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Capítulo 16: Encuentros inesperados

Despertar no estaba en sus planes, mucho menos despegarse de la almohada que guardaba el fascinante aroma del rubio, quería quedarse hasta tarde en esa cómoda cama y perderse por mucho tiempo en sus sueños, abrió los ojos para ver la hora y apenas marcaban las ocho por lo que decidió dormir un poco más.

Pasó una hora y media, debía despertar o su cabeza explotaria en cualquier momento a causa de la jaqueca que lo estaba molestando.

Los recuerdos del día anterior aparecieron en sus sueños, vagando en su mente, rebotando aquí y allá, palabra tras palabra, imágenes distorsionadas y voces, la propia que le repetía constantemente posibles verdades.

Infiel.

Mentiroso.

Farsante.

Gruñó molesto, levantándose para recostarse en el respaldo de la cama, sin abrir los ojos porque aún no se acostumbraba a la luz. Después de unos segundos tocaron la puerta y permitió el paso.

Con una leve reverencia la anciana le saludó. ㅡBuenos días sr. Kim, me preguntaba si le gustaría desayunar, preparé una sopa muy buena para la resaca.

Por la puerta se dejó ingresar un aroma muy bueno que hizo suspirar al azabache, de forma lenta y con pereza se puso de pie.

ㅡBajaré enseguida.

La anciana le regaló una sonrisa y salió de la habitación. En ese tiempo Taehyung fue al baño para lavarse, más tarde tomaría una ducha para relajarse.

Al bajar lo esperaba un gran plato de sopa con otros acompañantes, todo lucia exquisito y el aroma, más intenso, lo tenía cautivado.

ㅡ¡Señora Yeo! Realmente es una genio de la cocinaㅡ dijo, tomando asiento y dando un agradecimiento rápido para comenzar a comer, sus expresiones eran de pura satisfacción que hacían sentir orgullosa a la anciana.

ㅡPensé que le gustaría, el sr. Jeon me hizo la recomendación.

ㅡLe agradeceré cuando lo vea, por el momento voy a acreditarle el reconocimiento a usted.

ㅡMuchas gracias sr. Kim.

ㅡGuri Yeo ¿puedo pedirle un favor?

La anciana que limpiaba sus manos con un trapo le prestó atención, asintiendo de forma rápida.

ㅡMe gustaría que me llamara por mi nombre, el honorífico me hace sentir extraño... Por lo que, estaría feliz de que me trate de esa forma.

ㅡPero eso sería una falta de respeto, trabajo para ustedes, siempre lo ha recalcado.

Tragando la porción que mantenía en su boca, tomó su mano, era pequeña y muy cálida, le traía muchos recuerdos, como su rostro cansado pero sin perder esa chispita de amabilidad. Taehyung tenía un gran respeto por las personas mayores y aunque conocía a algunos que se aprovechaban de esa posición, habían otros como la señora Guri Yeo.

Personas mayores que buscaban una forma de continuar con el peso de los años y la vida en su espalda.

ㅡLo sé pero ahora me gustaría que se diriga a mi por mi nombre, para sentirme más cómodo.

La mujer se sentía indecisa porque aún no era capaz de comprender al hombre frente a él, había cambiado tanto que se preguntaba cuando sería el día en que Kim Taehyung despertara pidiendo un té y algo ligero para desayunar, o cuando tendría que irse temprano para no presenciar una discusión.

ㅡLo haréㅡ sonrió, dejando visibles sus arrugas en las esquinas de sus ojos ㅡCon su permiso.

Taehyung no dijo nada y solo observó como la mujer se perdía en la cocina para lavar y guarda lo que había utilizado, se dedicó a disfrutar la sopa que lograba el cometido de alejar la resaca del día anterior, no es que haya bebido demasiado pero no estaba acostumbrado a hacerlo y era débil con las bebidas.

Al terminar la sopa fue hasta la cocina para lavar él mismo sus utensilios, secando y guardando donde correspondía, notando que la anciana ya no tenía puesto su delantal y en su lugar llevaba un carrito y una gorra.

ㅡDisculpe señora Yeo ¿a dónde va?

ㅡOh, iré a hacer las compras de la semana Sr. Kim, quiero decir, Taehyung, me di cuenta de que a la bodega le faltan algunas cosas así que iré a comprarlas.

El azabache se dio una mirada rápida, deteniendo a la mujer que estaba a nada de salir.

ㅡVoy a acompañarla e iremos en auto para que no sea pesado para usted, deme cinco minutos por favor.

Sin dejar que se opusiera Taehyung corrió hacia las escaleras para cambiar su pijama y ponerse algo decente; un pantalón negro, una playera blanca y un suéter de botones beige. Satisfecho con su estilo tomó su celular y salió de su habitación, sonriendole a la anciana que esperaba paciente.

ㅡGracias por esperar.

ㅡNo se preocupe Taehyung, ¿le parece si bajamos? Llamé al chófer con anterioridad, espero que no haya sido algo atrevido de mi parte.

ㅡ¡Para nada! Iba a pedírselo de todas formas ¿ya está esperando abajo?ㅡ la anciana asintió ㅡMuy bien.

Bajaron por el ascensor y después salieron del edificio, encontrando al chófer, le dieron las indicaciones para que los llevaran al mercado al que Guri Yeo iba con regularidad.


Taehyung no se había tomado el tiempo de apreciar el día, antes del drástico cambio solo se enfocaba en llegar a tiempo a su trabajo, comer algo decente y cuidar de su cachorro.

Oh, Yeontan.

Recordaba todos los días sin falta a su compañero, a veces le dolía no tenerlo con él en la cama para dormir y otras se preocupaba por su salud, por que sí, era un cachorrito enfermo que había rescatado antes de que fuera dormido.

Un suave toque en su hombro lo hizo reaccionar, volteando a la anciana que se colocaba su gorrita de nuevo. Al ver por fuera se encontró con los diferentes puestos y las personas que pasaban entre ellos. Con cuidado bajaron y Taehyung jalaba el carrito, vagos recuerdos de cuando salía con su abuela vinieron a él haciéndolo sonreír.

Pasaron entre diferentes locales, algunos saludaban a la mujer con muchos ánimos y a él muy apenas le dirigían una mirada, pero no sé sentía mal, pronto el carrito estaba a la mitad de lleno hasta que pararon en un puesto pequeño.

ㅡBuenos días Yeo ¿quién es el joven?

Un hombre mayor con su cabello completamente gris había llegado a su lado, mismo que le puso suma atención, viéndolo de arriba hacia abajo.

ㅡBuenos días Inhwan, él es el sr. Kim, mi jefe.

Taehyung de inmediato hizo una reverencia a modo de respeto, el adulto muy a penas le siguió, él notó eso pero no dijo nada al ser consciente de la fama que tendría entre los conocidos de la pobre mujer.

ㅡMe extraña que un señorito de tan buena fama ande entre nosotros los pobres mortales.

ㅡ¡Inhwan! No seas groseroㅡ el señor solo hizo una mueca acomodando el gran morral que llevaba en el hombro ㅡLo siento mucho Taehyung.

ㅡNo se preocupe Guri Yeo, puedo entender el trato hacia mi persona así que no me molestaㅡ la anciana estaba por decirle algo cuando a lo lejos sus ojos pararon en un ser que se le hacía muy conocido.

Era un cachorro idéntico a Yeontan, no podía ser posible ¿verdad?

ㅡPero míralo cómo anda, creyéndose superior a ti, una mujer mayor y sobre todo hermosa...

ㅡPor Dios Inhwan, cóportate y pide disculpas ¡No hizo nada!

El hombre de baja estatura estaba por hablar pero Taehyung lo interrumpió ㅡHace rato vi algo que llamó mi atención y quisiera verlo, si me disculpa señora Yeo, no me tardaré.

Taehyung salió a pasos rápidos hacia donde había visto la bola pelos correr, perdiéndose entre las personas y los locales, los ancianos no supieron que decir y se quedaron conversando o mejor dicho, el señor recibiendo más regaños por la mujer que se sentía apenada.

Taehyung logró ver al cachorro entrar a un local de hiervas medicinales, al menos eso decía el letrero. Con cuidado fue pasando hasta verlo en la entrada con su lengua de fuera, movía su cola con emoción mientras lo veía.

Los ojos del azabache brillaron antes de acercarse y estirar su mano, sonriendo al escuchar el ladrido ㅡTan, Tan... ¡Ah, sabes el saludo!ㅡ chilló contento al resivir la pequeña patita en su palma.

ㅡEs un perro muy listo.

La inmensa sonrisa de Taehyung continuó hasta que levantó la mirada, observando a una conocida mujer parada frente a él que mantenía un semblante amigable, una sonrisa pequeña y en sus manos un tarrito de té.

Era la misma que se había encontrado en el parque meses atrás, solo que no se veía como una anciana, parecía estar entre los treinta y cuarenta.

ㅡ¿Es suyo?ㅡ ella negó ㅡ¿Cómo se llama?

ㅡAún no tiene nombre, no le gusta ninguno que le pongo.

ㅡSe parece mucho a mi Tannieㅡ el pequeño perro volvió a agitar su cola de emoción, contagiando al moreno que no borraba su sonrisa ㅡParece que le gusta... ¿Te gustaría llamarte Yeontan?

El cachorro ladró más animado, Taehyung volteó hacia la mujer que no se veía y sorprendida.

ㅡHay cosas que parecen nunca cambiar, me gusta ese nombre y a el también, gracias Taehyung.

ㅡAsí se llamaba mi cachorro antes de... ㅡ el moreno se quedó unos segundos congelado antes de voltear lentamente hacia la mujer.

En cualquier caso podría pensar que se trata de una escena de un posible crimen, siendo atraído por algo y finalmente encerrado por alguien que quería hacerle daño, pero al atravesar un cambio de realidad no sabía qué más esperar.

ㅡBienvenido Taehyung, creo que después de mucho tiempo finalmente podremos conversar.

ㅡ¿A qué se refiere?

ㅡSeguramente tienes muchas preguntas, ven, vamos a sentarnos para poder hablar con tranquilidad.


¡Gracias por leer!

Creo que todos los lectores al igual que Taehyung tienen preguntas, no se impacienten que pronto lo sabremos

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