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5.

Voten y comenten mucho. Marquen las faltas de ortografía por fi. Les amo, muchas gracias por estar aquí<3

.

Pasaron algunos días y él seguía pensando que el incidente había sido apenas ayer.

Tenía una lucha interna consigo mismo, quería ver a Louis de nuevo pero también estaba el hecho de que no lo quería ver ahora.

Porque no solo se había quedado babeando por el Omega siendo absolutamente nada disimulado, si no que cuando abrió la boca para disculparse lo único que salió fue una estupidez.

Pero podría salvarle el que nadie había comprendido su comentario balbuceado. Solo él.

Y como era una situación que le alteraba, solo había algo que le calmaba y mantenía en paz:

La tierra y las plantas.

Estaba cambiando una planta de gardenias a una maceta más grande, había crecido mucho en unas cuantas semanas, también cortaba las hojas que comenzaban a secarse.

Al terminar hizo lo mismo con sus demás macetas, cortó hojas secas, recolectó flores y quito la maleza que crecía en algunas.

Rociaba un protector muy efectivo anti plagas, una vez dejó pasar una plaga y tiempo después afectó casi todo su jardín, por suerte, pudo salvar cada flor, planta o maceta, incluso sus pequeños árboles en ese tiempo, ahora eran más grandes, las raíces comenzaban a adentrarse aún más a la tierra.

Su árbol más grande es un manzano, ya ha recolectado varias manzanitas pero aún es un "árbol bebé" como decide llamarles a los primerizos en brotar fruta o verduras.

Para cuando terminó, escuchó la puerta principal abrir y cerrar, dejó de aplanar la tierra para retirar las gotitas de sudor de su frente con el dorso de su mano.

Escuchó movimientos en la cocina, la puerta de la nevera cerrarse y luego la puerta del jardín.

–¿Por qué hay tanta tierra en el pasillo?

–Un costal se rasgó.– se puso de pie acercándose a Niall y aceptando la cerveza que le tendía.

El ojiazul asintió y se sentó en el columpio que había en un costado, se recostó en éste.

–¿No se te hace tarde?

–¿Para qué?– cuestionó y se sentó junto a él.

–La cita, ya pasó una semana, ¿No lo recuerdas?

Vio a Niall rápidamente y después se dejó caer contra el respaldo soltando un gemido de frustración, pellizco su tabique suavemente.

Ahora ya sabía la razón del porque estuvo ansioso y con un sentimiento de incertidumbre desde que despertó hace horas.

Hace dos días Daryl lo había llamado para confirmar la cita a lo que claramente dijo que si pero no recordó hasta ese momento gracias a su amigo.

Quien por cierto, debería estar trabajando y no ahí holgazaneando.

Decidió no decirle nada porque quería que lo acompañara, por eso de que se sentía ansioso. Niall siempre aparecía en los mejores momentos, cuando sentía el mundo encima él llegaba a salvarlo de morir ahogado.

No era que se sintiera así en estos momentos pero sin duda necesitaba de su mejor amigo.

Finalmente, se puso de pie estirando el cuerpo en el proceso, le entregó la botella completa al otro alfa pues no había tomado ni un solo trago.

–Voy a darme un baño.– entró a la casa con pasos lentos.

Todo bajo la mirada preocupada de Niall.

No le gustaba ver a Harry de esa manera, sentía un hoyo en el pecho cada vez qué percibía la ansiedad, frustración, y estrés del alfa. Anteriormente, dos años atrás, creyó que había mejorado, que tal vez había controlado un poco más a su caprichoso alfa.

Pero eso había sido en su momento, luego volvió a lo mismo.

Siempre trataba de estar cerca, de llegar en los momentos difíciles, de animarlo o de simplemente hacerlo sentir mejor si no había solución para algo. Todo su esfuerzo le era recompensado de la misma manera, entre ellos se cuidaban, como juraron hace años cuando eran cachorros y había sido solo un juego de príncipes.

Niall se lo tomó muy en serio.

