10. ‹Talk to me›
ADVERTENCIA:
En este capítulo se tocaran temas sumamente delicados (como el abuso sexual), si alguien cree sentirse incómodo, les sugiero que no lo lean.
ROGER TAYLOR.
—¿Disculpe? — pregunté alzando una ceja. — Creo que esta confundiendo a mi novia con alguien más — fue lo único que se me vino a la mente en el momento, lo juró.
Él desconocido hombre negó repetidas veces, observó a Angelique de arriba a abajo en múltiples ocasiones, seguido de eso se mordió el labio. Apreté mis puños fuertemente al notar la mirada llena de lujuria con que este tipo veía a Angie.
— Oh no, claro que no — se mordió él labio — reconocería su perfecto cuerpo donde sea.
Me removí entre los brazos de Angelique, intentando soltarme de su agarre, pero la morena me lo impidió. Mis labios se apretaron en una línea recta. Realmente quería golpear a este tipo y lo acabó de conocer.
La morena pegó más su cuerpo al mío, pude sentir como comenzaba a temblar desesperadamente.
— Sacame de aquí — me susurró al oído.
— Señor, no se que es lo que busque, pero si nos permite — intente caminar aún con la morena aferrada a mi.
— Oye niño bonito, no te llevarás a mi pequeña. La eh estado buscando por mucho tiempo.
Mi cuerpo se tensó; si Angelique me pidió que la sacara de esto, lo iba a hacer; me cueste lo que me cueste.
—¿Algún problema con que me lleve a mi novia? — pregunté, poniéndome rígido.
— Ah si — él tipo se encogió se hombros — que es mía, imbécil.
Él hombre se acercó a nosotros y tomó por la cintura a Angie, un quejido de frustración salió de sus labios, aquel tipo la jaló tan fuerte y repentinamente que sorprendió a la morena. Ocasionando que se separara un poco de mi.
Me moví rápidamente y la tomé de los brazos.
“No me sueltes” fue lo que pude leer de sus labios, una pequeña lágrima se escapó de su ojo izquierdo, inmediatamente un sentimiento de ira se apoderó de mi cuerpo. Suspiré hondo y la solté.
Pero en él mismo instante en que la solté, me dirigí al hombre y lo golpeé fuertemente en la nariz, ocasionando que este cayera de espaldas al frío pavimento.
Me incliné para tomar a la chica entre mis brazos y caminar rápidamente a mi auto.
—¡Te tengo en la mira gatita! — escuché a lo lejos — ¡Recuerda que eres mía, solamente mía! ¡Iré por ti, nos vemos en un par de días!
Angelique escondía su rostro en mi cuello, aún podía sentirla temblando incesantemente.
— Sacame rápido de aquí — susurró, un “shhh” salió de mi boca, intentado tranquilizarla.
— Estas a salvo cariño, ya estamos por llegar a mi coche.
Efectivamente, ya nos encontrábamos frente a mi auto, una vez la coloque en él asiento del copiloto, observé a mi alrededor, no había rastro de aquel tipo, pero estaba completamente seguro de que volvería.
*****
Coloqué una manta encima de los hombros de Angie, ella mantenía la mirada fija en el alfombrado del piso. La observé por unos segundos, ella notó que la miraba y cerró los ojos fuertemente.
Aún estaba completamente descolocado por lo que habíamos pasado momentos atrás, intentaba encajar las piezas del rompecabezas.
Pero este no sería completado hasta que ella me dijera que mierda era todo esto.
¿Quien era realmente ese tipo? ¿Porque carajos la llamó de aquella asquerosa manera? ¿Porque temblaba tanto?
Tomé asiento en él sofá frente a ella, había decidió traerla a su apartamento para que pudiera dormir mejor.
— Angie — la llamé delicadamente, tenía miedo de que reaccionará mal o se asustara.
Ella sólo respondió con un asentimiento de cabeza — necesitamos hablar.
Negó rotundamente.
— No hay nada de que hablar, si me permites quiero ir a dormir.
