La emoción que el pequeño cuerpo de Taehyung desbordaba contagió a la ama de casa, Cinthya se veía animada preparando el postre favorito del menor y una segunda porción. El castaño estaba sentado sobre la mesa cantando una adorable canción inventada para resaltar sus emociones, pintando las paredes de la casa con una singular alegría, algo único de Taehyung.

ㅡJoven Taehyung, no me ha dicho la razón de su alegría ¿por qué no me comparte los detalles?

Taehyung detuvo su canción para dirigirse a la mujer ㅡ. Verá Cinthya, esta mañana se acercó un niño, dijo que quería ser mi mejor amigo ¿puede creerlo?

ㅡ¡Pero qué belleza! Haré mi mayor esfuerzo para que este dulce sea del agrado de su mejor amigo.

En ese momento Seok Jin regresaba de la segunda planta, sin su habitual saco sino que más informal, alzaba las mangas de su camisa mientras entraba a la cocina, alzando una ceja al escuchar la simpática conversación que estaban llevando.

ㅡ¡Papá! Cinthya está preparando un postre para mi mejor amigo.

ㅡ¿El joven del que venías hablando en el auto?

ㅡSíp, ese mismo. No te dije su nombre todavía porque quiero presentarlo antes.

ㅡAsí que comenzamos con misterios, muy bien Taehyung, hazlo mañana.

El castaño le sonrió de forma encantadora hasta que su expresión cambió al recordar algo, por lo que bajó de la mesa y corrió a la sala de forma apresurada para tomar su maleta e irse a su habitación. Seok Jin volvió a verlo de forma extraña buscando una explicación en la mujer que solo alzó los hombros desde su posición.

En la habitación de Taehyung había un escritorio café, donde había una pequeña lámpara que acompañaba sus lecturas, como en ese momento que leía uno de los cuadernos que le pertenecían a Jin Goo, contenía ejercicios por resolver como los otros tres que estaban sobre el escritorio, sin embargo, para Taehyung eran ejercicios simples que terminó en menos de diez minutos. Su padre había pasado a darle un vistazo y le dedicó una sonrisa al verlo tan concentrado y, según él, comprometido con su educación.

Una ventizca entró por la ventana, provocando un fuerte escalofrío en su cuerpo que lo obligó a cerrar la ventana, pero cuando estaba por cerrar una sombra pasó justo frente a él lo que le causó un gran susto, apenas pudo divisar la figura de un ave completamente negra que se posó en un árbol cercano.

ㅡ¡Hola señor pajarito!

El ave ni siquiera se inmuto al saludo del castaño.

ㅡPor favor, no vuelva a asustarme de esa manera. ¿Sabía que mueren alrededor de seiscientos treinta y dos personas por un ataque al corazón? Lo escuché en la radio así que sea cuidadoso señor pajarito.

Tres toquecitos en la puerta hicieron que Taehyung volteara para encontrarse a su padre, el mismo traía una pequeña bandeja con la merienda de esa tarde para el castaño.

ㅡTe traje tu merienda porque vi que estabas muy concentrado en tus deberes ¿algo se te ha dificultado?

ㅡGracias papá, no te preocupes puedo entender todo a la perfección, los maestros en ocasiones suelen felicitarme por mi intelecto, incluso algunos dicen que me parezco mucho a ti.

Ante lo dicho el pelinegro le mostró una sonrisa altiva, mojando su labio inferior con la punta de su lengua antes de acariciar el cabello de su hijo ㅡEs un gran halago Taehyung. Eres mi hijo después de todo, pones en alto tu apellido.

ㅡ¿Me parezco a ti papá? Eso significa que cuando sea mayor seré un buen hombre y un caballero muy inteligenteㅡ dijo, tomando su trozo de pastel para llevárselo a la boca y ensuciar sin querer sus labios.

ㅡMuy bien, pero primero vive tu infancia, recuerda lo que tu madre decía. Antes de entrar te escuché conversando ¿con quién hablabas? ¿con tus juguetes?

ㅡLe hablaba al señor pajarito, estaba viendo por la ventana cuando apareció de repente y me asustó, le dije que hacer eso era peligroso.

Seok Jin se dirigió a la ventana y pudo ver al ave negra postrada en una rama del árbol, chasqueó la lengua al encontrarse con el vacío en los ojos del animal y simplemente cerró las cortinas, Taehyung observó esa acción con curiosidad.

ㅡTermina la merienda y continúa con tu tarea, me retiro.

ㅡGracias papá.

El pelinegro le dio la espalda y salió de la habitación en completo silencio, Taehyung era ajeno completamente al cambio que tuvo la expresión de su padre pasando de una relajada a una fría y siniestra, aún en su habitación pudo oír el característico rechinar de la puerta del sótano a dónde se había ido. Con un último mordisco a su pastel volvió su atención a la ventana con una extraña necesidad de abrir las cortinas y asomarse hacia afuera, ver nuevamente al ave.