                                •°•°•

–Al día siguiente que vine volví a verlo, me inquietó, sí. Luego tres días después, nos encontramos en un restaurante, ahora estaba con Aimée, su hija. Volví a sentirme ansioso como la primera vez, fue muy diferente a cuando nos vimos en la empresa y estaba solo.– comenzó a explicar moviendo las manos.– no se exactamente como describirlo pero... Sentí que tenía un tipo de conexión extraña, con ambos.

Miró a su doctor pero éste anotaba algunas cosas, no en su expediente, ahora era en una especie de agenda o block de notas.

–De igual manera me parece muy extraño, dices que no tuviste ningún tipo de relacion con ese omega antes. No lo conocías hasta ese día en la florería. No sé si pueda darte alguna explicación ahora, nunca había tenido un caso así.– paró unos segundos observando entre sus anotaciones y su expediente.– si bien he tenido otros pacientes con lo que parecía el mismo caso que tú, con un atraso de biología, pero el tuyo es más complejo.

–¿Por el omega?

–No precisamente, por las reacciones de tu alfa al estar cerca de ellos. ¿Pasas algún tiempo con otros cachorros? ¿Sobrinos, primos?

–Con mi sobrino y a veces con los hijos de mis compañeros de trabajo.

–¿Y como te sientes cuando estás con ellos?

–Uh... ¿Bien? ¿Normal? Con mi sobrino es más un instinto te protección y con los hijos de mis compañeros no siento nada.– se removió en la silla.

–Solo te sientes así con ese omega y su hija.– afirmó.

–Si.

Ambos guardaron silencio unos minutos, pensaban en cosas diferentes. Luego Daryl habló.

–¿Tu alfa no ha reclamado a ninguno de alguna manera?– el ojiverde frunció el ceño.

–No, solo me incita a acercarme, no lo hago. Me siento atraído solamente.

–No tiene sentido que sientas una conexión con él y la niña si nunca has tenido un acercamiento hasta ahora, el que desarrollaras esa conexión en tan poco tiempo es lo más extraño. Regularmente las conexiones se forman cuando el alfa reclama a un cachorro como suyo aún si no lo es, pero existe un periodo de tiempo en que se conocen.– fijo su atención en harry.– Pero tú no los conoces, tampoco los has reclamado, solo está está atracción, lo entendería si fuera solo al omega, pero también es la niña.

Harry suspiró y echó la cabeza hacia atrás. Ahora estaba aún más confundido, nada tenía sentido ni siquiera para Daryl.

–¿Será que estoy defectuoso?– preguntó con sarcasmo.

–Nadie es defectuoso, Harry. Simplemente la biología funciona de manera diferente en cada cuerpo y debemos estudiar cada caso para saber cómo solucionarlo.

Y tal vez lo que dijo Niall era verdad, se convirtió en un maldito experimento.

                                •°•°•

Durante cierto periodo de tiempo, Louis se preguntaba constantemente si sería una buena madre, si podría criar y educar bien a su cachorra.

Pero con el tiempo y cuánto más aprendía, sabía que lo estaba haciendo bien. Cuando la veía siendo tan educada con las personas que veía en la calle, siendo tan naturalmente linda.

O cuando Alice le decía que hizo un gran trabajo.

Ella era una niña espléndida.

Tan inteligente, ella aprendió los números desde los dos años, también aprendió las vocales, el abecedario y los colores. Cómo una esponjita, absorbía información en esa cabecita castaña y medianamente ondulada.

Alice decía que era una mini copia de Louis, era como verlo cuando era un niño pero versión femenina.

Ahora, su bebé estaba por cumplir 4 años, el tiempo pasaba demasiado rápido, un día era 16 de abril y al siguiente 13 de junio.

Los 13 de junio eran sagrados porque su bebé había llegado al mundo.

Su tan esperada fiesta se realizaría en el jardín de su casa como todos los años, irían sus amiguitos de la guardería, sus primos y toda su familia.

Aimée se paseaba por el jardín viendo las mesas, agitando su varita mágica y acomodando de vez en cuando su diadema. Era una linda recreación de Posie. Cuando se cansó y le dió hambre, se sentó en una de las mesas que ya estaban listas y comía del plato con fruta de su mami le había dado.

Ahora lo observaba junto a otras personas a organizar, mesas, sillas, vajillas, poner los arreglos que faltaban, montar el castillo inflable, entre otras cosas.

