Capítulo 9: Ojos almendra
En los programas de televisión caseros solían emitir pasarelas, concursos de moda, programas dónde les hacían cambios de look impresionantes a las personas, Taehyung se divertía viendo esos programas porque era entretenido y solía juzgar distintos estilos, fingiendo que también era un diseñador.
De niño jugaba con sus primas a las barbies y otras muñecas de trapo, diseñaba los vestuarios de cada una y a sus primas le encantaba, lo hacía a escondidas para que sus padres no le dijeran nada.
Tal vez en preparatoria tuvo la idea de seguir diseño de moda pero la desechó cuando se vio a sí mismo necesitado, la economía no estaba muy bien y los trabajos solían ser escasos para jóvenes sin experiencia y sin título, debía seguir una carrera conveniente para no morir de hambre en el camino de la adultez.
Sabias palabras dichas por su madre.
Ante esto, podía decirse entonces que su conocimiento en la industria de la moda era prácticamente nulo.
ㅡEste es el estudio que solías quiero decir que Vante usaba para trabajar en casa, cómo puedes ver tiene buena iluminación natural. En ese armario hay telas que puedes utilizar para practicar, en ese estante hay distintos libros y en esta mesa puedes ya sea estudiar o trabajarㅡ señaló la extensa mesa de madera ㅡNo sé demasiado de moda pero en lo que pueda estoy disponible a cualquier hora.
Taehyung apreciaba que el rubio estuviera tan dispuesto a ayudarlo para que se acomodara en la espera pues no estaba en sus planes quedarse en una vida que no le pertenecía, no sabía manejarla después de todo y aparentemente era mayor, en esos años el otro Taehyung había logrado construir lo que tenía, desde una pareja perfecta hasta una empresa con su nombre.
Él apenas y le llevaba el café a su jefe mientras anhelaba un aumento o un salario meramente decente.
ㅡLo tendré en cuenta JungKook, muchas gracias.
El rubio le sonrió, dejando la habitación con un extraño sentimiento oprimido en el pecho, Taehyung por otro lado siguió vagando dentro con bastante emoción entre los diseños, las telas y los libros.
El estilo es tan único que ni en un millón de años se le hubiera ocurrido, no con un desgaste laboral en la espalda, por un momento se permitió engañarse y decirse a sí mismo que todo lo que alcanzaba a ver le pertenecía de alguna manera. Llevaba su apellido pero no su esencia.
ㅡ¡A mi no me niegas nada Jeon JungKook!
Cuando estaba por tomar asiento en la cómoda silla de color vino, la ronca pero exaltada voz de una persona se escuchó en el pasillo, eran quejas más bien, podía también distinguir la voz apresurada de JungKook que quería detener a la persona desconocida.
Mantuvo su mirada fija en la puerta, curioso por lo que se estuviera presentando afuera, pero todo cambió cuando la puerta fue azotada fuertemente contra un mueble cercano, botando a su paso algunas revistas.
En el umbral estaba un hombre bajito de ropa holgada con una boina en su cabello negro, era bastante pálido y con ojos pequeños que lo miraban entrecerrados, llevaba un corte mullet bastante moderno, detrás de él un chico rubio de coleta que usaba anteojos y sostenía un maletín enorme. El hombre bajito de antes suavizó su mirada a una más brillante, abriendo de manera inmediata sus brazos caminando hasta él.
ㅡ¡Mi niño bonito!
Taehyung no tuvo tiempo ni para sorprenderse, tenía al desconocido abrazándolo con fuerza mientras sonreía, una pequeña y rosada que brillaba por un bálsamo que llevaba puesto.
ㅡDime cielo, ¿acaso este horrible ogro te tiene encerrado? Si es así ya mismo le cortamos la-
ㅡ¡Min YoonGi!
ㅡUh, solo mencionaba la colección de cómics que tienes, tontoㅡ el pálido viró los ojos, colocando ahora su brazo alrededor de la cintura de Taehyung viéndolo con ojos brillantes.
Un brillo amigable que pasó a uno curioso y más intenso, el más alto se sintió juzgado por ese tiempo hasta que apartó la mirada avergonzado.
ㅡ¿Y mi besito, corazón? ¿Nuestro saludo?
