⊹ ࣪ ˖ ꒰ঌ ♡ ໒꒱ ⊹ ࣪ ˖

—¡Jungkook-!

La voz de Seokjin hizo que el mencionado se sobresaltara y por instinto, empujó el pecho de Taehyung, haciendo que éste cayera directo al suelo.

—¡Seokjin! Estábamos terminando... tú sabes, ¡Las tareas que le dejaron a Jungkook! —Taehyung explicó enseguida una vez que cayó al suelo.

Jungkook se queda paralizado mirando absorto a su hermano, la vergüenza lo consumía.

—Eh... entiendo —Seokjin cierra la puerta luego de mirar de reojo a ambos.

—Hay no... lo siento mucho —Jungkook se bajó de la cama para ayudar a Taehyung a levantarse.

—No te preocupes —dijo Taehyung mientras se acerca y toma su rostro entre sus manos, dejando un suave beso en su frente—. Será mejor que hables con él —sugirió—. Aunque, si prefieres, puedo hacerlo yo.

—No, no, esto es algo que debo hacer yo -responde con una pequeña sonrisa—. Mejor ve a casa... probablemente querrá matarte si te ve —bromeó, intentando aligerar el ambiente.

—Entonces, ¿salgo por la ventana?

—Puedes salir por la puerta principal ésta vez.

—«¿Solo ésta vez?» Soy como tu secreto, me gusta —Taehyung le guiñó un ojo y salió junto con Jungkook de su habitación.

—Ya, no es hora de bromas y gracias, por traerme la tarea y ayudarme.

—Supongo que también por el beso —Taehyung sonríe con picardia, Jungkook niega con la cabeza y abre la puerta.

—Bien, genio, nos vemos.

—Nos vemos, pequeño Jeon —Taehyung se despide y sale de la casa para cruzar la calle.

Se dio la vuelta solo después de asegurarse de que el mayor había entrado a su casa. Luego, se dirigió a la habitación de su hermano y tocó un par de veces en la puerta, preparándose mentalmente para el sermón que estaba a punto de recibir.

Seokjin abrió la puerta poco después, mirando con severidad a su hermano mientras se cruza de brazos en el marco de la puerta.

—¿Y bien?

—Eh... yo... lo siento, no es lo que te imaginas —Jungkook comienza a jugar con sus dedos debido a los nervios.

—¿No es? Los vi con mis propios ojos.

—Hyung... yo y Taehyung... somos...

¿Qué eran realmente? No estaban en una relación formal, pero llamarse amigos parecía insuficiente. Después de todo, los amigos no se besan como ellos lo hacían.

—¿Son? —alzó una ceja.

—Somos amigos...

—No me jodas, Jungkook, estaba besándote, ¡Y encima de ti! —la paciencia de Seokjin iba a esfumarse.

—L-lo sé, pero... —se quedó sin palabras, ¿Qué debía decir? No lo sabía.

—Mira —el mayor llevó una mano hacia su rostro, totalmente frustrado. —Desde que me dijiste aquella vez que te gustaban los chicos, supe que pronto estarías en ese tipo de relación con Taehyung.

—No soy nadie para impedirte estar con él. Lo amas... y eso está bien —dice con una ligera sonrisa—. Quiero que seas feliz, y si él es tu felicidad, no voy a interponerme ni intentar separarlos.

Durante las vacaciones, Seokjin no podía dejar de pensar en su hermano y en Taehyung. Era evidente que ambos compartían los mismos sentimientos, pero el distanciamiento de Jungkook, causado por su propia intervención, lo llenaba de una profunda culpa.

Los ojos grandes de su hermano se iluminaron por sus palabras.

—¿En serio...?

—Claro, solo no dejes que papá se entere, deben tener más cuidado y ponerle seguro a la puerta —Seokjin se burló—. Ahora ve a hablar a Sung-yeon y Soyeon, compré comida cerca del hospital.

—¿Te está yendo bien en tu trabajo?

—Sí... gano el dinero suficiente, ya te dije que es temporal.

Jungkook esbozó una sonrisa apagada. No le parecía justo que su hermano tuviera que trabajar solo porque su madre estaba en el hospital, mientras su padre ni siquiera se había molestado en aparecer en toda la semana.

Durante esos días, su tía les llevaba el desayuno, pero Seokjin se negó a aceptar el dinero que ella les ofrecía. No quería aprovecharse de su generosidad. Fue entonces cuando Jungkook se dio cuenta de algo: Seokjin era exactamente como él.

Los días pasaron y Jungkook tuvo que convencer a Taehyung a que Yoongi le pasaría la tarea, así que él no debía molestarse en pedírsela.

El día que su madre finalmente le dieron el alta llegó, Seokjin tuvo que tomar un taxi, ya que el carro quedó echo mierda en el accidente.

El lunes llegó. Jungkook se despertó un poco más temprano de lo habitual para alistarse. Tal como lo había imaginado, Seokjin ya había salido a correr, como lo hacía todas las mañanas.

Pero no se imaginó encontrar a su madre sentada en el sillón mientras observaba la televisión.

—¿Mamá...? ¿Qué haces despierta a esta hora?

—Hijo, ven aquí —Jung-young le indicó.

—¿Pasa algo? —Jungkook se sentó con algo de miedo a su lado.

Ella volteó a verlo, Jungkook puede notar el rostro demacrado qué tenía, esas ojeras decían que no había podido dormir bien, la sonrisa de cansancio lo alertó.

—Seokjin me contó lo que pasó con tu padre el día que le dieron de alta.

«No quiero hablar de él...»

—Sí... no ha vuelto desde entonces —Jungkook se rasca el cuello incómodo por la conversación.

—Él me mandó un mensaje diciendo que tú y Sung-yeon fueron grosero con él.

Jungkook abre los ojos debido a la sorpresa, ¿eso era más importante para ella?

—Mamá... él comenzó a pelear por cosas sin sentido, tenía que defenderme, ni Sung-yeon ni Soyeon merecen presenciar eso —se mordió los labios bajando la mirada.

—No era razón para que le hablaras así a tu padre, cariño, a él... le cuesta expresar un poco sus sentimientos porque de niño nunca tuvo a alguien quien le amara, así que... te pido que no vuelvas a hablarle de esa manera, con Seokjin ya es imposible, pero tú aun puedes ser un buen hijo con él.

Jungkook no puede evitar soltar una risa llena de sarcasmo—. ¿Es en serio, mamá? No puedo creer que incluso lloré porque pensé que estabas grave —se jactó.

—Jungkook, sé un buen hijo, comprende a tu padre-

—No —dijo en seco—. Ese hombre... ¡Nos hace mucho daño! Golpea a Seokjin hasta el cansancio, mis hermanos lloran en su habitación mientras escuchan todo el alboroto. ¡A mi me golpea porque no me gustan las chicas! —alzó la voz levantándose de su lugar, totalmente superado.

Jung-young abre la boca como si estuviera ofendida.

—Pero...

—No, mamá, no puedo creer que aún lo defiendas, ¿no recuerdas como te golpea cuando llega apestando a whisky? Claro, tienes tanto miedo de estar sola que aguantas toda esa mierda, pero nosotros... no tenemos la culpa de que tengas ese complejo de abandono —los ojos del menor comenzaron a llenarse de lágrimas.

—No me hables así... recuerda que yo hice que expulsaran a esos chicos que te golpeaban —Jung-young apretó la mandíbula.

—Te equivocas, mamá, Seokjin era el que siempre me defendía de ellos, tú solo llegaste al final —señaló cansado—. Perdón, siempre creí que serías diferente a él, que ibas a abrir los ojos, pero no, la peor persona aquí, eres tú.

