Había pasado un mes desde el accidente, gracias a Dios Karla ya me recordaba un poco más- aunque no lo suficiente- y eso me alegraba, pero por otro lado, mis esperanzas de volver a ver se hacían nulas con cada día que pasaba. Cada doctor con el que me llevaba Liam me desanimaba, ellos decían que mi ceguera era permanente y que no se podía hacer nada con ello. Liam era el que más esperanza tenía, me decía que no se daría por vencido y que yo no debía de rendirme, pero sinceramente yo ya no creía que pudiera volver a ver algún día. Esta última semana le pedí a Liam que me ayudara a aprender a leer en braille, él fue a un par de librerías y consiguió varios libros guiados, en ellos te decían paso a paso para que ambos pudiéramos aprender. Aunque el libro fuera guiado, no me era nada sencillo y eso me frustraba mucho, varias veces el libro término siendo lanzado por mi.

-Ángel, sé que es cansado- dijo Liam poniendo el libro nuevamente bajo mis manos- pero de nada nos sirve que lo lances y que te enojes.

-Liam jamás lo lograre- dije con la voz cortada- nunca podre hacer mi vida normal.

-Oye puedo apostar lo que quieras a que la primera vez que quisiste leer fallaste- dijo Liam haciéndome reír un poco- ángel, sé que no es fácil, pero yo también estoy aprendiendo contigo.

-Gracias por todo guardián- dije subiendo mis manos lentamente hacia su rostro- eres lo mejor que me pudo pasar en esta vida.

-Y tu lo mio ángel- dijo robándome un pequeño beso.

Me siento tan feliz- y suertuda- de tener a alguien a mi lado como Liam, sinceramente nunca pensé que esto me pasaría y mucho menos con el chico de mis sueños. Liam hablo conmigo y me dijo que me llevaría con un doctor nuevo, la verdad yo solo iré por Liam ya que él esta haciendo todo esto por mí, aunque yo ya me rendí.

-Vamos ángel la cita es a las 11- dijo Liam tomando mi mano y apresurándome.

-Tranquilo guardián- dije riendo al ver su ansiedad- no me quitaran la cita por llegar un par de minutos tarde.

Liam se rio un poco y dejo de jalar mi mano, ahora solo me conducía hacia el coche, ya más relajado. Subimos al coche; durante el camino por más que trataba de mostrarme firme no podía, estaba muy ansiosa- y hasta más que Liam-, y eso él lo noto.

-Creí que yo era el ansioso- dijo tomando mi mano.

-Pensaba lo mismo, pero ahora me doy cuenta de que no- dije riendo nerviosa.

-Ángel ya llegamos- dijo deteniendo el coche- espérame para ayudarte.

-Guardián- dije tomando su mano antes de que bajara- ¿Estas seguro de poder soportar una decepción más?

-Tengo el presentimiento de que esta vez no será así- dijo besando mi mano y bajando del coche.

Yo solo trate de pensar y sentirme igual de positiva que él. Pasaron un par de segundos y escuche como Liam abría la puerta, Liam me tomo de la mano y me ayudo a bajar, caminamos un pasillo muy largo y por fin Liam se detuvo.

-Aquí es…- dijo soltando un pequeño suspiro- ¿Estas lista?

Yo solo asentí lentamente. Entramos y escuche una voz amable de un hombre saludándonos.

-Hola muchachos, pasen- dijo cálidamente.

-Gracias doctor- dijimos los dos al mismo tiempo.

-Díganme Mayer- dijo despreocupado.

Liam me puso una silla y me ayudo a sentarme, el doctor comenzó a preguntar.

-Y bien señorita…

-Digame ______- dije interrumpiéndolo.

-Bien ______, el joven Liam me ha contado lo sucedido y estuve haciendo pruebas con todos sus análisis, y resulta que- Mayer se detuvo por un momento, yo trate de tomar la mano de mi guardián, él se dio cuenta y tomo la mía- tienes probabilidades de recuperar la vista.

-Mayer ¿habla enserio?- pregunto Liam mientras yo apretaba un poco más su mano.

-Sí, pero…

-¿¡Pero!?- soltamos Liam y yo al mismo tiempo.

-Tienes un 50% de probabilidad de que la recuperes- dijo mientras hojeaba o buscaba algo en una libreta.

-Y 50% de que no- dije antes de que él lo dijera.

-Así es jóvenes- dijo comprensivo- pero tengo unos compañeros muy especializados, además de que están muy interesados en tu caso, ellos vendrán a apoyarme en la operación.

-Mayer ¿cree que resulte?- le pregunte nerviosa.

