Capítulo 25.

Estaba esperando a que salga Tom de su probador con su último conjunto del día para el photoshoot, cuando escuche a alguien detrás mío.

Al voltearme, escuche puras risas. Harrison y Harry se estaban retorciendo de la risa, con Tom parado enfrente de ellos. El traía puesto un pijama azul, abierto un poco en la camisa.

- ¡me gusta este! por lo menos tengo sentido de la moda.

- Sólo tienes uno ahora porque hay estilistas aquí, ¡idiota! - Harry se moría de la risa.

Yo reí mientras me levantaba y me ponía al lado de Tom.

- Dejen de burlarse, a mí me gusta - lo miré a Tom de arriba a abajo y reí.

- ¡no tú también!

- nunca Tom, nunca - reí.

Sonreí cuando sentí que Tom envolvió un brazo alrededor de mi cintura, acercándome a él.

- ¿qué tal un beso de buena suerte?

- no le puedo decir no a esa cara.

Tom se rió, sonriendo junto nuestro labios, un beso corto, pero dulce.

- Vamos, Haz nos consiguió algunos asientos junto a la cámara para que podamos ver - Harry señaló al otro lado del escenario, donde Harrison estaba sentado, dos sillas vacías a su lado.

Después de hacer el camino, elegí el asiento con la mejor vista directamente enfrente de Tom. Como estaban ajustando la iluminación, Tom me miró guiñándome un ojo antes de dirigir su atención a uno de los entrevistadores.

Me sonroje, disfrutando de los pequeños momentos que compartíamos cuando nadie estaba prestando atención.

Cuando empezó la entrevista y observe desde detrás de la cámara, me di cuenta de que Tom no estaba realmente prestando atención a la cámara, sino algo ligeramente fuera de la cámara. Nadie más parecía darse cuenta. Echó un vistazo a su izquierda, ya que Tom estaba mirando a su derecha, y me di cuenta, ¡me está mirando!

Me sonrojé de nuevo, perpleja de que él estuviera observándome cuando él debería prestar atención a las preguntas que estaba respondiendo.

Seguía lamiéndose los labios, enrollándolos en una pequeña sonrisa cada vez que hacíamos contacto visual.

Sabía lo que estaba haciendo, y él estaba disfrutando cada segundo.

La primera parte de la entrevista terminó y Tom se acercó a donde yo estaba sentada. Riendo de algo que Harry estaba mencionando, no había notado la mano de Tom apoyada sobre mi rodilla, haciendo lentamente su ascenso por el muslo. Yo los presioné juntos, que no pasaron desapercibidos por él. Te miró, arqueando una ceja mientras sacudía sutilmente la cabeza, indicando que no quería que hicieras eso. Yo reí.

Sentía un calor familiar que subía por mi cuello y sentías el corazón revoloteando.

Él sonrió, levantando su mano para cubrir mi mejilla, pasando su pulgar a través de él.

-¿Algo está mal, darling? ¿Estás bien?

- Deja de mirar fijamente, Holland.

Él se rió de tu respuesta, inclinándose para susurrar en tu oído -¿Y si no quiero, princesa?

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Estaba tirada en mi cama repasando las líneas para mi próximo papel, cuando mi celular vibro.

El nombre "Tom" salió en la pantalla. Sonreí y leí el mensaje.

"Tengo una sorpresa, ponte algo lindo. Te paso a buscar a las 8"

¿Una sorpresa? Sonreí y me levanté de mi cama para darme una ducha.

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Puse las manos en mis caderas mientras miraba mi armario, decidiendo que ponerme para esta noche.

Gire mi cabeza y mire mi reloj de la mesada.

6:00 pm.

Tenía el tiempo justo como para pensar.

"Ponte algo lindo" ¿algo lindo como que? ¿Formal? ¿Casual? ¿Una pollera? ¿Vestido? Necesito más información, maldito Holland.

Me probé el primer atiendo, una pollera negra con una camisa suelta color crema.

Me mire en el espejo e hice una mueca.

No me convencía.

Y así estuvo como media hora. Hasta que recurrí a la salvación de mis problemas.

-¿Sam? - dijo Angie en la otra línea.

- necesito ayuda, no sé que ponerme.

- en 5 estoy allá - y corto.

Sonreí. Cuando se trata de ropa, Angie es la reina.

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- pruébate esto... - Angie me estiro una remera.

Me probé lo que me había dado Angie y sonreí.

- eres la mejor - la abrace.

- ya lo sé - hizo un gesto con la mano y tiro su pelo para atrás - ¿a donde van a ir?

- no lo sé, me dijo que es una sorpresa.

- ¡sorpresa! Que lindo.

- odio las sorpresas - reí - pero que venga de el es algo que me pone nerviosa.

- son más lindos - reí - soy su fan. Yo sabia que iban a terminar juntos.

- no eres la única. Hasta mi madre lo sabía.

- tu madre es fan con migo. Como cuando puso el muérdago ¡ay como la ame! - reí.

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- ¡dale Tom! Dime a dónde vamos - puse cara de perrito.

- no, y no me pongas esa cara que sabes que no la resisto.

- y por algo la hago - sonreí y mire la carretera.

Después de despedirme de Angie, a los minutos llego Tom.

Ya había manejado por 10 minutos, y Tom seguía negándome en decir a dónde íbamos.

Llegamos a un restaurante hermoso. Estaba iluminado por cientos de luces y era enorme.

Yo abri mi boca sorprendida y lo miré a Tom quien sonreía.

- ¿te gusta?

Asentí - nunca vine acá. Es hermoso.

- solía venir a veces con mis padres cuando era chico.

Tom me abrió la puerta y agarro mi mano para dirigirnos a la entrada del restaurante.

- ¡Tom! - un hombre alto abrazo a Tom - que gusto verte, como has crecido.

- hace mucho que no venia, y creí que serie bueno volver con mi novia.

"Mi novia" sonó de los labios de Tom. Sonreí.

- soy Sam - sonreí.

- que gusto conocerte. - lo miró a Tom - es hermosa, mejor será que la cuides.

Tom rió y asintió. Pude sentir como mis mejillas se tornaban algo rosadas.

El señor nos guió a una mesa y Tom como un caballero, corrió mi silla para que me pueda sentir.

- ¿a que se debe toda esta sorpresa?

- quería que sepas lo que significas para mi. Sé que es difícil para ti todo esto, y que vamos a tener momentos en que no nos veamos por días. Quiero aprovechar el ahora y poder estar contigo.

Yo sonreí y me acerqué a Tom para poder juntar nuestros labios en un beso.

- te amo.

- yo más.