⊹ ࣪ ˖ ꒰ঌ ♡ ໒꒱ ⊹ ࣪ ˖

Jungkook camina con inseguridad por los pasillos de la escuela, había tenido que salir de su casa con rapidez para que cierto vecino no le viera.

Lo quería evitar y es lo que haría, porque verlo besarse con ese chico frente a él... no fue su imagen favorita.

Su único consuelo era que al menos ahora sabía que le gustaban los chicos pero, ¿a qué costo?

—Jungkook —Yoongi le saluda una vez que están lo suficientemente cerca. —Ayer Hoseok y yo nos fuimos, perdón por no esperarte

—Oh... no te preocupes.

-—¿Qué te dijo Kim? Según Jimin era muy importante —enfatizó tratando de que su amigo le dijera.

Pero en cambio de las mejillas sonrojadas y una sonrisita qué se esperaba encontrar en el rostro de su amigo, mostró una expresión monótona, como si no importara.

—No fue nada importante, estuvimos hablando un rato, me agradeció de que haya ido y ya, es todo —Jungkook suspira por lo bajo.

—¿Pasó algo?

—No, no hablamos de nada en específico —Jungkook se apresura a explicarle.

—Jungkook... estás mintiendo, te conozco muy bien y sé cuándo ocultas algo.

Y vaya que lo sabía.

No era como si Jungkook les hablara explicitamente de ciertos moretones que tenía en su cuerpo con un torpe intento en ocultarlo, pero, Yoongi lo sabía todo al igual que Hoseok.

—¡No miento! No sucedió nada, hyung —Jungkook sujeta las correas de su mochila con nervios.

—¡Min! Hola —Jimin se acerca para saludarle.

Mierda.

Taehyung estaba al lado del chico rubio, Jungkook intentaba no mirarle pero, era imposible.

—Pequeño Jeon, hola —Jimin se dirige a Jungkook y éste saluda con una mano lentamente.

—Jungkook, ¿podemos hablar? —Taehyung soltó repentinamente y tanto Jimin como Yoongi miraron al par de chicos expectantes.

—¿Ahora?

—Es... importante —Taehyung forzó una sonrisa.

—Supongo que si... nos vemos en el aula, Yoongi —Pero Jungkook jamás se imaginó que Taehyung le tomará de la muñeca y le arrastrara lejos de ahí.

Ninguno dijo alguna palabra durante el camino, llegaron hasta el techo de la escuela y Taehyung se sentó junto con Jungkook en una de las bancas que habían.

—Lo siento —Taehyung se disculpa.

—¿Por qué? —Jungkook frunce el ceño.

—Ayer... Beomgyu me besó... enfrente de ti, fue muy grosero, lo lamento —Taehyung baja la mirada sintiéndose apenado.

—Oh, tranquilo, solamente no sabía que era tu novio y por eso me fui sin avisar.

—¡¿Qué?! ¡No es mi novio! Jamás lo sería, solo es... una persona del pasado, es todo —Taehyung le explica.

—Entiendo, hyung, no era necesario explicarmelo-

—¿Me dijiste hyung? —Taehyung abre la boca sorprendido.

—Ehmm... creí que era una mejor manera de dirigirme a ti ya que... eres mayor, pero si quieres puedo decirte por tu nombre —Jungkook se relamió los labios, maldiciendo mentalmente a sus mejillas rojas.

—¡No! E-es decir, está bien que me digas así, me alegra que ahora seamos más cercanos —Taehyung sonríe con sinceridad.

Y Jungkook se pierde rotundamente en esa preciosa sonrisa cuadrada.

Eran mediados de otoño y aún así, se sentía tan cálido cada que Taehyung estaba a su lado.

—Y por lo de ayer... no tienes porqué disculparte, de verdad, solo me sorprendió, creí que te gustaban las chicas —Jungkook confesó.

—No es que no me gusten, pero creo que siento más atracción hacia los chicos.

¿En que momento habían pasado de las disculpas a una conversación tan intima sin sentir incomodidad?

—Vaya... eso es genial.

«¿Genial? ¿En que estabas pensando al decirle eso, Jungkook?»