—Jeon Jungkook —espetó levantándose de su lugar—. No voy a tolerar esa actitud, yo pongo comida en esta casa y si quiero, puedo dejar que te mueras de hambre —frunció el ceño.

A Jungkook se le formó un nudo en la garganta, quería seguir hablando, pero la puerta abriéndose, dejando paso a su hermano mayor interrumpió a ambos.

—¿Mamá? ¿Qué haces despierta? —Seokjin miró la escena con curiosidad—. Jungkook, ¿ya te arreglaste? Me cambiaré para que podamos ir al colegio.

—Sí... en eso estaba —Jungkook observó de reojo a su madre, quien había apartado la mirada, no era capaz de gritarle enfrente de su hermano mayor y eso solo demostraba lo mierda que era.

Así que Seokjin le da la oportunidad de dejar la sala y encerrarse en su habitación nuevamente.

Que vida tan asquerosa.

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—¿Pasó algo con mamá? —Seokjin le cuestionó una vez que bajan del autobús.

—No... solamente charlábamos.

—Jungkook, no soy tonto, estabas por llorar, eres tan transparente.

Jeon negó con la cabeza y se despidió de su hermano en la entrada. Ahora estaba seguro de que aquel día en el baño no había llorado por miedo a que su madre sufriera en el accidente, sino porque entendió que, si algo le ocurría a ella, su padre no les permitiría ser libres. O morirían de hambre. Cualquiera de las dos opciones era un destino terrible.

—¡Jungkook! —sus pensamientos desparecieron cuando la voz chillona de Hoseok resonó desde la distancia y corrió para abrazarlo. —¡Te extrañamos mucho!

—Sí, Hoseok es insoportable si no estás aquí —Yoongi llegó a su lado.

Al menos no estaba solo, tenía a dos grandes amigos, un hermano que se preocupaba por él y a Taehyung.

El trío de chicos caminaron hasta llegar a su salón, sin embargo, Hoseok les avisó que iría a hacer algo importante y pronto regresaría.

Caminó a pasos cortos hasta llegar al techo de la escuela.

—Más te vale que todo esto valga la pena —Hoseok apretó la mandíbula al ver a ese par de chicos.

—Claro que si, toma esto —el chico más alto le lanzó una mochila, Hoseok la abrió para inspeccionarla, sintiéndose culpable.

—Bien... esto servirá.

—No, no —el segundo chico se acerca hacia a el para arrebatarle la mochila antes de que sacara el contenido—. Ahora dame la información que te pedí.

Hoseok le miró de mala gana y les contó sobre lo acordado.

—Entonces, ¿cuando será la fiesta? —Hoseok mantenía un rostro serio, nada comparado a cuando estaba con sus amigos o personas de confianza.

—El maldito de Jackson... —el más alto masculló—. Creo que en un par de semanas, será nuestra noche, ¿Eh? —le golpeó el hombro levemente a Hoseok.

—Sí, como sea, espero que esto —señaló la mochila—. Tenga un buen efecto en mi.

—Todo tuyo, Jung Hoseok —el segundo inquirió—. No olvides el acuerdo.

—No lo haré —Hoseok les miró con ojos apagados y bajó las escaleras.

Sentirse culpable se quedaba muy corto a todo lo que sentía verdaderamente en su interior, pero, estaba desesperado, si esas drogas no lo mataban, entonces lo haría él mismo por la culpabilidad dentro de su ser.

Porque ese chico no merecía sufrir más, pero, ¿quién era él para defenderlo? Exacto, después de esa fiesta, no sería nadie.

Y es que habían veces que ni siquiera se podía confiar en alguien que se supone que es confiable.

Hoseok llega a su casillero, coloca esa mochila dentro y la cierra para después volver a subir las escaleras.

No quería hacerlo, pero ya no había vuelta atrás.

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Presten mucha atención a lo de Hoseok, servirá para más adelante 👀