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Capítulo 12: Falsa identidad

Habían pasado tres días desde que Taehyung salió de su habitación. Tres días sin comunicarse con nadie después de pedirle a la anciana un vaso de agua y a JungKook un portátil.

Tanto a JungKook como a Guri Yeo la situación los tenía preocupados pero por más que insistían no recibían respuestas y la única forma de saber si seguía ahí era el historial que se guardaba en la cuenta de JungKook, actualizándose cada cierto tiempo sobre temas de la física, el tiempo y el universo.

Porque Taehyung estaba buscando respuestas, soluciones para resolver lo que le estaba ocurriendo.

La anciana terminaba de acomodar los platillos que había preparado para la cena de esa noche, llevando su mirada a las escalares, con la curiosidad y preocupación persistiendo decidió subir por cuenta propia para asegurarse de su estado.

Subía las escaleras con bastante cuidado, sus piernas dolían algunas veces así que no se exigía demasiado.

Caminó por el pasillo hasta quedar frente a la habitación donde dormía el moreno, alzó su mano y tocó un par de veces a espera de una respuesta ㅡSr. Kim, me preguntaba si necesitaba algo o si le gustaría bajar a cenar, el Sr. Jeon no tarda en venir, para que cenen juntos.

Pasaron cinco segundos en silencio antes de que Taehyung gritara desde adentro ㅡ¡Estoy bien, Guri Yeo! No pienso bajar, gracias por tu preocupación.

ㅡ¿Está seguro? Preparé algo nuevo y creo que-

Repentinamente la puerta se abrió pero solo un poco, lo suficiente para mostrar la mitad del rostro de Taehyung, que muy apenado le volvió a hablar. ㅡNo tengo apetito, no insista más por favorㅡ sin decir mas cerró la puerta de nuevo, poniendo el seguro.

Una acción que pareció sorprender a la mujer por unos segundos. Creyendo que la antigua actitud del azabache volvía se retiró a la sala muy a su pesar.

Dentro de la habitación por otro lado estaba Taehyung, apoyándose en la puerta con su vista perdida en un punto inexistente del suelo, tenía las luces apagadas y la poca iluminación que entraba por las ventanas era brindada por la misma luna y la ciudad.

Él no había mentido cuando dijo que no tenía apetito, pensar en la comida le hacía sentir náuseas, su cuerpo no estaba en condiciones, su cabeza mucho menos puesto que no dejaba de dar incontables vueltas, se sentía mareado hasta el punto de perder el equilibrio, por ello había permanecido acostado la mayor parte del tiempo. Al intentar dar un paso cayó de rodillas usando sus manos para sostenerse.

Cerró sus ojos y siseó ante el ardor, sintiendo como el aire parecía ser insuficiente aún cuando abría su boca para respirar, su cuerpo volvía a dejar de funcionar ya que su mente se distorsionaba con todos los pensamientos negativos que lo golpearon.

La lamentable vida que llevaba había sido una de las razones por las cuales lo habían llevado a ese lugar, no podía sentirse afortunado, todo lo contrario, se sentía patético.

Existía una versión de él que era inteligente, atractivo, millonario, y estaba con una persona que lo amaba incondicionalmente. ¿Cómo iba a tomar su lugar si su experiencia laboral solo se extendía entre repartir pizzas y agendar citas? Era un chiste.

ㅡKim Taehyung no eres más que un remplazo.

Escuchó que se dijo pero no reconoció su voz como propia, sostuvo su cabeza contra sus rodillas. Las lágrimas no tardaron en aparecer cuando el dolor de su pecho intensificó, acompañándolo el peso de sus inseguridades y todas aquellas voces que alguna vez creyó silenciar regresaron.

En el momento en que una carcajada retumbó en su cabeza no supo nada más. Recuperó el aire y se puso de pie, encendió las luces observando todo lo que lo rodeaba, todo aquello que le pertenecía, desde las sábanas hasta el foco del baño.

Todo era suyo y podía hacer lo que quería con ello; como romper las almohadas y esparcir su relleno o lanzar un gabinete al espejo de su retocador. Podía hacer lo que quisiera sin restricciones.

Taehyung no estaba en sus sentidos completos, no tenía control sobre las acciones que realizaba, solamente hacía lo que los impulsos le ordenaban que hiciera. Desahogarse.

La anciana se encontraba ordenando la mesa con sus respectivos platos cuando los ruidos en la habitación superior la asustaron, primero había pensado en que se trataba de un pequeño accidente que había realizado Taehyung pero cuando escuchó el sonido de un espejo rompiéndose junto a un grito, se congeló en su lugar.

