía cruzar la frontera del territorio Quileute. Si se lo preguntaban a ella, eso era una tontería muy grande. Mas, cuando cerró la puerta para acostarse, visualizó la silueta de un cuerpo fuerte y musculado.
― ¿Sam? ―preguntó, frunciendo el ceño―. Esta es mi cama, largo.
El varón hizo caso omiso, haciéndose el dormido. La morocha suspiró, tampoco pensaba dormir en la cama de él, por lo que accedió a dormir juntos. No merecía la pena perder tiempo echándole de ahí cuando, a la vista estaba, que no tenía intención de moverse. Arropó las sábanas y la colcha, abrigándose por el ligero frío que sentía, dejándose llevar por Morfeo a un largo sueño.
Su sueño se alargó hasta pasadas las dos de la tarde, que fue cuando Allison Uley les despertó para comer. Siendo conocedora que estuvieron patrullando toda la noche, la mujer les dejó dormir hasta que la comida empezó a enfriarse.
Agatha abrió sus ojos poco a poco, notando un peso en su cintura. Miró hacia ahí, encontrándose con un Samuel abrazándola con fuerza. Un Sam todavía dormido, quieto, sereno. Sin hacer ruido, Zorkin se dio media vuelta, casi siendo imposible de hacer por la presión que el alfa hacía en ella, quedándose mirándolo con ternura. Se veía tan tranquilo, que parecía como si no hubiese pasado el tiempo. Parecía que volvían a ser los dos hermanos que siempre habían sido. Inconscientemente, llevó una de sus manos a la cabeza del chico, dejando delicadas caricias ahí, con intención de despertarlo.
―Despierta, hermano mayor ―dijo, tres veces, por cada vez elevando más su voz―. ¡Samuel! ―exclamó, finalmente, cuando éste empezó a moverse.
―Aggie... ―susurró, asustado.
La morocha esbozó una sonrisa, negando con la cabeza. Ambos eran tan tercos y orgullosos que no habían dado su brazo a torcer. Sabía que no sería la única vez que estarían peleados, que se gritarían y se dirían de todo pero, a su vez, también sabía y estaba convencida que, con el pasar de los meses, volverían a ser tan unidos como siempre.
―Emily Young va a venir este fin de semana ―comentó el adolescente, levantándose―. Leah me dijo si podías estar presente, su padre... murió y se va a quedar un tiempo aquí.
― ¿Ems va a volver? ―preguntó ilusionada aunque, al escuchar la razón, una mueca se dibujó en su rostro―. Claro que estaré con ella, cancelaré mis planes de hoy.
Sin embargo, pensó que hablarían de la situación. Que encontrarle en su cama sería el motivo de su charla. Así que, ganando a su propio orgullo y dejándolo de lado, decidió hablar y ser más madura, por una vez en su vida.
―Tenemos que hablar, Samuel ―espetó, cruzándose de brazos―. Te extraño, ¿sabes? Pero estoy dolida. Sentí una decepción que nunca había sentido y, encima, tenía miedo. Maldita sea, no es algo que haya elegido yo. Suficiente tengo con el dolor que me causa que mi impronta decida ignorar el vínculo, a pesar que no se ha manifestado todavía. Solo... solo quería el apoyo de mi hermano, aunque no lo comprendiera.
―Agatha ―gruñó, con intención de acercarse, pero la fémina se alejó unos pasos―. Sé que me he comportado como un imbécil.
"Un imbécil de manual, como Edward" pensó para sus adentros, maldiciendo al vampiro a la vez. Nunca perdía la oportunidad de hacerlo, se le hacía inevitable no hacerlo.
―Y lo lamento, no debí reaccionar de tal manera ―prosiguió―. No era mi intención lastimarte, eres mi hermana menor ―susurró.
La rusa dejó escapar un suspiro, rindiéndose. No servía para estar enfadada con las personas que amaba; le era imposible que el enfado le durase mucho. Por no decir que, en el fondo, le duraba más bien poco. Pero, en esta ocasión, el cúmulo de emociones negativas que la habían llevado a distanciarse era superior a un enfado cualquiera. Esa era la razón por la que su estrecha y cercana relación con Paul y Jared no había cambiado, pues a pesar de todo, no mencionaron ninguna palabra y, por ende, no la hicieron sentir mal. No la hicieron sentir como si estuviese cometiendo un crimen al enamorarse de Jasper Hale.
―Ya se me pasó el enfado ―admitió, un poco más tranquila, acercándose a él―, pero el dolor sigue ahí, sanando. Tienes que entender que me dolió tu reacción, tus palabras. No es tan difícil de entender, ¿verdad?
Dejó que los voluminosos brazos de Samuel Uley la rodearan, pasando sus brazos por el cuello de éste. Cerró sus ojos, escondiéndose en su cuello. Se sentía una niña otra vez, acudiendo a la persona que calmaba todas sus pesadillas por la noche. Era como si, lo que había deseado durante tanto tiempo pero que por orgullo no pudo hacer, estuviera de vuelta.
―Lo siento, yo también he exagerado demasiado todo esto ―susurró la fémina―. Estoy enamorada, eso no puedo evitarlo, y tampoco elegí ni a mi alma gemela ni a mi impronta, pero sé que tampoco necesito la aprobación de nadie para eso, aunque me hubiese gustado tenerla en el momento. Supongo que me comporté como una niña pequeña a la que le niegan un dulce.
―Perdóname tú a mí, Aggie ―susurró él, también en el mismo tono. Por primera vez en mucho tiempo, no usaba ese tono de voz imponente del alfa, que tan acostumbrada estaba ya de escuchar―. En vez de apoyarte, aunque no estuviera de acuerdo y tuviese... sigo teniendo miedo que algo te pase con ellos, pero sé que puedes cuidarte sola. No me pidas que tenga relación alguna con él pero, te juro que me hace feliz que tú lo seas.
Una lágrima traicionera recorrió la mejilla de Agatha, incapaz de retenerla más tiempo en su ojo. Vino otra luego. Y otra. Y otra. No pudo evitarlo. No solo por lo sensible que le ponía arreglar las cosas con su hermano, sino también porque ahora comprendía algunas cosas que había pasado por alto.
El terror a perder a tu mitad.
El terror de perder a tu familia.
Sí, eso era. Agatha había perdido a su madre con tan solo doce años, dejándola huérfana. Su padre siquiera se había interesado por ella, únicamente en dos ocasiones antes de morir Anastasia, y ambas por beneficio propio. Y sí, actualmente tenían una relación cordial e incluso mínimamente cercana, pero no todo era tan fácil.
―No me pasará nada, lo prometo ―susurró, deshaciendo el abrazo y limpiando sus lágrimas―. Tú eres lo mejor que tengo, mi pilar y mi sustento, mi cable a tierra. Y eso no lo cambiará nadie.
La morocha se fue después de coger su teléfono, ya cargado, a mandarle un mensaje a Rosalie antes de bajar a comer. Si Emily iba a estar en la Reserva un tiempo, ella se encargaría de que fuese más ameno. Porque nadie conocía tan bien como ella, el sentimiento de perder a tu figura paterna.
* *
n/a. llegamos a las 10K leídas y eso significa: maratón!!!!! va a ser una maratón de tres capítulos, que serán actualizados: viernes 23 (este), sábado 24 (capítulo 12) y domingo 25 (capítulo 13).
¡volviendo a la novela! ¡aggie y sam se perdonaron! pero tranquilos, todavía les queda mucho que hablar y muchos dramas que superar juntos, mas, quise darles un tiempo como hermanos. ¿qué os parece? por ciertooo, llega emily y con ello: la imprimación, ahre. pobre leah </3
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