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Capítulo 9

Ese día Sasuke fue a visitar a Naruto. Después de la presentación de Hinata, se fueron a celebrar el gran triunfo de la chica, por lo que optó esperar al día siguiente para ir con Naruto. No lo había encontrado en su habitación, y por un momento se asustó, pero una de las  enfermeras le avisó que se encontraba en la terraza con unos niños también internados en el hospital.

El día estaba cálido, y el acompañamiento de esa melódica lo convertía en un día completamente alegre. Habían unas sábanas tendidas en la terraza  del hospital, seguro las recién lavadas de las habitaciones, por lo que tuvo que caminar en medio para poder ver a Naruto con unos niños. Él tocaba la melódica mientras cantaba.

Twinkle, twinkle, little star... How I wonder what you are, oh... me volví a equivocar. —sonrió apenado, Sasuke le acompañó. Recordó aquel día que lo conoció de la misma manera, gracias al sonido de una melódica que había llamado su atención y lo invitó a buscar de dónde provenía, hasta que lo encontró a él. —Twinkle, twinkle, little star... How I wonder what you are... Up above the world so high... like a diamond in the sky... twinkle, twinkle... —se detuvo cuando se percató de la presencia de Sasuke. —Hola.

—Hola.

—¡¿Ese es tu novio?!

—¿Ah? —el pelinegro alzó una ceja mirando a Naruto.

—¿¡Qué?! ¡No!

—Pero siempre nos hablas de un chico y se parece mucho a él.

—¡Chica! ¡Hablo de una chica! Este es un idiota. 

—¿Qué quieres decir con idiota? —la mirada del Uchiha ahuyentó a los niños, quienes escaparon dejando solos a los muchachos.

—¡Lo eres!

Se miraron mal por unos segundos, ya después Sasuke se enfocó para lo que había ido a visitar a Naruto, no iba a ponerse a discutir mas de la cuenta con un internado de hospital. A pesar de que sabía que Sakura había cumplido su favor de ayer, de igual manera él había hecho su propia grabación, sin los murmullos del público ni nada parecido, solo el piano. Naruto sonrió nostálgico al escuchar nuevamente la canción, cómo le hubiese encantado estar ahí con su violín, ambos luchando por ver quien se ganaba el protagonismo nuevamente como su último dueto. Mínimo haber estado en el público.

—¿Por qué le enseñas esto a un violinista que ya no puede tocar el violín?

—Aún no está al nivel que esperas que toque, creo que todavía no entiendo del todo qué es lo que ves en la música. —tomó lugar a un lado de Naruto en aquella banca, alzando su mirada al cielo. —Dame otra oportunidad, vuelve a tocar conmigo.

—Pero yo...

—Tú mismo lo dijiste, ¿no? ¿Crees poder olvidarlo? —le miró, sonriendo ligero. —La emoción del público, los nervios antes de una presentación, y la adrenalina de improvisar durante la canción.

—Eres cruel, idiota. —desvió la mirada, claro que no había olvidado todas las emociones que le provoca estar sobre un escenario. Daría todo con tal de poder estar en uno aunque fuese una vez más. Ya había cumplido su sueño de ser violinista, por lo que dejó de luchar, pero ahora estaba Sasuke al lado suyo pidiéndole que siga detrás de ese sueño. Se sentía débil por dejarse llenar de esos sentimientos, pero si ese chico que anteriormente él mismo persiguió hasta el cansancio lo incitaba a regresar a un escenario juntos, no se sentía quien para negarse.

Soñaba con volver a hacer dueto con Sasuke, no quería nada más.

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Ese mismo día Naruto solicitó hablar con el doctor encargado de su caso, sus padres llegaron de visita como todos los días topando con esta gran sorpresa. Su hijo no quiso  explicar sus razones de esa repentina decisión hasta no estar en el consultorio. Se había conmovido por Sasuke, fue como si un rayo de vida lo hubiese tomado de la mano para guiarlo nuevamente a su mundo de ilusiones y donde él mismo se cree capaz de cumplir sus sueños, por lo que estaba dispuesto a todo con tal de estar un tiempo al lado de ese muchacho. 

—Entiendo tus motivos, pero ya habíamos hablado al respecto. —dijo el hombre sentado en su silla detrás el escritorio, Naruto yacía en una silla de ruedas ya que la fuerza de sus piernas no era suficiente para que se mantuviera en pie, sus padres estaban a sus espaldas. —Puede ser muy peligroso, y de todas manera si sale bien, la probabilidad de que resistas la recuperación es muy baja.

—Ya lo sé. —sintió la mano de su madre en su hombro, sabía que estaba llorando, la escuchaba sollozar. —Ya mis padres escucharon todo, y sé que me entienden al igual que usted... pero estoy preparado para todo lo que venga, quiero que me operen. Solo quiero tener un poco mas de tiempo. —apretó sus puños. —En abril conocí a alguien, por lo general es un idiota amargado, pero en el escenario deja salir todos los sentimientos de su corazón, le prometí que volveríamos a estar juntos en un escenario, así que por eso yo también quiero esforzarme al máximo. Ya no quiero seguirme deprimiendo en este hospital, así sea casi en vano mi esfuerzo, estamos hablando de mi vida, si me rindo sería... penoso..

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Con el acuerdo de regresar a un escenario juntos, los dos muchachos empezaron a prepararse para el mes de diciembre, que venía con un nuevo concurso, para el cual Naruto le ha estado exigiendo a Sasuke que practicara hace un par de meses, pero ahora lo harían juntos. Su forma de estudiar la canción juntos era a través de una llamada, Sasuke en el salón de música y Naruto en el hospital, por ahora solo se enfocaban en el piano; el violín era un punto y aparte en esos momentos. 

Te equivocaste. —se escuchó la voz de Naruto en el celular de Sasuke.

—Acabo de empezar. —alejó las manos de las teclas del piano y miró el celular con enojo como si Naruto le estuviese viendo, ya llevaban media hora y no había pasado de la primer hoja

¡¿Cómo puedes estar tan relajado?! ¡Todavía te falta estudiar la canción y no te queda mucho tiempo, ¿sabías?!

—¡Ya lo sé!

¡Eso te pasa por estarle coqueteando a esa mujer que ayudaste en su festival! ¡Pudiste prepararte mejor!

—¡Te dije que no le estaba coqueteando, le estaba ayudando, a-yu-dan-do! 

¡Busca a otra persona para decirle esa mentira!

Joven Namikaze, ya es hora. —se escuchó la voz de una mujer de fondo.

¿Oh, tan pronto? —suspiró. —Volveré en un rato, ¡y espero que mejores!

La llamada se cortó. No era la primera vez que alguna enfermera entraba a la habitación del muchacho y decía esas palabras, sin embargo, Sasuke no estaba al tanto del motivo de esas visitas. Naruto no había querido entrar en detalles en todos esos días desde que fue a verle en la terraza del hospital y decidieron volver a ser un dueto.

Además de eso Naruto le encargó a Sasuke que fuese todos los días por la tarde para mostrar sus avances, que hasta el momento eran nulos. Al menos aún tenía un par de horas antes de la tarde, grabaría un poco y después iría. Siguió tocando, mientras su mente se centraba en otras cosas, pronto sería su graduación y debía de pensar en una universidad, el plan que le había dicho a Sakura seguía en pie, pero se preguntaba qué haría Naruto cuando saliera del hospital; claramente debía de terminar la secundaria, eso implicaría un atraso en su entrada a la universidad. 

Sakura... ha estado tan concentrado en Hinata y Naruto que reconoce haberla dejado de lado los últimos días. A pesar de que son vecinos, ya ni a través de la ventana se han vuelto a ver para tener sus charlas de media noche, aún sabiendo que probablemente ella está allí esperando. En definitiva se ha convertido en un pésimo amigo, pero incluso ahora no puede darse el lujo de perder más el tiempo, queda poco tiempo para que llegue diciembre y el concurso esté encima de él y de Naruto. 

Se lo compensaría de alguna manera a la chica, pero ni pensando en planes durante su camino al hospital lograba obtener algo prometedor. No se fijó y chocó con una persona, retrocedió unos pasos y volvió a mirar al frente para disculparse.

—Sasuke. —sonrió esa mujer de largo cabello rojo, era la mamá de Naruto, al lado estaba Minato quien también se veía contento con su presencia. —¿Vienes a ver a Naruto?

—Ah, sí.

—Ven con nosotros, a esta hora debe de seguir ahí. —le respondió el hombre.

No sabía exactamente a qué se refería con "ahí", sí sabe que estaba vez llegó más temprano de la hora que Naruto le había indicado, ¿pero en qué otro lugar debe de estar que no sea su habitación? Siguió a los dos adultos unos pasos atrás, había tomado un piso diferente al de Naruto, hasta llegar a un gran ventanal del cual podían ver al otro chico esforzándose por lograr caminar, ayudándose de la poca fuerza en sus brazos mientras se apoyaba en unas barandas, un fisioterapeuta estaba delante suyo dándole indicaciones.

—Nos dijo que no quería perder fuerza física ni músculo, y que quería volver a tocar el violín en un escenario. A como está, aún no es capaz de sostenerlo por mucho tiempo. —el Uchiha miró el nombre de esa sala, escuchando con voz lejana las palabras de Kushina. Nunca se imaginó que todas esas veces que el muchacho se ausentaba en las tardes en el hospital era porque estaba en rehabilitación. —Esto es gracias a ti. —miró a la mujer. 

—Naruto ya se estaba dando por vencido, pero quiso volver a caminar de nuevo. Ha visto la manera en que te esfuerzas al máximo, y estamos seguros que eso es lo que cautivó a nuestro hijo. Su corazón volvió a llenarse de color gracias a ti. —Minato le revolvió el cabello, en sus ojos se veía el verdadero agradecimiento que tenía hacia el menor.

El mismo Sasuke sintió la esperanza en su pecho de imaginar el día en que Naruto pueda salir del hospital, probablemente en su casa gritándole por cada error en el piano. No pedía nada más en ese momento.

Al anochecer, Sakura estaba en su habitación mirando hacia la ventana, la cortina estaba ligeramente corrida para poder ver si Sasuke se asomaba para hablar con ella. A veces sentía envidia de la música por robar tanto el tiempo del chico. Ya lo había hablado con su mejor amiga, Ino Yamanaka, y la chica le recomendó que en vez de ponerse en contra de la música, buscara apoyar al Uchiha hasta que el concurso terminara. Pronto serían las preliminares, la famosa actividad de diciembre, y podía ver que el muchacho en verdad se estaba esforzando. Siente que fue apenas la semana pasada que ayudó a esa chica Hinata y ahora estaba embarcado en otra cosa. Incluso le preocupaba que no se cuidara adecuadamente, pues el hermano mayor de Sasuke no pasa mucho tiempo en casa. 

Quizá llevarle algo de comer sería una buena opción para volver a acercarse al chico, tienen que recuperar todo ese tiempo perdido. Preparó unas bolas de arroz y se dirigió a la casa de al lado, tocó con la suficiente fuerza para que Sasuke la escuchara incluso si estaba tocando el piano, solo esperó un par de minutos y la recibió confundido por su repentina vista. Sonrió tímida.

—Te traje esto, sé que debes de estarte esforzando mucho... y me preocupa que no comas bien. Necesitas fuerzas para la primer etapa. —extendió el plato, bajando la mirada.

—Gracias. —recibió el detalle y se hizo a un lado para dejarla pasar.

Podían sentir un poco la tensión en el ambiente, y era lógico, hacía mucho que no se hablaban como los viejos amigos que son. Sakura solo le siguió al cuarto de música, curiosamente estaba desordenado, algo poco común en Sasuke, pues suele ser una persona muy organizada. Quizá toda la presión de la preliminares lo tienen más concentrado que lo demás. 

—Veo que te estás esforzando. —llevó sus manos detrás de su espalda, mientras veía al Uchiha juntar unas hojas del suelo. —Te escucho tocar todas las noches.

—Si logro quedar entre los primeros en ese concurso, podría entrar a una buena universidad, tal vez no sea del todo necesario pensar en irme al extranjero. —apiló las hojas sobre la tapa del piano, ya había sido suficiente por esa noche.

—Estoy segura que te irá muy bien. —sonrió.

—Eso espero, habrán buenos pianistas. 

—¿Y Naruto...? —se detuvo a mitad de pregunta, no sabía si Naruto sería capaz de asistir a las preliminares, pensó fugazmente en esa opción, pues los dos chicos volvieron a unirse mucho gracias a eso. —¿Te está apoyando?

—Si presionarme cada que me equivoco es apoyarme, se puede decir que sí.  Creo que incluso él ansía más que yo que logre pasar las pruebas.

—Ya sabes cómo es... —rió, nuevamente estaban hablando de Naruto. —Debes de estar cansado, será mejor que me vaya a casa, ya ves que también tenemos los exámenes finales encima y... hay que estudiar.

—Lo había olvidado... —pasó una mano por su cabello. —Ya me las arreglaré para salir con todo a tiempo.

—Sé que sí, de todas maneras sabes que cuentas conmigo para lo que sea. ¡Nos vemos!

Ya la muchacha había estado muchas veces en su casa, y en los últimos años ella sola se iba, Sasuke no tenía la necesidad de acompañarla a la salida. Decidió dejar la práctica al menos por ese día, tampoco quería abusar más de lo que ya lo ha hecho, necesitaba estar bien para las preliminares que ya estaban a la vuelta de la esquina.

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Naruto yacía sentado en aquella camilla, suspirando e imaginando el auditorio lleno de gente, todos ansiosos por ver las interpretaciones de los concursantes, sobre todo de los músicos como Sasuke. Le encantaría poder estar presente, pero ahora tenía que fortalecerse para la cirugía y poder cumplir su promesa con el Uchiha. Miró el reloj colgado en la pared, pronto empezarían las preliminares, al tiempo de su terapia de rehabilitación. 

Por su lado, Sasuke ya estaba bien vestido listo para que llegara su turno, veía a más de uno repasando las partituras y moviendo los dedos como si se hallaran delante del piano, se notaba los nervios viajando por el aire, pero a él ya no le afectaba del todo. De todas formas en cada función no escucha nada que esté a su alrededor, así que es como estar solo. De todas formas, es así como han salido sus mejores interpretaciones. Miró su celular, para ese momento Naruto debe de estar con los fisioterapeutas, qué no daría por saberle entre el público.

Ya pronto volverían a estar juntos en un lugar como ese.

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