07 • ELIJAH •
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— ¿Disculpa? ¿Como que Grayson era tu padre? — expreso sin aliento
— Supongo que eres una de sus hijas.— inquiere y me cruzo de brazos
— No has respondido mi pregunta.— insisto hostil y ladea una sonrisa
— John sabe todo, mi padre me dijo.— explica y mantengo la postura
— A mi me va y me viene lo que John sabe. Yo te estoy preguntando: ¿por qué dices que Grayson es tu padre? — cuestiono alzada de tono
— No eres Elena, me dijeron que ella era la tranquila, la de la paciencia. Tú debes ser Angelina, la explosiva con complejo de...
— Si terminas la frase te reviento las nueces.— advierto y sonríe — Y como aquí sólo vienes a blofear, te cerraré la puerta en tu desagradable cara.— cuando estoy por hacerlo la detiene
— Soy Theo, por cierto.— suspiro — Solo quiero la verdad. Vine de muy lejos, y no puedo irme así.— noto la sinceridad en sus ojos castaños
— No confío en extraños. No te puedo invitar a pasar, pero si puedo hablar contigo mañana. En el Grill.— expongo y asiente bajando su mano
— ¿Conoces algún hostal o hotel donde pueda quedarme? — bajo la mirada pensativa
En realidad no conocía algún sitio donde pudiera quedarse, creo que jamás me había surgido la duda o lo había escuchado. Pero supongo debe haber un sitio, después de todo, es un pueblo turístico o algo asi.
— Le preguntaré a mi tía. Ya vuelvo.— me doy la vuelta y la busco
— ¿Quien era? — relamo mis labios nerviosa
Si esto era cierto, Grayson había engañado a Miranda con la mamá del chico, y yo no estaba lista para explotar la bomba.
— Amm, ¿conoces algún hostal? — arruga sus cejas ante la pregunta
— ¿Cómo? — suspiro
— Un primo vino de visita, y Meredith salió de viaje para ver al abuelo, así que no tiene donde quedarse.— explico serena y deja de hacer cosas
Trataba de ser una perfecta mentirosa, como Damon. Puedo hacerlo bien.
— No hay problema, que se quede aquí.— alzo mis cejas y trata de ir a la puerta
— No, como crees, es mucha molestia.— la freno y trata de esquivarme
— Angie, ¿por qué actúas tan extraño? — me saca la vuelta y me llevo la mano a la frente
Decir mentiras hace un verdadero desastre, y parece que yo soy su líder.
— Buenas noches, soy Jenna.— se presenta y me pongo junto a ella — ¿Cuál es tu nombre? — el desliza sus ojos míos
— Matheo Gil...
— ¡Fell! — grito y voltean a verme, me rasco la cabeza — Matheo Fell.— arruga sus cejas
— Bien, Matheo, entra. Estaba por hacer la cena.— me hago a un lado y el sonríe pasando — Puedes pasar la noche aquí.
— Muchas gracias, es muy amable.— me llevo los dedos a la boca para morder mis uñas — Que encantadora casa. Y todos me llaman Theo, por cierto
— Gracias, y hablame de tú. Me haces sentir vieja, Theo.
Probablemente metí a otro asesino serial a mi casa, pero en este punto, sería lo más normal considerando mi vida.
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A la mañana siguiente no dejaba de pensar en el tipo de la habitación de huéspedes. Necesitaba hablarlo con alguien, la conciencia me come, y mucho más el hecho de que Grayson fue infiel; si es verdad todo lo que dice. Es algo difícil de creer.
No entiendo porque hay tanto nido de mentiras, porque siempre debe haber algo del pasado que arrasa con el presente.
Estaba por ir a la habitación de Elena, cuando noté por el baño que la cama estaba recién hecha dándome a entender que no pasó la noche aquí.
Ella usualmente solía levantarse antes que yo, así que ese era mi factor principal para deducir que estuvo con Stefan.
