Capítulo 22: Conociendo a su corazón
El universo era piadoso y había escuchado. Estaba cumpliendo con las peticiones de un corazón anhelante de amor, uno que lloraba ante la soledad que su anterior poseedor le hacía sentir, por eso mismo le había dado la oportunidad de conocer a una nueva persona, para que pudiera recorrer de forma correcta aquel jardín, cubierta de rosas espinosas y dulces tulipanes, pues ya había conocido la otra cara del amor.
Porque la tristeza también era amor.
Era sábado por la mañana, JungKook podía sentir la tranquila respiración de Taehyung contra su pecho, cosquillas que el cabello desordenado del menor le hacían sentir bajo el mentón y en su manzana de Adán, su lenta y tranquila respiración cubriendo su piel.
Increíbles sensaciones que enviaban descargas eléctricas por todo su ser, sin alarmarlo, todo lo contrario pues eran para tranquilizarlo y mantenerlo como hace mucho no se sentía, en paz. Taehyung le estaba mostrando un nuevo camino que sin duda iba a recorrer.
ㅡEs demasiado temprano para que estés despierto JungKook ¿Por qué no duermes un poco más?
Un suave apretón en su cintura junto al ligero movimiento de cabeza que Taehyung estaba dando, lo regresaron de vuelta al momento que estaba viviendo, un vistazo a la pantalla de su celular fue suficiente para que sonriera divertido.
ㅡFalta poco para que sean las nueve.
ㅡ¿Eso debería importar? Solo son horas y más horas. Estoy bien así, contigoㅡ dijo, murmurando aquello para que el rubio no lo escuchara, fallando al tener el edificio en un completo silencio ㅡ. Me pregunto por qué la señora Yeo no ha venido a preguntar si queremos desayunar.
ㅡLe dije que se tomara el fin de semana, la verás hasta el día lunes.
ㅡUh, entiendo. Entonces podré disfrutar de tu comida una vez más.
El pecho de Jeon vibró ante una corta risa que había soltado, al exhalar comenzó a desplazarse bajo la sábana, logrando que su rostro quedara tan solo unos centímetros más abajo que el de Taehyung, el pelinegro ya había abierto sus ojos, dos brillantes esferas del color avellana siendo admirados por el rubio, pasaron un largo momento así, solo observándose en el centro de la cama unidos por un abrazo y las caricias que, inconscientemente, JungKook dejaba en la cintura y parte de la espalda de Taehyung.
Taehyung llevó su mano hasta el rostro del pálido para apartar el cabello rebelde que se atrevía a cubrir sus enormes ojos.
ㅡBuenos días, JungKook.
ㅡBuenos días, Taehyung.
ㅡEs la primera vez que puedo desearte los buenos días estando el uno frente al otro, es agradable.
ㅡMe despierto muy temprano y no quisiera molestarte mientras duermes tan tranquilamente, pareces un oso invernandoㅡ Jeon sonrió por la comparación exacta que había hecho, podía imaginar perfectamente las orejas redondas a los costados de su cabeza.
El pelinegro arrugó la nariz y cerró sus ojos, rompiendo con aquel contacto. Jungkook le dio un leve pellizco a los costados, haciéndolo reír por la sensibilidad que poseía en esa zona.
ㅡ¿Vas a volver a dormir? Es tarde.
ㅡTe digo que no importa JungKook, esperar no es malo.
ㅡEres tan paciente.
ㅡAhora mismo siento una increíble paz a tu lado, en el calor de las sábanas cuando afuera puede que esté una tormenta, estaré seguro aquí.
El pelinegro llevó su mano hacia la mejilla de Taehyung, acariciando con cuidado y tranquilidad, se acercó lentamente sólo para darle un beso en la nariz, sorprendido Taehyung abrió los ojos, aquel gesto le había encantado. Y JungKook lo notó, por lo que volvió a besar su nariz.
ㅡJungKookie ¿Te han regalado flores antes? Es que, las veías con tanta ilusión.
ㅡEs la primera vez que me regalaban flores, a pesar de eso, me alegra que seas tú quien me las ha dado. Los tulipanes rojos son hermosos.
ㅡPensé en ti cuando los vi, también pensé en muchas más cosas, solo creí que serían las indicadas.