Taehyung entonces se alarmó, buscando en JungKook una respuesta, el rubio veía pánico la escena además de que la persona a su lado estaba esperando una respuesta, pero él no sabía que hacer o decir, en su vida había visto al hombre.
ㅡY-yo, lo siento yo no-
ㅡ¡No se ha lavado los dientes!ㅡ gritó entonces Jungkook ㅡY comió atún hace un rato, ya sabes, ese que huele horrible y no creo que quieras tenerlo YoonGi.
El mencionado hizo una mueca al escucharlo y se alejó del pelinegro, yendo con el rubio que había llegado con él.
JungKook aprovechó el distanciamiento y se dirigió a Taehyung ㅡMe van a disculpar, pero me gustaría hablar con Tae un momento.
YoonGi viró los ojos y comenzó a divagar en el cuarto. ㅡEres un encanto recibiendo a la visitas Jeon, adelante, esperaremos.
El moreno sonrió un poco antes de seguir a JungKook hasta la habitación principal, el rubio tomaba entre sus dedos el puente de su nariz mientras balbuceaba algo que él no podía entender.
Cerrando la puerta detrás suya, Taehyung se acercó a JungKook con una gran incógnita. ㅡ¿Y él quién se supone que es?
El pálido soltó un suspiro antes de responder. ㅡEs Min YoonGi, tú mano derecha en la empresa, amigo, modelo y ¿productor? recuerdo que componía algunas melodías para los comerciales y las pasarelas pero no estoy muy seguro.
La impresión atacó a Taehyung por un momento, el talento parecía que le sobraba a todos en ese universo.
ㅡCreo que lo entiendo y ¿cómo es él?
ㅡYoonGi es un hombre sumamente cariñoso y adorable, le encanta explorar los conceptos tanto femeninos como masculinos, eso fue una gran ventaja cuando comenzaste tus diseños.
ㅡSuena encantador pero ¿cómo debería tratarlo? No soy alguien demostrativo.
ㅡBueno, eso lo dejaré en tus manos.
JungKook le dio una sonrisa antes de sentarse en la cama tamaño matrimonial, observando como el menor entraba en un pequeño trance al intentar descifrar cómo tratar a la persona que estaba en el cuarto de diseño. Parecía que Taehyung diría algo más pero fue interrumpido por un pequeño toque en la puerta.
ㅡNo quiero sonar como una persona impaciente pero tengo mucho por hacer y realmente necesito hablar contigo Taehyung así que me hacen el favor y salen de ahí tortolitos.
Taehyung se dirigió hacia la puerta para salir con el rubio detrás de él, ambos encontrándose al pálido de brazos cruzados recostado en la pared. YoonGi ladeo la cabeza antes de dirigirse al moreno.
ㅡVen conmigoㅡ JungKook estaba por acercarse pero la firme voz de YoonGi lo detuvo. ㅡPastelitoㅡ afirmó con el apodo.
ㅡPero Min, Taehyung no se encuentra bien en estos momentos, además prometí llevarlo personalmente a su empresa.
ㅡ¡Perfecto! Justamente me dirijo hacia allá y lo necesito conmigoㅡ sus manos se entrelazaron a la altura de su pecho, los distintos brazaletes que llevaba en las muñecas dándole sonido a su entusiasmo ㅡPuedes acompañarnos Jungkookie, tranquilo.
Taehyung le regaló una sonrisa mostrando su comodidad con el pálido de menor estatura que había enganchado sus brazos, algunos vagos recuerdos llegando a la mente del rubio que se permitió hacer una que otra comparación.
Después de una pequeña charla para convencer a JungKook, los cuatro se dirigían a la empresa, el asistente de YoonGi hablaba algunas veces apoyando las ideas de su jefe o dándole su punto de vista cuando era requerido y para sorpresa de Taehyung, era tomado en cuenta.
En su mundo habría sido ignorado y menospreciado si tan solo hiciera el ademán de opinar.
Al llegar finalmente a la empresa el alma de Taehyung dejó su cuerpo para no volver nunca más.
ㅡSanto cielo.
