Yugi y Joey estaban saliendo del colegio mientras charlaban de forma muy animada.

Joey: Oye Yugi, que suertudo eres, tienes las tres cartas de dioses egipcios.

Yugi: Es cierto jaja, igual no fue fácil conseguirlas, enfrentar a Kaiba y a Marik, y por sobre todo, llegar a ser campeón en Ciudad Batallas no fueron fáciles para nada.

Joey: Tienes razón, a medida que fuimos derrotando a Marik, fuimos mejorando como duelistas. Pensar que ayer regresamos de la Torre de Duelo. Por cierto, el duelo de esta mañana fue divertido.

Yugi: Es verdad Joey, nos hemos vuelto verdaderos duelistas.

Un joven de gorra negra, piercings y cadenas se quedó parado en frente de Joey y Yugi y le habló a este último con autoridad.

Joven: Eres Yugi Muto, ¿No?

Yugi: Sí, ¿Por qué?

Joven: Te desafío a un duelo.

Joey: ¡Oye, cuidado con lo que pides! ¡Yugi es el campeón de Ciudad Batallas!

Yugi: Tranquilo Joey. Acepto el duelo.

Joven: Bien, pero quiero que juegue tu otro yo.

<<¿Qué?>> Joey estaba sorprendido.

<<¿Como sabe de la existencia del Faraón?>> Yugi no entendía nada.

Yugi: ¿De qué hablas?

Joven: ¿Te harás el inocente después de ver esto?

Dos jovenes vestidos con ropas rasgadas y aros trajeron al Abuelo de Yugi y lo tiraron en sus pies. Le habían apuñalado en casi todos lados, estaba malherido.

Yugi: ¡Abuelo!

Joey: ¡Malditos...! ¿Porqué llegaron a esto?

Joven 2: Oye Bryan, el Jefe Shinji pidió que le llevemos al Faraón.

Joey: ¿Shinji?

Joven 3: De lo contrario nos quitará las almas.

Bryan: Lo sé, por eso lo enfrentaré en un duelo.

Sin previo aviso, Yugi cambió a Yami y se puso la chaqueta como si fuera una capa.

Yami Yugi: Jugaremos un duelo si tanto lo deseas.

Bryan: Así me gusta.

Yami: Joey, llévate al abuelo a un hospital, yo me encargaré de enfrentar a este tipo.

Joey: Yugi, ¿Estás seguro?

Yami Yugi: Así es, necesito que lo cuides.