Con el corazón en la boca obligó a sus pies a caminar rápido hasta las escaleras, subiendo con prisa. Antes de quedarse frente a la puerta escuchó más gritos histéricos.

ㅡ¿Sr. Kim, se encuentra bien? Necesito que abra la puerta por favorㅡ no hubo ningún ruido, ni una palabra que le confirmara que había sido escuchada ㅡ¡Sr. Kim abra la puerta!

Nuevamente los ruidos se presentaron y el corazón de la mujer yacía en su mano que tocaba impaciente la puerta, forzaba la cerradura pero ni de esa forma podía abrir, estaba desesperada pero sobre todo asustada.

El sonido de puerta principal cerrándose fue como un salvavidas para la pobre mujer que se inclinó desde el segundo piso, en el primero se encontraba JungKook quitándose el saco ya con sus zapatos cómodos algo confundido al no ver a nadie en la mesa hasta que Guri Yeo le gritó llamando sus atención.

ㅡ¡Sr. Jeon! ¡Suba rápido por favor!

El rubio aún confundido se dirigió hasta ella, escuchando también los gritos que provenían de la habitación de Taehyung, no esperó demasiado antes de intentar forzar la cerradura también.

ㅡIntenté llamar su atención pero fue imposible, antes no quiso bajar a cenar y lo dejé pasar, perdóneme por favor.

ㅡNo es así Guri Yeoㅡ dijo amablemente aunque se veía en su rostro lo preocupado que estaba ㅡ¿Puede ir por las llaves que están en mi habitación? En el tocador, metidos en una caja plateadaㅡ la anciana asintió yendo por lo que se le era pedido. ㅡTaehyung, abre la puerta.

Silencio, solo silencio.

ㅡTaehyung abre la puerta, por favor, necesito saber qué es lo que pasa ahí dentro... ㅡ esperó unos segundos antes de volver a hablar pero en un tono más alto, casi como un grito ㅡ¡Kim Taehyung!

ㅡ¡Kim Taehyung no existe, solo Vante! Es el único que importa.

ㅡEso no es verdad, tú eres auténtico.

Una carcajada llena de sarcasmo y tristeza acompañó las palabras del moreno que veía su reflejo en los pedazos del espejo donde sus ojos ya no tenían su color avellana en su lugar, eran verdes y brillantes, el rostro era el mismo pero expresaba miedo, tanto miedo como confusión. En ese momento la anciana llegó con las llaves que afortunadamente tenían una seña para identificar cada puerta, al abrir y encender las luces ahogaron un jadeo al presenciar el desastre en el que se había convertido la habitación.

ㅡ¡Taehyung!

En el centro de la habitación se encontraba el susodicho, de rodillas con sus manos apoyadas sobre los cristales del espejo, viéndose así mismo en el más grande que había quedado, su rostro estaba empapado de lágrimas, al rubio se le dificultó pasar entre el desorden pero logró llegar a su lado para levantarlo con cuidado.

Sostuvo sus muñeca viendo las palmas de sus manos y dedos, tenían algunas cortadas como sus mejillas, pero nada demasiado grave que necesitara la llamada de una ambulancia.

ㅡVamos afuera Taehyungie, necesitamos verificar esas heridas.

Pero el moreno negaba cerrando fuertemente sus ojos antes de abrazarse al rubio con fuerza, se aferraba como si fuera a caer en cualquier momento o intentara esconderse, JungKook lo rodeó con sus brazos brindándole de una u otra forma protección, calor y refugio, pero ¿de quién se escondía?

De él mismo.

ㅡAyúdame JungKook, por favor.


JungKook había llevado al menor al baño para tratar su heridas, también le había pedido a la anciana medicina y un té para relajar el cuerpo de Taehyung ante su evidente ataque de pánico.

Las manos temblorosas del azabache sostenían la taza con cuidado bebiendo cuidadosamente, tenía vendas en ella y se le dificultaba sostenerla adecuadamente, por ello JungKook seguía a su lado.

ㅡ¿Quieres algún bocado? Puedo calentar un poco de la cena si así quieres.

ㅡEstá bien así, prefiero comer mañana, no me siento muy bien en estos momentos.

El rubio asintió antes de levantarse, buscando en el armario una pijama nueva, no podía ir por las que tenía en el cuarto de huéspedes ya que era casi imposible caminar dentro y el armario estaba en el suelo.

ㅡJungKook ¿puedo usar una de tus pijamas? No quiero las de él.