ㅡLo siento señor pajarito, pero eso le pasó por asustarme de tal formaㅡ. sentenció, volviendo a las tareas del cuaderno de Jin Goo para después continuar con las suyas.

Al caer la noche finalmente pudo despegarse de su escritorio, dirigiéndose al baño de su habitación para tomar un baño, con agua tibia como le gustaba por veinte minutos, eran cerca de las siete y a las ocho ya debía estar dormido, así era el horario que le habían designado sus padres desde que tenía memoria. Con cuidado entró al agua para sumergirse y perderse en sus pensamientos por esos minutos que le habían sido otorgados, no podía dejar de pensar en lo afortunado que era por tener a alguien con quién tener conversaciones futuras en los recreos, intentaba con todas sus fuerzas darle un rostro a Jin Goo; ojos brillantes y negros, una sonrisa amable y piel morena, podía intentarlo, aunque se esfumara al abrirlos.

Pese al incidente que había vivido, Taehyung estaba agradecido con la vida por solo quitarle la capacidad de distinguir rostros y no perder por completo su vista, quizás ya no veía con claridad las expresiones de su padre, pero aquellas que tenía en su viejo hogar junto a su madre continuaban, tan vivas y presentes, eran el único reemplazo que encontraba para darse consuelo. 

A lo lejos escuchó como el reloj marcaba las siete en punto, era momento de salir. Dejó ir el agua y al salir de la tina en busca de su bata sintió una mirada sobre sí, se volteó cubriéndose, pero no había nadie más que él entonces se colocó la bata, con una extraña sensación que lo envolvió en una gran incomodidad y así salió apresurado, creyendo que el agua en sus pestañas había creado una silueta en la ventana del baño, misma que se asemejaba a una pequeña mano.

ㅡJoven Taehyungㅡ la voz de Cinthya lo asustó al estar en su habitación, la mujer preparada para dormir parecía de los personajes principales de los cuentos de terror, disimulando su asombro se acercó al armario para sacar su pijamaㅡ. Lamento haber entrado sin avisar, pero escuché un ruido y creí que había tenido un accidente.

ㅡNada de eso Cinthya, estoy bien solo un poco agitado porque me tardé.

ㅡDe acuerdo, también quería avisarle que el Sr. Kim ha salido así que no podrá darle las buenas noches ¿le gustaría que le lea un cuento o le acomode las sábanas?

Taehyung dejó el pijama azulado sobre la cama, pensando un momento antes de negar y sonreírle amablemente a la mujer. Nadie más que su padre lo arropaba, mucho antes fue su madre, eran momentos que consideraba íntimos, Cinthya era una buena mujer y le cuidaba, pero hasta allí llegaba su trabajo.

ㅡMuchas gracias, Cinthya. Estoy bien por esta noche, puede retirarse, descanse. 

ㅡBuenas noches, Joven Taehyungㅡ con una sonrisa que Taehyung no pudo ver salió de la habitación, a pasos lentos yéndose hasta la propia que estaba en el primer piso.

Al escuchar los pasos en las escaleras Taehyung dejó ir un suspiro, acostándose aún con la bata sobre su cama para cerrar los ojos. Lo único que iluminaba su habitación era una pequeña candela en su escritorio, seguramente la mujer la había encendido al entrar, por ello podía ver diferentes sombras en las paredes, en el suelo y en el techo, pero ninguna tan tenebrosa como la que se imaginó

ㅡ¿Qué cosas sigues pensando Taehyung? Papá se burlaría de nosotros, mantente escéptico que seguro fue algún ave que pasaba de casualidad incluso podía ser un murciélago. Me voy a vestirㅡ dijo, poniéndose el pijama que había aplastado para acomodarse de una vez por todas. Apagó la vela de un soplido y a pasitos rápidos se escondió en sus sábanas.

Debía admitir que la valentía lo abandonaba en ocasiones y más en las noches como esas que debía enfrentar solo. Probablemente nunca dejaría de tenerle miedo a las noches de luna menguante, cuando parecía burlarse de su terror y enviarle pesadillas de aquél incidente, era después de todo, un desgraciado niño que debía mantener como última vista clara al mundo los ojos de su madre que expresaban desesperación.

ㅡNo pienses en eso Taehyung, recuerda que mañana será un nuevo día y le llevarás a Jin Goo el postre especial de la amistad también sus tareas, es un bonito pensamientoㅡ dicho esto, Taehyung se dio la vuelta para quedar de costado, abrazando un peluche que tenía cerca, cerró sus ojos y contó hasta tres.

El mundo de los sueños lo recibió en una fantasía llena de alegría, demasiado opuesta a la realidad que debía enfrentar, al menos en sus sueños Taehyung podía ser aceptado y querido por los niños de la institución, también podía ver a su madre llevándolo de la mano por el jardín de la casa

Descansando finalmente, fue incapaz de notar la nueva silueta que posaba en la ventana, observando detenidamente su cuerpo y rostro, para desaparecer en un santiamén entre el viento de esa noche.

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