13. ¿Adiós?
Cansancio, cansancio y más cansancio.
Estiró los pies aún sin salir del auto, porque le dolían demasiado y el simple hecho de bajar del auto, parecía algo extremo.
Ya había olvidado lo jodido que era trabajar.
Reunió toda su fuerza de voluntad y salió del auto arrastrando los pies, pareciendo un zombie y deseando con todas sus fuerzas llegar a su amado sofá y quedarse a ver películas allí junto a Shownu hasta quedarse dormido.
Quizá sonaba algo demasiado flojo, pero después de una semana intensa de trabajo y dos turnos seguidos en los cuales no tuvo la oportunidad de tomar asiento, esa era una idea de lo más justa.
Abrió la puerta principal e ingresó sin ver a Shownu por ningún sitio.
— ¿Shownu? — se asomó en la cocina por un breve momento pero tampoco estaba allí y parecía no haber estado allí en un buen rato, frunció el ceño presintiendo algo extraño — ¿Shownu?
No hubo respuesta de parte del mayor, en cambio el pequeño cachorro corrió hacia él desde el segundo piso y entonces supo que quizá el hombre que buscaba se encontraba allá también.
Se detuvo por un momento para hacerle mimos al pequeño que cada día iba mejorando y se convertía en un perrito saludable y muy alegre.
El pequeño cachorro corrió de regreso escaleras arriba y él jamás en su vida había deseado las energías de alguien más, pero en ese momento deseaba tener las de su mascota.
Soltó un suspiro de cansancio y comenzó a subir las escaleras una a una sintiendo sus pies tan pesados como si fuesen de plomo.
Tardó un par de minutos, pero la imagen de un buen baño caliente lo alentaba a llegar a su habitación donde seguramente estaría Shownu.
La puerta de la habitación estaba entre abierta pero no lograba verlo.
Por un momento su mente le indicaba el riesgo de algún peligro ocurrido, pero por otro lado también le indicaba que quizá podía ser una bonita sorpresa.
Avanzó lentamente hacia la puerta aferrándose desesperadamente a la segunda idea y justo cuando iba a empujar la puerta de una vez, esta se abrió dejando ver a un muy pensativo Shownu que se sorprendió al verlo.
— ¿Kihyun? — lo abrazó cariñosamente provocando que levantara sus pies del suelo — no pensé que estuvieras tan temprano en casa... — le dio un suave beso en los labios y sonrió acomodandole un par de mechones despeinados debido a la intensa jornada laboral — ¿llegaste hace mucho?
Kihyun suspiró aliviado de que ninguna de sus locas ideas estuviera ocurriendo, porque no tenía energías para ninguna de las dos.
— Si bueno... — suspiró cansado — en lo que me tomó subir las escaleras seguro ya pasaron unas dos horas... — bromeó y Shownu soltó una carcajada, dejándolo ingresar a la habitación.
Ambos ingresaron al lugar y entonces Shownu recogió con rapidez un par de papeles que tenía regados sobre la cama, fingiendo que nada estaba pasando.
— Creo que mereces una buena ducha... — sonrió guardando los papeles en una gaveta de su armario ante la fija mirada de Kihyun — ¿prefieres que yo haga la cena o te apetece comer algo más? Puedo pedir a domicilio si gustas...
Kihyun se sentó en la cama, aún con el mal presentimiento en el pecho, esperando que Shownu le diera una explicación al comportamiento extraño que había tenido hace unos instantes.
— Lo que tú prefieras está bien... — susurró deshaciéndose de sus zapatos sin apartar su mirada de aquella gaveta.
Entonces Shownu asintió y se sentó en la cama, al otro lado.
— Bueno, entonces creo que pediré algo a domicilio... — sacó el celular de su bolsillo y comenzó a teclear algo en él — no quiero que vayas a enfermarte del estómago por comer de las cosas que yo hago... — sonrió sin despegar su mirada del celular — mereces una comida real... — miró a Kihyun y le sonrió — y es lo que te daré.
Kihyun asintió sin prestar mucha atención, sentía que el tema de la comida era para desviar sus pensamientos y evitar sacar a flote la conversación acerca de los papeles que habían en la cama.
Y sinceramente cuando una platica trata de evitarse, es cuando más despierta curiosidad.
Kihyun comenzó a desvestirse mientras escuchaba a Shownu ordenar varios platillos de comida deliciosa, pero sin lograr desviar sus pensamientos aún.
Entonces cuando la llamas a finalizó, no soportó más y comenzó a desencadenar la platica que sentía que debía hacerse por algún motivo.