— ¿Y nuestra hermana? — pregunta Jeremy sacando el cepillo de dientes
— Cosas de adultos.— divago y ladea una sonrisa mojando su cepillo
— Regresó con Stefan, ¿verdad? — me veo al espejo y me acomodo el cabello
— ¿Por qué crees que no está aquí? — alardeo y hace gesto de disgusto
— Ya vete, que asqueroso.— le doy una palmadita y salgo del baño
— Las mujeres también tienen sexo divertido, por si no sabías.— escupe la pasta y suelto una risa
— ¡Angelina! — sonrío y voy por el pasillo, me topo con Theo
— Buenos días, Angelina.— me saluda cálido
— Es Angie, el nombre es muy largo.— corrijo y asiente — Después de la escuela, nos vemos en el Grill. No puedo faltar más a clases.— bajo la mirada — No puedo creer que dije eso.
— Está bien, tengo cosas que hacer.— expone y me cruzo de brazos
— ¿Cómo qué? Pensé que eras nuevo en el pueblo.— lo veo con interés
— Quiero conocer el lugar, y también buscar dónde quedarme. Entendí la indirecta al cambiarme el apellido.— lo jalo del brazo y me asomo que nadie ande cerca
— Ellos aún no pueden saber que Grayson tiene un hijo fuera del matrimonio.— pido en voz baja — Si es real, claro.
— No tengo porque mentir. Es lo que John y mi madre dijeron. Y mira...— señala a una foto y volteo a ver — Tengo fotos con el en una repisa. No miento.— regreso mi vista
— El murió, Theo. Fue algo que nos devastó a todos, a mí el me adoptó cuando tenía ocho. Fue como un padre para mí, y tienes que entender que no es fácil para nosotros aceptar la bomba que traes contigo.— explico — No apresures las cosas. Por ahora, solo somos primos, ¿si? — asiente
— Lo haré, pero no puedo callarme por siempre. Está también es mi casa y Elena y Jeremy mis hermanos.— manifiesta — Vine por mi familia.— se va bajando las escaleras
Necesito cordura, necesito a Isaac.
— Hey...— me frena Jenna en la puerta — ¿Sabes dónde está tu hermana? La señora Lockwood acaba de llamarme para decirme que su auto sigue en su casa.— relamo mis labios
— Ayer ya no quiso molestarte porque necesitabas descansar, pero me avisó que se quedaría con Caroline.— explico y asiente — Lo ha de haber olvidado.
— Bien, dile que pase por su auto y que a la otra no deje de decirme.— pide y asiento tomando mia llaves
— Claro, te veo más tarde, Jenna.
Conduje a la escuela y no dejaba de enviarle textos a Elena sobre su paradero y el tener que cubrirla con la tía Jenna. Me preocupaba que no regresara las llamadas, no es digno de ella. Aunque, si está con Stefan...No quiero decirlo.
— Miserable, escurridiza, cucaracha, ya se te cayó tu mentira. Ya se que Grayson tenía otro hijo y tú cubriste todo. Así que más vale que cuando escuches este mensaje me llames o iré a buscarte y te voy a...— me pauso al ver a Stefan en su locker — Llámame, que esto es urgente.
— Hola, Angie.— me saluda y bajo mi celular
— Elena tiene que avisarme si necesita que la cubra. A Jenna no le importa, pero no se pasen. Soy una bruja, no adivina.— expongo y frunce el ceño
— ¿Qué?
— Tu y Elena. Me da gusto que hayan vuelto, que viva el amor, pero si va a quedarse contigo tiene...— me interrumpe
— Oye. Espera un momento. Nosotros no hemos regresado.— aclara y lo veo confundida
— ¿Entonces ella no se quedó contigo? — menciono algo preocupada
— No. La vi en la fiesta y ya. Ella no se fue conmigo.— explica y me tenso por completo
— Porque ella no durmió en su cama. Y la señora Lockwood dijo que su auto seguía en su casa.— informo — ¿Dónde estará entonces? — ambos nos preocupamos, siento una punzada en el pecho
— No lo sé, pero no me gusta.— manifiesta su inconformidad y un mal presentimiento me rodea
— Angie, te traigo chisme.— se acerca Isaac de la nada — No sabes que...— nota nuestra angustia — ¿Por qué las caras largas?
— Es Elena.— se baja su sonrisa — Creo que algo malo le pasó.— menciono con un nudo el la garganta
— ¿Que dices?
— Necesito respuestas.— se va Stefan y le sigo el paso
— Hello? Somos dos, es mi hermana de la que hablamos.— salimos de la escuela
Esto me decía que no debí dejarla ir, y que es muy extraño. ¿Quien querría hacerle daño? No entiendo.
Al menos qué...Al menos que Damon haya hecho de las suyas y no puso a Katherine en la tumba como prometió.
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Narrador omnisciente
Elena había sido secuestrada en el baile de las máscaras. Un hombre desconocido la trasladó hasta lo que parece una casa abandonada. La Gilbert estaba muy confundida y asustada sobre la situación, sin imaginar que la escena le daría más dudas que respuestas.
— ¿Qué es lo que quieres? — le habla asustada y el da una ceña de que se calle mientras desamarra sus manos — Por favor, estoy herida.
— Lo sé.— se sobresalta al ver las venas de sus ojos — Solo un poco.— Elena comienza a alterarse y retrocede
— ¡No! — va sobre ella y la castaña se muestra desesperada
— Trevor. Contrólate.— le pide Rose y el resopla alejándose
— Aguafiestas.— se queja y se va
Elena se queda totalmente aturdida, su mente no le daba para entender que hacía en esa casa en primer lugar.
— ¿Qué es lo quieren conmigo? — interroga asustada
— Dios mío, eres idéntica a ella.— expresa examinándola con la mirada
— Pero no soy.— aclara desesperada — Por favor, lo que sea que...
— Cierra la boca.— ordena la vampiro haciendo sonar su voz por todo el lugar
— Pero no soy Katherine. Mi nombre es Elena Gilbert. No tienes que hacer esto.— insiste y se levanta del sofa acercándose a la vampiro
— Ya sé quien eres. Dije que cierres la boca.
— ¿Que es lo quieres? — la ve con confusión y la vampiro se queda sin paciencia;
Le suelta una bofetada tan fuerte que la deja inconsciente sobre el sofá
— Quiero que cierres la boca.
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Angelina
Estábamos, Stefan, Damon y yo en el patio de la escuela discutiendo lo que podía haber sucedido. A mí no me queda claro nada de la situación y estaba muy preocupada. No quería que algo malo le sucediera. Me aterraba.
— Esto parece ser obra de Katherine.— sugiero afligida
— Katherine está en la tumba. Créeme soy el que la puso ahí.— aclara Damon y entrecierro mis ojos
— ¿Lo hiciste? — insinué desconfiada
— ¿Hice que, Angelina? — se me acerca quedando justo frente a mi
Me daba esa expresión de que estaba irritado, y no le gustaba lo que estaba sugiriendo. Solo me observaba mientras teníamos contacto visual.
— No empiecen.— se queja Stefan
— Se cómo Katherine te controla. No sabes manejar tus emociones.— expongo y alza sus cejas
— Ella está en la tumba. Punto.— aparto la mirada molesta — Eso es todo. Pero ella dijo algo justo antes de encerrarla.— volteamos a verlo — Creí que ella estaba mintiendo.
— ¿Que te dijo? — le pregunta Stefan con interés
— Elena está en peligro.— explica y lo veo perpleja
— ¿Es en serio? — lo veo furiosa — ¿Y no le pediste que te explicara? — lo regaño
— Pero todo lo que ella dice es mentira.— se defiende — ¿Cómo iba a saberlo? — me llevo las manos a la cabeza frustrada
— Vamos a hablar con ella.— sugiere Stefan y asiento
— Estoy de acuerdo. Así deba sacarle las respuestas con tortura, lo haré.— expongo
— Cálmate, Chucky.— me cruzo de brazos irritada — Vamos a pedirle ayuda, ella negociará su salida y ustedes se la concederán, luego ella nos mata. Justo lo que ella quiere.— explica y suspiro
— En verdad no me importa.— manifiesto y me voy alejando
— Es una mala idea, Angelina, no seas terca y suicida.— me encojo de hombros
— Tengo mi propio plan. Haré todo lo necesario por recuperarla.— dejo en claro
— ¿Cuál es tu plan? — me pregunta Stefan y entramos a la escuela
— Encontrar a Jeremy para que me dé su sangre y hacer un hechizo localizador.— saco mi celular para llamarle
— ¿Entonces no usaremos a Katherine? — volteo a verlo
— Ella querrá salir, y no puedo levantar el velo de la tumba, la última vez casi morimos.— explico — No será de utilidad. Pensé mejor, y esto es lo único que tenemos.— asiente
— Bien, hagámoslo.
