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Anteriormente en cuatro años

—Ciudad Gótica.

Una mujer pelirroja caminaba por las lluviosas calles de su natal Gótica, ante la inmensa turba de gente que abucheaba y casi apedreaba a un colorido ¿héroe? No, villano. En su compañía estaba un joven pelinegro que llevaba puesto un impermeable azul, viéndose cubierto de la lluvia, al mismo modo que la mujer se mantenía cubierta gracias a su gran gabardina negra, siendo lo más llamativo de esta, unos guantes de amarillo color mostaza. Ambos veían con una rabia pura el suceso en el lugar que una vez dio alegrías para todos en Gótica con shows de arte, ahora siendo un acto un tanto más violento. El escenario que observaban, mostraba a sus espaldas una vista aumentada de lo presentado en su escenario, cubierto sigilosamente con una translúcida marca de agua que mostraba una mano sosteniendo un martillo negro en un fondo rojo; dos vigilantes se posaban heroicos, e imponentes, de pie frente a un arrodillado villano de traje amarillo chillón y azul, con una jabalina rota al frente de este. Con una sonrisa algo forzada, ambos vigilantes tomaban los hombros de Javelin, villano de quinta que había sido casi molido a golpes, o eso mostraba a primer vista con la sangre que salía de su nariz y boca.

—¡No agradezcan hoy, ni ayer ni mañana, Ciudad Gótica!— exclamó el vigilante mayor, y claramente el jefe de aquel duo; este portaba un casco que acemejaba en diseño al de Batman, pero siendo más una armadura que traje, y portando un visor rojo en sus ojos; el resto de su ceñido traje se veía desprotegido ante el aspecto de la parte superior de su cuerpo —¡No sólo es por mi, Wingman!— exclamó este, revelando su nombre entre los húmedos aplausos de las masas —¡Ni tampoco por Redbird!— continuo, ahora presentando a su pequeño asistente; su traje era mayormente negro, solo sus pantalones, guantes y capa lucían con un brillante rojo.

—¡Te quiero Gótica!— exclamó Redbird, con una aun más fingida sonrisa que, aún con su obvia forzades, fue aplaudida: tras alzar ambas manos, reveló una ave roja cocida a su pecho y una especie de letra "V" en su frente

—No sólo es por nosotros, sino por todo el trabajo que hacemos para el mundo junto a la Security Wave y H.A.M.M.E.R— añadió Wingman, tras dar un golpe con la palma a la nuca de Javelin —, sino a ustedes, la gente del mundo sin quienes no tendríamos trabajo ¡Fuerte el aplauso para ustedes!

—¿Eso esta bien dicho, Señorita Kelley?— pregunto el joven de impermeable azul, notando como la mujer negó con la cabeza

—¿Tienes el encendedor?— pregunto ella, a lo que este asintió y, tras abrir su impermeable, la cubrió, dejando así que está sacara una botella de vodka con un trapo en la boquilla —. Es hora de hacer que haga algo de calor...— confesó esta, mientras se llevaba la mano hasta la nuca, donde estaba su "gorro", y se lo colocó encima del rostro, dejando a la vista un sobrio aspecto con orejas puntiagudas —¡Oye, Wingman!— gritó ferozmente quien se había revelado como Batwoman, la una vez Batgirl, Carrie Kelley —¡Aplaude esto!— grito tras abrir su gabardina y dejar a la vista su grisáceo traje con un murciélago en el pecho, además de una bomba molotov encendida

Sin premuro alguno, y sin tomarle alguna importancia a los gritos de las personas al verla, ella la lanzó hacía el escenario, viendo como Wingman aparto de una fuerte patada a Javelin, poco antes de ver caer la bomba molotov y esquivarla ambos de un gran brinco, preparandose para pelear tras ponerse en posición de ataque.

—¡Ahora, Freddy!— ordenó de un grito Batwoman, lanzando sus batarangs hacia los dos vigilantes, pero el blindaje de sus capas, una liza y una que parecía un conjunto de plumas rojas, era muy alto —. Carajo...

—¿Algo más que hacer...?— preguntaron ambos, con una amenazante postura bajo la lluvia

—¿Kelley?— pregunto amenazante Wingman, mientras mostraba sus garras a la vigilante, pero esta solo se puso en una pose similar a la de un boxeador —. Redbird, ve por el chico.

