─┈ꗃ ▓▒ ❪ act one ― chapter eighteen. ❫ ▒▓

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LA JOVEN ZORKIN SIGUIÓ AL matrimonio Cullen hasta el despacho del médico, donde un hermoso cuadro con tres figuras masculinas, vestidas con ropajes antiguos, posaban en mitad de una pintura. Lucían hermosos, con seguridad y una mirada superior al resto, como si estuvieran por encima de los demás. En su mente, Agatha pensó en los reyes. Posaban igual que Luis XVI antes de ser decapitado, igual que Enrique VIII o la reina Elisabeth II.

―Ellos son los Vulturi ―comentó el doctor, acercándose a la adolescente―. Aro, Caius y Marcus ―señaló uno a uno, aclarándole la duda―. Son los reyes, por así decirlo. Viven en Volterra, mas, somos diferentes a ellos. Nos denominamos vegetarianos, pues nos alimentamos de sangre animal, a diferencia de ellos y la gran mayoría de vampiros, los cuales se alimentan de sangre humana.

Agatha se giró, indicándole que había entendido a lo que se refería pero, no quería saber la historia de la realeza vampírica ni quiénes eran los Reyes Vulturi, al menos por el momento no era su prioridad . Tomó asiento en una de las sillas, fijando su oscura mirada en el líder del Aquelarre Olímpico, esperando las explicaciones pertinentes sobre sus ancestros.

―No sé hasta qué punto has investigado sobre tu familia y los lobos diamante, querida, pero debes saber que provienes de un linaje muy antiguo y poderoso, casi tan antiguo como los mismos vampiros ―empezó a hablar el doctor, pensando en las palabras adecuadas para la situación―. De todos tus antepasados, puedo hablarte de los que conozco. De Karenina, la primera loba diamante que se conoce, y de Tabatha, la única que he conocido personalmente.

―No quiero sonar grosera, doctor Cullen, pero, ¿por qué dijo que parecía una réplica de Karenina Zorkin? ―inquirió la morocha, con esa impaciencia tan característica suya, queriendo ir al grano para poder irse de aquella casa.

―Karenina fue la primera de tu linaje y, en apariencia, era exactamente como luces tú. Ella vivió durante varias décadas, hasta que fue asesinada por aquellos que decían ser de la misma raza, los hijos de la luna, creyendo que era una amenaza. En su momento, se decía que, así como los Vulturi eran la realeza vampírica, los lobos diamante eran la realeza lobuna. De ahí que, varias generaciones después de Karenina, una vez Aro, Caius y Marcus se hicieron con el trono, fueran aliados. Si bien Caius detestaba a los hijos de la luna y al principio no estuvo de acuerdo con esa alianza, cuando conoció la opinión que tenían de ellos, fue el que más se acercó a, en este caso, Tabatha. No sé más sobre Karenina, imagino que tendrás en tu poder libros sobre tus antepasados y la historia de los diamante, así que será tu trabajo, si gustas saber más al respecto, descubrirlo.

―En el antiguo despacho de mi madre, seguramente hay más libros sobre mi linaje ―murmuró, en un tono casi inaudible, olvidando que el matrimonio de vampiros tenía oído sobrenatural y la escucharon de todas maneras―. Por si no lo saben o Rose no les contó, mi madre falleció cuando tenía doce años, tras un año luchando contra el cáncer. Y mi padre... mi padre biológico no es más que el donante de esperma, abandonó a mi mamá para casarse con otra y tener una nueva familia. Así que vivo con los Uley, mis tíos, en la Push.

―Y por eso supiste lo que somos, ¿verdad? ―se atrevió a preguntar Esme, conmocionada al escuchar a la menor hablar sobre su familia. Se contuvo las ganas de abrazarla, puesto que tampoco quería abrumarla con el contacto físico sin conocerla.

―Me costó un poco, he de admitirlo. Los primeros indicios fueron los cambios de humor de mi hermano y mi mejor amigo, ambos estaban raros. Entonces, tras muchos años, volví a pisar mi casa ―Agatha alzó la mirada, soltando un leve suspiro― y entré al despacho de mamá, donde no me dejó entrar nunca. Estaba preocupada por mi hermano, no era normal estar distanciados y discutir tanto, por lo que quise averiguar qué sucedía. Resulta que es un cambiamorfo, junto a Paul y Jared. Encontré un libro sobre los Lobos Quileute y sus leyendas, así como uno de mi familia materna, con una carta de mamá dentro. Ahí descubrí lo sobrenatural, fue justo este mismo verano que hemos pasado. Leyendo y leyendo, entendí que los cambiaformas no entran en fase hasta que los vampiros llegan a Forks, en este caso, pues proteger a los humanos de los Fríos es una de sus obligaciones. Solo até cabos al ver a Emmett y Rosalie idénticos a unos años atrás.