Nos habíamos reunido en el salón de Alaric para hacer el hechizo. Ya teníamos todos los ingredientes, solo era hacerlo.
— ¿Cómo funciona esto? — me pregunta Jeremy mientras extiendo el mapa en la mesa
— Usaré tu sangre para la energía del hechizo rastreador.— enciendo una vela — Ustedes son parientes y hará que la conexión sea más fuerte.— explico y entra Stefan
— Alaric dice que tenemos que irnos en diez minutos. Tengo armas. El me las dió.— informa y levanto la navaja
— ¿Estás listo? — suspira asintiendo y le corto la palma de su mano
Suelta un quejido y empieza a escurrir sobre el mapa, cierro mis ojos y comienzo a hacer el hechizo. Al sentir que funcionaba, abrí mis ojos y ví la sangre moverse de lugar.
— Ahí.— señalo y Stefan se asoma — Ella está ahí.— se ven entre ambos
— Son casi 500 kilómetros.— opina Jeremy sorprendido
— No, Angie, necesitamos una ubicación más precisa.— me pide Stefan y meneo mi cabeza
— Es lo más cerca que puedo.— aclaro y siento un poco de mareo
— Podemos mapearlos. Una vista aérea.— sugiere Jeremy — Eso nos mostrará que hay cerca y estrechar el área.— asiento
— Es una buena idea.— opino y siento que algo escurre por mi nariz
Me limpio y veo mi mano, había sangre. Mi nariz sangró de la nada, no se si debía comenzar a preocuparme.
— Llámenme con lo que encuentren.— nos avisa y se va alejando
— No, yo te acompaño.— intervengo y me frena
— No, tu no vendrás.— manifiesta y frunzo el ceño
— No me quedaré aquí.— insisto — ¿Y si está herida, que tal si...?
— No lo está. Ustedes vayanse a casa.— ordena y siento debilidad
— Yo...— me tambaleo — Iré...— me caigo de rodillas
— ¡Angie! — escucho a Jeremy y comienzo a toser, fue como si el aire se me hubiera ido, un golpe en las costillas
— Estoy bien.— menciono y de pronto tenía manos encima revisando — Ya, déjenme, estoy bien.— hago que retrocedan
— Te desplomaste, no creo que estés bien. Vamos al médico.— menciona Jeremy con paranoia
— Solo, dame mi bolso, mis pastillas están ahí.— va enseguida y Stefan pone sus manos en mi rostro
— Te llevaremos al hospital, por esto no quiero que vengas, estás enferma.— noto su preocupación y agarro sus manos
— Estoy bien, no te preocupes por mi, Stefan. No moriré pronto.— menciono con una sonrisa y las bajo — No me gusta que me traten como una inválida.
Sentía un pequeño bochorno, la cabeza me dolía y me sentía algo mareada, como una jaqueca, quería que terminara.
— Iré por una botella de agua.— avisa Jeremy mientras tengo la cabeza abajo
— No me pidas que no me preocupe por ti. Eres mi mejor amiga.— levanto la mirada y sonrío — Siempre lo estaré, siempre te apoyaré. Me importas, Angie, y no quiero perderte.— lo veo enternecida
— ¿Interrumpo la película? — llega Damon y bufeo — ¿Saludando al piso, Lina? — Stefan ayuda a levantarme
— ¿Por qué no solo te desapareces? — me quejo con fastidio y sonríe petulante, me siento en uno de los bancos
— No estoy para complacerte.— alardea y ruedo mis ojos
— Cállate, Damon.— lo regaña Stefan y Jeremy se acerca con mis pastillas
— Ten, ¿estás bien? — las abro y bebo agua para tragarlas
— Lo estaré.— siento como mi corazón comienza a calmarse, el medicamento ayudaba
— No te llevaré así.— declara Stefan y me levanto
— Quiero ver cómo me detienes.— le paso por un lado y me freno ante Damon — ¿Tú qué haces aquí? — se apoya en el marco de la puerta con aquella sonrisa arqueada
— Vine a impartir clases sobre "como matar al que te cae mal." Deberías venir, luego daré un seminario.— expresa con sarcasmo
— Buena suerte con eso.— le doy una palmadita y salgo del salón
Lo que pasó allá adentro me asustó un poco. Sabía que estaba enferma, y sabía que debía tomar medicamentos. Pero, al querer usar mi magia, fue como si me consumiera desde adentro, fue doloroso y eso me preocupa. No deducía que esto pudiera afectar mi desarrollo con ser bruja, no, no me lo esperaba.
