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10.

Antes de que Kihyun fuera dado de alta del hospital, Shownu creyó haber comprado lo necesario para que él tuviera una vida tranquila y entretenida sin lugar para el trabajo o el aburrimiento, porque después de todo, la prioridad era cuidar mucho al bebé de su pancita sin que él se preocupara por nada, por eso compró una televisión y aunque no era fanático de la lectura, también compró unos libros que tenían títulos interesantes y que creyó que podían gustarle a Kihyun para que se entretuviera mientras él estaba fuera de la casa.

Cuando descubrió el amor de Kihyun por la cocina, trató de conseguirle los utensilios necesarios y un par de libros de recetas de comidas saludables con la finalidad de que experimentara cuanto quisiera, y se nutriera a sí mismo y al bebé para que ambos pudieran desarrollarse sanos y fuertes durante esa etapa. Sin embargo, aunque los días pasaron y los desayunos variaron, Kihyun no podía dejar de sentirse inútil en casa.

Estaba acostumbrado a trabajar arduamente, rodeado de papeles y con la cabeza llena de números y cuentas, y por eso sentía que no podía acostumbrarse a una vida hogareña que sencillamente no le pertenecía.

Shownu se levantaba muy temprano a trabajar y aunque se notaba totalmente feliz al degustar los desayunos experimentales de los libros de recetas, sentía que no hacía lo suficiente por él, ya que el alfa se iba y volvía hasta muchas horas después, a cubrir algunas necesidades de la casa, y a ayudar con la cena aunque el omega le dijera mil veces que podía hacerlo solo. Pero su trabajo ni siquiera acababa ahí, pues Kihyun ya había notado que antes de que él se acomodara en su nido, el alfa impregnaba las sábanas y las almohadas con todas las feromonas posibles, e incluso cuando él ya estaba durmiendo, sabía que él llegaba para soltar un poco más de sus feromonas mientras acariciaba su brazo, para darle un descanso más profundo. Entonces el sentimiento de inutilidad seguía presente, poniéndolo muy triste.

En uno de esos días, Shownu se levantó temprano como siempre pero justo cuando iba a darse una ducha se sorprendió de ver a una conocida figura en la cocina, sollozando. Todas las alertas del alfa se activaron y se acercó rápidamente a él, pensando que algo malo había ocurrido con el bebé, o que tenía dolor en algún lado, pero se sorprendió al ver que el menor no sólo estaba sentado en el suelo envuelto en su sábana, sino que también estaba comiendo una enorme porción de pastel casero que había hecho el día anterior, mientras lloraba.

—Kihyun... —le llamó suavemente para no asustarlo. —¿Qué ocurre? ¿Por qué estás aquí? —susurró agachandose para quedar a su altura, recibiendo una mirada de tristeza tan pronto como se acercó. —¿Te duele algo? ¿Quieres ir al hospital? —cuestionó acariciando su cabello. —Por favor, dime.

El omega sollozó, negó con la cabeza y después de tragar un bocado grande de su postre, se limpió la cara con la sábana.

—Quiero ayudarte con el trabajo. —dijo casi en forma de súplica.

Shownu se sorprendió de la petición, porque incluso si se trataba de algo emocional esperó que fuera algo acerca de su pasado, o quizá el asunto de extrañar a su familia, pero no eso.

—¿Cómo? —dijo sin comprenderlo. —Es decir... ¿Por qué querrías eso? Ni siquiera sabes cual es mi trabajo, además no creo que sea adecuado que...

—Por favor... —pidió tomando la tela de la camisa de su pijama en las manos. —Quiero ayudarte, no importa cual sea el trabajo. Voy a hacerlo, por favor, por favor... —dijo pegando la frente en el pecho del alfa, recibiendo inmediatamente una ola de feromonas calmantes que tanto había necesitado durante toda la noche.

El corazón del alfa dolió tanto por aquella súplica que no pudo evitar soltar un respiro profundo. ¿Cuántas veces ese hermoso omega habría suplicado por una cosa vanal en su vida?

—Por favor, no supliques. —dijo con un nudo en la garganta. —Si quieres acompañarme, te llevaré. Si quieres algo puedes decirme y voy a cumplirlo si me es posible. —susurró acariciándole el cabello. —Sólo estaba dando mi opinión, no estaba prohibiendote nada. —los ojos irritados de Kihyun observaron al alfa durante unos segundos. —Jamás lo haré. —afirmó.

Kihyun suspiró mucho más tranquilo gracias a las feromonas del alfa y aunque sentía que estaba siendo demasiado desvergonzado, volvió a pegar su frente al pecho del alfa por un par de minutos más, hasta que sintió que su estado en general había mejorado. Shownu tampoco se lo impidió, en cambio lo abrazó y liberó con más fuerzas el flujo de feromonas hasta que sintió que el cuerpo de su pequeño omega se había relajado totalmente.

Cuando el omega volvió a sus sentidos, se separó del alfa con las mejillas rojas de vergüenza y se puso de pie para ir a ducharse y prepararse para ir al trabajo con Shownu, quien vio su recorrido con una sonrisa en el rostro.

Más tarde ambos partieron en la motocicleta rumbo al trabajo de Shownu, que era a las afueras del pueblo. Iban tarde debido al momento vulnerable que Kihyun tuvo en plena madrugada, pero la verdad es que llegaron en un tercio del tiempo que Shownu llegaría normalmente en la bicicleta, así que no estuvo nada mal.

Al llegar, Kihyun estaba sorprendido de la imagen que tenía delante. Él había viajado a muchos lugares y había visto toda clase de cosas hermosas de la naturaleza, pero los sembradíos que tenía delante parecían irreales. Todo parecía perfectamente equilibrado, dividido y distribuido.

Había mucha gente trabajando incluso si el sol todavía no había salido en su totalidad y todos parecían conocer a Shownu, lo saludaban amablemente y sonrientes como si su trabajo fuera el más fácil y bonito del mundo, que por cierto no lo era.

—No tienes que hacer nada. —le dijo Shownu al ver su preocupado rostro. —Puedes volver a casa, o quedarte aquí hasta que...

—No vine aquí para no hacer nada. —dijo con determinación. —Sólo dime qué tengo que hacer.

El alfa admiró el rostro decidido del omega y no pudo evitar sonreír. Kihyun era un omega que definitivamente podría defenderse por su cuenta, sin embargo, ¿cómo podría dejar que pusiera en riesgo su salud y al bebé? Simplemente no podía.

—Ven aquí. —le dijo haciéndole una señal para que fuera hacia una cabaña que estaba en la entrada del lugar, y al entrar tomó unas bolsas de las cuales sacó un par de zapatos adecuados y un sombrero para evitar que el sol le dejara daños en su piel. —Bien, ahora ya estás equipado. Ahora puedes ayudarnos a clasificar estos vegetales. —dijo señalando unas canastas de vegetales que habían sido recogidos. —Los que se ven mejor van a la caja de madera de la derecha, los que no entonces a la de la izquierda y si directamente no sirve, puedes dejarlos en el saco.

Kihyun asintió casi emocionado de escuchar instrucciones, e inmediatamente se puso manos a la obra. Lo que no esperó fue que al agacharse para recoger los vegetales, sintió incomodidad en su abdomen y se sorprendió.

—¿Ya creció? —se preguntó a sí mismo mientras tocaba el bultito de su abdomen que no había notado. —¿O sólo engordé?

Shownu miró la acción con una dulce sonrisa, y se apresuró a conseguirle una silla para que pudiera tomar asiento y evitar hacer esfuerzo. El menor agradeció el gesto, pero no perdió más tiempo y comenzó a organizar los vegetales que tenía delante mientras miraba como Shownu trabajaba arduamente junto a los demás, haciendo cosas que parecían difíciles y que requerían mucho esfuerzo, sobretodo porque el sol era un poco abrasador en esos días.

Cuando terminó Kihyun de repente se sentía cansado, quizá porque no había dormido bien la noche anterior o porque hace rato no había tenido tanta concentración en algo, y para evitarlo decidió caminar por el campo que estaba detrás de la cabaña donde había estado desde la mañana, organizando vegetales y comiendo muchas botanas que le habían regalado las señoras del lugar que se dieron cuenta de su embarazo.

A unos metros divisó un arbol enorme que producía una sombra enorme, y debajo habían bancas, hamacas y algunas mesas. Se dio cuenta que quizá esa era la zona de descanso porque parecía estar bien equipada, y aunque no era técnicamente un empleado, todos en el lugar lo habían recibido con los brazos abiertos y una sonrisa amable, así que creía que si usaba la zona de descanso probablemente nadie se molestaría. Entonces se recostó en una hamaca con la única intención de esperar a que Shownu saliera para ir a almorzar, pero ni siquiera habían pasado diez minutos cuando él ya se había dormido debido a su cansancio.

Para cuando Shownu volvió, se asustó de ver que el omega no estaba donde lo había dejado, pero su preocupación se esfumó cuando le informaron que nadie había ocupado el area de descanso porque el omega estaba durmiendo pacíficamente en una hamaca de esa zona y no querían molestarlo.

El alfa se sentía agradecido con sus amigos y colegas por el hecho de que trataran bien a Kihyun, a quien conocían como su omega, aunque él jamás haya afirmado o negado nada. De hecho Shownu no explicó a nadie por qué de repente había un omega embarazado en su casa, así que todos en el pueblo empezaron a suponer que el dulce alfa por fin había encontrado un compañero fuera del pueblo y que cuando supo que sería papá, lo trajo a casa a vivir oficialmente con él.

Los suaves ronquidos se escuchaban desde unos pasos de distancia, y la imagen era increíblemente tierna ante los ojos del alfa, quien pudo observar como el omega permanecía en posición fetal, abrazando su pancita como si quisiera protegerla del mundo con sus débiles brazos.

Para el alfa, Kihyun ya era
inevitablemente irremplazable.

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