— ¿Ibas a salir? — susurró fingiendo que buscaba alguna ropa en su armario.
Shownu frunció el ceño y negó.
— No... — susurró — ¿A donde iría?
Kihyun asintió descartando la primera idea de su mente, entonces comenzó con un nuevo tema de conversación.
— No lo sé... — sacó un par de cómodas prendas del armario y lo cerró — Solo que parecías sorprendido de verme...
Shownu asintió con una sonrisa.
— Bueno, eso es porque has tenido turnos largos últimamente... — hizo una mueca de tristeza — entonces no pensé que estarías en casa pronto, tampoco te escuché llegar...
Kihyun asintió tomando su bata de baño.
— Ya... Pues repetí tu nombre un par de veces en algunos lugares de la casa... — lanzó una mirada rápida hacia Shownu quien pareció tensarse un poco — de hecho llegué a preocuparme... ¿Estabas haciendo algo importante?
Lo miró de reojo mientras fingía buscar algo.
— No... — susurró — en realidad no...
Kihyun lo miró fijamente.
— Pues... Era eso o estabas ignorandome y no creo que haya sido la segunda ¿o si? — Shownu negó cabizbajo — ¿Qué hay en los papeles Shownu?
Señaló hacia el armario y él suspiró.
— Nada de lo que debamos hablar justo después de que hayas tenido una larga jornada de trabajo... — le señaló el baño — ve a tomar una ducha caliente y luego vamos a cenar, la comida no tardará en llegar.
Sonrió intentando parecer convincente, pero el gesto de Kihyun sumado a su nueva postura con los brazos cruzados le daba a entender que no estaba dispuesto a dejar el tema para después.
— No le veo problema a saberlo ahora... — arqueó una ceja un poco molesto — no es como que me esté muriendo.
Shownu resopló.
— Pero Kihyun... Es solo... — se quedó pensativo, pensando en una excusa para que Kihyun dejara de hacer preguntas, pero ni siquiera lo dejó pensar.
— No vas a convencerme de lo contrario, así que ni lo intentes... — lo señaló con molestia — ¿Qué hay en los papeles?
Shownu apartó su mirada de él.
— Trabajo... — susurró — cosas de un trabajo...
Kihyun se sintió enardecido solo de pensar en el tipo de trabajo que podía ser.
— ¿Qué clase de trabajo? — arqueó una ceja.
— Kihyun... — susurró — ya te dije que...
Él lo interrumpió.
— ¡Que no! — se acercó a él — ¡Yo quiero saber ahora! Y como sea algo con armas, te juro que esto se acaba aquí mismo...
Shownu frunció el ceño y le regaló una mirada de decepción y enojo.
— ¿Eso es lo que crees? — se puso de pie quedando frente a frente — ¿Eso es lo que piensas de mi? ¡¿Eh?! — Kihyun supo que quizá se había pasado con las suposiciones, pero su momento de hablar ya había pasado — ¿Piensas que soy un estúpido que va a sufrir a la cárcel durante años enteros solo para volver a lo de antes? — se rió con sarcasmo y decidió que iba a salir de la habitación — que poco me conoces...
Esas palabras dolieron, porque hasta hace dos años sabía quien era Shownu, sabía todo sobre él y sobre Demon.
Pero ahora esas palabras eran ciertas, sentía que ese hombre era otro, alguien totalmente nuevo y se sintió mal por tratarlo como trataría al antiguo Shownu.
Al fin y al cabo las personas son capaces de cambiar, para bien o para mal.
— Entonces dime que demonios contienen los estúpidos papeles... — Shownu detuvo sus pasos al escuchar a Kihyun y sin más que decir, se acercó al armario y los lanzó sobre la cama con más fuerza de la necesaria.
Vio fijamente a Kihyun y se los señaló.
— Allí están... — tomó el pomo de la puerta y se dispuso a salir no sin antes decir unas últimas palabras que fueron más terribles que una bofetada para Kihyun — no quiero seguir siendo el mantenido, tampoco quiero que sigas pensando que soy un imbécil que por aburrimiento pretende volver a su antigua vida, por eso lo hice... Voy a enlistarme en el ejército, a ver si te resulto alguien útil para la sociedad...
Se sintió como una puñalada y la puerta se cerró.
Entonces tomó el primer papel que encontró más cercano y se dispuso a leerlo notando que Shownu no mentía.
Y se dio cuenta de que a veces es mejor guardar silencio es vez de arrastrar a un ser querido a una situación en la que se viera obligado a actuar por demostrar que no es como dicen.
Shownu ya no era Demon, pero Kihyun recién lo había entendido y probablemente ya era muy tarde.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro