Griset unnie, éste capítulo también es para ti. Creo que ésta historia te gusta más que las otras. Espero que disfrutes el capítulo. Ten bonito día 💜

Me remuevo entre las sábanas acurrucándome más sobre la superficie tibia dónde tengo mi cabeza recostada, me gustaría dormir así una eternidad, se siente demasiado confortable. Muy a mi pesar entreabro los ojos, un gran brazo pasa por mi cintura y una mano reparte caricias en mi espalda.

¡Ay santa virgen!

Levanto la mirada obteniendo el mejor paisaje de la historia - un Jungkook recién despierto con el cabello desordenado y los ojitos hinchados por el sueño - me observa sonriente, le devuelvo la sonrisa volviendo a apoyar mi cabeza en su pecho.

- Buenos días - le digo volviendo a cerrar los ojos.

- ¿Dormiste bien?

Su voz mañanera se escucha espectacularmente ronca.

- Como un bebé - vuelvo a mirarle - ¿Y tú?

- También - acaricia mi mejilla - Te ves hermosa recién despierta.

Me río porque nunca va a dejar de ser un cursi y me encanta que lo sea.

- Tú te ves adorable - dejo un besito en su mandíbula y así voy repartiendo otros por su mejilla hasta llegar a sus labios.

Creo que tengo una nueva adicción, los labios de Jungkook. Me dí cuenta anoche luego de besarnos, no podíamos parar de robarnos besos, pero no sucedió nada más. Todo debe ser a su tiempo.

¿Cómo puede tener tanta dualidad?

Por momentos parece ser el chico más rudo del mundo, pero ahora que lo beso y me toca con suma delicadeza, me da la sensación que es la persona más adorable que he conocido.

Separo nuestro labios haciendo un chasquido. ¿En qué momento me puse a horcajadas encima de él? Creo que pierdo la noción de las cosas cuando nos besamos, es como estar flotando en un espacio sideral. Ésto no puede ser normal.

- ¿Qué hora es?

- No lo sé, tú sigue besándome - demanda acercándome a él.

Su mano tatuada está en mi nuca impidiendo que me aleje otra vez de él, con la otra acaricia mi muslo, no se pasa de allí y le agradezco porque tal vez no sea el momento indicado para tener sexo.

- Jung...kook..tengo que..ir..a mí..casa - hablo entre besos, él parece no querer dejarme libre.

- No quiero...- se queja pero igual sigue en lo suyo, por Dios, éste hombre me va a comer viva - Quédate conmigo, es sábado - deja un último beso y me mira expectante.

Qué más quisiera, pero el señor Myung debe estar rabiando de cólera. Los sábados siempre debo estar temprano en la empresa para las seciones de fotos con G. Qué por cierto, está raro que no me haya explotado el teléfono con sus llamadas y Hwasa tampoco lo ha hecho.

- No lo pienses tanto, Jisoo ya se hizo cargo.

¿Cómo?

- No puedo creerlo - suspiro derrotada, a quien le miento, estoy loca por quedarme aquí y así con él - Lo tenías todo muy bien planificado, eh.

Me voltea aplastándome  con su cuerpo de Dios griego, su pecho se pega al mío que solamente lo separa la fina tela de su camiseta que llevo puesta. Muerdo mi labio por el contacto, cómo será sentirlo piel con piel.

- ¿Qué puedo decirte? Pues sí - levanta las cejas con coquetería y besa castamente mi cachete, luego lo muerde por lo que me quejo y él como es tan cursi deja mini besitos por todo mi rostro haciéndome cosquillas.

Parece un niño, me está manipulando.

- ¿Era verdad que Jisoo se quedaría con Jay? - aplasto sus mejillas, así sí que se ve adorable, con los labios abultados en forma de pato.

- Con Ji...

Abro los ojos como platos al escucharlo.

¿Ji...min?

- Con Jay - sonríe inocente tratando de arreglar su metida de pata.

- No, ibas a decir Jimin.

- Estás loca - niega soltando una carcajada.

¿Sí cómo no?

- ¿Me quieres ver la cara de estúpida?

Asiente y frunzo el ceño mirándolo desaprobatoriamente, lo que me faltaba.

- Idiota - le digo.

- Hermosa - rebate.

- Cara de rata - vuelvo a insultarle.

- Princesa.

¡Ash, lo voy a matar!

- Deja de decirme cosas bonitas que no puedo seguir enojada si lo haces - reclamo con un puchero, el cual besa.

- ¡Agh, me encantas!

- ¡Yah, confiesa! ¿Se quedó con Jimin? ¿Sí o sí?

- Pues no tengo más opciones.

- Lo sabía - digo entre dientes - Esa perra se quedó con mi crush.

- ¿Qué? ¿Te gusta Jimin? Reacciona mujer - me sarandea por los hombros, se ve gracioso con su falso enfado.

- Me gustaba, ahora..

- Te gusto yo, ya lo sé - presume.

- Pff. ¿Quién ha dicho eso? - desvío la mirada, claro, en vano porque la regresa a su lugar anterior tomándome de la barbilla.

- Te gusta besarme.

- A ti también te gusta besarme.

- ¿Acabas de admitir que te gusto?

¡Ash!

- ¡Jeon Jungkook!

Y señores y señoras adoro los gritos de la señora Sul, claro, cuando me saca de apuros.

- ¿Qué? - gruñe el chico.

- Saca el trasero de la cama, tienes visita - vuelve a vociferar - Y aquí dejo ropa para ti Clío - habla ésta vez con más agradable.

- ¿Por qué a mí no me hablas así? - se queja Jungkook parándose de la cama caminando a la puerta de su habitación y abriéndola.

- Porque no me da la gana - estrella la bolsa con lo que creo es ropa para mí en su pecho - Buenos días, cariño - dice en mi dirección guiñándome un ojo - La diseñé yo misma, espero que te guste.

- Gracias señora Sul - respondo con incomodidad con las mantas hasta el cuello.

- Ay dime abuela, linda. Y tú, baja ya.

- Vieja loca - murmura el chico haciendo una mueca al ver como se aleja.

- ¡Te escuché!

- ¡Era lo que pretendía!

- ¡Te mataré mientras duermas, venderé tus órganos en el mercado negro y el resto de tu cuerpo se lo daré de comer a los tiburones del océano Pacífico!

- Mira como tiemblo.

- Más vale que bajes tu culo hasta aquí, jovencito.

Me encanta la relación que llevan, lejos de incomodarse deben amarse, parecen tener linda confianza.

Bueno, pues ya es hora de salir de la cama.