Aunque se había sorprendido no dijo nada y buscó una adecuada, encontrando una verde que no solía usar por la talla que era más pequeña.

ㅡEl cuarto de invitados no puede usarse por ahora, y no hay más habitaciones disponibles. Puedes quedarte aquí y yo iré al sofá, es muy cómodoㅡ dijo levantándose de la cama con su cambio de ropa, pero antes de siquiera dar un paso, Taehyung lo detuvo sosteniendo una parte su pantalón.

ㅡN-no es necesarioㅡ dejando la taza en la mesita de noche, levantó la mirada, sus ojos se veían distantes casi perdidos y el corazón del rubio se rompió. Se veía vulnerable ㅡ¿Podemos d-dormir juntos? Esto es vergonzoso pero... tengo miedoㅡ apartó la mirada del rubio esperando alguna burla.

Pero todo lo contrario, Jungkook se sentó a su lado sosteniendo sus manos, cubriéndolas a la perfección sintiendo como seguían temblando.

ㅡVamos a descansar entonces.

Regalándole una de sus sonrisas más sinceras se dirigió al baño para cambiarse, no quería causarle ninguna incomodidad y ese tiempo también fue utilizado por el menor para ponerse la pijama; una muy suave con un olor a detergente de flores.

Antes de que la puerta del baño se abriera tomó lugar en el lado izquierdo, acomodando las almohadas para que fueran más altas, no le gustaba que fueran planas porque amanecida con dolor de espalda. Cuando JungKook llegó a la cama apagó las luces, por un momento pensó que los nervios lo iban a molestar pero no fue así.

Le estaba dando la espalda pero tuvo el impulso de darse la vuelta, quedando frente a frente con la poca y tímida luz de la luna, una iluminación que le permitía apreciar el rostro del rubio y el singular brillo de sus ojos.

ㅡ¿Cómo te encuentras ahora?

ㅡMe duelen un poco las manos pero nada que unas pastillas no puedan remediar.

La mirada del rubio cambió ㅡNo puedo imaginar lo que fue para ti sentir lo que hayas sentido, tanto para llegar al extremo de lastimarte... por eso, si algo te molesta, puedes decírmelo y no guardarlo solo para ti, de alguna forma la mente hace que el cuerpo lo saqué, y no necesariamente con lágrimas.

ㅡLamento haberte preocupado pero si soy sincero... no recuerdo absolutamente nada, solo se que me sentía perdido, como si mi cuerpo no fuera mío y solo fuera un espectador. Es abrumante.ㅡ la sábana había subido hasta tapar su boca, su vista parando en una de las fotografías que habían dentro.

Taehyung no mentía, se había desconectado de su cuerpo y se desconocía, él nunca se había hecho ningún daño intencional y verse en el baño con las manos ensangrentadas de un momento a otro lo tenían confundido, más de lo que podía estar.

Absorto de nueva cuenta en sus pensamientos, salió de ellos cuando sintió algunas caricias en su cabello, al elevar la mirada y cruzarla con la de JungKook sintió que sus mejillas cosquilleaban.

ㅡPuedes relajarte un momento si quieres, yo me encargo.

Sus dedos iban desde la nuca hasta la coronilla, caricias suaves y tiernas que podían hacer dormir al azabache en ese momento. Tenía a JungKook a centímetros de él y le pareció un chiste que hubiera distancia y tomó el atrevimiento de acercarse hasta quedar atrapado en su pecho, escuchando sus latidos más marcados y rápidos.

ㅡSolo un poco más JungKook, por favorㅡ pidió en voz bajita, guardando sus manos en su propio pecho para protegerlas.

JungKook no dijo nada y continuó con las caricias, pasando también sus dedos por su mejilla y mandíbula, mandándole una descarga eléctrica al moreno que no podía estar más a gusto, se sentía tan cansado después de trasnochar pero no quería perderse de ese momento.

Pasaron así unos minutos antes de que Taehyung cayera en un profundo y reconfortante sueño, todo a vista del rubio que lo veía con adoración y una sonrisa pequeña, quitando de su frente sus cabellos rebeldes.

ㅡLamento no estar buscando soluciones Taehyungie, creo que soy un poco egoísta.

Soltando un suspiro dejó un beso en su coronilla, pasando sus brazos por su espalda para darle un abrazo en modo de protección, solo pidiendo internamente que el hombre que tenía en brazos pudiera perdonarlo.




No voy a mentir, este capítulo me tiene emocionada kdmdkdmd.

Y la canción me pareció que complementa de algún modo la conexión entre Taehyung y Vante.

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