—Me caes muy bien, Jungkook, ¿que te parece si intercambiamos números? Si vamos a ser amigos y vecinos debemos estar comunicados—Taehyung propuso.

—Me gusta esa idea —Jungkook esboza una pequeña sonrisa y comienzan a intercambiar números.

Era raro, ya no se sentía tan nervioso junto a Taehyung, fue como si ahora estuvieran charlando como un par de amigos.

—Mierda, las clases van a comenzar —Taehyung anunció una vez que la campana comienza a sonar.

—Nos vemos, Taehyung —Jungkook intenta despedirse y se da la vuelta para dirigirse hacia las escaleras.

Taehyung observa la espalda del menor alejarse sin esperarle, cierto, ¿Por qué lo haría? Estaban en pisos y clases diferentes.

—¡Jeon! —Definitivamente Taehyung no sabe porque gritó su apellido de esa forma—. Déjame acompañarte —Y mucho menos ofrecerse a llevarle hacia su salón

—Ehmm... supongo que está bien —Jungkook acepta y ambos comienzan a bajar las escaleras.

—Oye, si alguna vez Beomgyu, el chico con el que me viste ayer, se le ocurre hablarte o decirte algo, dímelo —Taehyung pidió tomándole del hombro.

—Claro... pero, ¿Por qué haría eso?

—Él es muy... posesivo, creyó que tu y tu estamos saliendo, así que no quiero que vaya a molestarte.

Jungkook tensó su mandíbula, no quería problemas, no deseaba volver a dónde tanto trabajo le costó salir.

—¿Me dirás si él te molesta? —Taehyung continúo hablando.

—S-si, te lo diré.

—Por cierto... el primer día de clases, cuando estábamos con el director, escuche que tu madre diga algo sobre que te molestaban, ¿es eso verdad? —Taehyung se atreve a preguntar.

—¿Qué? No, no, ella solo exagera demasiado —Jungkook agradeció al cielo que su salón ya les quedaba a tan solo unos metros del pasillo.

—¿Estás seguro? —Taehyung dice con preocupación—. Sabes que puedo encargarme.

—Hyung... entraré a mi aula —Jungkook se detuvo en la puerta y se despide de Taehyung.

El mayor se queda por unos segundos más, observando desde la ventana al chico hablar con Hoseok y Yoongi.

«¿Por qué no me dejas ayudarte?» Taehyung piensa con amargura.

No tenía la certeza aún pero, iba a averiguarlo a toda costa, tenía que saber toda la verdad sobre Jungkook.

Todo sobre él, en general.

🪻🪻🪻

—¡Kim Taehyung! —Kim Ji-ah, la madre de Taehyung vociferó desde la puerta de su dormitorio.

Taehyung se quita los audífonos y salta de su cama para abrir la puerta, si se tardaba más tiempo, ella entraría para regañarle aun más.

Su relación con su madre siempre fue buena aunque ella estuviera fuera de la ciudad la mayor parte del tiempo.

Vivían literalmente al otro lado de la ciudad de Busan, hasta que transfirieron a su padre del trabajo, no quedaba tan cerca pero fue un excusa perfecta para su madre de que debían comprar otra casa.

Taehyung nunca fue muy exigente, pues lo tenía todo.

Con una madre azafata y un padre abogado, tenían el dinero suficiente para que su hijo tuviera todos sus caprichos.

—¿Qué pasa? —Taehyung le sonríe a su madre.

—¡¿Por qué no me dijiste que golpeaste a un pobre niño indefenso en la cabeza?! —Ji-ah se cruza de brazos.

«¿Pero como carajos lo sabe?»

—Hay, madre, sabes que te amo, ¿Verdad?

—No tengo tiempo para tus chantajes, Taehyung, dime porque no me lo habías contado.

—Tú estás fuera todo el tiempo, ¡Además ya me disculpe con él! Y hasta somos amigos.

—¿Estás seguro? —Ji-ah ladea la cabeza intentando detectar mentiras en las palabras de su hijo.

—¡Sí! Por cierto, ¿como lo supiste?

—Fui a saludar a los de enfrente y me recibió el hermano mayor del chico que golpeaste y me contó todo, ¡Me dijo que casi le rompes la cabeza!

«Maldito seas, Seokjin»

—Eso no es verdad...

—Cómo no pude hablar bien con los demás miembros de su familia, ahora los invité a cenar esta noche.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Porque lo digo yo, así sus padres podrán ver que eres un buen muchacho —Ji-ah sonríe victoriosa.

—¡Ya me llevo bien con él! No hay necesidad de tener la aprobación de su familia —Taehyung bufó.

«Ni que nos fuéramos a casar»

Aún.

—No me importa, te comportarás decentemente con ellos, ahora ve a poner la mesa, la comida ya esta lista.

—¿Te dijeron que si van a venir?

—Le pregunté a ese muchacho y me dijo que si llegarían, así que apresúrate.

Los sábados eran días que Taehyung odiaba.

Amado por muchos, odiado por Taehyung.

Y claro, no era porque su madre llegara a casa, la amaba, pero... cuando ella estaba siempre tenía que lavar los trastes, poner la mesa, ir a comprar y las típicas tareas.

No era como si no lo hiciera el resto de la semana, pero si alguien más le dice que lo haga, le daba mucha pereza.

No rechistó ni se opuso, baja las escaleras y se dirige hacia la cocina para sacar los mejores platos para la familia de Jungkook.

La verdad era que si que le gustaría tener a Jungkook en su casa. Si tan solo se había puesto feliz al saber que era su vecino, ¿como sería ahora que estaría en su casa?

La sola idea de tenerlo tan cerca y poder observarlo, hizo que poner los platos y vasos en la gran mesa no fuera tan malo como parecía. Pero claro, ¿cuantos platos debía poner? No sabía cuantos hermanos tenía Jungkook aparte de Seokjin.

Hay mierda.

También vendría el molesto hermano mayor/el mezquino capitán del equipo.

Después de ayudar a su madre con la comida y enterarse de que Jungkook tiene dos hermanos pequeños (anotaría eso) finalmente la hora de que los Jeon llegarán se acercaba.

Se había tomado una ducha con rapidez porque tenía que verse presentable y bajó las escaleras.

Su corazón da un vuelco al asomarse en la ventana y encontrarse con los Jeon saliendo de su casa.

Jungkook se veía tan lindo como siempre, su madre era muy parecida a él, sus dos hermanos hablaban entre sí y Seokjin estaba plantado en el teléfono.

«Todo saldrá bien, Taehyung» Piensa para sus adentros.

—¿Ya vienen? —Su madre sale de la cocina con un bonito y refinado vestido.

Taehyung se aleja de la ventana por la vergüenza de ser pillado espiando a sus vecinos. —Sí, ya vienen —intenta disimular el torbellino de emociones que surgió en su interior.

—¡Hola! Adelante —Ji-ah saludó a la madre de Jungkook, a sus hermanos y a él.

Taehyung estaba parado a un lado de ella como si de un niño pequeño se tratase, únicamente le sonríe a Jungkook cuando éste pasa a su lado.

Era mucho para su corazón.

—Tomen asiento —Ji-ah ensanchó su sonrisa.

—Muchas gracias por invitarnos, pero de verdad, no era necesario —La madre de Jungkook sonríe.

Era igual que Jungkook.

—Claro que era necesario, seremos vecinos y espero que el incidente de la pelota sea olvidado —Ji-ah extiende los platos de comida, hasta que escucha ruidos no muy lejos de ahí—. Taehyung, ¡¿no amarraste a tus perros?! —Ji-ah exclama

Jungkook, quién aun no se había sentando, cae directamente al suelo cuando es arrastrado por un gran Golden retriever mientras le llenaba el rostro de saliva.

Jungkook no se quejó, comenzó a reír por las cosquillas, sus hermanos, Sung-yeon y Soyeon se bajaron de sus asientos para ir a acariciar al segundo Golden retriever.

—¡Dae, Abajo! —Taehyung le ordenó al perro qué estaba encima de Jungkook y el chico se levantó sin dejar de sonreír.