-Por ahora no puedo prometer nada, lo lamento- dijo pesadamente.

-No se preocupe- dijo Liam cálidamente-, con esto tenemos más esperanzas.

El doctor Mayer me dijo que en estos días me harían una prueba más y que en dos semanas me dirían si sí se puede practicar la operación en mí. Salimos del consultorio y yo tenía una enorme sonrisa, la verdad es que esta noticia me había aumentado ligeramente las esperanzas que creí haber perdido. Ahora más que nunca me sentía muy afortunada de tener a alguien como mi guardián a mi lado, ya que sin su inalcanzable búsqueda de doctores esto no estaría pasando. Liam me dijo que si íbamos a festejar, yo solo pude asentir por lo emocionada que estaba; fuimos a comer y de ahí nos marchamos hacia la casa de los chicos. Todos estaban ahí, no dudamos ni un minuto en decirles la gran noticia, ellos se pusieron sumamente felices y emocionados. Ahora solo faltaba esperar, pero eso ya no seria tan difícil.

*Meses después*

Narra Liam

¡Hoy! Hoy es el gran día por fin mi ángel será operada, eso me ponía muy feliz y por obvias razones también a ella. La verdad es que ante ______ yo trataba de ser fuerte y darle ánimos, pero la verdad es que cada que íbamos con un nuevo doctor y nos decían que no tenia ni una sola esperanza me bajaba demasiado el animo, pero si mi ángel sentía que me afectaba ella no podría soportarlo. Pero eso ahora no importa, gracias al doctor Mayer mi ángel tenia una nueva oportunidad y aunque fuera solo un 50% de probabilidad, era el momento, es ahora o nunca. Sinceramente lo que le sucedió a mi ángel me hizo darme cuenta de que con ella quiero pasar el resto de mi vida y a que a pesar de todos los obstáculos que la vida nos ha puesto, mis ganas de seguir a su lado solo han incrementado. Pero ahora no solo quiero estar con ella como su novio, sino ahora, como su guardián para toda la vida. La idea ya recorría mi cabeza antes del accidente, pero después del mismo la idea se presento más fuerte y ahora sé que es lo que realmente quiero. Pensé en proponérselo antes de la operación, pero los dos estábamos tan ansiosos y emocionados que preferí esperar a después, y obviamente el resultado de la operación no me hará cambiar de opinión ni de decisión.

Los chicos nos acompañarían y eso animaba más a mi ángel, durante el camino al hospital ______ no paraba de preguntarme: “¿todo esto es seguro? ¿Qué pasara si no resulta? , la entendía a la perfección, a mi también los nervios me estaban comiendo. En cuanto llegamos al hospital el doctor Mayer ya nos esperaba junto con los chicos, el doctor Mayer no me dejo acompañarla, mi ángel dudo en ir así que le dije.

-Ángel, tranquila- dije acariciando su mejilla- todo saldrá bien, te lo prometo. Yo estaré aquí esperándote.

-Lo se guardián- dijo ella llevando lentamente sus manos hacia las mías- ya quiero volver a verte.

-Y lo lograras- dije juntando mi frente con la de ella.

-Te amo- dijo en un pequeño suspiro.

-Yo mucho más- dije acortando la distancia.

Tome el rostro de ______ y la bese como si fuera la última oportunidad que tuviera en la vida para hacerlo, no quería separarme de ella pero el doctor Mayer nos interrumpió.

-Tranquilos chicos- dijo riendo un poco- no los voy a separar de por vida. Vamos ______ llego la hora.

Mi ángel logro despedirse de todos antes de que el doctor Mayer la guiara a la sala de operaciones, todos le desearon suerte y le dijeron que se quedarían aquí hasta que ella saliera.

******

Ya habían pasado más de dos horas desde que mi ángel se había ido y ¡no tenia noticia alguna!, eso me estaba comiendo por dentro y me ponía los nervios de punta. Lizette que estaba junto a mi se dio cuenta de lo nervioso que estaba, asi que me dijo.

-Tranquilo, __...____- se veía con dificultad que trataba de recordar asi que le ayude.

-______, es ______- dije tomando su mano para apoyarla.

Lizette solo asintió y me dijo.

-______ estará bien, ya veras que si- ella me ofreció una dulce sonrisa.

Yo solo asentí y le regrese el gesto con una pequeña sonrisa, sabia que todo saldría bien, pero el que Mayer no haya salido ni por un minuto me estaba preocupando y mucho. Estuve a nada de ir y buscarlo yo mismo, pero cuando lo vi salir de la sala de operaciones corrí literalmente hacia él.

-¿Qué paso? ¿Cómo esta? ¿ya puedo verla?