Ambos adultos se sorprendieron ante la capacidad de deducción que aquella joven tenía, siendo más alta que la media conocida. No les asustó que supiera su secreto ni condición, menos al ver que no presentaba miedo ni temor por su presencia en su residencia privada. No sabían si era por la madurez que poseía o si era valiente, mas, no podrían sentirse más orgulloso de que Agatha Zorkin fuese el alma gemela de su hijo Jasper.

― ¿Y sobre Tabatha? ¿Qué puedes contarme sobre ella? ¿La conociste? ―preguntaba muchas cosas, pero la curiosidad era algo que la representaba en demasía y no podía evitar querer conocer su pasado, su linaje y todo lo que pudiera averiguar sobre su familia materna, de la cual su madre siempre escondía cosas para que no las supiera. Cosas como todo lo relacionado con lo sobrenatural, para protegerla.

―Ella fue la primera híbrida de lobo y vampiro. Llegó a Volterra cuando cumplió dieciocho años, justo al terminar la preparatoria, para conocer a los reyes. Era la representante de los diamante por aquel entonces y coincidió con mi estadía con los Vulturi ―reveló el vampiro, sorprendiendo a la muchacha―. En poco tiempo, se ganó el cariño de los tres reyes. Cada uno lo demostraba a su manera pero, sin duda alguna, el más cercano siempre fue Marcus. Junto a Aro, la veían como su hija. La hija que nunca tuvieron. Desgraciadamente, unos meses antes de que yo abandonase la guardia, hubo una revolución con los vampiros romanos. Uno de ellos, que formaba parte del aquelarre rumano, mordió a Tabatha, a sabiendas de que era un lobo. Tres días más tarde, aquella encantadora y risueña mujer despertó. La ponzoña llegó a su corazón y es que, a pesar de que su lado lobuno luchó contra el veneno, éste ganó. Fue entonces cuando, la siguiente luna llena y pensando que no volvería a transformarse, Tabatha hizo una nueva transformación, convirtiéndose en el primer híbrido existente.

―Entonces, debió ser inmortal también, ¿no? ―preguntó, frunciendo ligeramente el ceño―. No sé cómo matar a un vampiro, lógicamente, pero si fue un híbrido... significa que abrazó la inmortalidad también, aunque imagino que de manera distinta.

―Al ser un híbrido y viendo cómo, en su caso, prevalecía el gen lobuno, la sangre siguió corriendo por sus venas pero adquiriendo propiedades vampíricas, como la piel tan dura como un diamante, la velocidad y oído sobrenatural, también adquirió un don. Ella podía arrebatar los dones de otros vampiros con solo tocar su brazo.

― ¿Y qué pasó con ella, señor Cullen? ¿Sigue viva o murió en algún momento?

Carlisle negó con la cabeza. Si pudiera, su corazón se hubiese acelerado durante la conversación, así como se hubiese encogido por la melancolía al recordar a aquella bella mujer, de la que tanto aprendió de la vida humana.

―No puedo responderte a eso, yo abandoné a los Vulturi hace mucho tiempo ―admitió el hombre, para después añadir―. Sin embargo, las historias y rumores que corrieron hace un siglo era que Tabatha Zorkin murió, dejando a los reyes desolados, por lo que fueron tiempos oscuros para los vampiros. Fue una época de reinado del terror.

―Igual que cuando el Zar Iván el Terrible reinó en Rusia ―susurró, recordando la historia rusa que su madre insistía tanto en que aprendiese―. No se sorprenda, doctor. Aunque mis antepasados se mudaron hace tres generaciones a la Reserva, yo aprendí la historia no sobrenatural de los Zorkin, el ruso y la historia de Rusia desde que tengo uso de razón.

― ¿Te gusta la historia? ―preguntó Esme, sorprendida.

― ¡Me encanta! Soy fanática de la historia, aunque no me dedicaría a ello. Mi sueño es estudiar medicina, esa fue la razón por la que decidí dejar el instituto de la Reserva y empezar en el de Forks, necesito referencias si quiero irme a estudiar a Europa ―confesó la fémina menor, levantándose de la silla―. Por ahora, por eso, debería volver a casa. No quiero que se preocupen si llego tarde. Y... me gustaría pedirles un favor, si puede ser. Sé que no tenemos confianza y no me conocen pero, ¿podrían no contarles nada a sus hijos? Quiero ser yo quien lo cuente, mi historia y lo que soy.

―Por supuesto, querida. No contaremos nada ―aceptó la matriarca, sonriéndole.

De ahí salió una Agatha mucho más tranquila y con ganas de conocer más sobre su especie y sus antepasados pero con esa idea loca que se le pasó por la cabeza; ¿debería ponerse en contacto con los Vulturi para que sepan que es la última loba diamante? 

* * 

n/a. un capítulo importante en la trama personal de agatha, conociendo parte del origen y sus antepasadas con más renombre. ¿qué pasará cuando se presente ante los vulturi? ¡se viene drama próximamente!

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