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«three»

- Eso es, mira hacia acá - me dice el fotógrafo, G, cómo le dicen todos cariñosamente.

En realidad no hago nada, solo estoy concentrada mirando a la nada perdida en mis pensamientos.

- Así, linda, preciosa, maravillosa, diosa...

- Bueno, ya, baboso - le corta Hwasa, mi estilista, con una mueca de disgusto.

- ¿Pueden dejarme almorzar en paz ya? - resoplo escarbando en mi ensalada.

Nos encontramos en la cafetería de la universidad, que dicho sea de paso, está más llena que nunca. Ellos se colaron a mí facultad, como siempre, a molestar.

- Uh, alguien no está de humor hoy - pincha G burlándose de mí.

- Bueno, se podría decir que nunca - afirma la pelinegra robándome un tomate cherry de mi bandeja.

Suelto el tenedor con desgano, no tengo apetito.

- A ver nena. ¿Qué es ésta vez? - toma una de mis manos el chico, yo solo recuesto mi cabeza en su hombro suspirando.

Al final son también mis amigos y me apoyan siempre, pero igual me guardo una vez más mis problemas.

- Nada, solo que...- al menos la mentira debo hacerla creíble - Papá dijo que debo hacer la campaña de Calvin Klein.

- ¿La de lencería? - inquiere la chica comiendo de mi almuerzo, hago un sonido de afirmación - ¿Desde cuándo eso es un problema para ti? - rayos, cierto.

- Me siento sofocada.

- Es que estás caliente - G muerde sus labios mirándome coqueto.

- ¡Yah! - le golpea la pelinegra, que aparte es su novia.

- Ya, ya, ya, amor, estaba molestándola - sonríe inocente dejando un beso en el dorso de la mano de su chica - Yo solo tengo ojos para ti - la pelinegra bufa poniendo los ojos en blanco.

- Ya me voy chicos - anuncio tomando mi bolso.

Ellos siguen en su propia burbuja dándose amor cómo dos tontos, iugh.

- ¡Clí! - el grito de Jisoo desde el fondo de la cafetería me detiene.

¿Qué hace esa perra tan lejos de mí?  Sentada junto al grupo de amigos de su hermano, entre ellos su novio Jay  y el odioso nuevo.

- ¿Qué haces aquí? Pensé que te habías ido.

- Tienes que decirle - le insiste ella al motorista que ni siquiera me ha mirado.

- ¿Decirme qué?

Sonríe él maliciosamente en mi dirección.

- ¿Intrigada?

- Para nada - me cruzo de brazos alzando una ceja - Ji, yo me voy, no me siento bien.

- ¿Qué pasó? - salta de su asiento recogiendo sus pertenencias de una.

- ¡No! - le detengo apenada - Mejor quédate, hablemos ésta noche. Iré a tu casa - trueno un beso en su mejilla, ella sabe que ha ocurrido algo, su mirada preocupada me lo dice.

Los chicos paran sus cuchicheos observándome con extrañeza, solo giro en mis talones para salir del lugar.

- Oye tú, se te calló el papel - me detiene la voz del nuevo.

- ¿Qué papel? - me volteo a verle.

- El que te envuelve bombón.

¡No puede ser cierto que me esté coqueteando y con esos filtreos tan antigüos! Sigo mi camino porque no tengo ánimos de seguirle el juego.

- Preciosa, camina por la sombra que el sol derrite los bombones - vuelve a incordiar el cara de rata haciendo reír al grupo

¡Maldito tarado!

- ¿Oye que le sucedió? - escucho a Jay preguntarle a mí amiga.

- Secretos de chicas - bufa.

- Sicritis di chiquis - bromea Jimin -  sonrío por eso, esos dos se traen algo y no me lo pueden negar.

[...]

La habitación se encuentra en penumbras, solo puedo destinguir voces que murmuran cosas, pero que apenas puedo entender.

- ¿Mami, eres tú?

La vocecita rota de una niña retumba entre las cuatro paredes que comienzan a cerrarse a medida que los gritos de la pequeña van en aumento.

- No me dejes. Te prometo que me voy a portar bien.

El desconsuelo en su llanto me alarma a sobremanera, quiero, no, necesito salvarla.

- Mamá.

- ¡Clío! - me remueven por un hombro.

Despierto con la respiración agitada, el sudor corre por los costados de mi frente y mis manos tiemblan. Quiero llorar, sé que esa niña con la que sueño, soy yo.

El recuerdo de la partida de mi madre me está jugando una mala pasada, éstos últimos días las pesadillas han aumentado, quedo en un estado de letargo que me es difícil luego recuperarme del estupor.

Giro mi rostro a la derecha encontrándome con Sang a mí lado.

- ¿Qué haces aquí? - ladro poniéndome a la defensiva.

- Solo pasaba por el pasillo y oí que gritabas.

Su mirada me confirma que está sinceramente preocupado, pero igual no me cae bien y no me gusta que se entrometa en mis asuntos.

- ¿Gracias?

- ¿De nada? - devuelve burlonamente, ni siquiera me dí cuenta que tenía una de mis manos entre las suyas.

- Bueno, ya, puedes ir a hacer más buenas acciones a otro lugar, samaritano.

Me levanto y voy a arreglarme un poco a mí baño personal, mi cabello parece un nido de pájaros y si Jisoo me ve así se va a estar burlando de mí la vida entera.

Me cruzo de brazos al salir y ver al hermano de la bruja con síndrome de lechuza observando todo a su alrededor, juro que ví su cabeza girar trescientos sesenta grados.

- ¿Qué esperas para irte? - espeto agarrando mi chaqueta y bolso.

- ¿Vas a salir? - asiento - ¿Te sientes bien?

- ¿Qué te importa?

- Ay, nena solo...

- Eh, eh, para el tren. No te doy explicaciones - comienzo a enumerar con mis dedos - Y elimina tus apodos extraños hacia mi persona.

- ¡Ash, como quieras!

[...]

- ¿Qué hacía Jimin en tu habitación?

- ¿Uhm?..Emm..¿Jimin? Nada, nada.

Esa es la respuesta de mi mejor amiga, un poco sospechosa.

Cuando llegué, el chico estaba aquí metido y ambos se daban miraditas y sonrisitas coquetas y no estoy loca, ya dije que esos dos esconden algo y yo lo voy a descubrir.

- Ajá, sí, te creo - me tiro en su cama boca abajo.

- ¿Por qué no me creerías? - me grita golpeándome con un almohadón, eso me hace reír como una desquiciada - Por cierto, qué fue lo que te sucedió hoy.

Me acomodo apoyando mi cabeza sobre mi mano para mirarle de costado.

- ¿Por qué piensas que me sucedió algo? - ella me mira con seriedad sentándose a mi lado.

- No sé si te lo han dicho, pero tus ojos dicen mucho, es como si hablasen por sí solos - su severidad me está asustando un poco, pero más miedo le tengo a contarle lo que me está pasando en realidad y no es que no confíe en ella, no, al contrario, me fío demasiado de ella, pero suele aumentar las cosas de tamaño y podría armar una atmósfera en un baso de agua y no quiero eso - Pero, a la verga - suspira cansada - Ya dime qué pasa.

- Nada - bufo enterrando la cara en el suave colchón de su cama - Solo me sentía un poco mal - miento otra vez - Era el período que adelantó su visita. Y deja de cambiar el tema, hablábamos sobre Jimin - pataleo en desacuerdo, aveces me pongo así, como una niña pequeña.

- Yo no cambié nada, bruja - chilla escandalizada, la miro y tiene el rostro rojo de la vergüenza, ajá, te pillé.

- ¡Cállate! - le grito ésta vez.

- ¡Cállate tú, maldita sangre sucia!

¡Ash, maldita! Aún se burla de mí por, literalmente, amar la saga entera de Harry Potter.

- ¡Avada Kadabra! - la empujo, cae de su cama y se para como flash saltando  encima de mí, como si fuese un saco de patatas - ¡Siento que me has quebrado la columna! - hiperventilo tratando de volver a empujarla.

- ¿Qué me dices del nuevo? - vuelve a cambiar rotundamente de tema otra vez bajándose de mi espalda.

- ¿Qué nuevo? - me hago la tonta.

- Jungkook.

- ¿Qué con él?

- Está..- muerde su labio y me mira con los ojos esos seductores.

- Oye y tu novio está precisamente feo - alzo una ceja, me abofetea con su peluche de Minions.

Maldita desquiciada.

- Es demasiado...- lo pienso un segundo, ¿en serio lo voy a admitir?
- guapo.

- Entonces bésalo y te lo tiras, será genial - aplaude eufórica, en serio que está loca.

- No, lo nuestro fue odio a primera vista - finalizo, en realidad no quiero hablar del chimpancé ese, estuvo un poquito pesado hoy.

- Ajá, sí, te creo - corta y pega mi frase sumándole una risa nasal.

- ¡Yah!

El timbre de mensajes de mi teléfono móvil se escucha desde mi bolso, bufo cerrando los ojos, no quiero levantarme. Vuelve a sonar.

Y otra vez.

¡Aish!

- Tus pretendientes - chotea ella pinchando mi brazo, me hiza sonreír eso y decido levantarme, de seguro es papá jodiendo por no saber dónde estoy.

Todo rastro de alegría se esfuma de mí al leer los mensajes de texto.

Número Desconocido:

Oye linda!!!

¿Te vas a quedar con tu amiga?

Por cierto, lindo coche 😉

Ésto ya comienza a ser espeluznante, alguien me está siguiendo y..

- ¿Quién es? - Ji interrumpe mis pensamientos colocándose a mi lado para ver, bloquel la pantalla rápidamente y lo guardo en mi shorts de mezclilla entrelazando mi brazo con el suyo.

- Era papá - vuelvo a mentirle para no preocuparle - Vamos a tomar algo a la cocina, me muero de hambre.

Jisoo me observa extrañada y luego se encoge de hombros. Vamos por la mitad de los escalones cuando el cara de rata llega, osea el tal Jungkook ese. Tae lo recibe revolviéndole el cabello. ¿Por qué son así con él? No es un crío. Sin siquiera pensarlo, ambas nos encontramos mudas y en firme en uno de los escalones cuándo él habla.

- ¿De quién es el auto de en frente? Está destrozado - le dice a Taehyung.

- ¿En frente?

¿Un auto en frente destrozado? ¡Mi auto!

Mierda, mierda, mierda.

- Maldito bastardo - grito terminando de bajar las escaleras, incluso Jimin que no lo había visto después de que se había marchado del cuarto de mi amiga, sale a mí encuentro un poco impresionado al igual que el par de hermanos y el cara de rata.

- ¿Clí? - me llama con un poco de duda Jisoo.

- A ver nena, sé que soy un idiota como dices - me para Jungkook tomándome de la cintura, pero, y éste que se cree..- Pero por ti podría cambiar..

¡Ja, creo que alguien tomó prestado el dicho de que al que le sirva la saya que se la ponga!

- ¡Quita! - golpeo sus manos safándome del agarre y salgo disparada de la casa, sin zapatos, ni chaqueta y hace un frío de los mil demonios, solo a mí se me ocurre vestir así en época de invierno.

Efectivamente, mi auto parece haber salido de una tienda de chatarras.

Está peor que la cara del Jungkook.

Sollozo cagada del miedo tapando mi boca, comienzo a llorar, sí, a llorar la muerte de mi precioso Ford. ¿Quién hizo ésto?

Me incorporo temblando de frío y limpio mis lágrimas con rudeza, si antes tenía miedo, ahora estoy colérica, me las va a pagar quién halla sido, maldita sea.

- ¿Quién coño eres? - grito a la nada mirando a todos lados como una lunática - ¡Qué lo sepas, seas quién seas te voy a encontrar y voy a hacer que te tragues tus bolas! ¡Hijo de puta! - vuelvo a vocear.

Alguien llega a mí abrazándome, me aprieta a su cuerpo, como esos abrazos de consuelo que dan las madres, entonces tengo deseos de llorar otra vez. Era mi amiga, quién más podría ser.

- Vamos a dentro, estás temblando.

Asiento a su pedido, los tres chicos me miran con duda, alarma y un poco de incertidumbre, de seguro pensando que me he vuelto loca de remate.

Jisoo me hace sentar en el sofá colocándome una manta para abrigarme, solo yo podía ponerme shorts y tops en invierno, estúpida ilusa que soy.

- ¿Entonces...

- Alguien me está acosando - corto la interrogación de Tae que se mira preocupado.

- ¿Qué? - el grito de desesperación de Jisoo me hace cerrar los ojos fuertemente para no volver a llorar - ¿Eres idiota? ¿Por qué no me habías dicho antes? - inquiere molesta.

- Pensé que las notas y los mensajes eran broma - murmuro.

- ¿Notas? ¿Mensajes? - Jimin es el siguiente en desesperarse.

- Vamos a ir a la policía y ahora - brama Ji, dispuesta a hacer lo dicho.

- La policía no hará nada - dice Jungkook - Si no tienes pruebas suficientes - agrega al ver que le miro expectante.

- Claro - bufo - Ahora éste también es un presidiario. ¡Tae con qué gente te juntas!

- Escucha, preciosa, no soy un puto presidiario solo trato de ayudarte, a mí no me están acosando - wao, el chico también tiene genio, se pone su chaqueta y coge unas llaves que estan en la mesita del té y finalmente se para - Yo me voy.

- ¿A dónde vas?

¿En serio le pregunté? ¡Qué más da!

- A juntarme con los drogadictos de mi vecindario - con esas palabras se retira y puedo jurar que estaba rojo de rabia.

- Te pasaste - regaña Tae negando.

- Pienso lo mismo - Jimin es el siguiente.

Ambos chicos se quedan mirando a Jisoo que está sin habla y con el ceño fruncido.

- ¿Qué? - los hace saltar por el improvisado grito - Yo también me voy.

¡Ay no, se molestó!





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Hola, soy yo otra vez. Veo que ésta historia sí que les gusta.

¿Pueden decirme qué les parece hasta acá?

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