Hasta que llegaron los primeros invitados; los abuelos.

Se bajó lo más rápido y con cuidado que pudo para luego correr hacia ellos, Alice la recibió con un fuerte abrazo y muchos besos. Por su parte, Tom la cargó y comenzó a girar causando que la cachorra se aferrara a su cuello y soltara tiernas risitas.

–¿Qué princesita cumple años hoy, eh?– le dijo al dejarla en el suelo.

–¡Yo!– saltó y agitó su varita.

–Oh, pero tú no eres una princesa, eres una pequeña brujita, ¿Recuerdas?– siguió la omega mayor.

–Cieto. Soy una br- brujita.

–¡Eso es, amor! Vas mejorando mucho.– felicitó dejándole un besito en la frente.

–Glacias, abu.– sonrió.

Una hora después ya estaba todo listo, comenzaban a llegar los invitados y con eso la energía de Aimée. Conforme llegaban niños mas feliz se ponía y más quería jugar.

Para cuando estuvieron todos los invitados, Louis era un manojo de estrés, organizar una fiesta, mantener todo en orden y tener un ojo en los niños le comenzaba a cansar. Claro que no era el único que los cuidaba, los propios padres también lo hacían, Alice igual.

Pero no sé sentía cómodo si no veía a su hija cerca y saber que todo estaba bien con ella.

Además, Liam aún no llegaba y hacía media hora que le había dicho que ya estaba en camino. Empezaba a preocuparle porque no le contestaba los mensajes, se dijo a si mismo que si dentro de diez minutos seguía sin contestar, le llamaría o lo iría a buscar.

Claro que, no hizo falta.

Porque el alfa llegó cinco minutos después, con una caja enorme forrada de un bonito papel amarillo con puntos y un moño blanco brilloso.

Negó con la cabeza, porque nadie consentía más a Aimée que Liam.

Y por supuesto que iba a darle un buen regalo.

Algunas horas después pudieron estar juntos y hablar sin que una cachorrita o algún invitado los interrumpiera.

–¿Qué es?– le cuestionó.

–Un regalo.

–Claramente pero, ¿Qué es?

Liam lo miró, en su rostro comenzaba a formarse una sonrisa que tal vez no le traía nada bueno.

–El tío Liam le enseñará a andar en bici.

–¡¿Qué?! ¿Por qué no me lo dijiste?– le dió un manotazo en el hombro. El alfa se quejó.

–Queria que fuera una sorpresa.

–¿Para mí o para ella?

–¿Ambos?– lo miró inocente.– podemos enseñarle juntos, Lou. No pasa nada.

–Supongo que sí.– accedió.

La busco con la mirada por unos minutos hasta que la encontró cerca de la entrada a la casa, estaba sentada en el césped y jugaba con este, ella observaba a uno de sus amigos que iba de la mano con su padre.

El niño giró de nuevo hacia ella, le sonrió y agitó su manita para despedirse, Aimée devolvió el gesto con una sonrisa que desapareció tan pronto como su amigo y su padre se fueron. Aun quedaban varias personas pero todos los niños se habían marchado ya con sus padres.

Louis se levantó tan pronto como la niña se puso de pie para adentrarse a la casa con la mirada gacha. Sintió a Liam caminar detrás de él.

–Amor.– le llamó.

Aimée se giró, no tenía lágrimas en los ojos pero si una expresión que hizo que su pecho se oprimiera. Se apresuró a acercarse a ella y abrazarla, Liam le acarició la cabeza y le dejó un besito ahí mismo.

–¿Que es lo que pasa, Aimée?

–¿Te hicieron algo, girasol? ¿Te dijeron algo?

La alfita salió del cuello de Louis para verlos a ambos. Tenía un pequeño puchero.

–Chadly me contó que su papá y él fuedon al museo y Mateo que su papá le hizo una casita. Todos tienen papá.

Louis nunca imaginó que esa conversación iba a llegar tan pronto.

Miró a Liam que también lo miraba a él.

