Único
"Fan: Del acortamiento del inglés Fanatic, admirador o seguidor entusiasta de alguien o algo.
Obsesión: Preocupación o atención compulsiva, irracional o recurrente hacia una sola cosa.
Ambas palabras convergen de tal manera que acaban vertiéndose en un abismo de enfermedad y veneno...pudriendo todo a su alrededor bajo la sombra infecciosa del amor."
Mis días eran agotadores y cansinos, no tenía ningún estímulo que me motivara verdaderamente, simplemente seguía a la monotonía de mis días. El café donde trabajo y mi apartamento eran los únicos lugares a los que iba, como un ciclo sin fin, careciendo de simples emociones y resignándome a recostarme sobre mi cama, mirando el techo en un constante vacío. Todo hasta que un día, conocí a un ruiseñor...Todavía lo recuerdo como si fuese hoy; me tocaba servirle a una mesa donde una joven escribía en una libreta, poseía unos audífonos inalámbricos alrededor de su cuello y miraba con frustración a varios papeles hechos pelota a su lado. Uno de ellos cayó y rodó hacia mí cuando me acercaba.
-Lo siento...-fue lo primero que me dijiste apenada.
Yo sonreí recogiéndolo y cuando llegué a ti te lo di junto con tu orden, allí fue cuando te conocí y entablamos una breve charla. Eras una chica de 18 años emprendedora, tratando de sobresalir en el mundo de la música, pero no te iba tan bien, te sentías mal al ver poco apoyo en tu trabajo. Entonces, te puso de buen humor mi interés por escuchar alguna de tus canciones, solamente estaba siendo "amable" y no me importaba mucho lo que hacías. Nerviosa buscaste en tu móvil y me lo acercaste para que pudiera escuchar. En ese momento hubo un punto de inflexión en mi interior, un sentimiento de calidez me inundo, por primera vez desde hace mucho tiempo pude sentir algo y no tenía que fingir; tu voz era suave y melódica al ritmo de la guitarra acústica, como miel escurriéndose en mi cabeza. No tarde mucho en alagarte y decir lo impresionante que eras, a lo que sonrojada me agradeciste. En seguida me compartiste tu gran ambición: Ser una famosa cantante y llevar tu música a todos. Te di soporte con mis palabras, dije lo que nunca pensé que le diría a alguien, y te dejé para que continuaras escribiendo, yo volví a mi trabajo y por alguna extraña razón, continué pensando en ti por el resto del día.
Luego de ese día me suscribí en tu canal y continúe escuchando tus canciones, lo que más me gustaba era verte salir en los videos, eras tan hermosa y sonriente, a pesar de que solo te viera a través de una pantalla la mayoría del tiempo, me sentía tan cerca de ti. Mientras más te veía más me gustabas, no pasaba un día en el que no te escuchara, era como si la tortuosa soledad que me reinaba se disipara ante tu voz, mi dulce avecilla. Me prometí algo que se volvería mi doctrina de vida, yo seré fan...tu más grande fan, el número uno.
Por ello traté siempre de dejarme notar, aunque fuera por la anonimidad de un usuario más en las redes. Me mantenía al tanto de información sobre ti: tu nombre, edad, fecha de nacimiento, donde vivías, etc. Dejaba un comentario en cada tonada y me encantaba ver que me respondieras, tanto era así que les tiraba captura de pantalla y las guardaba en mi móvil, para recordar las palabras dirigidas a mí. Comencé también a guardar fotos tuyas, las colocaba de fondo de pantalla y parecía que tus ojos me observaban, tu mirada desprendiendo amabilidad, amaba tanto eso que no pude evitar querer más.
Ese fue el comienzo, sabía que estaba cada vez más obsesionado, pero no me importo, empecé a llenar mis paredes de fotografías tuyas, cada vez que publicabas una nueva, la guardaba e iba a sacarle para pegarla. Tu rostro adornando mi papel tapiz era tan sublime, un artístico collage que crecía a medida que tu carrera despegaba al éxito. Solía quedarme junto a ella, recorriéndola con mi mano y susurrando en medio de mi vacío "Te amo". También, por un lado, se hallaban impresos varios artículos sobre ti: "T/N, la estrella" , "Joven cántate de YouTube asciende" . Me sentía tan orgulloso de mi pequeño ruiseñor. Aunque quisiera decírtelo entre otras cosas más en persona, no podía a pesar de que seguías volviendo al café. En ese lugar solamente era un simple trabajador con el cual te relacionabas con familiaridad y charlabas, un monstruo para nada interesante, pero en mi interior era alguien distinto, un ser impulsivo en el cual yacía una oscura necesidad por ti, alguien que fue apoderado por un sentimiento hambriento que nadie comprendería.