—Hay, cariño, lo lamento mucho —La señora Kim le extendió una mano para que se levantara y Jungkook la tomó.

—No se preocupe, aunque me tomó por sorpresa.

Luego de un par de disculpas más y que los hermanos de Jungkook fueran a lavarse las manos, Taehyung volvió sin sus grandes perros.

—¡Taehyung! Ve a prestarle una camisa a este muchacho, se la arruinaron —Ji-ah le ordena.

—No es para tanto, estoy bien así —Jungkook músito con timidez.

Seokjin y Jung-young, la madre de Jungkook, eran expectantes de todo lo que había pasado hace un momento sin decir alguna palabra.

—Claro que lo es, tu ropa esta arrugada y huele a perro, Taehyung, lleva al muchacho para que se cambie esa ropa.

—De acuerdo, Jungkook, ven aquí —Taehyung apuntó con la cabeza para que le siguiera y fue lo que hizo.

—Realmente lo siento, se me había olvidado por completo que mis perros estaban sueltos —Taehyung es ahora quién se disculpa, subiendo las escaleras.

—Son lindos, nunca he tenido una mascota —Jungkook subió a pasos cortos siguiendo a Taehyung.

—¿En serio?

—Sí... a mi padre no le gustan —Jungkook se arrepiente enseguida luego de mencionar a ese monstruo que tiene por figura paterna.

—Oh, ¿Por qué él no vino? —Taehyung pregunta con curiosidad y abre la puerta de su habitación.

—Está en el trabajo —Es lo único que Jungkook logra decir, no podía hablar más sobre él, no quería.

Y mucho menos en ese momento, estaba pisando la habitación de Taehyung.

Era bonita, tenía paredes azul cielo y una cama desordenada, habían camisas por doquier.

—Una disculpa por el desastre —Taehyung se apresuró a recoger las prendas de ropa del suelo y luego se dirigió hacia su armario. —¿Te vas a quedar ahí? ¿Por qué no entras.

Jungkook se sonroja por lo señalado, se había quedado completamente tieso en el marco de la puerta, así que da un par de pasos sintiéndose cohibido ante esa gran habitación.

Era tres veces más grande que la suya.

—Creo que esta camisa puede quedarte —Taehyung le extendió una camisa blanca.

—¿Dónde voy a...?

—Ah, si, claro, entra a mi baño, estaré esperándote aquí —Taehyung le señaló la entrada de su baño y Jungkook cerró la puerta.

Observa atentamente cada rincón de ese baño, era increíble lo grande que era, su casa a comparación de la de Taehyung se quedaba tan corta.

—Carajo... —murmura para si mismo al ver que es una camisa con mangas cortas, la que traía en ese momento tenía mangas largas, las cuales ocultaban sus recientes rasguños y moretones causados únicamente por una persona:

Su padre.

¿Qué más podía hacer? ¿Huir? ¿Decirle a Taehyung que quería otra camisa? ¿Hacer como si no tuviera esas marcas?

Optó por la última opción y la mejor, al parecer.

Luego de unos minutos, Jungkook sale del baño cruzado de brazos, de esa forma Taehyung no notaría los moretones.

Pero, ¿y si la señora Kim lo notaba?

—Te quedó perfecto —Taehyung se levanta de la cama y bloquea la pantalla de su celular.

Ciertamente, cuando Jungkook estaba cerca, su celular y cualquier cosa que estuviera haciendo dejaba de importarle

—Sí... hay que bajar —Jungkook avanza con intenciones de salir de su habitación.

—Espera —Más es detenido por una voz detrás de él—. ¿Qué tienes ahí? —Taehyung señala su brazo.

—¿Eh? Nada.

—¿Quién te hizo esto? —Taehyung frunce el ceño y le sostiene para ver mejor el moretón morado qué tenía.
—¿Qué te paso aquí?

Jungkook le miró con miedo.

No tenía algo que decir ante eso.

Quería salir corriendo de ahí.

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Pasamos a cosas serias 😦

Jungkook no es bueno ocultando cosas 😔