JungKook se deleitó con el encanto que la sonrisa de Taehyung desprendía, tan dulce y brillante, veía sus labios de un precioso rosa, aquellos que había probado por impulso de su propio corazón una vez, mismo que lo incitaba a hacerlo de nuevo, besarlo una y otra vez vez hasta perder la noción del tiempo, el aire y la cordura.
Oh, Taehyung causaba tanto en él con tan poco.
ㅡ¿Entonces lo haremos?
ㅡPor supuesto, espera ¿De qué estabas hablando?
Taehyung negó antes de levantarse de la cama, estirando sus extremidades y dándole al rubio una imagen que guardaría como una fotografía en el museo de su memoria.
ㅡTe decía que fuéramos a preparar el desayuno, estoy ansiosos por verte cocinar en vivo. Deseo aprender tus secretos.
JungKook accedió antes de dirigirse al baño para tomar una ducha, aunque le sugirió al menor tomar uno con él, Taehyung salió rojo hasta las orejas de aquella habitación, esperando pacientemente hasta que el rubio salió con ropa más cómoda y su cabello aún húmedo.
Después de quince minutos Taehyung salía del cuarto, bajando a pasos lentos las escaleras con una toalla en su cabeza porque su cabello, más largo que antes, era difícil de manejar. Al llegar al último escalón se encontró con JungKook frente a un tocadiscos, parecía estar soplando un vinilo empolvado.
ㅡ¿Tardé demasiado?ㅡ preguntó al llegar hasta el final de los escalones, a lo que JungKook negó dejando el vinilo de lado.
ㅡEstaba buscando algo mientras tanto, podemos pasar a la cocina si te parece.
El pelinegro solo sonrió antes de caminar hasta la cocina, ansioso por ver con qué comenzaría el rubio, Jeon llegó detrás de él y con ayuda de una liga se hizo una coleta.
ㅡEstoy pensando en cortarme el cabello, está muy largoㅡ comentó Taehyung, observando como el más alto preparaba un sartén.
ㅡPuedo contactar a tu- quiero decir, al estilista personal, siempre ha tenido resultados satisfactorios ¿Te parece bien un omelette con kimbap? Podemos hacer una ensalada también.
ㅡLo gradecería, creo que la señora con la que iba cada cierto tiempo ya no está donde debería estar, y estoy dispuesto a cualquier cosa que prepares hoy.
JungKook sonrió de lado, tomando algunos vegetales para ponerlos a lavar, indicándole al pelinegro que cortara la carne de cerdo en pequeñas tiras.
ㅡPor cierto JungKook ¿Desde hace cuánto tienes el cabello rubio?
ㅡHace tres años, dentro de unos días voy a retocarlo.
ㅡ¿Tanto te gusta?
La cebolla que sostenía en su mano casi se fue rodando por el suelo, por suerte la atrapó a tiempo, pensando en la pregunta tan curiosa que le había hecho su acompañante. Era verdad que llevaba tres años con el mismo tono porque Vante lo había decidido.
Así como otras muchas cosas, Vante tenía cierta influencia en el estilo de vida de JungKook, no solo eso, también posesión. Aunque había intentado hacer un cambio diferente siempre resistía, daba un paso hasta quedar detrás de Vante, existía un control sobre sí mismo que lo mantenía en la misma línea desgastada de manipulación.
Volteó nuevamente hacia un lado, Taehyung preparaba una salsa natural de tomates con ayuda de lo que se encontraba en la alacena, al sentir su mirada le había levantado una ceja en acompañamiento de una sonrisa, entonces se preguntó.
¿Podría Taehyung diseñar una nueva línea de manipulación?
ㅡEn realidad, me gustaría cambiarlo.
Atento a sus expresiones, a cada movimiento, JungKook presenció la sorpresa en el moreno y también a la curiosidad expandiéndose, incluso la salsa de tomate pasó a segundo plano.
ㅡ¿En serio? Muy bien, si así lo quieres. Creo que los cambios no vienen mal a veces, es como un nuevo inicio. Cuando era adolescente mi abuela me retó por hacerme una perforación y teñir mi cabello, yo solo lo tomaba como un encuentro hacia mi propio estilo y gusto. Además, me gustaba experimentarㅡ respondió, regresando a su labor de terminar la salsa.
No, Taehyung borraría toda la línea.
Soltando un ligero suspiro, JungKook regresó a la tarea principal de terminar el desayuno. Cambiaron de conversación a otros temas, uno tras otro, hasta que los platos estaban sobre la mesa con jugo de naranja acompañando.
ㅡHuele delicioso.
ㅡPuede que no sea tan bueno como los platos de la señora Yeo, pero te gustará por hoy.
Divertido por el comentario, Taehyung partió un pedazo para llevarlo a su boca, bajo la mirada atenta del rubio, después de unos segundos dejó caer su cabeza hacia atrás, sonriendo para tomar otro pedazo ㅡ. Santo Dios, esto está delicioso. Realmente cocinas maravilloso JungKook, me encanta.
ㅡMe alegra que lo disfrutes, mi padre solía cocinar esto los domingos, decía que debía dedicarle el día a su familia comenzando con un buen desayuno.
ㅡHaces bien continuando con la receta familiar.
ㅡDebo admitir que la salsa que preparaste le da un toque más especial.
Encantado por el halago el pelinegro le sonrió en respuesta.
Había algo que les hacía pensar que a partir de esa mañana las cosas cambiarían. El hecho de que hayan elaborado un desayuno juntos, disfrutando como dos tontos dedicándose sonrisas y halagos, pequeñas cosas habituales que se sentían extraordinarias.
El uno al otro convertía lo simple en algo extraordinario.
Porque para JungKook era una maravilla compartir una mañana tranquila, bebiendo de su jugo favorito con un desayuno sencillo, pensando en los grandes cambios que una sola persona podía lograr en tan poco tiempo.
ㅡJungKook, me preguntaba si te gustaría salir esta tarde.
ㅡ¿Qué pasa con Tannie?
Taehyung entrecerró los ojos por un momento pensando en el cachorro, mismo ser peludo que únicamente había exigido alimentos para regresar a la comodidad del sofá. Por un segundo creyó que eso podría molestar a JungKook, sin embargo, el rubio estuvo a punto de dormir junto al cachorro también.
ㅡEse pequeño holgazán. Vendrá con nosotros para socializar, además, me gustaría mostrarle los alrededores también.
JungKook asintió, sintiendo cosquillas en sus pies cuando el pequeño perro pasó entre ellos, como si la conversación hubiera sido un imán, el llegó hasta ellos para ladrar ㅡ. Parece estar de acuerdo con la idea y yo también. Oh, tengo el lugar perfecto en mente.
Taehyung intentó pensar en algún lugar en específico, pero teniendo en cuenta el cambio de muchas cosas, él pensó que también afectaría las ubicaciones así que todo era un revoltijo en su cabeza.
ㅡConfiaré en ti, JungKook.
El tiempo que se había puesto de acuerdo para avanzar el doble, indicaba las tres de la tarde, mientras tanto JungKook se había tomado el atrevimiento de preparar una canasta con algo de comida y dulces, incluso un termo con chocolate por si el clima también era incierto y los sorprendía una ventisca helada.
Se estaban adentrando a diciembre y el frío había llegado, entrando en las esquinas de cada hogar para dar aviso de temporada. Terminada la canasta la llevó a la sala de estar, en uno de los sofá estaba Yeontan disfrutando su quinto o décimo sueño, escuchó algunos pasos y vio bajar a Taehyung.
Un suéter de cuello alto beige, pantalones negros y un abrigo café a cuadros, su cabello como siempre despeinado. Jungkook solo llevaba un suéter gris y una gabardina negra.
ㅡTe ves muy bien.
ㅡTú también y veo que preparaste una canasta ¿Tendremos una clase de cita con picnic?
ㅡOhㅡ tímido, jugó con el pendiente de su lóbulo ㅡNo sabía que era una cita.
La vergüenza se apoderó de Taehyung al reaccionar, el definitivamente había dicho cita cuando aquello solo era una salida casual para aprovechar el día libre. Si la tierra hiciera la milagrosa abertura de un agujero negro justo debajo de él, sería maravilloso caer en ese momento.
JungKook notó la duda y también la vergüenza en el menor, por lo que solo le sonrió antes de tomar su mano y dejar un beso en ella, levantando los sentidos del moreno avergonzado.