El edificio no era tan grande a comparación de la empresa de JungKook, pero contaba con al menos cuatro pisos, fuera de este en la entrada estaba un arco blanco, en las paredes de afuera habían fotografías de modelos luciendo lo que parecía ser la última colección que sacaron. Los sentimientos encontrados en Taehyung eran difíciles de descifrar.
Frente a él estaba lo que un día fue su sueño convertido en polvo.
ㅡSerá mejor entrar dulzura. Vamos Hyunjinㅡ dijo al colocarse al lado del más alto.
Taehyung avanzaba con YoonGi enganchado a su brazo, hablándole de cosas que no escuchaba, toda su atención estaba en los alrededores, desde sus decoraciones hasta los trabajadores que atendían agradablemente a las personas, podía ver en las paredes distintos cuadros de arte abstracto con su firma, otros tenían la firma de JungKook, pero cada uno le daba su toque único a la sala.
El personal le dirigía miradas confusas y otros lo veían con los ojos bien abiertos al ver su vestuario, él solo atinaba a saludarlos con una sonrisa y la mano alzada, un gesto que los desconcertaba aún más.
ㅡOh, creo que es la primera vez que haces algo así.
ㅡ¿Qué quieres decir?
ㅡVamos Taehyungie, no es común que los saludes así como así y menos con una sonrisa tan bonita.
ㅡHabitualmente solo asientes con la cabeza, cariñoㅡ le murmuró JungKook a su lado.
La expresión sorprendida de Taehyung la resultó graciosa al mayor pues eso tenía sentido.
ㅡJeon, haznos un favor para que Taehyung pueda sentirse cómodo, traele un té de la cafetería y Hyunjin un café amargo para mí, no olvides pedirte algo, nos vemos en la oficina principal.
YoonGi avanzó hasta el ascensor a espera de que se abriera, tomando ese tiempo el rubio se acercó hasta el pelinegro que jugaba con sus manos por lo nervioso que se encontraba.
ㅡ¿Prefieres ir conmigo a la cafetería? Lo último que me gustaría es que te sientas incómodo.
ㅡNo es eso, él me agrada, YoonGi es agradable y hasta ahora no me he sentido incómodo, quisiera tratarlo por mi cuenta para familiarizarme.
ㅡDe acuerdo, no tardaré demasiado.
ㅡAñádele miel a mi té por favor.
JungKook sonrió antes de asentir ㅡLo haré.
El ascensor recibió a YoonGi y a Taehyung, una vez dentro el más alto llevó sus manos hacia atrás observando el interior, mientras que el pálido revisaba su celular del que colgaba un muñequito de cabellos amarillos y ojitos celestes.
ㅡ¿Cómo has estado pastelito? Desde el incidente.
Pasó su lengua por su labio inferior antes de meter una de sus manos a su bolsillo, necesitaba esconder los nervios que atacaban sus manos. ㅡConfundido, muy confundido, estos días han sido como un remolino de incidentes.
ㅡYa lo creo, no me imagino estar en tu lugar.
ㅡSí, la pérdida de memoria me está afectando en todos los sentidos.
El pálido soltó una pequeña risa, salió del ascensor al llegar al último piso peinando sus cabellos hacia atrás, Taehyung le seguía el paso mirando embelesado su alrededor; más cuadros, fotografías, plantas y el personal que hacía sus actividades en grupo o individual.
ㅡVamos a tu oficinaㅡ YoonGi caminó hasta un pasillo, doblando en una esquina a la derecha que daba a una puerta negra, la abrió dándole el paso a Taehyung ㅡBienvenido Sr. Kim.
ㅡ¡Ah, que precisa! Luce cómo en mis sueños.
ㅡ¿Es hermosa verdad? Tus gustos son bastante particulares, contrastan tan bien con cualquier cosa. Solo tienes que ver tus diseños.
Los ojos almendra del pelinegro brillaron con ilusión mientras más veía. ㅡYa-ya lo creoㅡ dijo volteando, confundido cuando la sonrisa ladina de YoonGi apareció.
ㅡSiéntate bonitoㅡ el pelinegro se sentó en uno de los sofá que estaban dentro, mientras que YoonGi se mantenía de pie con un cigarrillo eléctrico entre sus manos. ㅡCuando me enteré que mi pequeño pastelito había tenido un accidente o un repentino alzheimer me asusté, pero investigué y es prácticamente imposible a tu edad.
