━ capítulo uno
Mediante el cristal de la ventana, un niño de nueve años veía atentamente la forma en la que las gotas de la lluvia descendían hasta el marco inferior, perdiéndose lentamente en la madera del marco.
Soltó un suspiro con sus ánimos perdiéndose junto con su aliento. La lluvia había empezado a las ocho de la mañana, cuando tomaba el desayuno y pronto comería la merienda de las cinco, el pequeño rubio ansiaba salir para volar su nuevo avión de madera, pero el clima no estaba siendo comprensivo.
Detrás de él estaba su padre dibujando sobre un libro en blanco el esqueleto de un colibrí que se había encontrado hace poco, algo que Taehyung veía desde hace tiempo. Seok Jin era un gran dibujante y también era un destacado profesor de Biología, el mejor del pueblo podría considerarse desde que se mudaron. Al quitar sus lentes observó a su hijo decaído, en medio de una llovizna, dibujando rostros en la ventana con ayuda de su aliento, en ese momento pensó en algo para subirle los ánimos.
Finalmente dejó su lapicera a un lado, cerró el cuaderno y se desplazó de su silla hasta quedar a su lado.
ㅡ¿Aburrido, mi querido Taehyung?
El pequeño sintió la presencia de su padre a su lado y escuchó su voz del lado izquierdo, asintiendo con un mohín pronunciado con ojitos cansados se dio la vuelta.
La mano de su padre acarició sus delicados rizos, eran tan preciosos, los había heredado de su madre, vio también el clima que se presentaba fuera y entonces una idea cruzó su mente para poder animar a su hijo
ㅡVe por un abrigo, te estaré esperando en la entrada.
Taehyung no necesitó ni una palabra más para ir por lo que su padre le pedía ya que siempre le tenía emocionantes sorpresas, salió corriendo rápidamente del despacho del adulto, solo para ir a su habitación por uno de sus abrigos favoritos, era afelpado y de color beige.
Al bajar finalmente, encontró a su padre en la entrada colocándose sus botas especiales para días lluviosos así que él también tomó las propias y salió a su lado, tomando su mano y juzgando con odio las gotas de lluvia que seguían cayendo, sonando fuertemente en el suelo como si fueran carcajadas.
Las muy atrevidas se burlaban de él.
ㅡLa lluvia que presenciamos hoy no es mala como crees, en realidad está ayudando, las cosechas de nuestros vecinos necesitan ser regados, así tendrán cultivos para llevar a los mercados o vendernos ¿no te gustan las fresas de la señora So?
Al pequeño le brillaron los ojos antes de asentir fuertemente ㅡMe encantan porque son muy dulces, grandes y rosas.
Seok Jin sonrió y continuó hablando ㅡLa lluvia provee Taehyung, traerá a los campos grandes ganancias, así como a los ríos.
ㅡPero quería jugar con mi avión nuevo papá, y ahora no podré por las molestas lluvias de la semana ¡Se burlan de mi!
Seok Jin soltó una carcajada antes de negar y entonces le mostró un nuevo juguete, era un bonito barco de madera pintado de su color favorito; rojo, tenía un timón muy pequeño, hasta tenía una candela pequeñita que se usaba para que el juguete avanzara.
ㅡ¡Un barco!ㅡ exclamó emocionado antes de tomarlo para verlo por todos lados, riendo con emoción al ver un gran charco que estaba al frente. ㅡQuiero jugar papá ¿podemos ir a jugar con mi barco nuevo? Por favor, por favor.
El adulto llevó su mirada hacia el cielo, viendo como la llovizna se detenía para dejar que el niño pudiese disfrutar de su juguete, volviendo a su hijo asintió y ambos fueron hacia el gran charco, Seok Jin encendió la candela, pero el viento seguía siendo brusco por lo que fue imposible que anduviera solo con la candela.
No fue un impedimento para que el pequeño Taehyung jugara alegremente, empujándolo desde las esquinas para que llegaran a diferentes extremos, celebrando e imaginando diferentes escenas.
El adulto disfrutaba con gran gozo ver a su hijo feliz, aún más con los juguetes que hacía especialmente para él.