Se dejó caer lentamente en el suelo dejando a la cachorrita en su regazo, el alfa avanzó con la intención de dejarlos solos sin embargo, Louis alcanzó a agarrarlo para que se quedara y se sentó frente a ellos.

–¿Qué es lo que sientes, bebé?– inicio.

–Me siento t-triste.

–¿Y eso porqué?– le apartó el cabello de la cara.

–Po' que yo no tengo papá.– sorbio la nariz.

–¿Alguien te molesto por eso, Aimée?– pregunto Liam. Ella negó con la cabeza muchas veces viéndolo a los ojos.– ¿Dices la verdad?

–Si.– asintió también físicamente.

–¿Entonces porque te sientes mal? Antes eso no te ponía triste.– siguió el Omega.

–Antes no pero, antes no veía mucho a los papás. ¿Po' que no tengo papá, mami?

El castaño se quedó en silencio unos segundos tratando de procesar la pregunta y averiguando que palabras usar para que ella entendiera sin mucha dificultad.

–Bueno Aimée, aún eres muy pequeña para saber ciertas cosas que con el tiempo te diré pero, para hacer un bebé se necesitan dos personas, ¿Okay?– ella asintió.– ¿Recuerdas a que se dedica tu tío Liam?

–Es doctod.

–Exactamente. ¿Recuerdas el museo de ciencia al que fuimos?

–Sip.

–Okay, los doctores saben de ciencia y la ciencia es muy importante, yo no necesité a otra persona para embarazarme, la ciencia me ayudó.

Observó a como fruncía el ceño y se quedaba pensado por unos segundos hasta que tal vez comprendió y abrió la boquita sorprendida.

–¿Pod eso no tengo papá?

–Si, pero me tienes a mi, tienes a tu tío Liam, a la abuela Alice y al abuelo Tom. También a Daniel.

–¿Nunca voy a tened?

Esa pregunta le dolió en el alma. Suspiró, pasó una mano por la cabecita de su hija.

–Eso no lo se, bebé. Tu vas a decidir a quién llamar "papá", pero es una decisión importante y debes saber a quién elegir, debes tomarte tu tiempo. Un padre será alguien que estará siempre para ti, que te va a amar, que se va a ganar tu cariño y sobre todo, que te va a respetar.

Aimée asintió con seriedad, estuvieron así unos minutos, con Liam dando leves caricias en el cabello ondulado y el omega en la espalda. Un rato después, la cachorrita se acomodó sobre las piernas de Louis, lo abrazó por el cuello y enterró su carita ahí mismo.

–Ya me quiedo domir.

Louis miró al alfa, este le ayudó a levantarse sin soltar a la niña. Fue a la habitación de ella para cambiarle la ropa y después acostarla.

En el proceso no pudo evitar pensar en la conversación anterior, realmente no pensó en que ella se diera cuenta tan rápido o le diera importancia por lo que nunca se preparó mentalmente.

Por suerte supo manejar la situación y si ese no hubiera sido el caso, Liam estuvo ahí, sabía que él habría podido darle una buena explicación.

Antes de que su cachorra cayera por completo en el sueño, le dejó un besito en la frente y le susurró:

–Buenas noches, mi niña. Mamá siempre estará para tí.

                                •°•°•

Harry no había dejado de pensar en Louis.

Y eso era un problema porque incluso estando trabajando ese castaño de hermosos ojos azules se metía en su mente.

Llegó a enviar un par de correos a las personas equivocadas y se pinchó un dedo cuando cortaba rosas.

Él nunca había tenido problemas con las rosas.

Jamás.

Pero ahora su mente era un eco que repetía el nombre de cierto omega múltiples veces. Y aunque no le molestaba recordar lo bonito que era, se estaba volviendo grave.

Tampoco es que ver a Niall sonriendo como estúpido mientras mensajeaba con alguien le ayudara.

Estaban en casa del alfa ojiazul, habían pedido comida china y desde hacía rato que Niall solo jugaba con los palillos, picaba la carne y le sonreía mucho a la pantalla de su celular.

Anteriormente tuvieron una pequeña charla sobre el trabajo, luego se quedaron en un silencio cómodo. Cuando comenzaron los mensajes a Harry no le molestó, incluso usó su propio móvil para ver Twitter, hasta que escuchó la primera risita.