—¡Llámalo ya, Freddy!— gritaba Batwoman, tratando de atrapar a Redbird y evitar que corriera hacia su compañero, pero el embestir del codo de Wingman en las costillas logró evitarlo

—¡Anti-venom! ¡Urnesi ñuhe!— gritaba Freddy, poco antes de que el sonar del agua cayendo sobre Gótica fuera interrumpido, por el fuerte aleteo de una criatura por entre las nubes, poco antes de que Redbird le rasgara el impermeable con las garras y dejara a la vista una especie de dispositivo que le ayudaba a caminar sin su bastón —¡Mierda!

—Mierda en efecto, Freeman— declaró altanero Redbird —¿Eso fue un mal "alto valyrio"?— pregunto con una sinica sonrisa Redbird, a la par que tomaba un par de sus birdarangs

—Se hace lo que puede con lo que se tiene, como un mal traductor en internet— declaró temeroso Freddy, poco antes de oír un feroz y reptiliano rugir desde el cielo, ante esto, tanto Redbird como Wingman y todas las personas se giraron hacia el cielo, logrando ver aquella albina criatura; un enorme dragón blanco

Desde los tormentosos cielos sobre la ciudad, un enorme dragón blanco de aspecto viscoso en su piel y tenuemente rojizo en las membranas de sus alas se presente de una imponente manera y entre reptilescos grasnidos; aquel dragón simbionte logró ahuyentar a Redbird, o al menos alejarlo momentáneamente de Freddy, pues  a raiz sus reptilescos grasnidos, Redbird supo que era la mejor decisión; ambos vigilantes se vieron sorprendidos y, aunque Wingman continuaba su ataque, se retiraron lentamente.

—¡Es hora de irnos!— gritaba Batwoman, tras lanzar sus batarangs hacia ambos vigilantes y hacer que, entre un fino y metálico eco causado por su choque, todos cayeran al encharcado suelo, sin afectar a Wingman

—¡Vuelve aquí, Carrie!— grito colérico Wingman, tratando de dar con sus proyectiles a la mujer murciélago, pero siendo esta salvada por el cobijo de las alas del dragón anti-venom; este último rugio, logrando hacerlos retroceder tras dilucidar sus filosos dientes

—¡lykiri, Anti-venom!— ordenó Freddy, mientras metía la mano en la espalda del simbionte, solo para sacar un arma de plástico y barato aspecto, con la que les disparo bombas de humo

—¿Qué demonios Freddy?— pregunto Batwoman ante la arma del joven —¿Cómo conseguiste una pistola de bombas de humo?

—¡Es de pelotas pero la modifique!— gritaba Freddy, sin dejar de dispararles; mas el humo no era demasiado debido a la lluvia —¡Soves Anti-venom, dohaeras!— exclamó de nuevo Freddy mientras que Batwoman subía al lomo de Anti-venom

Ya sobre de Anti-venom, la criatura estiro sus alas y, entre una fuerte brisa al desplegar sus alas, este se despego del suelo, volando entre rugidos y sus reptilescos grasnidos, dejando atrás a ambos vigilantes una vez emprendida la huida. Wingman y Redbird unicamente pudieron ser testigos del vuelo que dicha criatura emprendía, perdiéndose más y más entre los relámpagos y las nubes de tormenta sobre Gótica. A su vez, Batwoman sólo entre cerraba los ojos para tratar de ver si es que el reemplazo de H.A.M.M.E.R era tan fiero como lo fue en su momento lo fue Batman. Afortunadamente para ambos, no era ni remotamente el caso. Las nubes prontamente se volvieron su entorno totalmente; tras el paso de unos minutos en vuelo ascendente, ya en la calma por encima de las nubes sobre Gótica, el comunicador dentro de una de las bolsas de Batwoman vibro y soltó intensos pitidos, siendo rápidamente tomado y contestado.

—¿Directora Simmons?— pregunto algo preocupada Batwoman, echando un vistazo instintivo hacia su nuboso alrededor —¿Cómo que si estoy sentada?

—¿Qué si estas sentada?— pregunto igual de extrañado Freddy, mientras guiaba a su dragón para que este emprendiera un lento vuelo hacia el frente —¿Qué clase de noticia podría ser?

—Cede Shadyvale de H.A.M.M.E.R.