Seok Jin trabajaba con su abuelo y su padre en una juguetería ubicada en el pueblito donde creció, allí aprendió a hacer todo tipo de juguetes y muñecos, por eso mismo sorprendía a su hijo con juguetes nuevos que fabricaba en su sótano, un lugar al que Taehyung no tenía permitido entrar a menos que fuera requerido y eso era casi nunca.
El menor no lo cuestionaba y solo se dedicaba a disfrutar lo que tenía, su habitación, por ejemplo, tenía estanterías con muñecos de trapo, otra con carros de madera, incluso tenía títeres y marionetas en un pequeño teatro. No tenía ningún favorito porque todos eran especiales para él, era como una compensación que le daba su padre por la ausencia de Katherine.
ㅡ¡Papá! Cuándo el viento no sea fuerte ¿podemos salir para intentar otra vez? Quiero verlo andar solo.
ㅡSerá así querido Taehyung, pero por el momento tendremos que entrar, la lluvia se pondrá recia de nuevo.
El rubio asintió, tomando su nuevo barco para ir de nueva cuenta de la mano de su padre hacia el interior de la casa, alucinando con la merienda que Cinthya tendría preparado para ellos, corriendo a la cocina cuando sus fosas nasales percibieron el chocolate y el dulce de algún postre.
ㅡNo corras así Taehyung primero tienes que lavar tus manos, el agua de afuera está sucia.
ㅡ¡Lo siento papá! Dame el más grande por favor Cinthya, vendré en unos momentosㅡ pidió desde la cocina antes de correr hacia el baño con emoción.
ㅡAquí tiene Dr. Kim, por favor disfrútenlo.
El más alto tomó asiento en la extensa mesa, observando de más la silueta de la mujer que se movía alegremente entre la cocina, alzando accidentalmente su falda para mostrar sus delgadas piernas cubiertas por medias negras.
ㅡListo papáㅡ su llegada terminó con la interacción entre ambos adultos, dejando un tranquilo ambiente entre padre e hijo.
ㅡTaehyung, dentro de una semana comienzas la nueva escuela ¿cómo te sientes?
El pequeño tenía sus mejillas rellenas de pan, había jalea en sus comisuras y harina en su nariz, Cinthya dejó un pañuelo a su lado para que se limpiara.
Observó cómo una hormiga andaba en la mesa hasta hundirse en una diminuta mancha de jalea, luchaba por salir de ahí y llevar el dulce alimento a dónde fuera que estuviera pero no pudo hacerlo. Taehyung tomó la taza de chocolate que tenía a su lado y la aplastó, sonriéndole a su padre que esperaba una respuesta.
ㅡAún tengo miedo, pero tú estarás ahí conmigo ¿verdad?
ㅡIré contigo, le enseñaré a niños más grandes que tú querido Taehyung.
ㅡPero estarás conmigo.
Seok Jin asintió e hizo el ademán para que terminara su alimento.
El velo oscuro finalmente cubrió el cielo alrededor de las ocho, hora en la que Taehyung tenía que ir a dormir pues el leñador del reloj de la sala había cortado ya el tronco, cenó junto a su padre nuevamente, le leyó un cuento usando sus títeres para animar la historia y de esa forma sus sueños estaban seguros entre la fantasía y la diversión.
Al ver a su pequeño hijo finalmente dormido apagó la lámpara, cerró las cortinas no sin antes asegurar las ventanas, y lo dejó poniendo en la cabecera de la cama un muñeco de trapo que él mismo había hecho, la cabeza tenía forma de corazón con los brazos largos, azules y lleno de puntos amarillos, Taehyung decía que era el protector de sus sueños.
Sentándose en la cama usó su mano para alejar el cabello que cubría su frente, tarareando una suave melodía antes de besar su frente con sumo cuidado.
ㅡMi querido Taehyung, siempre estaré contigo, papá te ama y promete no dejarte solo nunca más.
Dicho eso con sinceridad, salió de su habitación cerrando con cuidado de ser silencioso, dirigiéndose entonces a paso lento hasta su despacho, para luego bajar al sótano.
¡Gracias por leer!
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