Torcí los ojos, pero decidí respetar su decisión; me puse de pie inmediatamente y comenze a caminar rumbo a la puerta principal.
— Bien, en ese caso; nos vemos mañana. Que descanses — abrí la puerta lentamente, pero una mano me impidió dar siquiera un paso fuera del apartamento.
— No te vayas, no quiero estar sola.
Posé mis ojos en los de la chica y suspire.
— Entonces, hablame.
Ella negó, de nuevo.
— No quiero estar sola, sin nadie que me proteja.
Pase mis manos por mi rostro, un poco frustrado; tomé sus manos y la guíe de vuelta al sofá.
— Necesitó saber de que tengo que protegerte.
Una vez sentados, posé mi mano en su mejilla; tenia miedo de lo que me pudiera decir.
Pero realmente si no me confesaba todo no tendría ni la más mínima idea de lo que se supone tengo que cuidarla y protegerla.
La morena suspiró y cerró sus ojos.
Y aún con estos cerrados comenzó a hablar.
— Ese hombre era mi padrastro, ahora ex esposo de mi madre.
Cuando mis padres se divorciaron; papá huyo a Norteamerica, intentó llevarme con él pero la ley no se lo permitió.
Le dieron la custodia a mamá, unos años después mientras papá me enviaba cartas cada semana, un hombre llegó a la vida de mi madre.
Ella estaba feliz, después de tanto tiempo.
Se casaron y meses más tarde se enteraron que estaban esperando un hijo.
Un día, él tipo llegó ebrio a casa y la golpeó, ocasionando que tuviera un aborto espontáneo.
Seguía con los ojos cerrados, sentía su cuerpo temblar mientras mi mano aún estaba posada en su mejilla.
— Después de esto, ella comenzó a desarrollar cierta fijación por el alcohol, terminando así en algún bar cada fin de semana; dejandome sola en casa la mayoría de las noches.
Una de esas noches yo... yo estaba por dormirme cuando escuche un fuerte estruendo en la planta baja de la casa. Era la puerta principal siendo abierta. Creí que era mamá, pero no.
Era Robert, pude escuchar sus torpes pasos subiendo las escaleras, pasó de largo por mi habitación, y gritó él nombre de mamá, al no obtener respuesta comenzó a buscarla por todas las habitaciónes.
»Se detuvo en mi puerta, pude observar su sombra por debajo de esta. Me aferre a las sábanas, creyendo que me golpearía como lo hacia con mamá, pero creeme Roger; que fue mucho peor que eso.
Mi corazón se estrujó cuando mencionó mi nombre.
— Abrió la puerta bruscamente, cerré mis ojos con mucha fuerza y luego lo escuché hablar.
«Hola pequeña, tu mami me dijo que estas teniendo pesadillas, como esta noche no vendrá; me pidió que te cuidará». En efecto, estaba teniendo pesadillas recurrentes desde noches atrás, cosa que le notifique a mi madre pero hizo caso omiso a mis súplicas. Seguido de sus palabras sentí como colocó una mano en mi muslo derecho, después él colchón se hundió un poco a mi lado. Para ese momento ya estaba temblando, demasiado.
»Sentía como poco a poco iba subiendo su mano, hasta que tocó mi trasero, y apretó. Solté un sollozo, para ese punto ya estaba consciente de lo que quería hacer.
Después su mano se dirigió a uno de mis pechos y comenzó a estimularlo. Me arrebató de encima las sábanas, mis ojos se toparon con los suyos; estaban cegados ante la lujuria. Grité fuertemente, le grité que no me hiciera nada, que seria buena con él, que no me dañara. Pero todas y cada una de mis súplicas fueron ignoradas en él momento en que metió su mano dentro de mi ropa interior.
Metió uno de sus asquerosos dedos dentro de mí, no podía parar de gritar, me dolía demasiado y nadie atendía mi dolor. «La primera vez duele gatita, después te gustará ».
Para este momento ya había soltado su rostro y ahora apretaba severamente mis puños, podía jurar que mis uñas dejarían marca. No tenia idea de que decir, así que ella prosiguió hablando.
— Después de un montón de súplicas, él tomó mis piernas y las abrió bruscamente, una vez dentro de mí, mordió mi cuello «Esta será la primera de muchas, amor»
Esas fueron sus últimas palabras acerca de su relato, abrió sus ojos y suspiró pesadamente, tomé su mentón y la mire directo a los ojos.
Acaricie sus labios con mi pulgar.
— Ahora tienes quien te protega cariño, estarás a salvo conmigo. Ese pendejo no podrá hacerte daño, ya no más.
Aún tenía demasiadas dudas acerca de todos esos hechos, pero realmente no quería atormentarla más, la tome delicadamente por los hombros y la recoste sobre mi pecho, creí que se apartaría pero no fue así, colocó sus brazos alrededor de mi torso y suspiró.
— Gracias Rog — fue lo único que dijo antes de cerrar sus ojos y dormir. Como pude, coloque la manta sobre nosotros y suspire.
Tenia que encontrar a ese tipo y hacerlo pagar por todo, juró que lo haré. Y es que se perfectamente que Angie no es la primera ni la última chica que pasó o pasara por estas atrocidades, y si las autoridades no responden, lo haré por mi propia mano, cueste lo que me cueste.
*****
Había pasado ya un mes desde aquella cita que término en una tormentosa noche para ambos, aún no tenía rastro de aquel idiota. Afortunadamente la policía había puesto manos a la obra inmediatamente y estaban en su búsqueda.
Las cosas con Angie iban perfectamente, habíamos tenido un par de citas más pero hasta ahí, respetaba el hecho de que tal vez ella aún no estaba preparada para cualquier contacto físico amoroso.
A estas alturas nos habíamos hecho muy buenos amigos, trataba de ir a la mayoría de nuestras presentaciones, se escapaba de su trabajo «que realmente aún no tenía idea del lugar donde trabajaba» para apoyarnos.
En este momento nos encontrábamos sobre el escenario, John Deacon se había integrado a la banda hace una semana y hoy sería su primera presentación oficial como miembro de esta.
Con mis batacas en mano, daba pequeños golpecitos en los platillos, mientras observaba si Angie ya había arribado al lugar.
Fruncí el entrecejo cuando divisé a Freddie subir al escenario junto a Brian, estábamos a punto de comenzar y era sumamente extraño que la morena aún no estuviera por ahí.
Comenzamos a tocar, Keep Yourself Alive una de los canciones favoritas gracias a mi solo de batería. Me encontraba tocando eufórico, como siempre; cuando inesperadamente un agitado Tim Staffell subió al escenario.
Freddie lo observó extrañado pero siguió cantando, se acercó a mi con la respiración entrecortada.
—¡Roger! — una vez a un lado mio, posó su mano en mi hombro.
— Tim, no puedes estar aquí — dije sin dejar de tocar.
— Se llevaron a Angie. — mi rostro palideció.
— ¿Que? — para este punto ya no estaba tocando, Brian me miró haciéndome señas.
— Un tipo, en un auto negro, se llevo a Angie. Intenté detenerlo pero no pude, los seguí con mi bicicleta, puedo llevarte ahí se quieres.
— ¿Como era él tipo? — pregunté poniéndome de pie, tenía miedo de la respuesta de mi amigo.
— No lo vi bien porque todo fue bastante rápido, sólo escuché que la llamó “Gatita” — inmediatamente los nervios me carcomieron, comenze a temblar inevitablemente.
—¡Llevame Tim! ¡Llevame ya, antes de que le haga algo!
Inmediatamente corrimos fuera del bar, dejando a todo el mundo confundido.
Tenía que llegar a ella antes de que ese tipo la tocará, no podía permitir que le haga daño, ya no más.
Clint Eastwood as Robert Rodriguez.
Ahre, esto ya se esta poniendo fuerte; él siguiente capítulo sera aún más fuerte, lloren conmigo plis.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro