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09 • GILBERT = DEATH •

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Flashback. Mystic Falls.18 de Agosto de 1991.

— Rosalie, es muy probable que no sobrevivas el parto. Tu corazón no va a resistirlo, necesitas un transplante.— aconseja Joe mientras la Bennett tiene contracciones

— Son mis bebés de los que hablamos, mientras ellos vivan, el resto no me importa.— implora en dolor y toman su mano

— No vas a sobrevivir.— la castaña jadea entre dolor provocando un caos en la habitación

— Rose, no quiero verte morir.— refiere Liz entre lágrimas

— Sólo prométeme que no dejarás que su padre se los lleve. Cuídalos con tu vida, Liz. No dejes que mis mellizos estén juntos...— se pausa para gritar —. No deben saber de dónde vienen. No deben conocer su linaje.— los focos se revientan asustando a Joe — Son la última generación de brujos Parker. Vendrán por ellos. Mi padre vendrá, lo sé...¡Ay por Dios! — se lamenta — Protégelos.

[ ... ]

Presente. Mystic Falls. 2010.
Angelina.

— Tienes que decir algo.— habla Theo pero su voz hace eco en mi cabeza — Angie.— siento su frío tacto y me da un escalofrío

— Necesito procesar lo que me estás diciendo. Necesito respirar.— los focos parpadean con locura

Mi mente estaba corrompida, son demasiadas cosas para un día, sentía que iba a explotar en cualquier momento.

— Hey, tranquila.— se sienta junto a mi — Se que esto es difícil de digerir.— mis ojos se cristalizan

— Jamás pensé que tendría un hermano biológico, jamás.— volteo a verlo — No se si pueda ser real.— me levanto

Sentía que mi corazón latía lento, como si estuviera igual de asustado que yo.

— Angie, eres todo lo que me queda. Mi papá me engañó toda la vida, mi tia igual. No sabía quién era tu madre, sólo que era hermana de Abby, mi tía. Ella me crió durante toda mi vida.— me llevo las manos a la boca — Ahí fue donde descubrí todo.— cierro mis ojos por unos segundos — ¿Angie?

Se me va el aire y me desplomo.

— ¡Angie!

[ ... ]

Flashback
— ¿Ves el cielo? — me apunta mi madre — Así de azul, con un sol brillante.— sonrío comiendo helado

— Si, ¿por que? — limpia mi rostro

— Te puse tú nombre en honor a los ángeles. Así fue como llegaste a mi vida. Un milagro.— sonrío — Y ver hermosos días como este, es especial.

— ¿Verdad que tú siempre vas a estar conmigo, mami? — se pone a mi altura y sus ojos celestes se impactan con los míos

— Hasta la muerte y mas allá.

[ ... ]

Mis ojos se abren de golpe y veo como todos los focos estallan, el aire se incrusta en mis pulmones.

Un sabor agrio estaba en mi boca, hacía que me amargara todo el aliento, lo reconocía.

— Me asustaste.— siento las manos frías de Stefan y todos estaban a mi alrededor

Sucedió de nuevo, no puede ser que siempre me pase esto, no lo quiero.

— Estoy bien.— afirmo y ayudan a levantarme, relamo mis labios para limpiar la sangre

— No puede seguir esto así.— se queja Elena con frustración — Parece que no mejoras.

— Pienso igual. Iremos a otro médico.— manifiesta Jenna inquieta

— ¿Y tengo voto en esto? — intervengo

— No.— me callan todos y me cruzo de brazos

— Sólo quiero dormir y lavarme la boca. ¿Les molestaría salir de mi habitación? — camino a la puerta — Necesito estar tranquila y no ayudan.

Salgo y entro al baño. Apoyo mis manos en el lavabo y me veo en el espejo. Inhalo hondo por unos segundos y trato de calmarme.

Abro la llave del agua y enjuago mi boca, lo escupo.

El sabor seco de la sangre, aún permanecía en mi paladar, ese sabor a hierro que te amarga por completo, no salía, tenía que lavarme los dientes.

No se como voy a salir adelante, pero tengo que averiguarlo. La sangre de vampiro extrañamente me hace sentir fuerte, de alguna forma distinta, no como antes. Es como si fuera parte de mi, era raro.

¿Cuál es mi destino...? Tengo un mellizo, un padre que no conozco, y mi historia no está terminada. Necesito descubrir más sobre mi madre, y ahora que tengo a Theo, no estoy sola en esto.

[ ... ]

Estaba sentada frente a mi tocador sólo observándome; me había hecho el maquillaje y tenía el cabello perfecto; el atuendo impecable. Lo único malo en mi, era esa expresión vacía en mi rostro. Es como si...como si estuviera rota.

— Lina, necesitamos hablar.— pide Jeremy entrando a mi habitación

— Si, claro.— volteo a verlo aturdida — ¿Qué pasa?

— Hay otro brujo en el pueblo. Ayer lo conocimos.— confiesa y me levanto sorprendida

— ¿Qué?

— Luca Martin, algo así.— alzo mis cejas — Viene con su padre y no sabemos nada de ellos.— suspiro

— Eso es nuevo, no lo esperaba.— divago y se sienta en mi cama

— Pues, Bonnie parece muy impresionada y no le veo la gran cosa para ser sincero.— lo dice en un tono irritado y ladeo una sonrisa

— ¿Por que lo dices así? — arruga sus cejas y me pongo frente a él

— ¿Por que lo digo como? — me ve incrédulo y cruzo mis brazos

— Lo dices con celos.— bufea y se levanta — Una mujer lo sabe, créeme.— niega

— Estás demente. Yo sólo venía a avisarte que parece que habrá un club de brujos o algo así.— se burla y voy a mi mesita de noche

— En ese caso sería aquelarre— corrijo —. Es tan raro que vengan brujos. No es común.— asiente — Por algo debe ser, no es coincidencia.— hago un ademán y tomo mi celular

— Necesitas conocerlos. Yo no me confío, pero Bonnie si. Está muy emocionada y parece que el chico sabe mucho de bujería.— lo dice con fastidio y va a la puerta

— Si tengo tiempo, nos presentamos.— interpongo y abre — Jeremy, ¿estas bien? — arruga sus cejas

— ¿Por que lo dices?

— No lo sé, sólo quería saber que lo estuvieras.— asiente

— Si, no te preocupes.— inhalo hondo y lo veo salir de la habitación

Ellos deben saber toda la verdad. No puedo seguir ocultado cosas, yo creo que es momento de decirle a Bonnie que somos primas y a mi familia que Theo es mi mellizo. Aún no me adaptado a eso.

Bajo para ir por mi bebida especial "el café."

Al ir por las escaleras, escucho que tocan la puerta.

— Yo voy.— aviso y me encamino a abrir la puerta.

Al hacerlo, dos hermanos están frente a mi, lo cual me sorprende. No esperaba verlos tan temprano.

— Hola. ¿Podemos hablar? — pide Stefan y los veo a ambos

Se veían muy serios, como si trajeran noticias o algo no tan bueno que decir.

— ¿Que sucede? — pregunto con temor

— Fuimos a ver a Katherine.— Damon rompe su silencio y frunzo el ceño

— Sólo...entren.— me hago un lado y pasan

Caminamos a la cocina y veo a Elena y Theo sorprenderse al verlos acompañarme.

— ¿Qué hacen aquí? — se muestra mi hermana confundida

Theo me da una taza de café y me siento en el banco de la barra.

Ahora con mi bebida lista, podía escuchar todo el chisme que tienen que decir sobre Katherine.

— ¿Quien eres tú de nuevo? — le interroga Damon quisquilloso y volteo a ver a Theo

— Theo Fell. Soy primo de Angie.— explica y bebe de su taza — Son los Salvatore. He escuchado mucho de ustedes.— veo de reojo a Elena

Stefan y Damon lo ven con desconfianza. Se notaba que se les hacía raro que el estuviera metido en nuestra conversación secreta.

— Es importante y el niño nuevo no puede escuchar.— exige Damon y bebo café

— No soy un niño.— le corrige y noto la tensión entre ambos

— ¿Angie? — interviene Stefan y volteo a verlo — ¿El está de nuestro lado o como? — suspiro y dejo mi café

— Podemos confiar en Theo. El conoce el mundo sobrenatural y es mi familia.— informo sincera y el ladea una pequeña sonrisa

— Bien, traigo noticias.— manifiesta Damon y lo vemos con atención

El nos contaba que Katherine sugería entregarnos la piedra de luna a cambio de su libertad. Es astuta, pero no más inteligente que yo.

Pedía mi ayuda para que hiciera un hechizo que levantara la barrera de la tumba y poder huir y sólo pensaba una cosa.

— Sobre mi sexy cadáver que hago algo por esa zorra.— solté sin pensarlo y me ven sorprendidos

—Tranquila, Lina. Es sólo una oferta.— añade Stefan y suspiro

— No le creen ¿cierto? — menciona Elena incrédula

— No, claro que no. Tan solo queremos la piedra de luna.— manifiesta Damon y suspiro

— Es mi momento de participar.— añado y voltean a verme — Un vampiro llamado Slater dice que hay maneras de destruir el hechizo que Klaus quiere romper, Damon sabe de lo que hablo.— Theo y Elena me ven sorprendidos

— Sin hechizo, no hay sacrificio de doppelgänger. Ergo sobrevives.— refiere Damon ante Elena

— ¿Que? — interviene Theo sorprendido — ¿Soy el único que cree que es raro? — resoplo

— No, yo pensaba lo mismo ayer.— apoyo y Damon rueda sus ojos

— ¿Como lo destruirán? — cuestiona mi hermana confundida

— Liberándolo de la piedra de luna.— sugiero — Es sólo lógica, no lo se exactamente.— suspira

— ¿Como saben que va a funcionar? — nos pregunta Elena preocupada

— Porque tenemos a dos buenas brujas de nuestro lado.— me señala Stefan y sonrío

— Katherine tiene la piedra. No se las va a dar.— argumenta mi hermana con pesimismo

— Se la quitaremos...— responde Stefan

— Bueno, lo que el quiso decir, es que pasaremos sobre su cadáver si tenemos que hacerlo.— manifiesto y Elena se sienta en la mesa

— Bonnie y tú deben encontrar la forma de quitar el sello lo suficiente para entrar, tomar la piedra de luna y salir.— me dice Stefan con seguridad y hago una mueca

— Parece que tienen todo planeado.— impone Theo fascinado — No lo esperaba.— sonrío

— Si. Somos increíbles, niño.— Damon se regodea y mi mellizo rueda sus ojos

— Excepto por una cosa.— interviene Elena y volteamos a verla — No quiero que lo hagan.— frunzo el ceño

— Elena, no hay elección.— la regaño y el ambiente se tensa

— ¿Que hay de Klaus? — me pregunta inquieta

— Lo buscaremos luego de tener la piedra.— responde Stefan confiado

— ¿Eso es antes o después de que mate a todos los que quiero, incluyendo a ustedes tres?— expresa mi hermana preocupada señalándonos

— Elena, si anulamos la piedra de luna te salvaremos.— impongo molesta — No es el momento de hacerte la mártir.— alza sus cejas ofendida — Lo siento, pero intento protegerte.

— Lo se. Todos repiten eso.— se levanta molesta y se va de la cocina

— No se que hacer con ella— me llevo las manos a la cabeza —. No quiero que muera en ese ritual pagano, es mi hermana.— siento el nudo en la garganta

— Sólo dale espacio. No es fácil procesar lo que está viviendo, tiene miedo.— aconseja Theo y volteo a verlo — Me contó lo que Katherine le dijo en la tumba, ya ha perdido mucho y no quiere perderlos a ustedes.— bajo la mirada

— ¿Que todas las Gilbert son suicidas? — se queja Damon

— ¿Por que tiras esos comentarios estúpidos? — le pelea Theo y levanto la cabeza

— ¿Disculpa...? — refiere con molestia y Stefan lo frena — Estás muerto.— alzo mis cejas

— No hagas esto.— le pide y me pongo junto a Theo

— No te tengo miedo, Damon. He luchado con tipos como tú toda mi vida.— se defiende Theo

— Créeme, no es verdad.— alardea Damon y resoplo con fastidio

— Ya basta, ¿si? — intervengo — No hagas drama, Damon, sólo vete.— arruga sus cejas

— Haz lo que quieras, no me importa.— informa déspota y sale de la habitación

No tengo dilema con el hasta ahora, es soportable. Pero, si se mete con las personas que me importa, no me interesa pelear contra el.

— Hablaré con Bonnie sobre el hechizo que quieren hacer.— manifiesto ante Stefan — Algo bueno debe salir.— asiente

— ¿Entonces estás dispuesta a ayudar? — pregunta con interés y asiento

— Sabes que haría todo por Elena. Si tengo que soportar hacer algo por esa lunática para salvarle la vida, haré lo que sea.— dejo en claro y sonríe

— Te veo al rato, tengo unos asuntos pendientes. — avisa Stefan y nos despedimos

— Admiro eso de ti. — habla Theo y volteo a verlo — Tu harías todo por tu familia, y lo respeto. — sonrío ligeramente

— Mi mamá Miranda nos enseñó que nosotros tres somos todo lo que tenemos. Si algún día nos hacían falta, nos protegeríamos contra todo, como los hermanos que somos. Se que no compartimos la misma sangre, pero no hay nada en el mundo que no haría por ellos. — sonríe — Sin ellos...Yo perdería la cabeza. — asiente

— Yo nunca tuve eso. No es como que haya tenido una infancia traumática ni triste, pero parte de mí siempre sabía que algo no estaba bien. Que algo faltaba, y eras tu. — explica e inhalo hondo

— Theo, yo no entiendo nada de esto. Anoche apenas y pude dormir por procesar el hecho de que tengo un mellizo después de 17 años. — manifiesto y tomo mi taza — Es tan raro. Supongo que es momento de decir la verdad. — bebo café

— Concuerdo, pero no se si puedo seguir quedándome aquí si ellos no son mi familia. Pensé que era hijo de Grayson, pero creo que no. — manifiesta y meneo mi cabeza

— Tu eres mi hermano, eso te hace mi familia y la de ellos. — sonríe — Jamás te voy a dejar solo, literalmente compartimos útero. — me burlo y se ríe

— Necesito unirme mas a tu mundo. Espera...— se pausa unos segundos — si tu eres bruja, eso quiere decir que yo también. — sonrío

— Si, así funciona la genética. — se queda casi pálido

— No puede ser... ¿Cómo...? — se queda pensando y yo termino mi taza con una risita escondida

— Debo buscar a Bonnie, nos vemos luego. — camino a la sala — Debemos contarles a todos esta noche que somos mellizos— agarro mi mochila del sofá —. Es tan raro. Es algo que jamás creí posible. — nos vemos

— Si, yo aun proceso que soy brujo, así que...— divaga y va por las escaleras dejándome sola

— Bien... ¿Elena, vienes conmigo a la escuela? — la nombro agarrando mis llaves de la mesita

No tenía respuesta, solo había silencio. Era extraño.

— ¿Elena?

Subo a su habitación y noto que esta vacía, prácticamente solo Theo y yo estábamos en ella.

— Theo, ¿Elena te dijo si iba a la escuela? — lo veo guardar cosas de su habitación y menea su cabeza

— No. Solo Jenna me dijo que iría al trabajo y Jeremy se fue a la escuela.— informa y arrugo mis cejas asintiendo

— Bien, gracias.

Se me hacía extraño que Elena no me avisara a donde iba, pero como resultó nuestra conversación esta mañana, tal vez me evita.

Ignorando eso, me voy a la escuela. Quedé con Bonnie de vernos antes de que las clases iniciaran; como si las clases fueran importantes en estos momentos.

— Angie. — escucho a Bonnie y volteo a verla — Hola. — sonrío y nos damos un abrazo

— Parece que no nos hemos visto por décadas. —ríe y nos separamos — Jeremy me dijo que conociste a una clase de culto de brujos. — resopla

— No son un culto, pero parecen buenas personas. — explica y asiento — Hablé con Stefan sobre un posible hechizo que nos ayudé a abrir la tumba, como el que hicimos con mi abuela. — suspiro

— Lo hablé con él esta mañana, quiere que lo usemos para que puedan entrar por la piedra y salir. — informo — Tuve que acceder, es una gran oportunidad para salvar a Elena. — asiente

— Si, ayudaré en lo que sea que necesiten. — escuchamos que la nombran y volteamos a ver

— Hola. — nos saluda y se nos acerca un chico.

Tenía la ligera sospecha de quien era. Su tez es morena, linda sonrisa y con atuendo de profesor de arte, algo vintage.

Él y yo cruzamos miradas.

— Hola, Luka. Ella es mi amiga Angie. — Bonnie me presenta emocionada y sonrío ligeramente

— Luka, mucho gusto. — estira su mano y la estrecho.

Al tomarla por unos segundos, siento una clase de energía que provoca que suelte mi mano de impulso

— ¿Sentiste lo mismo? — suspiro y sobo mi mano crédula

— Ella es como nosotros, es una bruja. — afirma Bonnie y el me mira asombrado — No conoce su linaje, pero trabaja en ello. — aclara y sonrío nerviosa

— Eso es fascinante. Ahora ya no somos los únicos raros. — expresa con simpatía y sonrío

Parecía ser un chico agradable, me daba la impresión de que lo era. Aunque es extraño que venga de la nada cuando estamos en medio del sacrificio de sangre del siglo. No confío en nadie.

— ¿Desde cuándo sabes usar magia? — pregunta con interés y veo a Bonnie

— Cuando predije la muerte de mis padres adoptivos. — confieso sin tacto y se quedan en blanco — Es una broma, una broma, sí. — me rasco la cabeza apenada — Lo se desde que me enojé con Damon y le di un aneurisma, ¿así se llama? — Bon asiente — Pues sí, eso paso.

— Perdóname que te lo diga, pero eres algo rara. — expone Luka con nervios y sonrío

— No, está bien, lo se. — afirmo y sonríe ligeramente — Igual, de magia conozco poco. Nadie nos enseñó a Bon ni a mí. — la veo

— Yo igual se un poco. Podemos comparar grimorios o puedes preguntarme lo que quieras. Tal vez lo sepa. — sonaba sincero. Eso me gustaba

— Gracias, eres muy amable. — respondo con empatía

— Yo quería preguntarte algo. — le habla Bonnie — Últimamente he tenido problemas al hacer magia. Físicamente es mucho más difícil. —frunzo el ceño — A veces tengo reacciones malas... — la interrumpe

— ¿Te sangra la nariz? — le pregunta interesado y volteo a verlo

— Si. — responde impresionada

Es algo que también me había sucedido; cuando ayudé con el hechizo localizador. Pensé que era porque estoy, ya sabes, muriendo.

— Y me desmayo, a veces. — confiesa y me ve de reojo algo apenada

— Bonnie, ¿por qué no me habías dicho? Se supone que estamos juntas en esto. — refiero indignada

— No quería preocuparte. — se excusa y meneo mi cabeza

¿Estaba siendo hipócrita? Claro, sí. Pero al menos en mi secreto no hay vidas en riesgo.

— Es porque te esfuerzas demasiado sola. Necesitas apoyo. — explica y frunzo el ceño

— ¿De qué? — pregunto confundida y me mira

— De la naturaleza. Los elementos. Cosas de las que puedes tomar poder. — alzo una ceja — ¿Has canalizado a otro brujo? — nos ve incrédulo y hago una mueca negando. Miro a Bonnie

— ¿Qué es eso? — pregunta Bonnie con interés

— Si nosotros juntamos nuestra energía, duplicamos nuestra fuerza. Les mostraré. Mira. Préstame tu brazalete. — me dice y lo toco con nostalgia

Es el que me regaló Stefan y contenía verbena. Fue antes de saber que era una bruja y que el control mental no funcionaba.

— ¿Para qué? — pregunto confundida y sonríe, se quita un colgante que llevaba

— No pasará nada malo. — suspiro y asiento.

Desabrocho el brazalete. Lo tengo en mi mano y se lo acerco.

— Si tú dices. — cambiamos de pertenencias

— Ahora, quiero que estes muy quieta y concéntrate... — lo interrumpo

— No lo entiendo. ¿Que estamos haciendo? — pregunto incrédula

— Canalizando. Los objetos personales actuarán como un talismán. Ahora concéntrate. — inhalo hondo y cierro mis ojos.

Aprieto mis manos con el collar de Luka y despejo mi mente.

Había algo diferente, podía sentirlo. Una extraña conexión recorre mi cuerpo y me daba algo de fuerza, fue pacifico. Abro mis ojos de impulso

— ¿Qué es eso? — pregunto sorprendida y me da una sonrisa.

El ambiente comienza a cambiar, y es como si el estuviera provocándolo, tomando de mi fuerza para lograrlo; sentía que conectaba con él.

— Wow chicos. — expresa Bonnie al ver como el clima cambia y el viento pega con fuerza — Lo hicieron. — cierro los ojos absorbiendo la energía.

Se sentía bien, es como si por primera vez, tuviera el poder que hacer lo que quisiera y no me agotara en el proceso. Lo disfrutaba totalmente.

— Bastante bien, ¿no? — me dice y suelto una risa. Volteo a ver a Bonnie y ella también estaba sorprendida

— Debes intentarlo. — le sugiero a Bon y sonríe asintiendo

— Si quiero. — menciona con entusiasmo

— ¿Qué tal el clima, eh? — se nos acerca Jeremy y cruzo mirada con el

— Calentamiento global. — responde Luka con sarcasmo — Yo que se. Tengo que irme. — voltea a verme — Hasta luego, chicas. — nos despedimos y lo veo alejarse

— Que raro es, ¿no? — opina Jeremy algo incómodo y noto la tensión en ambos.

A mi amiga claramente le atrae el brujito. Es alguien nuevo que la entiende mejor que nadie, eso es un sentimiento único en el mundo.

— Claro que no. — señala Bonnie y Jeremy frunce el ceño. Noto que llevo el collar de Luka en la mano

— Rayos. — voltean a verme — Se quedó con mi collar y yo con el suyo. —comento frustrada y bajo la mano

— ¿Quieres que vaya por él? — me pregunta Jeremy y suena mi celular, le doy una seña de que espere

Damon me envió un mensaje donde me pedía que fuéramos a la casa para ponernos de acuerdo con el plan de la tumba.

— ¿Qué ocurre? — pregunta Jeremy y bajo mi mano con el celular

— Es Damon. Quiere que veamos sobre el hechizo de la tumba. — explico y los veo a ambos

— Bien. Creo que se cómo hacerlo. Mi abuela tiene el hechizo, hay que ir. — añade Bonnie y asiento

— Bonnie, ¿puedes darle esto a Luka? — le entrego el collar — Por si lo ves cuando terminemos. Te encargo mucho mi brazalete. Es especial para mí.

— Si claro. Nos vemos allá. — sonrío y me encamino a mi auto





[ ... ]





Narrador omnisciente
Elena, como es habitual, tenía su propio plan. Uno, donde no incluía a sus hermanos ni a los Salvatore, era secreto. Bueno, solo a Isaac, pero era porque no se lo quitaba de encima.

Desde que él se enteró del sacrificio, se quiere asegurar que Elena este a salvo, no quería que alguien se la llevara.

— ¿Por qué estamos aquí y no en la escuela?— le cuestionó el Salvatore al entrar en su antigua casa

Elena cerró la puerta notando que había demasiado silencio, eso le aseguraba que ni Stefan ni Damon estaban en casa.

— No es que me moleste, pero últimamente le quitas el puesto a Angie de "misteriosa."— se burló Isaac y la Gilbert curveó una sonrisa amena

— Tengo un asunto pendiente. — manifestó examinando que estuviera la persona que esperaba

— ¿Stefan y tu...volvieron? — inquirió con un ligero tono de nervios

— No, no lo diría así. — aseguró recorriendo el pasillo, un pequeño destello de ilusión hubo en los ojos del castaño

— No es lindo dejar a una chica desnuda tan temprano. — se quejó Rose con solo una bata

La vampira se sorprendió, al ver a Elena e Isaac parados en el pasillo con expresión de confusión, fue incómodo.

— Perdón, creí que eras...— Elena aparta la mirada en seco, Isaac encorvó una sonrisa burlona

— La verdad es algo que si me esperaría de Damon. — opinó Isaac risueño y Elena lo fulminó con la mirada — Es la verdad. — Rose se mostró con una sonrisa cínica

Le daba exactamente igual que descubrieran que ella durmió con el villano del pueblo.

— Yo...Lo siento, yo...— la Gilbert tartamudeo

No esperaba en lo absoluto que Damon se metiera con la nueva vampira, aunque no le sorprendió del todo, ya que sabe lo mujeriego que puede llegar a ser. Pero dudaba de que fuera con Rose.

— No hay nadie más aquí. — avisó Rose e Isaac la examinaba con la mirada, puesto que no la reconocía

— De hecho, vine a hablar contigo. — expuso e Isaac arruga sus cejas

— Entonces mejor me visto. — apuntó hacia arriba y se fue con una sonrisa pintada en su rostro

— ¿Soy el único que ve esta situación extraña? Damon es un promiscuo, pero nunca le encontré a una chica. — se burló mientras Elena pensaba en como quitárselo de encima

— Ya conoces a Damon. Se acuesta con todo lo que tenga lindas piernas. — ironizó y el Salvatore soltó una risa

— Angie amará este chisme. Lo molestará por siempre. — se va alejando con el teléfono en la mano

Él le enviaba un texto a su mejor amiga mientras iba a la cocina por un vaso de agua, estar aquí le traía tristes recuerdos. Le hacia recordar que ya no tenía a nadie en el mundo.

Del otro lado, estaba la Gilbert en la sala esperando a la vampira. No podía estarse tranquila ante los pensamientos que tenía, regularmente sobre su plan principal...entregarse.

— Esa es una mala idea. — la regañó Rose mientras estaba frente la chimenea

Había salido de arreglarse hace unos minutos.

— Claro que no. — se defendió Elena — Angie me dijo que tu amigo Slater obviamente tiene más información de Klaus. Damon y Angie se fueron antes de obtenerla. — Rose la vio con inquietud

— Porque alguien explotó la cafetería en donde estábamos. Donde tu hermana resulto lastimada, por cierto. — argumento

— Hay mas cosas. Solo necesitamos como encontrarlas. — insistió la Gilbert

No se iría de ahí sin una respuesta.

Rose comenzaba a fastidiarse, ella estaba dispuesta a ayudar, pero no dejaba de darle miedo enfrentarse a los originales o a Kaela.

— ¿Por qué vienes a mi con esto? — reclamó

— Porque me lo debes. — señaló con arrogancia — Con una palabra mía, Angie y Damon te hubieran matado por secuestrarme. — Rose la vio con incredulidad

— O tal vez porque sabes que ellos no quieren que hagas esto. — contraataco y Elena soltó un suspiro amargo — Y robar la piedra de luna te da oportunidad de hacerlo. — se le acercó Rose con petulancia

— No estamos muy de acuerdo, ¿sí? — manifestó incomoda e Isaac se acerca hasta donde estaban las chicas

— ¿En qué? — preguntó con interés y a Elena se le fueron las palabras de la boca

Rose se dio cuenta de que no quería que el chico se diera cuenta de los planes que la doppelgänger cometía. Le mentía, y ocultaba un secreto.

— Volvamos a que tu me llevas con Slater. — pidió e Isaac arrugó sus cejas

— ¿Quién? — las vio con confusión

Rose bajando la guardia, se acercó a ella y se sentó a su lado. El Salvatore tenía muy mala espina del porqué estaban con Rose en primer lugar.

— ¿Qué es lo que esperas lograr con esto? — le cuestionó

— ¿Qué te parecería poder salir durante el día? — le sugirió Elena con seguridad

Ella sabía que su hermana podría ayudarle con ese pequeño detalle. Angie nunca le niega nada.

— He sido esclava de las sombras durante 500 años. ¿Tu que crees? — expuso con obviedad

Isaac alzó sus cejas impresionado al escuchar la cantidad de años, el no esperaba que fuera vampiro o tan vieja.

— Creo que conozco a una bruja capaz de hacer lo que haga falta si tu estas dispuesta a hacer un trato. — manifestó Elena, dejándola impresionada

— Elena, ¿qué esta pasando? — cuestionó el Salvatore al sentir que estaba muy perdido — ¿Qué es todo esto? ¿Y quién eres tú? — apunto a la vampira

La puerta se abrió con un chasquido seco, sin previo aviso.

Kaela se quedó de pie en el umbral, con su característica expresión fría e impenetrable. Sus ojos recorrieron la escena con el mismo entusiasmo con el que alguien vería una mancha en la alfombra.

Frente a ella, Elena, Rose y un chico al que no reconocía del todo, se quedaron congelados.

Elena jadeó levemente, sorprendida. Isaac, en cambio, se llevó una mano al pecho en un gesto dramático.

— Dios, ¿te entrenaron para moverte como un ninja o algo así? Porque eso fue aterrador. —Su tono era ligero, pero sus ojos la estudiaban con curiosidad, como si intentara descifrar qué demonios pasaba por la cabeza de la rubia.

Kaela apenas le dedicó una mirada.

—¿Tú la llamaste? —Elena se giró rápidamente hacia la vampiresa con el ceño fruncido.

Rose, atrapada, apenas tuvo tiempo de abrir la boca antes de que Kaela respondiera por ella.

— Sí, ella llamó. —Su tono fue seco, sin emoción, como si toda la conversación fuera una pérdida de tiempo—. Lo que me interesa saber es si tu hermana, la bruja rebelde, tiene idea de a dónde demonios vas a ir.

Elena apretó la mandíbula.

— No tiene por qué saberlo.

— Oh, claro, porque Angelina definitivamente no se va a enterar de que su hermana está a punto de hacer algo increíblemente estúpido —Kaela inclinó la cabeza con falsa consideración—. Es adorable que pienses que puedes mantener secretos de esa chica. En serio.

Elena bufó, cruzándose de brazos.

— No necesito tu permiso para hacer esto.

Kaela entrecerró los ojos con una pequeña sonrisa carente de calidez.

— No, pero sí necesitas mi ayuda.

Isaac, que había estado observando el intercambio como si fuera un partido de ping-pong, se inclinó un poco hacia Elena.

— Oye, ¿es solo mi impresión o ella se parece un poco a un robot asesino? —murmuró, lo suficientemente bajo como para que solo Elena lo escuchara.

Kaela lo fulminó con la mirada.

— No te hagas ilusiones, niño. Si fuera un robot asesino, tú serías el primero en caer.

Isaac levantó las manos con una sonrisa inocente.

— Wow, wow, ouch. Me gustas, eres aterradora.

Kaela rodó los ojos y se dio media vuelta dirigiéndose al auto.

— Caminen.



[ ... ]



Angelina
Después de unos minutos de disfrutar de buena música y soledad, llegué a la residencia Salvatore.

Isaac me contó que Damon durmió con Rose, y no podía dejar de reírme; el es tan predecible que no nací para mejor papel que para bruja.

Aunque siento algo de pena por Rose, debió ser desgarrador dormir con el único vampiro disponible. Yo me cuidaría de infecciones.

Me estaciono y camino a la casa, voy directo a abrir la puerta.

— ¿Están vestidos? — me burlo mientras cierro la puerta — Para traumas, los infantiles. — camino por la casa

— ¿Te han dicho que no eres graciosa? — se queja Damon y nos encontramos en la biblioteca

— No, cariño, jamás. — alardeo

— Siempre hay una primera vez. — se regodea bebiendo su trago, ladeo una sonrisa

— ¿Eso te decía Katherine? — me burlo y rueda sus ojos

Veo a Stefan y Theo venir juntos, parecían conversar. No se en que momento se hicieron amigos.

— ¿Qué haces aquí? — le señalo confundida y se apoya en la esquina de la pared

— Stefan me dijo que necesitaba mi ayuda con unas armas, tengo algunas. — expone y alzo mis cejas

— Aun creo que es un pésimo plan y que Katherine huirá con la piedra de luna y nosotros quedaremos como idiotas. — opino y me siento en el sofá — O muertos. Muertos sería el termino correcto.

— Es todo lo que tenemos, Angie. Es el único plan para salvar a Elena. — manifiesta Stefan e inhalo hondo

— Solo una cosa. — hago una ceña con mi dedo índice. — Si ella nos la juega chueco, no me van a detener de matarla. — indico y se ven entre ellos

— ¿Qué? — soltó Theo sorprendido — ¿Estas demente? — no le quité la mirada de encima a los Salvatore

— Trato. — asegura Damon y sonrío satisfecha

— No. Stefan, detén esta locura. — se queja — Ella va a matarla primero, o luego te vas a arrepentir, Angie. — inhalo hondo y deslizo mi mirada a el

— La muerte no es un arrepentimiento, es una decisión. Elegí que esa perra me las va a pagar. No me importa si muero en el proceso. — interpuse y me vio con sorpresa

— No puedo creer hasta donde has llegado. — se queja preocupado y solo aparto la mirada ignorándolo

Escuchamos la puerta y me levanto a ver. Bonnie y Jeremy entraron.

— Hola. — los saluda Stefan y ellos se acercan a la sala.

Me sorprendía que Jeremy estuviera aquí. No he sabido de Elena en todo el día y eso no me gusta en lo absoluto.

— Ya que se juntaron las brujas malas del Oeste. — frunzo el ceño — ¿Cuál es el hechizo, Bonnie? — le pregunta Damon

— Tal vez pueda bajar el hechizo de la tumba lo suficiente para que entren y le quiten la piedra de luna a Katherine. — explica — Con Angie puede que sea más sencillo. — asiento

— ¿Como? Tu abuela, Angie y tú lo hicieron la vez pasada y mira lo que paso. — refiere Jeremy inconforme

— Estoy muy consciente de lo qué pasó, pero he aprendido algunas cosas nuevas. Angie sabe. — se defiende Bonnie confiada y me mira

— Se que puedo hacerlo, si no, no vendría. — informo

— Bonnie. — insiste Jeremy en un tono preocupado

El desliza su vista a mi, tratando de decirme que teme que algo me suceda. Eso me hacía sospechar más de lo que debería.

— ¿Como lo conseguirás? — interviene Theo

— Ella no se ha alimentado. Está débil. Nosotros no. — responde Stefan

— ¿No la están subestimando, o sí? — sugiero observándolos

— Es un plan. — volteamos a ver a Damon — ¿Es perfecto? ¿Qué plan es? —se regodea y suspiro

— Déjenme hacerlo. — se ofrece Jeremy — Tengo mi sortija. Podría entrar, salir. Sin hechizos. — niego al instante

— Absolutamente no. — le dejo en claro — Deja de creerte invencible con esa cosa, no lo eres. — aparta su mirada — Fácilmente te la quitan del dedo y te matan para siempre. — voltea a verme

— Y tu no eres la imagen de la sanidad. Tu estas enferma y exponerte a esto es riesgoso. No quiero que entres. — me regaña e inhalo hondo

— Soy tu hermana mayor y se hace lo que yo diga, sin discutir. — señalo hostil y me ve con desacuerdo

— ¿Por qué está aquí? — pregunta Damon confundido

— Yo quiero saber exactamente lo mismo. — intervengo dándole una mirada acusadora

— Tal vez pueda a ayudar a mejorar el plan. ¿Tienen algo que le pertenezca a Katherine? — Bonnie cambia el rumbo de la conversación

Stefan se queda pensativo al igual que Damon.

El Salvatore menor va en busca de algo y veo que Theo esta algo dudoso de la situación, se lo veías en el rostro.

— Esto te pertenecía a Katherine. — se acerca con una clase de fotografía en mano — La encontré en sus cosas cuándo creí que estaba muerta, pero era de ella. — aclara y se la entrega a Bonnie.

Ella la coloca en un plato de vidrio y moja las llamas de sus dedos en un vaso de agua, deja caer gotas en el plato.

Usa su magia y hace que la foto se incendie. No sabía que hacia el hechizo, no he estudiado como debería. Me aburren esas cosas.

— ¿Y eso que hará? — pregunto con interés

— Puedo hacer que el metal se haga cenizas...soplarlas sobre ella y eso la incapacitará por un minuto o dos. Lo suficiente para que tomen la piedra y salgan. — explica y la ve sorprendida.

Quisiera tener el mismo empeño que Bonnie para aprender mucho mas de la magia. Ella siempre ha sido mejor que yo.

— Espero que su "plan" funcione y que no terminen muertos. — opina Theo a secas — Si algo he aprendido, es que jamás subestimas a la astucia. Es traicionera. — trago saliva y doy un suspiro

— Gracias por el voto de confianza. — ironiza Damon

— Él tiene razón. Mi hermana ya no es lo suficientemente fuerte, y Bonnie no puede hacerlo sola. — apoya Jeremy

— Voy a estar bien. — afirmo — No dudes de mi potencial. — me ve sin aprobación

El estaba muy asustado por mí, lo podías ver en sus inocentes ojos marrones.

— Ley de Murphy. Todo lo que puede salir mal, lo hará. — menciona Theo y volteamos a verlo — Sólo piénselo.

— Necesitamos antorchas. — añade Stefan cambiando la conversación

Inteligente.

— Las pistolas de Theo están en mi auto. — informa Damon — ¿Angie? — ruedo los ojos y voy hacia a el — ¿Bonnie? — me pongo junto a los Salvatore

— Adelante. Ya casi termino. — manifiesta y asentimos tomando las cosas de la mesa

— Bueno, que no se diga que no lo intenté. — viene Theo con nosotros

Nos vamos a preparar todo al auto. A los minutos, regreso para ver si Bonnie ya terminó. Ya quería que esto avanzara.


[ ... ]


Narrador omnisciente
Elena, Kaela, Isaac y Rose habían llegado a la casa de Slater. La Gilbert estaba dispuesta a conseguir respuestas de Klaus, e Isaac a descubrir cualquier cosa que ayude a su amiga a sobrevivir.

Para mal, Slater estaba muerto. Y ahora debían conseguir las respuestas en sus pertenencias, o estarían arruinados.

—Alguien ya estuvo aquí —dijo Alice, frunciendo el ceño—. El disco duro está completamente borrado.

—Genial —gruñó Isaac—. Vinimos hasta aquí por absolutamente nada.

—Por suerte para ti —continuó Alice, mirando a Elena—, Slater era un paranoico. Todo está en un servidor remoto.

Isaac ladeó la cabeza mientras miraba los archivos en la pantalla.

—¿Kristen Stewart? —leyó en voz alta con una sonrisa—. Bueno, no lo culpo.

Elena rodó los ojos.

—¿Son enlaces a otros vampiros?

—Slater estaba obsesionado. Casi tanto como yo —respondió Alice.

Isaac señaló un nombre en la lista.

—¿Y qué hay de este? Cody Weber. Intercambió un montón de e-mails con Elijah. Eso tiene que significar algo, ¿no?

Alice asintió.

—Podría llamarlo.

Elena le entregó el teléfono sin dudarlo.

—Dile que el doppelgänger está viva y lista para entregarse.

Isaac, que estaba distraído con la pantalla, se giró con una expresión de absoluta incredulidad.

—¿Qué?

Su tono estaba cargado de ira, mientras Rose la miraba con los ojos muy abiertos.

Kaela la observaba con interés. Le daba crédito a la Gilbert, al menos tenía agallas. Casi se echó a reír al pensar en Klaus temiendo que la doppelgänger fuera como Katherine, cuando en realidad Elena estaba dispuesta a entregarse en bandeja de plata.

Antes de que Alice pudiera marcar el número, Isaac le arrebató el teléfono y, sin pensarlo dos veces, lo arrojó al suelo, destrozándolo.

Alice lo miró con horror.

Isaac salió detrás de Elena, su expresión endurecida por la frustración.

—¿Qué crees que estás haciendo? ¿Te estás entregando? ¿Me estás mintiendo? —espetó.

Elena se mantuvo firme, aunque su mirada evitó la de él por un instante.

—Estoy llamando la atención de Klaus —respondió con calma, tratando de sonar segura.

Isaac exhaló bruscamente, pasándose una mano por el cabello en un gesto de incredulidad.

—¿Y te parece una buena idea? ¿Arriesgar tu vida como si fuera un juego? ¿Como si no valiera nada?

Elena no respondió de inmediato, y ese silencio hizo que Isaac diera un paso más cerca.

—No puedes esperar que me quede tranquilo con esto —su voz bajó un poco, pero su mirada seguía siendo intensa—. No cuando tú vida está corriendo peligro.

Antes de que Elena pudiera decir algo, Alice irrumpió en la cocina con una sonrisa entusiasmada.

—¡Cody está en camino y realmente quiere conocerte!

Isaac le lanzó una mirada severa a Alice, quien se encogió ligeramente al notar la tensión en el ambiente.

—Por supuesto que conseguiste otro teléfono —murmuró con un deje de sarcasmo.

Alice retrocedió un poco, incómoda bajo la intensidad de Isaac.

Él volvió su atención a Elena.

—Si crees que voy a quedarme quieto mientras te arriesgas de esta manera, es que no me conoces lo suficiente.

Elena sintió que su determinación flaqueaba por un momento ante la sinceridad de sus palabras.

Pero antes de que pudiera responder, se marchó, dejando a Elena con el corazón latiendo con fuerza y una mezcla de culpa y algo más profundo que no podía ignorar.


[ ... ]



Narrador omnisciente
Al entrar, la veo cuchicheando con Jeremy, lo cual es extraño, todo el rato mi hermano ha actuado diferente.

— ¿Todo en orden? — pregunto acercándome y se separan al instante.

Soy buena para estas cosas, y había mucha tensión en la biblioteca.

— Si. Ya hay que irnos. Aun debo ir por mi grimorio. — expresa Bonnie nerviosa y se va

— Te conozco, y sé que me ocultas algo. — inquiero y él se gira, niega nervioso

— Nada. — menciona no tan convincente, resoplo rodando los ojos

— ¿Recuerdas cuando te comiste mis galletas y no te aguantabas de decirme que fuiste tu porque no podías con la culpa? Bueno, tienes esa expresión. — insisto y menea su cabeza

— No es nada, Angelina. — voltea a verme y alzo una ceja — Deberíamos irnos... — intenta caminar a la salida y lo freno.

— No me mientas, Jeremy. — suspira y ve alrededor que nadie venga

— Es sobre Bonnie. — frunzo el ceño — Ella no es...— lo interrumpe mi celular

— Lo siento, un segundo. — pido y veo el numero en la pantalla

No lo tenía registrado, era extraño.

¿Hola?

Tu hermana es una completa idiota —soltó Kaela sin preámbulos —. ¿Sabes lo que acaba de hacer? Básicamente está llamando la atención de Klaus, se está entrando en bandeja de plata.

Me quedo en silencio dándome cuenta que mis sospechas siempre son ciertas y a veces odio tener la razón.

Dime que estás bromeando. — pido con fastidio y veo a Jeremy irse

Ojalá lo estuviera. Pero no, a, toda heroica y sacrificándose. — refiere con arrogancia y meneo con mi cabeza

¡Por Dios, Elena! — me quejo caminando de un lado a otro —. ¡¿En qué demonios estaba pensando?!

Claramente, no en usar su cerebro. — se burla y resoplo

Voy a matarla. Juro por Dios que voy a matarla.

Haz fila. — responde con sorna —. Pero primero, ¿quieres venir y hacerla entrar en razón antes de que termine como cena? Porque te juro que, si yo lo intento, la voy a estrangular. — me río en seco

Dame diez minutos. — cuelgo y siento una ira recorrer todo mi cuerpo

Esta vez, me iba a escuchar. Ya me hartó con sus ideas suicidas y sus actos nobles, es por eso que ella es la buena y yo la de las decisiones cuestionables.

Camino a la salida, y veo a Bonnie ir a su auto, la detengo.

— Bonnie, necesito tu ayuda. — pido y arruga sus cejas

— ¿Qué pasa? — inhalo hondo

— Necesito que inicies el hechizo sin mí. — noto que se tensa — Elena se metió en problemas, y como siempre debo sacarla de ellos. — expongo

— ¿Qué? ¿Qué sucede? — me ve con preocupación

— Dile a Theo que te ayude. El también es brujo, le tomará algo de tiempo, pero no estarás sola. — aconsejo y asiente

— Bien, haré lo necesario. — sonrío ligeramente y le doy un abrazo

— Gracias por entender, Bonnie. Te adoro. — voy corriendo a mi auto

Espero no llegar demasiado tarde, no voy a permitir que Elena muera antes que yo. Eso es matemáticamente incorrecto.



[ ... ]




Narrador omnisciente
Bonnie tenia la duda sembrada en que tal vez no tenia la fuerza suficiente para levantar el velo. Y eso, es algo a lo que no esta preparada. Tenía miedo.

— ¿Adonde va? — le preguntó Theo acercándose con una bolsa de armas

— A salvar a Elena. — informa y el Fell la vio con confusión

— ¿Qué? — soltó aturdido — ¿De qué hablas?

— Vamos, tu me vas a ayudar a salvar a mi amiga, y eso significa hacer este hechizo. — manifiesto — No tenemos todo el tiempo.

Theo consternado le siguió el paso. No sabía en lo que estaba metido, pero sí sabía que no podía salirse. Son las consecuencias de involucrarse.

— Disculpen la tardanza. Tuve que ir a mi casa por mi grimorio. — notificó Bonnie llegando con Theo

— ¿Dónde está Angelina? — interrogó Damon con un tono de molestia

No vio a la irritante castaña que le hace vivir un infierno en el panorama. Ella era punto clave en su plan.

— Tenía un asunto pendiente, pero Theo me ayudará. — aclaró y vio al castaño

— Si, yo haré lo que esté en mis manos.— la apoyo y Stefan meneo su cabeza en negación

— ¿De qué hablas? ¿Qué sería más importante que salvar a su hermana? — añadió Stefan con incredulidad

Theo notó que Bonnie ocultó que fue con Elena; y Damon sospechaba que Angie no estuviera aquí. Sabe que jamás dejaría a su hermana.

El conocía que Angelina era un imán de los problemas y que no le interesa meterse en ellos con tal de obtener lo que quiere.

— No lo sé, Stefan. No me dijo. — se defiende y el Salvatore mayor sacó su teléfono del bolsillo

— La conozco. Es mi dolor en el trasero, y no renunciaría a esto. — insistió el Salvatore alejándose — Jeremy no pudo con la presión, ¿no? — se lo lleva al oído

— Dijo que vendría. — afirmó Bonnie y fueron los tres a la tumba

El celular de Angie lo mandaba a buzón, eso lo alarmaba totalmente.

Damon se quedó afuera con sospecha, conocía a Angie. Sabía que ella no se alejaría de esto, y menos cuando se trata de Elena. La única razón por lo que lo haría, es porque hay alguien en peligro, y algo dentro de él, deducía quien.

Sonó su teléfono y vio el nombre de una vampira por la pantalla.

No es buen momento, Rose. — manifestó con fastidio

No te enojes conmigo. — pide con timidez

¿Por qué? ¿Qué hiciste?

Tienes que venir a Richmond. Ahora. — exige y un sentido de preocupación rodea al vampiro

Dime.



[ ... ]



Angelina
Después de unos minutos, llegué a la dirección que me envió Kaela. No se en que momento nos hicimos cercanas o como consiguió mi teléfono, pero si hizo esto por mi hermana, tiene una aliada de su lado.

Al entrar, los veo a todos en la sala. El departamento era enorme, con un estilo rustico y con dos personas que quería matar.

— ¿Angie? —  Isaac me ve con confusión, Elena se puso pálida — ¿Que haces aquí?  —  doy un suspiro seco y se ven entre ellos

—  Eso no es lo que me debes preguntar, si no: ¿cómo voy a matarlos? —  los señalo con una mirada acusadora

—  Sinceramente estaba esperando esta parte del espectáculo. —  ironiza Kaela apoyándose en la pared

— Tú la llamaste, ¿cierto? —  la acusa Elena con molestia, Kaela se encoje de hombros

—  No se necesitó pensar tanto, ¿no crees? —  responde con arrogancia e Isaac ladea una sonrisa

— ¿En qué demonios estabas pensado?Claramente no con sentido común. Ese lo perdiste. —  le levanto la voz

— Angie, no estoy para tus regaños. Mi plan ya está en marcha. —  señala mi hermana con descaro

— ¿Y tú, Isaac? Me lo espero de la loca de mi hermana, pero tu usualmente usas el cerebro. — lo regaño y rasca su barbilla tímido

— En mi defensa...— se lleva la mano al pecho y alzo una ceja —tenia todo bajo control. Sabes que no la dejaría hacerlo. — froto mi rostro con frustración

Intentaba contar hasta mil y mantenerme tranquila por mi condición médica, pero todos me van a matar un día. Y dicen querer que no me altere, no ayudan.

— Yo les dije que Angie se los iba a comer vivos. —  Kaela rompe el silencio haciendo que baje mis manos

— Bien, nos vamos. —  les ordeno y voy hacia a Elena acercándome

— ¿Que? No. —  me discute con molestia

— Y a mi no me interesa lo que quieras. Nos vamos. — insisto y la tomo del antebrazo — No lo diré de nuevo, Elena.

— Lo siento, Angie, pero no puedes obligarme a nada. Es mi decisión. —  la veo fijamente y suelto su antebrazo de golpe

— ¿Sabes qué? Estoy tan harta de esto. Voy a hacer las cosas a mi manera, y me importa muy poquito si te parece. — susurro un hechizo y se desvanece, la sostengo que caiga al suelo

— Esa no me la espera. —  soltó Kaela impresionada, Isaac se me acerca — Recuérdenme no hacerla enojar. — suspiro

— ¿Qué haces? —  me pregunta Isaac confundido — ¿Qué le hiciste? — me ayuda a sostenerla

— Solo es un hechizo de sueño, nada grave...— aclaro y Kaela me interrumpo

—  Y gracias a Dios. Me preguntaba cuando su drama iba a terminar. —  se burla y ruedo los ojos

—  Yo ni siquiera me voy a meter en esto. —  informa Rose alejándose

— ¿Y cuál es tu plan? Ya saben que el doppelgänger está vivo. — expone Isaac preocupada

— Tu escóndela en el closet, yo me haré pasar por el doppelgänger. Cuando entren, les sacaré el corazón con magia y no nos estarán buscando. Si huimos, nos seguirán hasta Mystic Falls, y estaremos arruinados. Esta es mi única solución. —  explico y me ve sorprendido

—  Eres buena en situaciones de crisis. —  me adula Kaela y ladeo una sonrisa

Isaac sube a Elena a sus brazos y se la lleva a esconderla.

— ¿Por qué me llamaste? Has demostrado que los demás no somos de tu importancia. —  da un suspiro largo caminando lentamente hacia mi

— No me conviene que ella muera, y tu pareces ser quien resuelve los problemas. Después de mí, claro. — explica con arrogancia y entrecierro mis ojos estudiándola

No me lo creía del todo. Se que hay mas de ella que esta ocultando.

— Nah, yo creo que no eres tan fría como dices ser. — deduzco y bufea — Dicen que veo cosas que los demás no. —  frunce sus labios, pensaba que decir

— Angelina, hacer cosas para tu conveniencia, no te convierte en alguien buena persona. Solo te hace astuto. Y las personas astutas, son las que sobreviven. — expone y doy un suspiro largo

— Pero al final se quedan solas. —  me ve con sorpresa — ¿Cuál es el punto de sobrevivir si no tienes por quien quedarte? —  se queda en total silencio

Algo en sus ojos verdes parecía conmoverle. Había bajado esa barrera que pone con todos, fue como si de alguna manera, ella se identificara con lo que le había dicho.

Tenia una mirada tierna, me atrevía a decir inocente. Parece que nadie la había dado un toque de realidad en mucho tiempo. Le llego al corazón.

— No todos necesitan a alguien para vivir. — dice en seco y me deja sola

Ella es extraña, pero si puedo deducir una cosa...No es malvada. Algo dentro de mi me lo dice, y jamás me equivoco.

Al darme la vuelta, doy un sobresalto al chocar con Damon.

— Vaya sorpresita, Angelina. — me tenso por completo — ¿Que estás haciendo aquí? Deberías hacer tu brujería. —  me da una expresión de que está molesto

— ¿Qué estás tu haciendo aquí? —  se la devuelvo y escucho unos pasos, me volteo — ¿Lo llamaste? —  le pregunto irritada a Rose

— Lo siento, Angie. Fue antes de que tuvieras un plan. —  contesta apenada y suspiro

—  Uno que no iba a funcionar. —  habla Damon y volteo a verlo — ¿Sabes cual si? El que se supone que deberías estar haciendo.

— No me importa lo que tengas que decirme, ¿de acuerdo? Tus regaños no sirven conmigo. — reprocho y me da una expresión de coraje

—  Damon Salvatore. —  se acerca acerca una extraña mujer entusiasmada

Traía vibra oscura, atuendo mas que nada. Es de esas aficionadas con los vampiros...No diré nada al respecto.

—  Deshazte de ella. —  le ordena Damon a Rose, ruedo los ojos

— No puede ser. — alardea mientras se la lleva

— Mira lo que trajo el gato. — sale Kaela de entre las sombras — A ti no te llamé. —  se cruza de brazos

— ¿Y tu que rayos haces aquí? —  le cuestiona Damon déspota a Kaela

— Oh, a mi no me hables así. Yo no soy uno de los niños con los que te juntas. Yo si te extermino. — amenaza y sonrío con orgullo

— No seguiré con esto. —  me ve — Vámonos, nos vamos...— busca alrededor — ¿Y tu hermana la suicida 2.0? —  suspiro

— En el closet con Isaac. —  frunce el ceño — Es parte de mi plan, Damon. Se que hacer. — demando molesta

—  Dije que nos vamos. —  me ordena y arqueo una ceja inconforme

— Oh, esto se va a poner bueno. —  Kaela se regodea y Damon y yo nos vemos desafiantes

—  No iré contigo. —  le recalco y me cruzo de brazos con la postura fría 

—  Tú ya no puedes tomar decisiones. —  impone y frunzo el ceño ofendida

— Oh, me perdí la parte en la que tu me dices que hacer. — le señalo — Esto no funciona para los dos. —  menea su cabeza

— ¿Que está pasando? —  sale Isaac de la habitación

— Los padres están discutiendo. — le explica Kaela

— No voy a dejar que lastimen a mi hermana, ni a nadie que me importe.  Deberías de saberlo. — manifiesto

— ¿Y quién va salvarte? — me alza la voz y arrugo mis cejas confundida

¿Acaso escuche bien? ¿Tengo una contusión?

—  No estás escuchando, Damon. No quiero que me salven. Yo puedo manejar mis propios problemas, no te necesito. — interpongo y su mandíbula se endurece

—  Sal de aquí por esa puerta antes de que te cargue en mi hombro y te lleve yo mismo. —  me ordena y nos miramos fijamente

Era desafiante nuestro contacto visual, como si el realmente se preocupara por mí, pero en realidad sabe que perdería a Elena si el me deja morir.

Sus ojos azules solo penetraban los míos tratando de que hiciera su voluntad, pero conmigo así no funciona.

Me toma del brazo siendo posesivo. Forcejeamos.

—  No. —  le respondo y trato de zafarme

—  Hey, no la toques. —  Isaac interviene y Damon lo empuja con su mano libre

— No te metas, niño. — le ordena con molestia y trato de golpearlo, pero detiene mi puño provocando que retroceda lentamente hasta que su rostro está muy cerca del mío

— Jamás vuelvas a hacer eso. — me advierte con un tono frío, mantenemos contacto visual

Trago saliva ante la increíble tensión que había entre nosotros, no lo había sentido antes, mi corazón late con fuerza.

—  Entonces, suéltame. Que me estoy conteniendo por ti. —  le ordeno y baja su mirada mis labios

Una extraña conexión se desenvolvió entre nosotros, algo que no era normal y que entendía. Había tensión, maldita tensión.

Siento un tacto frio en mi mano, bajo la vista, y veo una manicura impecable sosteniéndome.

— Suéltala. —  le ordena Kaela — Ahora. —  nos separa, sobo mi brazo por la incomodidad

— No puedo contigo, Angelina. —  se aleja e Isaac interviene en su camino

— No me importa que seas un vampiro, si vuelves a tocarla, te mato. —  le advierte y Damon le da una sonrisa burlona

— Me gustaría verlo. —  dispone Damon con incredulidad

— Te juro que un día mientras duerma, lo mataré. —  se queja Isaac y Kaela se apoya en su hombro

—  Yo no esperaría a que durmiera. —  alardea Kaela y me siento en el sofá para tomar aire

— Iré a ver a Elena. — dispone Isaac y sale de la sala, me acomodo el cabello

— ¿En serio odias a Damon? — me habla Kaela y se sienta junto a mi — Porque lo que pasó hace rato...

— No fue nada. —  me levanto — Y si, si odio a Damon. —  levanta sus brazos con una sonrisa burlona

— Oye, la cosa no es conmigo. Yo suelo decir lo que...— se pausa al escuchar cómo la puerta se azota abriéndose, entran tres hombres

—  Vinimos a ver al doppelgänger. —  habla uno de los sujetos y volteo a ver

Trago saliva ante el miedo que tenía, si estaba preocupada de que mi plan se fuera al total demonio.

—  Gracias por venir. — expreso serena

Cuando estoy por dar un paso, Damon me cubre impidiéndomelo

—  Te romperé el brazo. —  me advierte deteniéndome con su brazo

Era muy molesto, ya me estaba fastidiando.

— No hay nada aquí para ustedes. — dispone Kaela sorprendiéndome

—  Yo tengo algo que...— me callo al ver que uno de los suyos estaba muerto

Al caer el cadáver, me desconcierto al ver a Elijah, el vampiro que se iba a llevar a mi hermana. El guapito de traje.

Todo mi pulso se elevo al verlo, juraba que contaba ovejitas en el cielo, pero parece que aquí nadie se queda muerto.

Él se acerca con los dos vampiros y Rose desaparece, si que les tiene miedo a los originales.

Elijah, voltea a verme y mantenemos contacto visual. Me ponía tan nerviosa que en mi rostro era notorio, era demasiado guapo para ser un psicópata.

—  Yo te maté. Tú estás muerto. —  reprocha Damon con confusión y respiro agitada

—  Desde hace tantos siglos. —  ironiza Elijah y volteo a ver a Kaela

Estaba igual de pálida que todos nosotros.

Yo solo tenia una gran duda...¿Cómo rayos seguía vivo?

—  ¿Quién eres? — le pregunta Elijah a uno de los sujetos

— ¿Tú quién eres? — le responde confundido

— Soy Elijah. —  lo dice con un tono imponente y se me eriza la piel

— Íbamos a llevártela, para Klaus. —  explica y el voltea a verme incrédulo

Sabía que yo no era Elena, ni por aquí tenemos parecido.

—  Ella es el doppelgänger. —  el hombre me ve suspiro — No sé cómo ella existe, pero ahí está. A Klaus le gustaría verla. —  relamo mis labios

— ¿Alguien más sabe que están aquí? —  pregunta Elijah mientras me ve fijamente

Ni siquiera lo veía a el, sólo a mi.

¿Por qué no me quitaba la mirada de encima? Hacia que me quisiera desmayar, tenia ese poder con su maravillosa aura.

— No. —  le responde y él sonríe haciendo que mi pulso se eleve

— Bueno, pues fueron de mucha ayuda. Aunque fuera mal hecho. —  les saca el corazón y se me va el aliento

El extiende ambas manos soltando los corazones, estaba anonadada viendo aquel acto, no me lo esperaba en lo absoluto.

—  Espectáculo. —  soltó Kaela — Uno de cine. —  la veo de reojo y respiro de nuevo

Elijah desliza su mirada a donde estaba. Damon se pone en posición de ataque, dispuesto a tirársele encima por si venia por mí.

El simplemente desapareció, dejándome muy confundida. No entendía que era lo que pretendía, pero juro que voy a descubrirlo. Juro que voy a descubrir a los originales. Así sea lo último que haga.


[ ... ]


Llegamos a casa después de ese momento tan horroroso. No dejaba de pensar en lo de Elijah, ni lo que sucedió con Damon. En mi cabeza pasaban muchas cosas que no asimilaba del todo.

— No puedo creer que Elijah esté vivo. —  menciona Elena bajando del auto — ¿Por qué crees que mató a esos vampiros y luego nos dejó ir? —  caminamos a la puerta

—  Si tuviera un dólar por cada vez que un vampiro malo me sorprende...— dispongo con burla y menea su cabeza entrando a la casa

— Lo que hiciste hoy fue increíblemente estúpido. Pero es lo que haces últimamente.—  escucho a Damon y volteo a verlo

— Lo único estúpido hoy, fuiste tu. —  alardeo y me cruzo de brazos

—  Es la última vez que salvo tu trasero, a la otra, te dejo morir. —  expone sin tacto — Sin juegos.

— No quiero ser salvada por ti. Jamás te lo pedí. —  se me acerca a una velocidad sorprendente

Parecía molestarle mucho mi comentario, como si fuera personal, nada como antes.

— ¿Por qué haces que sea imposible estar cerca de ti? —  alza su voz con frustración y sólo mantengo la postura firme

—  Porque no te quiero cerca, ¿es tan difícil de entender? —  sus ojos azules se clavan en los míos

Fue como si ambos quisiéramos algo más, pero no entendía lo que mis sentimientos decían.

— Yo solo...— lo interrumpen

—  Angelina. — Bonnie levanta la voz y volteamos a ver

Sus ojos marrones estaban cubiertos de lágrimas, como si algo malo hubiera pasado, me daba escalofríos.

— ¿Que sucede? —  pregunto con temor y se me acerca

Theo se asoma por la puerta y veo que tiene casi la misma expresión, una de tristeza.

—  Se la verdad. —  se me va el aire — Se que somos primas. —  se quiebra su voz — Y se que mi madre crio a Theo. —  mis ojos se cristalizan — Me mentiste, todo este tiempo...Me mentiste.

Bueno, la noche ya tuvo demasiadas sorpresas.


NOTA;
Recuerda que tiene colaboración con astromithv El fic se llama "wildflame" y ahí van detalles que aquí no. Cosas interesantes que serán canon en el fic. Para que no olviden darle una leída y agregarlo a su biblioteca. Lqm, su escritora, Jo

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