Seguida de otra y otra, fue entonces que quiso saber quién era la persona que tenía al mismísimo Niall Horan como idiota.

Deseaba saber quién era.

Y por supuesto que no se iba a quedar con la duda.

–Niall.– llamó.

–Mhm.

–¿Con quién hablas?

El alfa levantó la mirada para enfocarlo, había una sonrisa con muchos dientes, sus mejillas estaban pintadas de un ligero color rojo y su labio inferior daba indicios de haber sido magullado repetidas veces.

La conversación debía ser interesante.

–Con Liam, el amigo de tu compañero de trabajo.– le respondió.

Oh, Liam.

Ese Liam.

Harry tragó su trozo de zanahoria con dificultad, tomó un poco de su refresco por la sensación de tener obstruida la garganta.

¿Sería una buena idea decirle?

Claro que sí, no iba a dejar que su mejor amigo fuera herido por un alfa que no sabe respetar a su omega.

–Mhm, ¿Sabes que... Que Louis es su omega?

–¿Que?– levantó la mirada junto a una de sus cejas.

–Louis es su omega, ellos están juntos.– aclaró con una mueca. El solo decir eso hizo que se le amargara la boca.

Ya se estaba preparando para consolar al ojiazul, para hacerle saber que lo ayudaría en todo porque su comportamiento anterior era igual a un adolescente en su primer enamoramiento. Probablemente se llevaría una muy grande decepción y era su deber como amigo apoyarlo.

No esperaba la estruendosa carcajada que Niall dejó salir.

Frunció el entrecejo mirándolo con incredulidad, soltó los palillos y cruzó los brazos.

Unos minutos después, el alfa solo emitía silenciosas risitas. Respiro hondo para calmarse y finalmente mirar a Harry, pero volvió a reír con tan solo observar la expresión de su rostro.

–¿Terminaste?

–Si, si, si. Lo... Lo siento es que,– rió bajito.– fue realmente ridículo lo que dijiste.

–¿Ridículo? Estoy tratando de evitar un engaño, que dos personas salgan lastimadas.– exclamó alterado.

–Harry por favor, son amigos. ¿Por qué jodidos piensas que son pareja?– lo señaló con uno de sus palillos.

–Louis me dijo que eran más que amigos.– apretó los labios.

–Claro que si, son mejores amigos, como hermanos.– rodó los ojos.– ¡Cómo tú y yo!

–¿En serio?– se apresuró.

–Wow, wow. Mira esos ojos brillantes que tienes.– sonrió

–¿Brillantes?

–Hermano, ¿Te gusta ese pequeño omega?

–No.– contesto rápidamente.

Sintió su rostro calentarse brevemente, Niall jadeó y golpeó la mesa como un tambor.

–¡Te gusta! Oh por Dios, sus hijos serán hermosos.

–¿Nuestros hijos? ¿Qué?– boqueo unos segundos tratando de asimilar todo lo que su loco mejor amigo dijo.– Niall, solo nos hemos visto un par de veces.

–Ajá y la primera vez que se vieron se te movió el mundo, me lo dijiste.– se dejó caer en el respaldo de la silla y sonrió con seguridad.– No dudo que a él le pase lo mismo. Ese día que quedaste como idiota, estaba todo nervioso.

–Oww.– se quejo y tapo su rostro con las manos.– ¿Por qué debes recordarme eso? Estaba incómodo, no nervioso.– retiro sus manos, inclinó la cabeza hacia atrás mirando el techo.– de todos modos debe tener alfa, tiene una hija.

–Te equivocas, no tiene alfa. No sé muy bien la situación porque Liam no habla mucho de eso, igual no es algo que me incumbe pero, no existe ningún alfa.– volvió a su comida.

Muy bien, Louis no tiene alfa.

No existe.

Eso está extremadamente bien.

                              •°•°•°•

Hola amores, como va todo?

Las cosas van a empezar a avanzar un poquito para ya no aburrirles, pero como todo, esto es un proceso.

Espero que les este gustando, estoy dando todo de mi y les agradezco un montón el apoyo<3

Sin más:

All the love, Pau. Xx.

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