Capítulo #8
Libertad que no encontró.
Definitivamente tiene que estarse volviendo loco, eso no le puede estar pasando, apenas cruzara la puerta se imaginó encontrarse de todo, pero nunca lo que sus ojos están observando justo ahora ".Mierda" habla mientras continúa caminando a toda prisa.
Se encuentra en un pasillo angosto que parece no tener fin y en las paredes laterales muchas puertas, se sentía como si estuviera caminando en círculos, aunque es imposible cuando sigue un camino recto.
El silencio total reina, lo único que escucha son sus presurosas pisadas, respiración agitada y los espasmos que aún conserva por el llanto y la culpa. De verdad se siente mal por dejar a JiMin solo, pero de todas formas lo había pensado unas cuantas veces, la actitud infantil que a veces adoptaba el pelirubio hubiera sido un grave problema y SeokJin no tenía tiempo para lidiar con eso.
"Diablos" sus pies duelen, siente que ha estado caminando por horas y sinceramente el simplemente escuchar sus pisadas está logrando que se ponga nervioso. Es como obtener aquella libertad que tanto ansiaba pero no cómo quería. Se encuentra solo y aunque ha estado acostumbrado a vivir así desde siempre por lo menos el ruido de otras personas o el bullicio de la ciudad reconfortaba su ser, le hacían saber que aunque lo negara y sintiera ese vacío en su pecho nunca iba a estar sin compañía, aunque no tuviera amigos por lo menos tenía a sus vecinos que fingían interés en él solo para que prepare comida deliciosa. Pero ahora no siente esa pequeña calidez en un falso intento de hacerlo sentir mejor, solo siente aquel hueco haciéndose más profundo...Cuando menos se lo espera se encuentra retrocediendo sus pasos con la intención de buscar a NamJoon, queriendo escuchar su cálida y ronca voz, para que le mienta de nuevo, le susurre que lo ama aunque no sea verdad, necesita esa compañía.
"Jinnie, ¿Dónde te escondiste?" La voz de NamJoon suena como un eco profundo que hace los sentidos de Jin ponerse alerta.
¿Qué diablos está haciendo? Su cuerpo reacciona, ni siquiera se había dado cuenta de que estaba retrocediendo en sus pasos, definitivamente debe estar loco. Se gira cuando escucha pasos acercarse, sale corriendo haciendo un intento de no emitir ningún ruido aunque le es imposible. Cada vez siente pisadas más cercanas a su cuerpo. Debería sentirse mal porque tal vez pueda ser atrapado y todos sus planes se irían por la borda, pero al contrario su pecho se llena de esa calidez que necesitaba.
"Jinnie, ¿A dónde vas?" El universitario escucha un susurro tras su espalda y por acto de reflejo se gira para golpear al moreno pero no encuentra a nadie, los pelos se le ponen de punta y no tarda en correr con más fuerza, sus pies duelen por el esfuerzo y sin más remedio decide entrar por una de esas puertas a sus costados que se están volviendo repetitivas.
Toma el pomo con fuerza y al girarlo siente el pánico inundarlo, todo es tan oscuro como la noche sin estrellas, es más, como si ni siquiera existiese la luna, aquello le recuerda tanto a los gritos de JiMin que se escuchaban cuando las luces eran apagadas para que ambos vayan a dormir, definitivamente no entrará ahí. Cierra la puerta con fuerza y vigilando que no se encuentre nadie alrededor toma la siguiente. Error, el hedor que desprende hace que casi vomite, es extraño, porque esta también se encuentra a oscuras, las luces que iluminan el pasillo apenas le dejan una pequeña vista para nada agradable: la cabeza amputada de un niño con una expresión horrorizada hace que su sangre se congele y cierre la puerta con miedo.
"¡Bu!" NamJoon aparece de la nada al costado de Jin, el universitario se sobresalta y siente que su presión baja por los suelos, sus pies no tardan en llevarlo en dirección contraria a esa tétrica sonrisa, los pasos lentos pero fuertes que suenan a sus espaldas solo empeoran las cosas, hay mucho por procesar, sus ojos han captado tantas imágenes en tan poco tiempo que no sabe como no se encuentra llorando en el suelo como un bebé cuando es tan sensible.
Siente que NamJoon le pisa los talones y entonces decide entrar a la puerta que tiene al costado, no sabe que mierda puede haber ahí pero es arriesgarse o morir, sonríe internamente al ver un pasillo: tiene más puertas a los costados y es largo, pero es mejor que ver gente muerta o la oscuridad absoluta. Sin molestarse en cerrar la puerta tras de sí emprende una caminata rápida, su cuerpo se relaja más al dejar de escuchar como lo perseguían. Aun así, acelera el paso cuando ve el final brillante, parece el camino a su vida normal, a una solitaria pero mejor que aquella que tiene actualmente, como si fueran las puertas del paraíso. Puede sentir nuevamente el viento recorrer su cara, el sol dar en su cuerpo, un suave y relajante baño cubrir su anatomía, el olor a comida hecha por él mismo llegar a sus fosas nasales, el ruido de la música inundar sus oídos mientras baila junto a la soledad. Gruesas lágrimas de felicidad se forman en sus ojos de solo imaginarlo y al llegar a aquél brillante lugar no duda en cerrar la puerta tras de sí.
"¡En tu cara!" Grita aun si no está seguro de que NamJoon lo escuche, ahora debe preocuparse por encontrar ayuda para su novio y para JiMin. Siente sus ojos pesados y la fuerte luz le imposibilita abrirlos, cubre su rostro con una mano, no recordaba que el sol fuera tan fuerte.
"Buenas noches" una extraña voz llega a los oídos de Jin.
De repente sus ojos se abren, como si aquella luz no quemara, lo que se encuentra no hace más que derrumbarle sus esperanzas: una habitación iluminada por muchos focos que le podrían dejar ciego con solo echarles una mirada, una ventana que da paso a la oscura noche, una camilla en el centro con un cuerpo abierto por la mitad y algunos órganos fuera de este y un hombre vestido con una bata parecida a la de un doctor y la ropa cubierta de sangre mientras en una mano sostiene un filoso cuchillo
...JungKook...Mierda, mierda,¡mierda!, no había pensado en el ayudante de NamJoon, JiMin se lo dijo y el lo olvidó, es un cabeza hueca, ¡Todo es culpa de ese rubio tonto!, De no ser por él Jin habría podido salir...No, de no ser porque volvió a enamorarse de la persona equivocada no estaría metido en este aprieto, todo es su maldita culpa.
"Puta madre..." Pronuncia apenas en un susurro cuando aquel sujeto se acerca a él con claras intenciones de hacerle daño...Nunca llevó la delantera.
Siento que me quedó como una mierda este capítulo, pido perdón.
El colegio me tiene estresada y ya no doy más ;(
Disfruten beibis;)))))💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜
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