ㅡB-bueno, mi caso es diferente, sabes que hay muchos casos y luego está la menopausia, ya sabes, a mis treinta y tanto.
La carcajada del mayor lo desconcertó ㅡNo llegas ni a los veintisiete Taehyungㅡ dijo con diversión ㅡAl menos no aquí.
La sonrisa de Taehyung disminuyó poco a poco, quedándose helado, observó la manera en la que YoonGi calaba y soltaba el humo en perfectos círculos.
¿Acaso era posible que ese hombre sepa que no era el Taehyung original? JungKook al principio parecía solo seguirle la corriente y no estaba seguro de si le creía completamente después de todo.
Su mano derecha despeinó más sus cabellos, su pie azotando con rapidez el suelo, actos que no pasaban desapercibidos por el más bajo. Estaba nervioso y sabía que era evidente.
ㅡSabes algo Tae, cuando conoces a una persona después de tantos años sabes reconocerlo al instante.
Taehyung en ese momento olvidó lo que era respirar.
ㅡTus ojos naturalmente son de un color jade que hipnotizan a cualquiera, son amenazantes y rudos, ¿has escuchado el dicho que dice "Los ojos son una ventana al alma"?
ㅡUn dicho muy famosoㅡ recordó y después fingió una risa bastante falsa ㅡEs que hoy estoy utilizando estos pupilentes.
ㅡEl color almendra los hace lucir dulces e inocentesㅡ dijo totalmente perdido en su mirada.
Para YoonGi ver a su amigo con el que había pasado casi toda una vida actuar tan indiferente y más luciendo como hace años no lo hacía, era como observar al Vante con el que había coincidido, el que había desaparecido tiempo atrás.
ㅡ¿Que edad recuerdas que tienes?
ㅡ¿Veinte años?
YoonGi volvió a reír ㅡYa veo... tienes mucho por vivir y conocer aún.
El pálido dejó el cigarrillo y lo guardó, sentándose al lado de Taehyung antes de abrazarlo y soltar un suspiro. No podía imaginar los sentimientos del pálido, ni compararlos, pero por la fuerza que este daba parecía que a quien extrañaba era una versión más antigua del Taehyung de su realidad.
ㅡQuédate aquí con nosotros, por favor.
Los ojos del más alto se abrieron de sobremanera. ㅡ¿Q-qué dices?
La puerta se abrió por completo dejando a la vista a los dos rubios que sostenían en sus manos una taza con distintos líquidos ㅡ¡Sr. Min, lamento la tardanza! Aquí está su café.
ㅡGracias Hyunjinㅡ levantándose fue por su taza, dejando al pobre pelinegro aturdido ㅡ¿Vas a mostrarle la empresa?
ㅡTeníamos planeado hacerlo antes de que llegaras porque quería retomar sus labores antes de la siguiente temporada.
ㅡ¡Eso suena maravilloso! Podría ayudarlo a guiarse mejor, pero apuesto que su don para el diseño y la moda no se ha extinguido por completo. ¿No lo crees dulzura? Podrías acostumbrarte.
Antes de decir algo aclaró su garganta debido a que sus palabras se habían perdido, dándole después de segundos la razón, viendo con ojos ilusionados al pálido al analizar mejor sus palabras.
ㅡMe agrada la idea, gracias YoonGi.
ㅡSiempre estoy para ti, cariño.
Taehyung se preguntó si debía o no confiar en la sonrisa y la mirada que YoonGi le estaba dando, parecían querer tomarlo y sentarlo en la silla detrás del escritorio y nunca dejarlo ir.
Volteó hacia su lado encontrándose con JungKook que bebía de una cajita de leche, sus ojos brillando a causa de la gran iluminación de la oficina y su cabello perfectamente peinado. JungKook sintió su mirada y también volteó, sonriendole de una forma única, una sonrisa solo para él.
¡Actualización para Zinni!
Lo siento, tenía planeado actualizar ayer pero me quedé dormida, una disculpa.
¿Qué piensan de YoonGi? Traje a este personaje después de leer under that skirt.
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