«seventeen»
Despierto sintiendo unas náuseas horribles y dolor en el vientre, como si me hubisen golpeado antes.
Mis ojos se sienten cansados, es como si tuviera una pesa en cada párpado que no me deja abrirlos. El olor que percibo es horrible.
Cuando logro abrir los ojos por fin, me encuentro en una habitación de... ¿hospital?
¿Qué coño hago en un hospital?
Lo último que recuerdo es a...
Yoongi.
Ese mal nacido, nunca imaginé que sería él el maldito que me acosaba. ¿Cómo pudo hacer algo así?
Me incorporo observando a todos lados, una vía intravenosa está en mi brazo derecho y no hay nadie conmigo en éste momento. ¿Qué me han hecho y por qué estoy aquí?
¿Jungkook sabrá que...
Mis pensamientos cesan al ver entrar a mi padre a la habitación. Lleva una sonrisa enorme pintada en su endemoniada cara. ¿Qué le tiene tan feliz?
- ¿Papá?
- ¿Ya te acuerdas de tú padre? Cuánto tiempo eh.
Ruedo los ojos e intento moverme, logrando solamente que el dolor en mi vientre empeore. ¿Pero qué carajos?
- ¿Por qué estoy aquí? - mantengo los ojos cerrados tratando de calmarme para que el dolor pueda ser más soportable y menos doloroso, pero creo que es en vano.
- ¡Oh, mi querida Clío! - su tono sarcástico me hace mirarle de mala gana - Sabes, Yoongi ha sido de mucha ayuda todo éste tiempo - deja caer el comentario sonriendo de medio lado.
- ¿De qué hablas?
- Notitas, mensajes, llamadas, el destrozo de tú auto, la rata en el casillero - enumera - ¿Sigo?
- Tú - chillo con impresión, me ha dejado anonadada - ¿Acosabas a tu propia hija? - le grito - ¿Incluso me pegaste por culpa de ese mugroso automóvil y fuiste tú?
Es que ésto no puede estarme pasando, no, tiene que haber algún error, sí, eso es.
- Pregúntale a tú madre si en realidad eres mi hija.
- ¡Deja a mamá en paz!
El suelta una carcajada sentándose en el borde de la cama cruzando sus brazos.
- Clío, tú madre no es una santa.
- ¿Y tú sí lo eres? - espeto con ironía.
- En fin - suspira sonoramente - Solo quería darte mi pésame.
Esa simple frase dispara todos mis nervios de una.
- ¿Qué le haz hecho?
- Oh, parece que no me expliqué bien, perdona - vuelve a reír, ya me está colmando la paciencia. Saliendo de aquí iré a la policía a denunciarle, no se saldrá con la suya - Lo digo por tus bebés.
¡Espera!
- ¿Mis... Bebés?
- Ha sido una lástima que no hallan podido nacer - sonríe con falsa inocencia.
- ¿Qué me hiciste, hijo de puta? - rujo tirándome encima suyo sin importarme el dolor que tengo, estoy segura que mi corazón duele aún más.
Dando manotazos en su pecho lloro frustrada. Me para volviéndome a acostar y aprieta mi cuello asfixiándome.
- Me vas a escuchar muy bien...
- N..no.. pue..do..
Trato de decirle que no puedo respirar, me duele la garganta por la presión fuerte que está ejerciendo en ella. A él no le importa, su rostro parece el de un psicópata, un enfermo, un asesino.
- Vas a aceptar el acuerdo millonario que teníamos con Victoria Secrets y Calvin Klein, volverás a la pasarela.
Gruesas lágrimas ruedan por mis ojos bajando por mis mejillas. Lo odio.
- Y lo harás, si no quieres que a tú mami y a tú noviecito les suceda algo. Créeme que ésta vez no voy a dañar sus autos, incluso la vieja Sul..
- Señor Baek - la voz de otro hombre lo interrumpe.
Al fin vuelvo respirar otra vez cuando me suelta. Masajeo mi cuello intentando calmar esa tensión que parece que aún está presente.
- Está aquí.
Esa voz la reconozco bien, es el estúpido de Yoongi. Le observo, no parece querer mirarme y juro que si lo hace le sacaré los ojos.
- ¿Te ha visto? - pregunta esa persona que llamo padre.
- Por suerte no, pero debe darse prisa.
Trabaja para él, claro, todo por dinero. Me maravilla lo rápido que se venden las personas.
El mundo es un asco.
- Bien. Clío, recuerda lo que he dicho - me amenaza señalándome - Ah - se detiene con una mano en el pomo de la puerta - Te has hecho un legrado.
Y sale, como si le valiera mierda que yo estoy así, pero queda Yoongi aún en la habitación.
- ¿Qué esperas para largarte tú también? - le recrimino en medio del llanto.
Min muerde su labio inferior y niega.
- Me quedo.
- Pero... Ustedes dos me las van a pagar, lo juro - grito.
Pero por mucho que grite y llore el tiempo no volverá a atrás. Todo seguirá igual y a mí me verán como la villana. Ahora me arrepiento de haberle dicho todas aquellas tonterías a Jungkook, quizás no estuviera aquí y nada de esto habría pasado. Pero sólo queda esperar y llorar.
Mis bebés ya no están, solo me quedará la incógnita de si yo hubiese podido cuidar de ellos. Me pregunto a quién se parecerían.
En medio de mi llanto frustrado, la puerta vuelve a ser abierta. Sollozo al ver a mi madre correr a mí y a Jungkook con su abuela, ambos con semblante preocupado.
- Mi niña - acaricia mi espalda al escucharme sollozar en su pecho - ¿Estás bien?
- Mamá, llévame contigo... Por favor - la miro a los ojos buscando su respuesta, hasta que asiente secando mis mejillas empapadas en lágrimas.
- Clí - dice Jungkook acercándose a mí, parece preocupado a simple vista y no puedo verle a sus ojitos de Bambi, me duele hacerle ésto.
- ¿Pueden dejarnos hablar a solas? - pido apoyando mi espalda al colchón, ese dolor está llegando a ser insoportable.
Yoongi me lanza una mirada significativa en amenaza, pero de igual forma acompaña a los dos mujeres a fuera.
Con una mueca me acomodo mejor quedando de frente a Jungkook, que ya ha tomado asiento a mi lado.
- Me tenías preocupado - suspira sonoramente pasando una mano por su rostro con frustración - Te llamé un montón de veces.
- Yo.. uh.. dejé el móvil en tu cuarto.
- ¿Te sientes bien?
Niego tomando una respiración profunda evitando volver a llorar.
- ¿Cómo supiste que estaba aquí?
- Yoongi hyung fue quién me llamó, dijo que te había visto aquí.
Si supieras que tú querido Hyung no es un alma pura y angelical como crees.
- Debiste llamarme si te sentías mal.
¡Oh, no! Aún no lo sabe.
- Te llamé cuando te fuiste en la madrugada - murmuro.
- Joder, debiste haber insistido, algo le podía pasar a los bebés y yo no me enteraría..
- Ya no existen los bebés - le interrumpo, ya qué, que se entere de una buena vez, igual iba a suceder en cualquier momento.
- ¿Qué?
- Lo que escuchaste.
Volteo a mirar a cualquier otra cosa que no sea él, porque sé que me derrumbaré. Vale, yo tenía miedo de no poder ser una buena madre, pero ahora que me los han arrebatado no me siento bien.
Maldigo una y mil veces lo que dije de no quererlos, no es así, ya yo los amaba.
- Clío tú no pudiste hacer eso.
Bufo cerrando los ojos cuando sus manos toman las mías, le aporto de sopetón.
- Lo hecho, hecho está - digo finalmente.
- ¿Cómo puedes decir eso? Eran nuestros hijos - colapsa, sus ojitos están cristalizados, eso me parte el corazón aún más.
Le estoy haciendo daño cuando prometí no hacerlo.
- Será mejor que terminemos.
- ¿Me vas a dejar así sin darme una explicación? - gruñe parándose de la cama.
- ¡Ya te la he dado! - vuelvo a gritar - No me sentía capaz para ser madre y nuestra relación no era buena.
- Dilo una vez más - pide acercándose a mí rostro - Dime, que no me amas.
Claro que te amo. ¿No puedes escuchar mi corazón llorando y gritando por ti?
- Fue lindo mientras duró - me niego a decirle que no lo amo.
El asiente empujado su mejilla con la lengua, está molesto.
- Está bien - alza los brazos en forma de rendición - Tú ganas, pero que te quede claro, no te quiero volver a ver nunca más y no te le acerques a mí abuela.
- Dalo por hecho.
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Estoy llorando 😭
Díganme qué les parece, quiero saber sus teorías.
Me voy ahora que debo seguir llorando. Hasta la próxima 💜
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