Un sentimiento grotesco e insano que no deberías conocer.
Empecé a seguirte sin descanso para conocer otras cosas sobre ti, se más de ti que cualquier otro humano y monstruo seguidor tuyo. Todas tus rutinas, a qué hora sueles salir de tu casa, el transporte que tomas, ¿sabías que siempre te tocas el pelo con tu mano derecha antes de subirte a un taxi? He... Todos esos detalles los recordaba, aunque quería saber cosas del tipo personal. Por tales razones, en las ocasiones en las que no te encontrabas por la noche en tu hogar me atrevía a adentrarme dentro de ella. Eran una de las actividades que mayores placeres me brindaba, mi lugar favorito era tu habitación, solías tener tus cosas algo ordenadas y la cama hecha. Todo el lugar olía muy bien y tenías algunas fotos enmarcadas con tus familiares, me daba envidia como ellos te abrazaban y sonreían a tu lado, ojalá estuviera de esa manera contigo. Una vez tome una de tus almohadas y me la acerque al rostro, tu olor estaba impregnado en ella y aspire fuertemente.
"Así que este es su olor" pensé feliz al saber cómo olías y seguí olfateando, mi pecho ardía por el frenesí de tu aroma, era tan adictivo y delicioso. En ese momento, desee tenerte aquí, entre mis brazos, toda para mí, cariño. Te abrazaria tan fuerte que nunca te separarias de mí , solo espero no romper alguna costilla en el intento.
Daria lo que fuera por tocar tu piel, dime, me dejarías... verdad?
Cuando iniciaste con tus conciertos, era el primero en asistir, imposible que me perdiera verte en vivo. Te observaba por debajo de mi capucha, evitando que miraras mi rostro, pero en esos momentos, cuando te hallabas en el escenario, la euforia se apoderaba de mí. Aunque cuidara que no me reconocieras, deseaba tanto que lo hicieras, que supieras de mí y de cuanto te amo. Te amo tanto que continúaba fotografiándote con mi móvil en cualquier lugar, necesitaba más imágenes tuyas para mi habitación. Lastimosamente no salían tan bien como me gustarían, así que ahorre por un poco tiempo y compre una excelente cámara digital, mi fiel amiga y compañera, porque sabes que, cariño, yo soy tu mayor fan y te seguiré hasta que me ames.
Gracias a ella he podido tomar grandes fotos tuyas en diferentes situaciones y momentos hasta la actualidad. Siempre salgo de cacería por las mañanas, camino entre la multitud a unos 6 metros de ti, con mi cámara activa, lista para capturar te. En una ocasión llegamos a un parque donde te sientas en un banco. Me ubico en un lugar dónde puedas verme, pero yo si a ti. Disimulo primeramente con los alrededores, fingiendo tomar simples fotos al lugar, luego te enfoco y presiono el disparador. Escucho el delicioso "click" , sonrío sabiendo que lo he vuelto a lograr.
Mi avecilla, eres tan perfecta, sin importar cuantas tome, sales bien en todas.
Entonces, mi lente se vislumbró con una mancha, un sujeto se sentó a tu lado y ambos se saludaron como si se conociesen de toda una vida.
Eso me molestó.
... Maldición, tenía que deshacerme de otra plaga.
Era el 3ro y se fue igual que los otros, yo me ocupé de ello. Ese día me encargué de investigar sobre ese sujeto, por suerte no fui el único a quien le disgustaba y ya los comentarios con fotos de ambos no se hicieron esperar. Pude conseguir número de teléfono y dirección ya que le compartieron, por lo tanto, solo tenía que verificarle. La noche me acompañaba en mi búsqueda, lo bueno es que no se equivocaban en la información y pude corroborar el lugar donde vivía tu novio...bueno, exnovio. Esperando a que se durmiera miré a mi otro gran compañero, quien resplandecía bajo la luz de la luna, estaba muy ansioso por conocerle.
Esa noche hice que ese cerdo chillara por su vida, se arrastró como escoria por el piso mientras se tocaba el estómago por las dos perforaciones que le había hecho hace unos minutos. La sucia sangre de esa basura se desparramaba por el suelo del pasillo y yo a su lado, observándole con una sonrisa. Casi ni podía respirar bien, le logre perforar un pulmón al parecer y se la pasaba tosiendo, todavía pidiendo clemencia. ¿Por qué debería de tener algo como eso por él?
Yo solo elimino las molestias.
¨¿Qué te he hecho? ¨ fueron sus últimas palabras antes de que mi cuchillo se paseara por su garganta. No me había hecho nada, solo cometió el mismo error que los dos anteriores, se había involucrado contigo.
Lo reconozco, la envidia y el egoísmo se apoderan de mí en cuanto te veo con alguien más, es injusto que ellos puedan estar a tu lado y yo no. Yo haría lo que fuera por ti, robaría, moriría por solo tenerte a mi lado y sin lugar a dudas, continuaría matando. Lastimosamente esto último me trajo bastantes problemas, la policía empezó a investigar y a darse cuenta de mi existencia, muchos avisos lanzaron y la seguridad alrededor de ti creció. Me comenzaron a llamar de diferentes maneras a través de la televisión y el internet: loco acosador, psicópata, maniático, etc. Estaban celosos de mi amor, lo juzgaban sin saber y nos alejaban.
Los regalos que solía enviarte fueron desechados por los guardias de seguridad, muy pocos llegaban a ti y esos también acababan en el mismo lugar.
Además, fotografiarte fue cada vez más difícil, las únicas oportunidades que tenía era cuando ibas a eventos oficiales y no podía capturarte al natural como quería. Tampoco pude seguir entrando a tu casa, por tu seguridad instalaron cámaras en cada lugar de ella y aunque siempre iba cubierto, no podía arriesgarme más, por lo cual reduje mi actividad por un tiempo indefinido. Creo que ese fue el inicio del fin, verdaderamente soy alguien roto por dentro y tú...tú eras lo que me daba vida, después de no poder continuar viéndote como quería, empecé a enloquecer aún más. Odiaba a aquellos que te querían separar de mi por el simple hecho de protegerte, yo nunca te dañaría o lastimaria.
A cualquier lugar a donde fuera solamente veía tu rostro y escuchaba con mayor intensidad tu música. Verte consumir en el café, me ponía ansioso y nervioso, te veías demasiado feliz conmigo fuera del juego y lo odiaba. Escucharte decir cosas terribles sobre mí mientras hablabas conmigo hacia que un sentimiento de furia recorriese dentro de mi ser, mantenía mi sonrisa aunque sintiese un profundo reconcor.
Es difícil creerlo, pero tus palabras rompían mi frágil corazón.
Al menor desliz me abalanzaría sobre ti como un halcón sobre su presa, aún así me controle, siempre trate de controlarme para conservar las apariencias. Finalmente la abstinencia me consumió y tuve que tomar cartas en el asunto. No me detendría hasta que seas mía.
... Eliminar a los guardias, listo.
... Llegar a tu habitación, fácil.
... Secuestrarte, un poco complicado, pero se logró.
-Todo se logra con amor, ¿no crees? -dije sonriendo de lado, observándote mientras estas sentada a una silla, amarrada y amordazada. -Claro, que tonto soy.
Me puse de pie desde donde estaba sentado, a un metro de ti, y me acerco a la cómoda de "nuestra" habitación, agarro uno de mis pequeños y filosos compañeros y me volteo de vuelta. Trataste de forcejear por temor a que te pudiera hacer algo, rayos, es demasiado adorable. Me detengo frente de ti y extiendo la mano con el cuchillo, tratabas de alejar tu rostro de ella.
-Vamos, mi avecilla, no te lastimare...aún-expreso con un tono calmado acariciando con el dorso de mi mano tu cara angelical.
Tiemblas al ver tan cerca el filo de mi herramienta, tu reflejo en ella es hermoso. No me entretengo más y lo coloco en la parte trasera de tu cabeza, por debajo de la cinta y la corto. No sin antes, te susurro suavemente una advertencia.
Si gritas, lo desplazaré por tu fino cuello y no podrás volver a cantar. ¿De acuerdo?
Retiro la cinta y la tiro a un lado, tenías los labios secos así que tomo el vaso con agua que tenía en el piso a tu derecha y te lo acerco.
-No.... quiero-te rehúsas-...Nunca pensé que fueras tú, siempre te vi...como alguien tan amable cuando hablábamos en el café.
-Soy amable cielo- vuelvo a colocar el vaso de agua en el piso-Además, no hubiera tenido que hacer esto sino fuera por ellos.
-¿Ellos?...
-La policía, los medios... trataron de separarte de mí y eso me hirió-aclare fingiendo tristeza.
-Estas mal de la cabeza.
Empecé a reír al escuchar aquello.
-He he...Eso crees?-repentinamente pongo una mano sobre uno de los antebrazos de la silla, te exaltaste por mi acción-Tranquila, tranquila...Lo reconozco-acaricio tu brazo-Estoy loco.
De nuevo acerco el cuchillo a tu rostro, recorriéndolo hasta bajar al mentón.
-Pero me siento bien así, gracias a mi locura te tengo aquí-expresé con arrogancia-Y voy a aprovechar cada minuto.
-¿Qué harás? -tragas en seco.
Bajo el cuchillo hasta tu blusa y le voy lentamente rompiendo el agarre de los botones.
-Primeramente, eliminar el exceso de ropa.
Llegó hasta el último y la abro, llevas un oscuro sujetador cubriendo esos hermosos senos. Tenía que quitarte la blusa, así que me ocupe en desatar te las manos para ello. Sorpresiva mente cuando tuviste esa pequeña libertad intentaste arrebatar me el cuchillo, un grave error. Sin previo aviso, y sin darme cuenta, te tomé por el cuello y te empuje para atrás, haciendo que caigas junto a la silla. Chasqueo mi lengua moviendo mi cabeza en forma de negación.
-No deberías hacer eso avecilla- te dije sin dejar de sonreír mientras apretaba cada vez más mi puño.
Podía sentir tu pulso a través de mi mano en lo que tratabas de safarte de mi agarre. A medida de que se te iba cortando el aire, no podías parar de tratar de hablar para pedirme que me detuviera. Yo, mientras, no te prestaba atención a lo que decías, estaba demasiado distraído observando la fabulosa expresión actual tuya. Casi derramando lágrimas, asustada a más no poder y sintiendo dolor, es tan fantástico. Mi corazón palpitaba frenéticamente. Nunca antes te había visto o fotografiado de esa manera, deseo poder ver más reacciones como esas. En seguida reacciono y te libero, te quedas tosiendo a la par que te palpas la garganta.
No sabía que pudieras ser tan hermosa al borde de la misma muerte.
De esa manera, inició tu preparación, iba a conseguir nuevas piezas para mi gran collage y, sobre todo, te demostraría cuanto te amo. Admito que volviste a resistirte y diste pelea, por lo que no me quedo más remedio que administrarte unas píldoras que solía usar en mí. Una vez comenzaste a sentir el efecto fue más fácil manejarte y ubicarte donde quería, había preparado un mini estudio de fotografía antes de tu llegada en un cuarto extra que tenía. Contaba con un fondo blanco y varias almohadas rojas sobre una sábana de igual color que el fondo. Había anclado una cadena a la pared para evitar que te escaparas.
Te llevo allí y aseguro la cadena a tu mano derecha, quedando sentada en medio del escenario. Lentamente se te iba pasando la somnolencia de los narcóticos mientras yo preparaba la cámara en el trípode, estaría programada para cada 1 minuto se dispare y pueda fotografiarte.
-Despierta mi dulce ruiseñor...Es casi hora-te dije terminando los últimos arreglos.
-¿Qué sucede...?-lentamente alzas te la mirada, confundida por tu alrededor-¿Dónde estamos?¿Qué pasa?-dices.
-Vamos a hacer una sesión muy especial-activo la cámara-¿Lista para las luces de los flashes? -anuncié y me fui acercando a ti.
-No..no quiero! -exclamaste tratando de alejarte de mí aunque casi no podías moverte mucho ya que seguías medio débil por la medicación.
Te tomo por el brazo y me arrodillo para estar a tu altura.
-Es inútil cariño, ya no podrás escapar de mí-te dije sonriendo.
Por fin, desde hace mucho, mi momento había llegado y mi interior lo sabía, esa oscuridad hambrienta estaba ansiosa por salir, pero tenía que controlarme para no herirte demasiado. Directamente posé mi mano en la parte trasera de tu cabeza y te hice acertarte a mí, para besarte como hacía mucho quería. Intentaste separarme, pero no podías. Poder saborear tu boca es tan delicioso que no puedo parar, intermitentemente somos iluminados por una luz, nuestra primera foto juntos, no es genial?
Tu lengua se siente tan suave, tan jugosa, sin pleno aviso le muerdo fuertemente a lo que comienzas a gimotear y a darme golpes en el pecho para que me detuviera. Siento el sabor a óxido en mi boca, tan dulce y afrodisíaco. La suelto y me separo de ti, llorabas y tenias una hermosa mueca de dolor mientras una mezcla de saliva y sangre se escurría por la comisura de tus labios.
Te envuelvo entre mis brazos, acariciando tu cabeza apoyada sobre mi hombro, amo estar junto a ti, regodeandome con tu calidez. Siento tantas cosas, estoy hecho un lio ahora mismo.
- Te amo... - te susurro a medida que recorría tu espalda con una de mis manos, podía percibir como temblabas.
Llega a uno de tus tirantes y enganchando le con mi dedo índice, le retiro a un lado dejando tu hombro libre. Comienzo dándole unos pocos besos hasta que suelto leves mordidas. Siento que esto no me basta, deseo volver a saborear el dulce líquido rojo que corre por tu cuerpo. Encajo más bruscamente mis fauces en ti, no tardas en reaccionar y me encanta. Sigo haciéndolo y al ver que querías separarte, te jalo el cabello para detenerte. Escuchar tus quejidos mientras te daño es fascinante, termino decorando tu hermoso cuello y hombro de mordiscos sangrantes. Un bello adorno que ansiaba replicar por el resto de tu cuerpo. Me gustaría hacer esto de forma diferente, ser gentil...Pero... Soy demasiado volátil y no puedo detener esto que siento al herirte.
Si, soy despreciable y cruel. Completamente estoy podrido por dentro y, aunque intenté evitarlo, al final la infecciosa oscuridad te terminó devorando también.
Continuamos de esa manera durante todo la sesión. Sé que mi amor es violento y corrosivo, pero es así como transmito mi afecto. Cada cortada y rasguño es un "te quiero", no importa si te duele o sangres, todavía recuerdo tus gritos de clemencia. Hice lo que nunca pensé que haría contigo, no pude detenerme. Corrompi tu cuerpo como si fuera un demonio, la lujuria me envolvió y termine volviendo te mía a la fuerza. Fue tan maravilloso, aunque estuvieras en contra, tu cuerpo reaccionó tan bien. Tu interior era tan cálido y agradable. Tomarte de las caderas tantas veces me volvía loco, eras como una droga que me mataba todo el tiempo.
Ha pasado todo un día desde eso, organizo las hermosas fotografías que capture de ese momento en un álbum, en el cual documentare los principios de nuestra perfecta relación. Termino colocando la última y cierro el libro, ya era hora.
Me pongo de pie y me dirijo hasta tu habitación donde me esperas. Abro la puerta y allí estás, te habia arreglado para nuestra nueva sesión de hoy con un hermoso vestido corto y sencillo de color rojo. Todavía eran visibles las múltiples cortadas y moretones de ayer, muy parecido a un tapiz sobre tu piel. Te hallabas arecostada junto al fondo, la medicación te mantenía estable y adormecida. Me ubico junto a la cámara y la vuelvo a programar. Una vez lista me acerco a ti, me siento a tu lado y te tomo con cuidado como si fueses una delicada muñeca. Sujeto tu rostro para que tus hipnóticos ojos miren a la cámara y te susurro.
-Sonríe.~
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro