Capítulo 15.

Después de jugar "yo nunca nunca", decidimos irnos a dormir ya que era bastante tarde.

Entre con Angie a nuestra carpa y nos acostamos una al lado de la otra.

- ¿lo notaste? - Angie me pregunto.

- ¿notar que?

- Tom estaba celoso.

- ¿celoso? ¿Por quien?

- ¡Emilio! - dijo gritando/susurrando - a penas lo nombre su cara cambio totalmente.

- debes de estar alucinando ¿te tomaste las patillas de las 9? - dije bromeando.

- ¡no! Es verdad. Lo vi con mis propios ojitos.

- entonces te debes comprar anteojitos - dije imitando su tono - además, decidimos solo ser amigos.

- que sean solo amigos, no quiere decir que no sienta nada por ti - y sin esperar mi respuesta, se dio la espalda y se fue a dormir.

¿Tom sentía algo por mi?

Me quede pensando mirando la nada, pero me detuve.

La pregunta en realidad era, ¿y si yo también siento algo por él?

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Después de estar un tiempo dando vueltas por el espacio, no me pude dormir. Ya me había acostumbrado a no dormir en mi casa, pero ésta ves si que no conseguía el sueño.

Decidí salir de la carpa porque si me seguía moviendo seguro iba a despertar a Angie, y una Angie malhumorada no es lo más lindo del mundo que digamos.

Me puse mis zapatillas y salí de la carpa. Abri una lona y me acosté encima de ésta, contemplando las estrellas.

Estaba perdida en mis pensamientos cuando escuche que alguien salía de una carpa, dirigí mi mirada a las carpas y Tom salía de la suya.

- ¿problemas al dormir? - Tom asintió - únete al grupo. Tom sonrió y se acostó al lado mío.

Su cuerpo contra el mío me hizo sentir nervios, pero al mismo tiempo me sentía cómoda y protegida.

- ¿que te tiene tan despierta? - me miró.

- no lo sé, ¿y a ti?

- ni idea - volvió su mirada a las estrellas - es una noche hermosa.

- lo es - me senté y Tom me siguió - el sonido de los grillos me tranquilizan y me asustan al mismo tiempo - reí - pueden estar al lado tuyo y saltarte en cualquier momento.

Tom rió - ahora no voy a dormir más - ambos reímos - prefiero grillos antes que a las arañas.

- ¿a Spiderman no le gustan las arañas? - reí.

- son de lo peor, además de ser rápidas son escurridizas. Podrías tener una araña encima tuyo y no lo sabrías.

- ¿qué harías si tendrías una araña encima tuyo ahora mismo?

- saldría gritando y despertaría a todo el bosque - ambos reímos.

Nos quedamos callados contemplarnos el silencio y las estrellas.

Sentí la mirada de Tom en mi y me puse nerviosa. Lo miré y su mirada me transmitió tranquilidad.

Se acercó a mí y pego nuestras frentes, sentía sus respiración en mi rostro y su perfume entraba en mi nariz, era la perdición.

Sentía como otra vez, mi cerebro se apagaba y mi cuerpo se controlaba por sí solo.

Tom tomo mi mejilla y la acaricio lentamente.

- amigos, ¿cierto? - susurró Tom.

- amigos - lo imité.

Tom unió nuestros labios y de inmediato una calidez se sintió en mi cuerpo.

Su lengua entro por primera vez a mi boca y la recorría como si fuera un museo. Nuestras lenguas jugueteaban entre ellas sin parar.

Nos separamos por falta de aire y cerré mis ojos mientras nuestras frentes seguían pegadas.

¿Amigos?

Amigos.

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Abrí mis ojos y me encontré con el techo de la carpa, gire mi cabeza y me encontré con una Angie durmiendo como un ángel. Cosa que no se ve todos los días.

Sonreí por mi pensamiento y de repente la escena de ayer apareció frente a mis ojos.

Suspiré y me tape la cara con mis manos.

¿Sentía algo por Tom? ¿Tom sentía algo por mi? ¿O solo es atracción?

Mi cabeza estaba rodeada de preguntas, así que decidí salir antes de que mis cabeza explote.

Mire mi reloj y marcaban las 8:30 am. Me puse mis zapatillas, pero antes de salir sentí que Angie se movía.

- buenos días enana.

- buenos días - sonreí.

- escuche que ayer te fuiste, ¿todo bien?

Yo asentí - solo no podía dormir, me tire afuera para calmarme.

- ¿sola? - se sentó y me miró picara.

- ¿me espiaste? - reí.

- no... solo... fue casualidad - puso cara de inocente. Yo reí - ¿amigos, no?

Yo asentí y suspire - ni yo lo sé.

- los dos se quieren y se nota que sienten algo entre ustedes.

- estoy más confundida que nunca, puede ser atracción o sentimientos.

- solo necesitas hablarlo con él.

- puede ser, pero cada vez que estoy con él mi cerebro se detiene y mi cuerpo se controla por sí solo.

- consecuencias del amor, enana - suspire y me acosté de vuelta.

- solo quiero terminar este día y pasarla bien.

- entonces, salgamos. Sé lo que te va a dar un risa - sonrió.

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- ¿lista? - me pregunto Angie mientras sostenía el vaso con agua.

- lista - le respondí y sonreí.

Contamos hasta tres y tiramos los vasos llenos de agua a Tom y Harrison, quienes seguían durmiendo.

- ¡a levantarse bellos durmientes! ¡Ya es hora de despertarse!

- ¡está fría! - dijo Harrison.

- la venganza de cuando nos asustaron - dije yo riendo - debieron ver sus caras.

- si que son vengativas - dijo Tom sonriendo y levantándose - si que está fría - Harrison lo siguió y al estar mojados, se le pegaron las remeras al cuerpo.

Si que tenían un cuerpo para derretirse, se notaba que vivían en el gimnasio.

Gracias a Dios era actriz y disimulaba que me estaba por babear por sus increíbles cuerpos.

Después de que Tom y Harrison se cambiaron, preparamos un mini desayuno con frutas que habíamos traído, y decidimos ir a un lago que se encontraba en el bosque.

Después de nadar un tiempo y divertirnos, tomamos camino de vuelta porque ya se iba a ser tarde.