Capítulo 21.
Maratón 1/2.
─┈ꗃ ▓▒ ❪ act one ― chapter twenty-one. ❫ ▒▓
────── ๑ ໒৩ ๑ ──────
— ¿QUÉ OCURRE, AGGIE? —PREGUNTÓ SIN titubear Sam, que la conocía demasiado bien—. ¿Y por qué parece que Jared lo sabe?
La morocha miró a su hermano, no quería decepcionarlo. Tampoco ser un bicho raro porque su alma gemela era un vampiro. Tragó saliva, mirando a su amigo, quien asintió. Después suspiró, empezaba a sentirse desesperada. No sabía ni por dónde empezar.
—La historia que han contado hoy en la fogata es cierta, igual que todas esas historias y leyendas de los Quileute que nos contaban cuando éramos unos niños —empezó a hablar la fémina, apoyándose en el pecho de Jared Cameron, quien rodeó la cintura de su amiga, dándole apoyo incondicional, como los amigos que eran—. Todavía hay un lobo diamante vivo a día de hoy. Ya sabéis que mi familia se mudó a la Reserva hace un siglo, pues cuando vosotros entrasteis en fase, las semanas antes todo era muy extraño. Investigué un poco y encontré unos libros en el viejo despacho de mamá.
Agatha miró a su hermano, a sus hermanos de la manada. Podía notar el nerviosismo que ambos tenían y no necesitaba ser empática como lo era Jasper. Con tan solo observar los rasgos faciales de cada uno, era suficiente para saber que no querían saber toda la historia, sino que querían ir al punto.
—Los lobos diamante tiene un ancla y hasta que su ancla no entra en fase, el lobo diamante no se transforma —susurró, mirando a su hermano—. Soy la última loba diamante, chicos. Y cuando tú entraste en fase, Sam, fue cuando mis huesos se rompieron uno a uno hasta convertirme en una loba.
—Siempre supe que eras especial, Aggie, pero esto... joder, no me lo esperaba —confesó el alfa, sin poder evitarlo—. Aun así, te conozco. Hay algo más. Si solo fuera esto, no estarías de los nervios ni te hubieras mordido las uñas. Además, ¿por qué parece que Jared lo sabe todo? —preguntó, de mala manera, fulminando con la mirada a su mejor amigo.
—Jared escuchó mis pensamientos anoche, no pude ocultarlos como de costumbre —musitó la Zorkin, respondiendo a su pregunta—. Encontré a mi alma gemela... está en Forks. Y el problema no es que sea de ahí ni que estudiemos en el mismo Instituto, sino su origen.
— ¿Aggie? —Habló Paul, acercándose a su mejor amiga—. No te juzgaremos, lobita. Eres nuestra hermana, siempre.
—Es Jasper Hale.
Boom. Ya lo había soltado. No entendía porque se sentía mal, no era su elección ni tampoco podía hacer nada para cambiarlo. No iba a romper el vínculo sabiendo que podía morir en el proceso. Miró a Jared, que seguía abrazándola. Después miró a su mejor amigo, a su hermano. Parecían estar en shock.
—No lo escogí yo —habló, entre susurros—. Pero... me he dado cuenta de que me gusta. Me estoy enamorando de un vampiro.
— ¿Te estás escuchando, Agatha? ¡Es una jodida sanguijuela! ¡Nuestros enemigos!
Los gritos de Sam la sorprendieron. Jamás habían discutido, tampoco se habían gritado en todos los años que llevaban conociéndose. Ella no le juzgó cuando empezó a salir con Leah, quien consideraba su mejor amiga en la Push. Ella jamás le dijo nada, aunque podría hacerlo. Sintió las ganas de llorar, de romper en llanto y soltarlo todo. Pero era demasiado orgullosa, no iba a mostrarse débil delante de él. No lo merecía.
—Esa sanguijuela, como tú la llamas, es mi alma gemela y es un vínculo sagrado —gruñó, cruzándose de brazos—. Cuando conozcas a tu impronta, que por supuesto no es Leah y vas a romperle el corazón a mi mejor amiga, entenderás el sentimiento. ¡O no! ¡Cualquier cosa será la excusa para echármelo en cara!
—Aggie... —intentó calmarla Jared, suspirando—. Cálmate, te vas a arrepentir mañana....
— ¡No, Jared! Sabes que no será así —gritó—. Vosotros no lo entendéis, tampoco quería que lo hicierais. Solo esperaba un poco de apoyo y comprensión, se supone que este es mi hermano y en vez de serlo en estos momentos, se está comportando como un imbécil. No es como cuando nos besamos a los diez años, Paul. ¡Me estoy enamorando! No lo busqué, simplemente pasó. Pero estoy bien con eso y nadie va a quitarme la ilusión de creer en el amor por primera vez en mi vida.
Notando como iba a transformarse en cualquier momento debido al manojo de emociones que sentía en su interior, incapaz de gestionarlas como de costumbre, la joven se fue corriendo campo a través hasta llegar al límite del tratado, donde saltó en su forma lobuna hasta el otro lado. Siguió corriendo hasta llegar a casa de los Cullen, siendo lo más irónico que podía hacer. Les había ignorado durante todo el día, por el temor a ser /más/ juzgada y que no quisieran seguir relacionándose, pero ahora se encontraba ahí, acechando su casa, pero sin entrar. Deseaba que Edward escuchase sus pensamientos, quería entrar pero no hacerlo en su forma lobuna. Lastimosamente, su ropa se había quedado atrás al dejar su cuerpo humano por el de la loba.
"Edward...." Pensó, en repetidas ocasiones. "Por favor..."
Pero no fue él quien salió, sino Jasper. Inconscientemente, ronroneó como si de un gato se tratase, pensando en su forma humana para volver a ella. Completamente desnuda, con esas curvas que tenía como figura estilizada, terminó lanzándose a los brazos de su alma gemela.
—Lo siento... por haberos evitado hoy —musitó, en un tono casi inaudible—. Tenía miedo de que os alejarais por ser un lobo, cuando yo no busqué esto.
—Nunca podríamos alejarnos, te convertiste en alguien imprescindible en nuestras vidas —susurró el de Texas, alzándola en brazos como si fuera su esposa y recién casados—. Alice te prestará algo, luego prepararé un té y dormirás, ¿de acuerdo? Cuando quieras contarme lo que ocurrió, te escucharé y apoyaré.
En el baño, tras vestirse con lo que Alice le había dejado preparado como si lo hubiese visto en una de sus visiones, Agatha se quedó mirando a Jasper, que la esperaba en la puerta. Sus ojos se dirigieron a sus labios, sin poderlo evitar, y se acercó. Se puso de puntillas, rodeando el cuello ajeno con sus brazos, mirándole fijamente. Notó como el rubor subía a sus mejillas, tiñéndolas de color carmesí, pero, sin pensárselo dos veces, cerró sus orbes de color negro y juntó sus labios con los impropios, besándole.
* *
n/a. aquí empiezan los problemas entre aggie y los lobos, prometo que se resolverán en algún momento u otro.
¡penúltimo capítulo! ¿qué sensaciones tenéis? ¿os está gustando como avanza el fic?
VOTE | COMMENT | FOLLOW ME
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro