Capitulo 17. Muérdago.
Capítulo 17.
- ¡no lo puedo creer! - decía Angie.
- ¡calla mujer! ¿quieres que toda la casa de entere? - reí.
- es que... ¿como pasó?
- no lo sé, lo único que me acuerdo es que tenía sueño, y me quede dormida.
- entonces, se puede decir que durmieron juntos - puso cara picara.
- no, cuando me desperté estaba en tu habitación.
- ósea que él te llevo a mi habitación ¡que tierno!
Estábamos en mi habitación después de venir de la casa de Angie. Nos habíamos despedido de los chicos un rato después de desayunar todos juntos.
- si... - suspire y me acosté en el suelo pero me levanté enseguida - ¡me olvide de decirte! Tengo tu regalo de navidad.
- pero dámelo el 25 a la mañana ¡es 23! ¡yo tengo el tuyo en mi casa!
- pero no puedo esperar para dártelo - sonreí y me pare para buscar un trozo de papel en mi cajón. Lo escondí detrás mío - ¿te acuerdas lo que siempre me decías que querías hacer cuando éramos chicas?
- ¿casarme con Orlando Bloom?
- ¡no! - reí - lo otro, en año nuevo.
- pasarlo en Nueva York ¿por qué? - la mire y sonreí - decime que no lo hiciste - asentí y sus ojos se abrieron como platos.
Le mostré el papel, dos pasajes para Nueva York - arreglamos Tom, Harrison y yo para irnos los 4, le preguntamos a tus padres y dijeron que si - sonreí - ¡feliz navidad!
Angie me abrazo mientras saltaba - ¡gracias gracias gracias! ¡No lo puedo creer!
- El 30 salimos hasta el 2.
Angie seguía mirando el papel sorprendida, reí ante su cara.
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- ¡ya está la mesa! - grité para que mi madre me escuche.
Era 23 a la noche, y mi familia siempre hacia una cena con amigos. Para el 24 y el 25 pasarlo con familia.
Habíamos invitado a dos familias bastante cercanas a la nuestra, los Robinson, que constaban de Louis, Kelly con sus dos niños gemelos, Kimmy y Joe. Después estaba los Kimmel, Timmy y Sophia, quienes no tenían hijos.
También Angie venía con sus familia, que mi madre y su madre se habían hecho muy cercanas durante el tiempo que Angie y yo éramos chicas.
Y después de que mi madre me insistió por horas, también invite a Tom y a Harrison, quienes después de verlos unas veces mi madre se encariño con ellos.
Eran las 9 y ya estaban todos en mi casa, la música sonaba y había bocadillos por todos lados. A mí madre le encantaba organizar fiestas y cocinar para éstas, ya que era chef. Siempre tenían éxito y era una de las organizadoras más famosas del barrio.
- esto está delicioso - decía Harrison mientras se terminaba la pasta que había hecho mi madre.
Yo asentí - es una receta que invento ella.
- definitivamente voy a venir más seguido a cenar a tu casa - bromeó Tom.
Terminamos de cenar y como siempre, después de la cena el volumen de la música subía y el baile empezaba.
Bailamos por lo menos 10 canciones, mis pies estaban que me mataban así que decidí ir adentro para servirme algo para tomar.
Les avise a los chicos, y Tom me siguió ya que todos querían tomar algo y se ofreció para ayudarme para traerlas.
Entramos a la cocina y nos encontramos con los hijos Robinson. Serví las bebidas mientras Tom hablaba entretenidamente con los nenes.
Sonreí al ver a Tom jugar, se veía tan tierno. Va a ser un gran Spiderman.
Tom se puso al lado mío pero Joe lo siguió y escuche que le dijo;
- si eres el novio de Sammy, cuídala porque es muy bonita y buena - sin esperar una respuesta salió al patio.
Sentí como mis mejillas se ponían de un leve color rosa, agarre dos bebidas y salí pretendiendo no haber escuchado nada.
Ya habían pasado más de 20 canciones y la mayoría ya estaba sentado por el cansancio de bailar tanto.
- Sammy, ¿me podrías traer del living los demás vasos? - Yo asentí - Tom ¿la podrías ayudar? Son varios.
Tom asintió y me siguió hasta el living.
Vi los vasos arriba de una repisa y me acerqué para agarrarlos, me Tom me detuvo al agarrarme levemente del brazo.
- ¿que pasa Tom? - lo miré confundida.
Tom miró para arriba y yo le seguí la mirada.
Un muérdago.
Un muérdago estaba justo arriba de nosotros.
Eso no estaba ahí arriba antes... ¡madre! Lo había planeado todo. No sabía si estar feliz o sentirme incómoda porque mi madre quería que me bese en mi casa con un chico... ¿como me tendría que sentir en una situación así?
Baje mi mirada y me encontré con la de Tom.
¿Que se supone que tengo que hacer en esta situación? ¿Correr y encerrarme en mi habitación hasta siempre? ¿O aceptar esta situación y besarlo tanto como quiero?
¿Quiero besarlo?
¿Lo quiero en serio a Tom?
¿Por que el amor es tan complicado?
Sentí como la mirada de Tom me atravesaba por dentro y me daba ganas de no dejar de mirarlo.
Junto nuestras frentes y puso su mano en mi mejilla, sentía su respiración en mi rostro y la cercanía hacia que me ponga nerviosa. Mi pecho subía y bajaba, subía y bajaba.
Mi cuerpo quería besarlo en este momento, pero mi cabeza me decía que no cometa ese mismo error, que podía terminar todo mal y que alguno de los dos iba a salir lastimado.
Cerré mis ojos y pensé, que ya lo había besado dos veces a Tom. Ya la situación se me había ido de las manos.
Sin pensarlo dos veces, junte nuestros labios y su calidez invadieron mi cuerpo. Como sus labios se movían al compás con los míos se sentía que encajaban perfectamente el uno con el otro.
Nos separamos y volví a cerrar mis ojos.
Maldito Tom Holland.
¿Que voy a hacer con este lío entre mi cabeza y mi corazón?
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