J.JK

Cuando no tenía a mis hijos en mi vida, mis prioridades se reducían en solo querer ser el mejor cirujano cardiotorácico que pudieran encontrar en el país y así pensaba que serían por mucho tiempo.

No pensaba en convertirme en padre en la cumbre de mi carrera, pero uno nunca controla todo lo que pasará en el futuro.

Ahora eran parte de mi vida y si algo les sucedía una parte de todo lo que construí se estaría desmoronando.

No espero a que mis compañeros me digan en dónde se encuentra mi hijo, me levanto como si tuviera un resorte en la silla y voy en busca de él.

Me sentía ajeno a mi cuerpo, la adrenalina del momento provocaba que mis sentidos de supervivencia salieran a flote en busca de lo que queríamos. A veces era tedioso saber qué era lo que le estaba pasando a mi cuerpo.

—Hey! Jung Kook espera no puedes ir, se encuentra en cirugía en este momento y tu mejor que nadie sabes las reglas de bioética — Tae Hyung es el primero en alcanzarme y llamar mi atención.

El castaño tenía razón, no podía intervenir por ser familiar, esta era una de las partes que odiaba de la medicina, saber que si algo le llegaba a pasar a algún familiar no podría intervenir.

Detengo mis pasos y volteo a verlo, le hago una seña para que siga dándome los detalles.

— Ho Seok y Ji Hyeok hyung son los encargados de la intervención quirúrgica, debemos esperar — asiento antes sus palabras y decido ir a la sala de espera en busca de más respuestas.

Cuando llegamos busco en una de la computadoras y escribo el nombre de mi hijo con el fin de encontrar la ficha clínica, debía saber qué le había pasado.

Hospital Universitario Gon Guk

Ficha Clínica

Ficha de Identificación:

Nombre: Jeon Yeon Ju

Edad: 20 años   Sexo: Masculino

Ocupación: Estudiante

Persona Responsable: Padre del paciente

Historia Clínica: Indirecta

Motivo de consulta:

Paciente masculino de 20 años consulta emergencias debido a un accidente que le produjo una fractura expuesta completa de tibia y peroné.

Suelto un jadeo al leer lo que me interesaba, una mezcla de sentimientos se instala en mi pecho, sentía tranquilidad de saber que no era algo grave, pero igual sabía que eso le impediría seguir con sus entrenamientos, el enojo era otro de los sentimientos que me invadían. No era la primera vez que le advertía de no salir a estas horas, siempre los viernes las salas de emergencia se llenaba y como alguien que sufría de las malas decisiones de todos los que salían se lo había advertido.

Entendía la necesidad de querer salir con sus amigos y disfrutar la noche, yo igual había sido un adolescente.

Retrocedo dos pasos y restriego con mis dos manos mi rostro, mis niveles de cortisol debían estar altísimos por todo el estrés que me consumía.

Escucho como Hee Ja me llama y volteo a ver qué es lo que pasa. Las puertas del quirófano se abren y por estas salen mis dos amigos y colegas.

Me acerco a ellos para escuchar el resultado de la intervención.

Ambos doctores voltean a verme — la cirugía fue un éxito, Yeon Ju tendrá que usar por un mes y medio un yeso para evitar que incisión realizada se abra, luego de eso tendremos que adecuar un plan de rehabilitación para que vuelva a caminar, dentro de su estadía aquí debemos de realizar un TAC cerebral para evaluar que no haya daño — asiento ante sus palabras con un alivio recorriendo mis músculos tensos por la situación.

Ho Seok me saca de mis pensamientos cuando pone su mano en mi hombro y me indica de debo de acompañarlo para terminar de llenar unos datos.

...

Terminaba de llenar los papeles que me había pasado una de las enfermeras sobre el seguro de mi hijo. Para todo esto el reloj que colgada de la pared marcaba que faltaban cinco minutos para la una de la madruga.

Le devuelvo el formulario y me marcho en busca de la habitación del menor, necesitaba asegurarme con mis propios ojos de que se encontraba bien.

Ahora entendía a todos esos padres que esperaban en la sala de urgencias porque les diera noticias de sus hijos, me estaba portando igual que ellos.

Ver para creer.

Estaba a dos metros de la puerta que con un papel al lado de ella indicaba que la persona que buscaba se encontraba dentro.

Estaba dispuesto a abrir la puerta con nada de cuidado y darle el sermón que venía planeando, sim embargo mis planes fueron pausados cuando escuche una voz femenina provenir dentro del lugar.

—Creo que es hora que me vaya, pero me alegra poder ver que estas mejor Yeon Ju —.

—Espera! Quería agradecerle... no sé qué hubiera sido de mi si no... —.

—Hasta pronto Yeon —.

Esperaba escuchar más, pero la distancia no me lo permitía, me encontraba tan ensimismado de querer saber quién era la mujer dentro que no vi el momento en que ella abrió la puerta y salió por esta.

Me asuste y di dos pasos hacia atrás, la que parecía ser la salvadora de mi hijo camino al lado contrario de donde me encontraba.

Analizaba su vestimenta en busca de alguna pista que me diera de saber quién era, pero lo único que conseguí fue ver un tatuaje en el dorso de su mano cerca del meñique, era un V con un estilo interesante de letra y por casualidad del destino vi como de su muñeca se caía una pulsera.

Me quedé estático esperando a que ella se diera cuenta que había botado la pulsera, pero eso no paso, siguió con su camino sin voltear a ver. Así que fui yo quien la recogió era lo único que tenía de la misteriosa mujer.

La observo y veo que la pulsera tiene escrito en inglés para mi pequeña Eli en letras cursivas.

«To my little Eli»

Dejo salir un suspiro, por el día de hoy dejaría a un lado todo este asunto, lo único que me importaba era ver a Yeon.

Tal vez ni tendría que investigar tanto porque la volvería ver y de manera en la que menos pensé.