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⊹ ࣪ ˖ ꒰ঌ ♡ ໒꒱ ⊹ ࣪ ˖
—Ni se te ocurra sacar algo de ahí —Su padre amenazó y Jungkook enseguida cerró la nevera.
—¿Por qué llegaste tarde?
No contestó, baja la cabeza por no saber que responder.
—Te estoy hablando, mírame cuando lo hago —Ki-Joon, su padre, le amenaza.
Jungkook obedece viéndole con miedo.
—Contéstame cuando te pregunto algo, ¿En dónde carajos estabas?
—P-perdí el autobús —Jungkook admite.
—Claro, perdiste el autobús porque no regresaste con tu hermano —ironizó.
Jungkook no sabía que más decir, lo había perdido por haber vomitado luego de haberse enterado de que su madre estaba embarazada.
Ki-Joon no pierde el tiempo, le da una fuerte cachetada a Jungkook que hace que el chico se sostuviera de la mesa para no caer al piso.
—Baje a b-buscar mis libros en mi casillero, se me cayeron y se me hizo tarde —Intenta explicar, alejándose un poco de él.
—¿Crees que esa es una maldita excusa creíble? Eres repugnante —Ki-Joon escupió y le jaló de los cabellos.
Jungkook se quejó en voz baja porque era lo único que podía hacer, se asustó demasiado cuando le soltó con agresividad, haciendo que caiga directo al suelo.
El aliento lleno de alcohol era evidente, estaba ebrio y siempre que era así, se comportaba de una manera tan agresiva con cualquiera que se le ocurra atravesarse a su vista.
Para la mala suerte que Jungkook tenía, él había llegado tarde justamente ese día, tenía hambre y fue directo a la cocina sin imaginarse que su padre le esperaba.
«Te odio»
«Te odio tanto, maldita sea»
Cierra los ojos cuando el hombre vuelve a acercarse para jalarle de los brazos y sostenerle del cuello, haciendo que su respiración quedara entrecortada
Estaba ahorcandolo con tanta fuerza, ¿Por qué le hacía eso?
Era tan solo un niño de 16 años.
Un maldito niño.
«Matame»
«No soporto más vivir en el mismo techo que tú »
Comenzó a soltar lagrimas de sus ojos, intentaba sostener las manos de su padre que apretaban su cuellos, pero era imposible, él le gana por mucho en la fuerza.
Estaba a punto se darse por vencido porque la verdad era que no tenía muchas ganas de vivir. No cuando tenía que regresar a ese infierno de mierda qué vivía a diario.
Jungkook solo era un chico tonto y frágil.
Maldecía mucho no hacer ejercicio o practicar un deporte como su hermano mayor, porque si fuera así, podría enfrentarse a su padre y hasta se defendería de sus estupideces.
—Kim Ki-Joon, suéltalo —Por suerte, la voz de su hermano se hizo presente, bajó las escaleras con rapidez hasta llegar a la cocina.
—¿Qué harás, eh? Éste marica se atrevió a llegar tarde —Ki-Joon comienza a aligerar la tosquedad de sus manos.
—¡Qué lo sueltes! —Seokjin estrella directamente su puño contra el rostro de su padre, haciendo que éste perdiera fuera y equilibro, finalmente soltando al manor, quién estaba empezando a ponerse pálido.
Jungkook cae directo al suelo poniendo una mano alrededor de su cuello, eso quedaría como una maldita marca sumándole la cachetada qué le habia dado.
Seokjin le hace una seña con la cabeza indicándole qué debía salir de ahí ahora mismo.
Jungkook se levanta sin mirar atrás y se encierra en su habitación, poniéndole el seguro porque sabe que con quién se iba a desquitar su padre será con su hermano mayor.
Suspira con pesar, rápidamente rebusca entre sus cajones hasta encontrar sus viejos audífonos de cable y regresa a su cama.
Escucha golpes y ruidos provenientes de algunos muebles muebles.
Sabe que su hermano está siendo golpeado por su culpa.
Debió dejar que su padre le siguiera ahorcando hasta morir.
Porque era eso exactamente lo que quería en esos momentos.
Se coloca los audífonos para después encender su teléfono y entrar en sus canciones descargadas, sube todo el volumen para concentrarse en él sonido de la música y no en los golpes que su hermano estaba recibiendo.
Abraza sus piernas y hunde su cabeza entre ellas, dejando que las lágrimas corrieran y ahogando suspiros porque lo único que quiere es gritar hasta ser escuchado.
Que alguien le salvara.
Lamentablemente, no había nadie, nadie iba a salvarlo seguiría viviendo eso al menos hasta que terminara la preparatoria.
Porque en esas circunstancias, dudaba que sus padres paguen su universidad.
De hecho, también dudaba que pagaran la universidad de Seokjin.
Ambos estaban jodidos.
Iba a emanciparse y dejaría esa casa, nunca más volvería.
Pero, cuando miraba atrás, no podía con la idea de dejar a sus hermanos menores porque ellos serían los siguientes en sobrevivir a toda esa mierda.