En una sala "segura", que más bien era una especie de cuarto de interrogación a juzgar del espejo en uno de los cegadoramente blancos muros, Peter Parker yacía sentado sin máscara, aún con un traje seriamente dañado y manchado de sangre, con un collar de inhibición en el cuello y unas esposas que lo unían a la metálica mesa. Sobre la mesa, y ya formando un pequeño charco, un goteo de sangre se hacía presente; mas esta no era la mayor preocupación de Peter, pues alrededor de su cuerpo y a la vista, gracias a las rasgaduras en su traje, eran visibles heridas de todo tipo, tanto simples rasgaduras o moretones, hasta cortes que, al menos algunos, dejaban salir una que otra gota de sangre.

El tic y tac del reloj le mostraban al arácnido que el tiempo pasaba y no era sólo un sueño más, o al menos no uno simple; si era una ilusión o algo por el estilo, sabía bien que sus Young Titans lo liberarian; Peter sabía muy bien que Dreamer podría sacarlo de sus sueños con sus poderes oníricos en apoyo con Rogue, o que Batgirl y Valeria verían el modo de sacarlo de cualquier animación suspendida. Finalmente, y tras ver girar la perilla de la puerta con lentitud, Peter supo que no era un sueño, quizás más bien una pesadilla; por la puerta entró Peacemaker sin su casco, pero con su arma en el cinturón y una gran bolsa de compras color beige.

—Bien amiguito, se que debes morir de hambre, ha sido una noche larga y aquí en H.A.M.M.E.R— decía Peacemaker, mientras dejaba caer la bolsa sobre la mesa y llevaba la pequeña llave hasta las esposas de Peter, liberando sus manos —, tenemos unas tiendas que te cag...

—Este H.A.M.M.E.R, ¿de donde salió?— pregunto Peter, mientras miraba extrañado todo lo que Peacemaker sacaba de la bolsa —y-yo nunca oí de él... ¿Qué significa?

—Bueno... realmente no tiene un significado, pero los puntos intermedios le dan notoriedad empresarial— explicó Peacemaker, terminando de sacar las últimas cosas de la bolsa; todas comida, golosinas y bebidas

Mas la sorpresa de Peter no se hizo esperar en su mirar; los productos en su mayoría tenían colores temáticos del héroe en su portada, como si de una especie de propaganda o mercadotecnia. Los héroes en sus portadas, no eran más que "copias" o "similares"a los héroes que Peter ya conocía, tanto de lejos como en persona. Peacemaker extendió la mano y señaló a los productos, invitando al héroe arácnido a tomar alguno de estos mientras que Peacemaker tomaba una bebida energética de mora azul que presentaba a una mujer guerrera con armadura y espadas a coloración azul. Peter dudo por unos segundos, y pronto tomo una bebida de chocolate con escencia de mandarina en la que se encontraba una especie de Spider-man color naranja con lo que parecían ser muletas en ambos brazos.

—Buena elección, yo tampoco hubiera escogido el de Red Widow— decía Peacemaker, tras señalar a otro chocolate líquido que mostraba a una mujer pelirroja de traje blanco y rojo; según las ilustraciones mostraban que este tenía esencia de cereza —, la cereza y el chocolate no sabe muy bien, pero ey mira, ten— añadió mientras le ofrecía una pizza personal en un empaque de plástico que dentro mostraba una mujer de traje blanco y una especie de alargadas tiras de colores que nacían de su cabeza —, la Pizza Flash, lista en un ¡Flash!

—Estoy muerto... ¿En esta tierra?— pregunto Peter, tras mirar fijamente aquel Spider-man naranja de su bebida de chocolate —. Por aquí me veo diferente, pero conoces mi nombre...

—¿Tu nombre?— pregunto Peacemaker con una pequeña sonrisa —¡Vamos amigo! Esa es Sun-spider, es una heroina de los...

—¿¡Chris que esta pasando!?— pregunto entre un grito Peter, logrando hacer que Peacemaker borrara su sonrisa —¿¡Donde estoy!?— pero Peacemaker calló —¿¡Qué está pasando!?

—Tú...— inicio entre susurros Peacemaker, tras dejar su bebida y bocadillo en la mesa

—¿Ajá...?— insistió Peter, alentando a Peacemaker para hablar

—Estuviste desaparecido cuatro años, Parker— confesó tajante Peacemaker, haciendo que la piel de Peter se erizara de golpe

—¿¡Cuatro años!?— pregunto Peter tras llevarse las manos a la cabeza y mostrar una especie de inicios de llanto

—Y en esos años muchas cosas, cosas malas y algunas buenas, pasaron, hasta que, bueno...— Peacemaker señaló hacia la pintura del logo de H.A.M.M.E.R en el muro —, vinieron a poner cierto orden y pues, así ha sido, todo ha estado en paz hace mucho con Osborn a la cabeza y...

—Espera, espera— intervino Peter —¿¡Osborn es el líder de H.A.M.M.E.R!?— pregunto con incredulidad Peter, mientras veía a Peacemaker sonreir con una especie de conformismo

—Y de la Security Wave, Pete— añadió Peacemaker, mostrandose cabizbajo —, han habido muchos cambios...

—¿La Security Wave?— pregunto Peter bastante confundido

—Los héroes unidos más grandes del mundo tras la guerra civil, la purga, el acta de registro, etc, etc...— explicó Peacemaker, mientras se ponía de pie y buscaba las llaves de la puerta —, termina de comer, te conseguí un boleto premium a...

—¿Y mis amigos?— pregunto Peter con temor y lágrimas que lentamente se generaban en sus ojos aún con derrames por su anterior pelea con Madame Hydra —¿Y-Y Shadyvale? ¿¡Qué pasó con Hydra, Chris!?— Peacemaker suspiro antes de girarse de vuelta hacia Peter y verlo con una melancólica nostalgia

—Shadyvale está a salvo, estamos en Shadyvale, Peter— explicó Peacemaker, mientras veía de reojo hacia las cámaras, mostrando una molesta mueca antes de girarse hacia Peter —. Hydra murió, junto a Shield y Argus...

—Y... Y...— intentaba preguntar Peter, mientras finalmente las lágrimas le salían de los ojos —¿Los Young Titans?

—Termina de comer, chico— susurro Peacemaker entre un largo y dolido suspiro —, te espera una racha larga, Spider-man.

Sin más palabra, Peacemaker dejo la sala y cerró la puerta tras de sí con una lentitud y calma tal, que podría decir le dolió evitar tal respuesta. No le habían sido aclaradas todas las preguntas, y las respuestas que le habían dado cuanto menos eran simplemente eso, respuestas, ni siquiera rozando el confort. Cuatro años, Peter Parker, Spider-man, había desaparecido por cuatro años y todo el mundo había cambiado, unido si, pero bajo que mano, la mano de Norman Osborn, su una vez peor enemigo. Peter entonces, tras varios minutos de meditar y pensar, simplemente se dejó ir y el llanto comenzó a emerger del castaño, terminando así por rodear de dicho eco la habitación en la que se encontraba cautivo.

—Torre de la Security Wave - New York.

En contraste a Gótica, New York se mostraba casi tan brillante como lo era uno de los mejores días en Metrópolis; por el cielo, y atravesando las nubes naranjas del amanecer, un hombre de hierro volaba en dirección a la torre de los héroes más grandes del planeta, la Security Wave, instalada en donde una vez estuvo la torre de los Vengadores. Aquel hombre metálico se mostraba tricolor en armadura, no bicolor como Iron Man en sus días mosos, sino con un predominante rojo sobre el azul y plateado en el resto de la armadura; una brillante estrella color blanco se postraba en el pecho de la armadura, resaltando en aquel panorama rojo. La gente desde las calles ovacionaba la llegada de dicho héroe a su torre, como si de un milagro personificado se tratara; su nombre, y el de sus compañeros, era gritado con gloria y esperanza, aunque mayormente sonaba, o al menos en su narcisista cabeza, su nombre, su alias: Iron Patriot. Este Iron Patriot aterrizó se golpe en una plataforma circular que, a juzgar por la estrella en su centro, estaba hecha para él. Iron Patriot se llevó ambas manos a la cabeza y tras tocar un par de botones a los costados, Iron Patriot se quito el casco y dejó a la vista su rostro, revelandose como Norman Osborn.

—Qué bueno es estar en casa, carajo.— exclamó Osborn con su casco en las mano izquierda y mientras saludaba a la gente con su mano derecha en alto, solo antes de darse la vuelta y empezar su camino hacia el interior de la torre, donde fue rápidamente alcanzado por una mujer de curvas notables, debido a su ceñido traje gris, y una larga cabellera negra con un mechón de opaco rojo

—¿Qué tal estuvo Qatar, señor?— pregunto la mujer, sosteniendo en su mano una tableta con el logo de H.A.M.M.E.R, mientras se acomodaba el  gafete con su mano libre, dejando a la vista su nombre: Victoria Hand

—Horrible— declaró entre un suspiro Norman, mientras veía en las pantallas del salón, múltiples canales de noticias. Todas muteadas —¿Quién fue el idiota que dijo que usar el traductor de google bastaría para misiones internacionales?— pregunto Osborn, llegando a la mesa circular en el centro de aquel enorme salón, notando que ya había un miembro más del equipo presente al otro lado de la mesa; Osborn dejó su casco de manera estrepitosa en la mesa y sostuvo un rectangular paquete envuelto en papel beige

—U-Usted señor— aclaro Victoria, dejando perplejo a Norman, quien la volteo a ver con una mezcla de arrepentimiento e ironía

—Vaya...— susurro Norman, logrando ver a su compañera de equipo soltar una pequeña risotada al otro lado de la mesa —. Hand, despida a alguien.

—E-Enseguida señor— contestó Victoria antes de girarse y salir del salón con rapidez, dejando únicamente a los miembros presentes del equipo dentro

—¿Y?— pregunto aquella otra "heroina", sin alzar la mirada de su celular; su azulado traje de guerrera amazona resaltaba ante la blancura de su piel y su rubia cabellera: en su cinturón tenía una gruesa espada plateada y en su espalda un escudo —¿Qué te dicen los jeques de Qatar?— finalizó Queen Maeve, dejando finalmente su teléfono sobre la mesa y mirando a Osborn

—Bueno...— inicio Osborn con algo de dificultad para hablar entre una sonrisa —, H.A.M.M.E.R, la Security Wave y todos los demás, estamos vetados de Qatar...

—¿¡Qué mierda!?— pregunto sonriente Maeve, centrándose en Norman en su totalidad; Queen Maeve se reclino para mirar más de cerca al "héroe" —. Cuenta, cuenta.

—La emergencia era una Dust— susurro con pesar Norman, abriendo lentamente el paquete

—¿La X-men de arena?— pregunto tajante Maeve, un tanto confundida —¿Ella era la emergencia?

—Fundó una asociación para luchar contra el crimen, la corrupción y, bueno, la cultura opresiva en medio oriente— continuó Osborn, cambiando de las noticias al Astonish Channel, volviendo a activar el volumen apenas vio que emitían un programa llamado "El precio del plástico"

—¿Y?— volvió a preguntar Queen Maeve, insistiendo en recibir una respuesta

—La llamo G.I.R.L, obviamente no les gusto mucho— finalizó Osborn —. Y, okey, tal vez me exalte cuando les pregunte cual era el problema y solo dijeron "Mirelas, ¿puede creerlo?"

—¿Solo eso?— pregunto Maeve, aun algo confundida

—Muchos insultos más y así, luego insultos a la santa de mi madre por no ponerme de su lado, y tal vez me pase un poco con los jeques— decía Osborn, finalmente viendo el libro que había llegado por correo —¿Qué es esta mierda?

—Es del apartado de las editoriales y...

—¿Tweenlight: Webweaver & Girl Power?— pregunto Norman entre una molesta  risa de incredulidad —¿Quién escribió esto, perdón?

—El programa de literatura joven que pidió la rubia— ante la declaración de Maeve, Norman sólo la miró con una sonrisa —. La otra rubia, idiota.

—Entonces, de todo lo que había...— inició Norman, poco antes de lanzar con cierta molestia el libro a la mesa —¿Un fanfic de nuestra pasante musulmana y un Spider-man pirata ganó?

—¡Oye!— regaño Queen Maeve —, era eso o una historia, "My Inmortal", de un tal Tim Hunter de Gótica y, créeme, no querrás que eso vea la luz comercialmente.

—No podría ser peor que est...— pero el crujir del cielo ante la ruptura de la barrera del sonido lo interrumpió; esbozo una sonrisa —, ya llega el chico grande.

—Se tardo, pero fue bueno que viera la de Dicaprio, seguro derritió icebergs por toda la ruta del crucero— bromeó Queen Maeve, poco antes de ver aterrizar al mencionado "chico grande", quien portaba un traje de opaco color rojo con calzoncillo y chaleco, este último terminaba en capa, ambos de color azul

—Y dime mi buen amigo— pregunto Norman, girandose con una sonrisa hacia el recién llegado —¿Qué tal le fue a la misión que te encomendamos con el crucero?

—Exitosa.— finalizó, dejando a la vista un diamante amarillo en su pecho, con una enorme letra Z dentro

Mientras todo esto ocurría, en alguna parte al otro lado del mundo, de noche y sobre un nublado cielo, un gran helicóptero con el emblema de H.A.M.M.E.R en su costado iba a toda velocidad en un destino desconocido, pero Peter, que iba esposado dentro, sabía que no podía ser nada bueno. Peter miraba en total silencio a los guardias a su alrededor, todos con trajes capacitados para pelear mano a mano con un meta humano como lo era Spider-man; de pie y con los brazos recargados sobre los asientos del piloto y copiloto, estaba Peacemaker, ya con su casco puesto y en una especie de charla con ellos. Cada cosa que había pasado y ya no tenía, había pasado en su mente en apenas un día estando aquí, o en este tiempo, únicamente pensando en que hacer, el destino de su equipo y el como encontrarlos de estar vivos aún, o unidos o no, y su familia, Tía May, Valeria, Teresa, que sería de ellas en cuatro años de no estar.

—¿¡A donde me llevan!?— pregunto Peter en voz alta, una vez vio a Peacemaker sentarse frente a él tras acabar su charla —¿¡Qué pasará conmigo ahora!?— insistió al no ver respuesta de Peacemaker; su tono se mostraba apagado y dolido

—Te llevaremos a un lugar seguro— ante la declaración de Peacemaker, uno de los agentes rió burlonamente —¿Conté un chiste, agente?

—¡No señor!— exclamó el agente, volviendo a su seriedad

—¿Un lugar seguro?— pregunto desganado Peter; Peacemaker asintió —. ¿No será Queens, verdad? Y ya estamos muy lejos para seguir en Shadyvale...

—No, no será Queens— aclaro Peacemaker, comenzando a aclimatarse al pesar del joven arácnido

—¿Ella está bien?— pregunto Peter; por unos momentos Peacemaker creyó saber de quien hablaba, pero al ver la mirada de reojo que Peter le daba a los agentes, entendió

—Si, ella está bien chico, está oculta— finalizó Peacemaker, ante una sonrisa que pronto contagio a Peter

—Hacia falta una buena noticia, supongo— susurro Peter, sin mirar hacia Peacemaker o alguno de los agentes —, ahora tengo una motivación más para la lista.— aquello último desconcertó un poco a los presentes, quienes de quedaron en silencio hasta ser interrumpidos unos segundos después

Atención vehículo aéreo, esta en área de vuelo restringida— se escucho en el radio, alertando a todos los presentes, en especial a Peter

—Aquí vehículo aéreo de H.A.M.M.E.R a la Habitación Gris, transmitiendo código en cadena— declaró el conductor, antes de presionar un par de botones y tras el paso de unos segundos, obtener respuesta

Acceso permitido, bienvenido a la Habitación Gris— finalizó la voz en el radio, logrando llamar la atención de Peter, quien se reclino tratando de ver por el parabrisas

—¿Habitación Gris?— pregunto Peter, confundido, poco antes de verla —¿Como la de...?

—¿Las Black Widow? Sí— contestó tajante y medianamente emocionado Peacemaker

De entre las nubes emergió, una enorme base voladora cuyas luces iluminaban la penumbra del cielo nocturno, dejando a la vista colosales torres, puertos de aterrizaje e incluso algunos jets sobre de ellos. Esta era, la Habitación Gris.

—¿Cool no?— pregunto Peacemaker, poco antes de girarse hacia Peter con una sonrisa bajo el casco—. Poco después del ascenso de H.A.M.M.E.R, vinimos por las operaciones de Dreikov y ahora es, bueno, un lugar seguro.

Una vez aterrizaron, todos los agentes rodearon a Peter, altamente armados y siendo guiados por Peacemaker, quien fue lento hacia el interior del lugar, alejandose del fuerte viendo que los golpeaba en los puertos de aterrizaje. Peter fue escoltado al interior donde, después de pasar muchas puertas bien blindadas, y otras más de bloqueo a base de proyección de energía, se lo decía, el ver a los prisioneros en sus celdas no hizo más que confirmarselo, era una prisión; las celdas por las que pasaba Peter, no eran más que diseños clonicos para la contención de sus prisioneros, pulcras celdas con puertas de cristal, selladas por un cerrojo cuya llave era la palma del guardia. A conforme fue avanzando, fue viendo celdas adecuadas para prisioneros en específico, cada una única para el super  prisionero que estuviera por contener.

—No jodas...— pregunto Peter al ver a un prisionero de tes morena y lentes que cubrían en su totalidad los ojos —¿Ese es...?

—Gold Lantern, sí— explicó Peacemaker, sin dejar de avanzar

—Así que esto es así ¿No, Chris?— pregunto Peter, mientras veía cerca su destino a cada paso que daba —. Me encerraras aunque no hice nada más que aparacer por accidente en un tiempo que no es el mío ¿También encerrarias a tus padres por castigarte de niño?— bromeo Peter, logrando hacer que un par de prisioneros rieran, incluso uno que otro guardia

—Yo jamas haría algo como eso, arácnido— contestó molesto Peacemaker, acelerando su paso

—¡Hola, hijo!— exclamó desde una celda el padre de Peacemaker, August Smith, el una vez llamado White Dragon

—Jódete, a él lo encerré por ser un racista de mierda— declaró molesto Peacemaker, acelerando todavía más su paso, ignorando las miradas de Peter ante tal suceso

—Sentress— leía Peter, mientras veía un pasillo que terminaba en una sala de intensa luz amarilla —, ¿Lilly Langley?

—Nymphet, primor— declaró esta chica tras su celda, pasando sus manos de manera erotica por sobre de su cuerpo y guiñandole un ojo a Peter —, buscame en los jueves de recesos mixtos, Spider-man...

Peter entonces siguió su camino y fue llevado hasta un pasillo, del cual llegó hasta una zona circular, con celdas y prisioneros en toda dirección donde se viera. La primera que llamó su atención fue una chica bajita y delgada, misma que portaba un corte moicano en su cabellera teñida levemente de rosa, su nombre era desconocido, pero su alias era Wink. De otro lado, había otro cuyo nombre decía también desconocido, pero su alias era Music Meister; este último se pego a las puertas de su celda y vio con una expresión de pura sorpresa incredulidad a Peter, quien correspondió con el mismo gesto, poco antes de ser empujado por otro agente, entrando de lleno al cuarto.

—Presiona la placa del medio al final del cuarto, tendrás acceso a un baño y regadera— explicó Peacemaker, mientras le quitaba las esposas y hacia que las puertas se cerraran apenas Peter entró —, encontrarás ropa cómoda en ese armario y...

—¿¡Es una broma!?— pregunto molestó Peter, mientras frotaba sus muñecas tras la presión las esposas

—No, enserió es cómoda, la ropa es de algodón y...— pero Peacemaker fue callado de golpe por Peter

—¡Te vi ayer! ¡Peleé contigo contra Hydra!— exclamó Peter, golpeando las puertas de cristal con manos y pie —¿¡Por qué me encierras aquí!?

—Es lo mejor para ti, Peter, es lo más seguro, créeme, Spider-man no esta seguro afuera, no es un mundo para él— decía Peacemaker con un tono melancólico, poco antes de darse la vuelta —. Y Peter...— volvió a hablar, aunque está vez sin ver al arácnido —tal vez tú acabas de vivirlo, pero para todos los demás, fueron cuatro años, muy largos...— Peacemaker, dirigiéndose junto a sus compañeros hacia la salida, parando solamente al ver a un nuevo héroe a la entrada del pasillo; un super héroe de traje verde con guantes y googles amarillo —, escucha pasante...

—De hecho me llamó Shout O...— pero este fue interrumpido por Peacemaker

—Qué Parker coma bien y este cómodo, le hará falta...— termino Peacemaker, siguiendo su camino e ignorando los comentarios de este verde héroe

—Shout Out— finalizó aquel héroe cabizbajo, girandose hacia la salida y acompañando a Peacemaker

—Carajo...— susurro para si mismo Peter, golpeando el cristal con su frente

—Sabes...— escucho Peter, desde la celda de a lado, terminando por tomar toda su atención al reconocer aquella voz

—sí que es bueno, ver una cara familiar, Peter Parker.

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