ㅡPodemos llamarlo una cita. Tengamos una cita.
El chófer también había tenido su día libre porque JungKook manejaría hasta su lugar de destino, Taehyung se dedicó a acariciar a Yeontan, hacía tanto que no lo veía y por la comodidad que expresaba el pequeño, sabía que estaba tranquilo y seguro con él, sobre todo con su entorno.
ㅡOh, ya pasamos por el parque.
ㅡNo iremos al parque esta vez, uh, hay un mirador que te gustará.
El pelinegro no comentó nada más, se dejó caer en el respaldo del auto y se distrajo con el cachorro, volteando en ocasiones hacia el rubio que se veía tan atractivo conduciendo con los rayos del sol cubriendo su perlado rostro.
Jeon finalmente se detuvo, respiró profundamente y bajó del auto para abrirle la puerta a Taehyung y a Yeontan, entonces observaron a su alrededor y los ojos del menor resplandecieron al percibir el panorama.
Era un mirador, al frente podía encontrarse con el mismísimo sol descendiendo lentamente, los tonos naranjas estaban esparcidos por el cielo y el helado viento acariciaba su rostro, sin duda el ambiente fresco y silencioso lo tenía cautivado. Yeontan parecía disfrutar también del lugar porque le ladraba a un grillo que estaba de paso.
ㅡEs hermoso, JungKook.
El rubio volteó hacia él, sonriendo con dulzura, teniendo un pensamiento espontáneo que le hizo suspirar.
Taehyung es hermoso.
ㅡSí, lo es.
Taehyung fue cuidadoso con sus acciones, pero el cosquilleo de su mano lo llevó a sostener la del mayor, en un instante apretaba su mano con cariño dando unas cuantas caricias, sin ninguna palabra de por medio pues no eran necesarias cuando estaban juntos. Las miradas que se daban el uno al otro, el toque eléctrico y la tranquilidad que los envolvía.
El sentimiento entre ellos estaba sugiriendo de forma natural, como dos amantes del universo.
La cabeza del pelinegro cayó en el hombro del rubio, afianzando el agarre entre sus manos, pero había algo que su corazón le incitaba a declarar.
ㅡJungKookie, quiero decirte algo.
ㅡCualquier cosa Tae, dilo por favor.
ㅡMis sentimientos por ti están en un laberinto, pero parece que no quieren encontrar la salida, simplemente se expanden y se pierden aún más.
Oh, el aliento y la fuerza se desvaneció del cuerpo del rubio. Quería verlo y grabar la sinceridad de sus palabras en su mente por tanto tiempo como olvidar su propio nombre, así que sostuvo con delicadeza el rostro del pelinegro.
ㅡSi te dijera que mi corazón está ansioso ahora mismo por solo verte sonreír, por escucharte o por sostener tu mano ¿Me creerías? Si te pido ser mi mejor amigo y mi amante ¿Me dirías que estoy loco?
La dulce risa de Taehyung acompañó la brisa ㅡ. Te creería y te diría que ambos estamos locos, tanto que he cruzado una dimensión solo para enamorarme de ti.
Una carcajada escapó de JungKook, expresando de esa forma la ironía, la alegría sobre todo de poder escuchar y sentir perfectamente lo que decía Taehyung.
ㅡTaehyung, quiero estar contigo en este universo, en cualquier universo, pero quiero estar contigo.
La cercanía se convirtió en una tortura que el pelinegro quiso dar por terminada, colocando sus palmas sobre las manos del rubio, besó sus mejillas siendo como dos caricias sutiles que caminaron hasta los labios del más alto, decidió perderse y sostener el corazón de Jungkook.
Porque JungKook también estaba sostenido el suyo con firmeza. La profundidad del beso incrementó, así como las emociones que ardían fuertemente en sus pechos en medio de la confesión.
La primera nevada de diciembre cubrió sus cuerpos justo en la hora azul, con el cachorro intentando morder los copos de nieve que caían al rededor de ambos.
Y entonces, el universo cumplió.
Extrañaba tanto escribir, espero que les guste el capítulo porque llevaba tanto tiempo intentando terminarlo y finalmente, para ustedes y para mí 🤧
¡Muchísimas gracias por leer!
les quiero mucho
💜
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