No podía dejarlos solos.
Después de 10 canciones, el ruido se calmó y escuchó dos toques en su puerta, se quita los audífonos para levantarse de su cama y caminar hasta ahí—. ¿Quién es? —Pregunta con miedo de que sea su padre.
—Seokjin, tu hermano favorito.
Ahogó un grito en cuánto abrió la puerta y se encontró con un rostro lleno de heridas, un ojo morada y su brazo inundado de cortadas.
—Tranquilo —Seokjin entra en su habitación y cierra la puerta detrás de si—. Mamá estaba durmiendo y los niños estaban en su habitación, no escucharon o eso quiero creer —Seokjin se sienta en su cama.
—Mierda, es mi culpa, todo es mi culpa, lamento que se haya desquitado contigo-
—No te disculpes, él está tan loco que tuve que cedarlo para que dejara de golpearme —Seokjin ríe amargamente.
Jungkook gira a verlo consternado y se sienta a su lado luego de buscar el botiquin de emergencias
—¿Cómo hiciste eso?
—Digamos que Namjoon, mi viejo amigo me dio un cedante por "cualquier cosa" y esta es la ocasión.
—¿Cómo se dejó?
—No lo hizo, se lo clavé directo al cuello, debiste ver su cara —Seokjin ríe a pesar de todo.
Jungkook le ve con pena, su hermano mayor era muy fuerte.
—¿Y tú de donde conseguiste eso? —Apuntó hacia el botiquín.
—Para la "ocasión"
Lo abre y comienza a curar las heridas de su hermano, él se queja un par de veces hasta que finalmente queda lleno de curitas por el cuerpo.
—Seokjin, ¿te irás?
—¿A dónde?
—Quiero decir, ¿te irás cuando termines la preparatoria? —Jungkook le mira con los ojos cristalizados.
—¿Por qué me preguntas eso?
—N-no quiero que... no quiero que me abandones —dijo en casi un susurro.
—Jungkook... eres muy fuerte, lo sabes, ¿Verdad? Tengo que continuar mis estudios fuera de la ciudad... te vendré a ver a ti y a los niños, no me iré sin antes hacer que mamá se divorcie de ese hombre.
—¿Lo prometes?
Seokjin duda un poco antes de contestarle—. Lo prometo, ahora descansa, luego hablaremos sobre Taehyung, ¿Eh?
—¿Por qué? —Jungkook se sonroja.
—¿Crees que no he visto que traes el uniforme del equipo? —Seokjin sonríe—. La conversación queda pendiente, gracias por curarme — le dedica una sonrisa y sale de su habitación.
Cuando se queda solo, regresa hacia su cama y se asoma por la ventana para ver la casa de enfrente con tristeza.
—Taehyung... —susurra.
Estaba demasiado inestable mentalmente como para creer que el inalcanzable chico que tenía por vecino se interesaría por alguien como él.
No estaba viendo las cosas con claridad.
Taehyung solo era amable y ya.
No significaba nada las cosas que hacía por él.
Estaba fuera de su alcance, estaba, por mucho, lejos para Jeon Jungkook.
No eran iguales y jamás lo serían.
Es por eso que se baja de su cama para abrir su cajón y sacar pastillas qué tenía guardadas. Sabía que hace un tiempo ya habían vencido, pero, eso era lo que importaba si ya no quería despertar.
Nadie iba a salvarlo, aunque los chicos que le acosaban en el colegio el ciclo pasado ya no estaban, su padre siempre estaría ahí, atormentadolo cada día de su vida.
Jungkook ya no quería una vida como esa.
Sus manos comienzan a temblar por lo que estaba a punto de hacer, saca una cantidad desconsiderable de pastillas en su mano izquierda y las mira por un par de segundos.
«Hazlo, Jungkook»
«Trágate las putas pastillas»
Las voces de su cabeza le decían que lo hiciera, que se tragara todas las pastillas porque sería la única manera de terminar con ese interminable sufrimiento.
Iba a hacerlo.
Acerca las pastillas a su boca, hasta que su teléfono suena desde arriba del cajón al lado de su cama. Cierra en un puño las pastillas y toma su teléfono para ver de quien se trataba.
Kim Taehyung.
No habían hablado por teléfono desde que se dieron sus respectivos números, pero, justo ahora, en ese momento, a esa hora se le ocurría llamarle. Así que coloca las pastillas sobre la cama para poder responder.
—¡Hola! Jungkook, solo llamaba para saber como estabas —La grave voz de Taehyung se escuchó desde el otro lado de la línea.
Jungkook siente ganas de llorar nuevamente, era demasiado para él.
—¿Jungkook? ¿Estás?
—C-claro, aquí estoy, solo se me hizo un poco raro que me llamaras...
—¿Estás ocupado? Podemos hablar otro día-
—No, no es eso, me alegra que llamaras —Jungkook se apura a aclarar—. Podemos hablar un rato ahora —se acurruca en su cama viendo fijamente las pastillas a su lado.
Estaba a punto de hacer una estupidez porque estaba perdiendo la jodida cabeza, hasta que Taehyung le llamó y se dio cuenta de la gravedad que iba a hacer.
—¿Sabes? Sentí la necesidad de hacerlo, me gusta hablar contigo, eres muy agradable —Taehyung confiesa.
Jungkook agradece de que no lo está viendo directamente, porque sus mejillas estaban demasiado rojas.
—También me gusta hablar contigo, chico nerd.
—Hey, te dije que no lo soy —Taehyung se queja mientras ríe.
—Aún queda en pie lo de las tutorías, ¿cierto? —Jungkook pregunta con nervios.
—¡Claro que si! Cuando quieras.
Jungkook mira el techo pensativo, las lágrimas no iban a ser retenidas por mucho tiempo—. Hyung...
—¿Pasa algo?
Jungkook sorbió por la nariz y se tapa la boca con la otra mano, comenzó a llorar como nunca antes lo había hecho.
—¿Estás... llorando? —Taehyung pregunta preocupado.
—N-no, bueno si, es que... —No podía decirle.
—Iré a tu casa enseguida —Taehyung anuncia sin preguntarle antes si podía hacerlo.
—¿Qué? No, no es necesario, de verdad, estoy bien, solo soy una persona con mucha nostalgia-
Taehyung le colgó el teléfono en medio de sus aclaraciones.
—¿Qué? Maldita sea...
Jungkook regresa las pastillas la caja con torpeza para ponerlo en su cajón.
Vería su marca en el cuello.
Se apresuró a colocarse un suéter, el invierno llegaría pronto y había frío, así que era una excusa perfecta, aunque... no había tenido tiempo para quitarse el uniforme qué Taehyung le dio y su padre estaba desmayado en el sofá de la sala.
¿De verdad iría?
Lo confirmó en cuánto vio que las luces de la entrada de la casa de Taehyung se encendieron y poco después, la puerta se abrió.
Se dirigía directo a su casa.
¿Por qué seguía haciendo eso? ¿Por qué era tan bueno con él?
Taehyung llega al otro lado de la calle, Jungkook abre la ventana de su habitación para que éste le notara y no tocara la puerta para que no vea el desastre qué había.
—Jungkook, no sabía que tu habitación estaba aquí.
—Sí, uhm... mis padres están en la cocina, será mejor que entres por aquí.
—¿Por la ventana?
—Sí, si no te incomoda, claro —Jungkook se aparta para que el chico pudiera entrar.
—De acuerdo —Taehyung sonríe y toma impulso para subir y caer sobre la cama de Jungkook—. ¿Seré tu secreto entonces?
—No digas esas cosas... —Jungkook le cuestiona mientras ríe con nervios.
—Bien, ¿Por qué estabas llorando? ¿Ocurrió algo?
—No es nada, solo te dije que soy un ser lleno de nostalgia —Jungkook ríe ligeramente.
—¿Y ese abrigo? —Taehyung pregunta con severa curiosidad.
—Tengo frío —Jungkook observa el cabello húmedo de Taehyung, tiene una camisa blanca y pantalones oscuros, todo en él era perfecto.
No se tenía ni idea de lo que vivía a diario.
Ojalá nunca se entere.
—Hyung... —Su voz se quebró, tragó saliva para intentar contener las lágrimas.
Pero no pudo, en vez de eso, se lanzó hacia los brazos del chico y le abrazó con todas sus fuerzas, todo lo que necesitaba en esos momentos era a Kim Taehyung.
Taehyung le devolvió el abrazo demasiado confundido, escucha con atención los leves jadeo llenos de tristeza del menor.
Su corazón se estremeció, estaba roto en sus brazos y no sabía muy bien que hacer, más que abrazarle con la misma intensidad.
Quería saber que era lo que le pasaba.
Quería saber todo de él.
—Hey... tranquilo, todo estará bien —Taehyung acaricia los mechones del cabello oscuro del menor.
—No me dejes... porfavor —Jungkook le suplicó.
—No lo haré, estoy aquí, siempre estaré aquí —Taehyung le promete.
—No quieres hablar de ello, ¿Verdad? —Agregó refiriéndose al porqué estaba llorando
Jungkook se limita a negar con la cabeza.
—Está bien... —Taehyung susurra.
No iba a presionarlo, estaba seguro de que el chico se lo diría cuando estuviera listo, por mientras, lo único que podía hacer por él era devolverle el abrazo.
Había pasado tan poco tiempo y ya podía decir que adoraba al muchacho que tenía en sus brazos.
Deseaba poder protegerlo de lo que sea y de quién sea.
Sería su propósito a partir de ese momento.
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Diosss, sufro junto con Jungkook 😔
Taehyung es como su ángel. 💘
Si estás disfrutando de la lectura espero que me puedas apoyar dejando tu voto, muchísimas gracias por leer. 💕
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