— Angie.— escucho a Isaac y me freno para que me alcance — No me hagas correr, cielo.— bufeo y lo veo transpirar un poco
— Y la que se puede morir de un infarto soy yo.— bromeo y noto que no se ríe, que se queda serio — Es un chiste.
— Pues no me resulta gracioso.— suspiro — Es seria tu condición, me preocupas...— meneo mi cabeza
— Basta con la lástima, tengo prisa, debo recuperar a mi hermana.— le informo y asiente
— ¿Qué pasa con tu hermana?— me ve preocupado
— Aún no lo sé, Isaac. Solo espero que este bien y la encontremos sana y salva.— explico y toma mi mano
— Se que ir sería ser una carga, entonces, como mejor amigo, sugiero que te cuides porque se que no hay poder en la tierra que te haga cambiar de opinión.— sonrío y nos damos un corto abrazo — No soportaría perderte.— sobo su espalda
— No lo harás.— no separamos y a lo lejos veo a Stefan y Jeremy — Debo encargarme de algo, te prometo que te hablo en cuanto sepa algo.— asiente
— Buena suerte.— sonrío y me voy alejando
Después de discutir con Jeremy y Stefan sobre porque no debería de ir, los convencí y terminé en el auto con estos dos.
Estaba en la parte trasera con mis audífonos, leyendo mi libro favorito y tratando de mantener mi mente despejada.
Todo me tenía estresada, y se supone que yo debo estar...relajada. Y no, no lo estoy. Estar encerrada en un auto con dos hombres por horas no me mantiene totalmente fuera de corajes. Y más con Damon. Que gracias a Dios llevo siempre mis audífonos y ipod en la bolsa.
— ¿Cuanto falta? Ya me harté de ver tanto verde en movimiento.— me quejo bajandome un audífono — Siento que en algún punto vomitare.
— Si te atreves a ensuciar mi auto, tu y yo tendremos problemas mortales.— menciona alterado y sonrío inclinándome en el asiento
— Y ahora me dan mas ganas.— refiero con sarcasmo y me ve por el espejo frontal
— Soy capaz de bajarte y dejarte rumbada en medio de la nada.— me amenaza y ladeo una sonrisa a punto de tirarle un comentario ;
Estaba en el medio de ambos, con mis brazos apoyados en la orilla de sus asientos, teniendo el campo visual de los dos.
— No vayan a empezar con una de sus peleas, que estaremos juntos por un par de horas más y no los escucharé a los dos gritarse.— nos regaña Stefan y suspiro dejándome caer en el asiento trasero — Y, Angie, faltan como 130 kilómetros.— refunfuño y agarro mis audifonos
— Es como el infierno.— busco una cancion y le pongo play, era como escuchar a los dioses
"The smiths."
— ¿Quién crees que las tenga?— pregunta Stefan curioso y bajo un audífono
No es que fuera chismosa, pero a veces ellos tienen conversaciones dónde no me incluyen, como está. Si no, ya me hubieran hecho una seña o algo.
—Alguien del pasado de Katherine. Ella estaba escapando de alguien. Tal vez se confundieron de chica.— responde Damon y bajo la mirada pensativa
Elena es la doppelgänger de la perra de Katherine, persona que me debe una, una grande. Y lo malo, es que significaba que los enemigos de cierta vampiro, pondrían en peligro la vida de mi hermana, y eso no es algo que me mantenga calmada.
Aunque no tiene sentido, porque saben que Katherine es vampiro, y descubrirían al segundo que la persona que llevan es humana, hay algo que no tiene sentido. Siento que hay más de lo que está sucediendo.
Rompo mi burbuja al escuchar a los Salvatore.
— Por favor, Damon. Ambos sabemos que el que tú estés aquí si no tiene que ver conmigo.— refiere Stefan con incomodidad viendo por la ventana;
A mi si que me sorprendió que tuvieran esta conversación. Se puso más bueno de lo que pensé, aunque sí incómodo porque hablan de mi hermana, así que...
— Y el elefante en el cuarto al fin ruge.— alardea Damon petulante y frunzo el ceño
¿Y esa metáfora que?
— No tiene que ser un elefante. Hablemos de eso.— pide y noto la tensión entre ambos
— No hay nada de qué hablar.— le responde Damon riendo tratando de evadir
A mi me hacen falta snacks para este drama telenovelesco.
— No es verdad. Claro que si. ¿Estás en este auto por que quieres ayudar a tu hermanito a salvar a la mujer que ama o es que...? — se pausa tenso y los veo con atención — ¿Es por que también la amas? — toso perpleja y ambos voltean a verme
— Me picaba la garganta.— trato de cubrir mi vergüenza — Necesito agua.— Stefan me ofrece una botella
— Estabas escuchando, ¿cierto? — aprieto mi mano en la botella — Pensé que no porque te vi escuchando música.— suspiro incomoda
— No esperes que no escuche si literalmente estamos los tres en el auto. Esto no es una limo que tiene una ventanilla especial.— me defiendo y bebo agua de la vergüenza
— Ojala si.— refiere Damon con fastidio y sonrío forzado
— Trato de recordar el día en que te odiaba menos, pero no vino nada a mi mente.— me burlo y Stefan sonríe
— Yo en verdad quiero saber qué fue lo que pasó entre ustedes dos para que no puedan estar juntos en un sitio.— manifesta Stefan y me acomodo en mi asiento
Damon y yo cruzamos miradas, pero evitamos compartir nuestra experiencia. Aún hay cosas que faltan de compartir. Cosas que deben quedarse encerradas.
— Solo, porfavor ya no hablemos de triángulos amorosos que me da asco el cliché.— pido y me acerco a la ventana
— ¿Alguna vez te vas a enamorar, Angie? — me pregunta Stefan y solo admiro el paisaje sin saber que responder — Te ves como si jamás lo hayas experimentado.— inhalo hondo
— No creo poder ser capaz de entregarme cien por ciento a alguien. No quiero que tengan ese poder sobre mi.— expongo — Así no duele su traición.
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Narrador omnisciente
— Hay un sujeto sentado en el columpio de la casa desde hace veinte minutos.— le informa Isaac a Jeremy desde la cocina
— ¿Y hasta ahora me lo dices? — se acerca a la ventana — ¿Como sabes...?— lo reconoce al instante
— Porque vine a comer y estoy aquí desde hace veinte minutos y no se ha ido.— baja Bonnie y Jeremy voltea a verlo
— ¿Qué sucede?— pregunta la Bennett y el Salvatore baja su panini
— Es Theo el primo de Angie.— va a la puerta — Y...¿que no tienes refri en tu casa de ricos? — Jeremy abre la puerta y Isaac bufea
— Si, pero aquí es mejor.— Bonnie le roba una fritura y Theo entra con una expresión rígida en el rostro, tenía un aura pesada
— Hola a todos.— saluda con calidez — Espero no molestar, pero esperé a Angie en el Grill y no llegó, ¿saben a donde fue? — se ven entre los tres
— Problemas femeninos...
— Se fue a estudiar...
— Es voluntaria en un asilo.
Los tres sueltan respuestas diferentes, dejando al pobre Gilbert muy confundido. Ellos deducían que Theo no tenía idea del mundo sobrenatural y sobre como dos vampiros y una bruja se enfrentan ante un secuestro. Lo normal para ellos es la locura para el.
— Okey...¿que está sucediendo? — cuestiona Theo y se ven entre ellos — ¿Y Jenna? — busca alrededor
— Con Alaric, salieron. Llegó su hermano.— le aclara Jeremy — Y en cuanto a Angie, esta con mi otra hermana arreglando unos asuntos.— Theo arruga sus cejas
— ¿Con Elena? — sugiere y Isaac lo ve de forma meticulosa, sospechaba mucho de él
— ¿Como la conoces? Ninguno la mencionó.— cuestiona — Y tu sabes que ella no llegó porque dormiste aquí, y no te había visto en toda mi vida.— se le acerca imponente — ¿Quien dijiste que eras? — ambos se ven con tensión; como dos armas a punto de disparar.
Jeremy y Bonnie lo habían notado y esperaban que no hubiera una pelea en su sala.
— No dije, soy Theo Fell. Lamento mis modales.— le ofrece su mano para estrecharla;
Isaac la analiza, y lo ve a el con sospecha. No dejaba de pensar que había algo en el que los engañaba. Como una mentira bien formulada.
— Isaac Salvatore. El protector de esta familia.— Jeremy suelta una risa e Isaac voltea a verlo fulminándolo con la mirada
— Por supuesto que lo es.— ironiza el Gilbert y Theo sonríe
— ¿Como conoces a Elena? ¿Angie te contó? — le pregunta Bonnie y él asiente
— Algo vago, me habló de los miembros de esta casa. Le pedí sus nombres para no sonar grosero.— expone y la Bennett asiente
— Bueno, mi nombre es Bonnie Bennett, bienvenido.— ella lo saluda con una cálida sonrisa poniendo a Jeremy algo celoso, pero lo que a Theo lo dejó muy sorprendido fue el apellido;
ya lo había escuchado antes, y no por cualquier persona, si no por la mujer que lo crío los últimos diecisiete años de su vida. Así que estaba anonadado, él no esperaba nada de eso, su madre jamás se lo dijo, no le contó toda la verdad.
— Gracias un placer.— estrechan manos y una extraña energía recorrió todo su cuerpo, como una escalofrio familiar;
Bonnie ya lo había sentido antes, fue con solo dos personas en toda su vida, su abue y con Angie. Ambas siendo brujas, encontrando una conexión que no era posible, ya que era gracias a la magia, dándole una gran sospecha a Bonnie sobre quién es él en realidad.
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Angelina
M
i hermano me había enviado la imágen aérea de la zona que encontré con magia, teníamos una foto más clara del panorama.
Al parecer, lo único que se miraba alrededor del lugar era una casa abandonada. Lo que lo hacía más tenebroso.
Me preocupaba mucho mi hermana, no queria que le hicieran daño, no lo merece. Nada de esto es justo.
— Estamos cerca. Jeremy dijo que había un acceso después del marcador seis.— informo al ver los letreros en la carretera
— Angie, linda.— frunzo el ceño al escuchar un halago por parte de Damon — ¿Me podrias pasar la bolsa de sangre que deje detrás de mi asiento.— giro la cabeza lentamente con asco
— ¿Tienes un derrame o porque lo me dijiste amablemente? — refiero incrédula y agarro la bolsa meticulosamente;
Es tan desagradable que los vampiros consuman sangre para sobrevivir. Solo de imaginar que deben beber ese líquido con sabor a metal por el resto de su vida ya es lamentable. Y lo peor es ver cómo lo disfrutan.
— Porque sabía que la tirarías por la ventana si te lo ordenaba.— alardea con la bolsa en la mano — Eres predecible.— sonrío y susurro un hechizo
— Tienes razón, Damon. Soy predecible.— la bebe y escupe la sangre por su boca, deja caer la bolsa
— Pero que...— Stefan se queja y suelto una risa — Angie.— voltea a verme y sonrío
— Hizo mi día.— alardeo y Damon estaba furioso
— Estaba hirviendo. ¡Hirviendo!— se queja y suspiro
— No la veías venir.— baja la ventanilla y tira la bolsa como un bárbaro — ¡Oye! Contaminas el planeta. No son biodegradables.— sonríe poniendo su mirada al frente
— Lo se.— ruedo los ojos y pongo la vista en el panorama
— Genial.— refiere Stefan con fastidio — Recuerdenme no viajar con ustedes de nuevo.
Después del silencio incómodo de un rato, llegamos al lugar en medio del bosque. Ya quería estirar las piernas y mis brazos.
Damon me abre la puerta (cosa que me sorprende), mientras Stefan llevaba las armas.
— Me debes una bolsa de sangre.— me bajo y quedamos tan cerca del otro que podía oler su colonia fresca e invadir mis fosas nasales, tenía buen aroma.
— Creo que conseguir otra está en tus habilidades vampíricas.— le doy una palmadita y le paso por un lado — La casa debe estar tras esos árboles.— señalo caminando junto a Stefan
— Tu quedate en el auto.— me ordena Stefan frenándome — Ya te traje, ya cumplí. Cuando tengamos a Elena, estarás con ella.— meneo mi cabeza
— No vine hasta aquí para quedarme en el auto. Soy una bruja, puedo ayudarlos, no soy una damisela en peligro.— impongo directa
— Estas enferma, no puedes esforzarte tanto.— insiste y lo veo molesta — Tienes una condición cardiaca mortal. No queremos que mueras.— aparto la mirada
— No quiero que me trates con lástima o con debilidad. No soy un juguete roto, yo conozco mis límites. No soy una niña, Stefan. No me detendras de ir a salvar a mi hermana.— dejo en claro y me ve en desacuerdo
— Ya que mamá y papá terminaron de discutir...— interviene Damon y volteamos a verlo —...quería decir que tengo un poco más de experiencia que ustedes en estas cosas.— frunzo el ceño
— ¿Y cuál es tu punto? — le pregunto confundida
— Que quien tenga a Elena es quién seguía a Katherine en 1864 y antes de eso.— manifiesta y asiento
— ¿Quieres un reconocimiento o algo? — me burlo y rueda sus ojos
— Que deben tener 500 años y son fuertes. ¿Seguros que quieren hacerlo? — refiere desconfiado y Stefan y yo asentimos al instante
— SI. Por supuesto que queremos.— expresamos al unísono
— Porque si entramos ahí, tal vez no salgamos.— insiste e inhalo hondo;
Ya me estaba colmando la paciencia, que miedoso me salió ahora.
— Muy bien, entonces no saldré.— menciona Stefan sin parpadear
— Y yo iré con él, es mi hermana la que está ahí dentro. No creo que tenga una mejor razón para morir.— expongo
— Qué noble, princesa.— entrecierro mis ojos y me ve con esa sonrisa arqueada
— Pero si quieres quedarte aquí, te juro que lo entiendo.— manifiesta Stefan alejándose
— Te tacho de muchas cosas, pero no te cobarde.— alardeo y nos vemos fijamente — Esa si me sorprendió.— trato de alejarme y me frena tomándome del brazo
— Si te sientes mal y crees que vas a morir, solo vete.— frunzo el ceño — Yo me encargo de salvar a tu hermana. Tu eres una loca suicida que seguro se sacrifica.— sonrío
— Cuidado, Damon, casi puedo creer que te importo.— me suelto de su agarre y da una sonrisa forzada
— No me hagas arrepentirme.— sus ojos azules brillaban mientras me miraba — Casi vomito, y no lo hice, fue progreso.— meneo mi cabeza
— Eres imposible.— me burlo y sonríe
— Lo digo en serio, Angie. No te sobrepases.— insiste y asiento
— No lo haré. Planeo morir de forma épica...— me voy alejando — Aunque es más probable que mueras tú primero, considerando que te sacan como quinientos años.— se une a mi camino
— Sería tu regalo ideal.— alardea y doy un suspiro largo
— No lo puedo negar, lo siento.— se ríe y seguimos con el camino
Entramos por la parte de trasera, Stefan había roto una puerta de cristal dándonos el total acceso a la propiedad. La casa se miraba vieja y en pésimas condiciones, sentía que en algún momento se me podía caer encima. Al menos mi seguro médico lo cubre.
Me habían dado una pistola con balas de madera, Alaric me enseñó a disparar, así que me sentía poderosa y muy letal.
El plan principal era que un Salvatore distraiga al raptor, para que el otro tome a Elena y yo la pueda sacar de ahí; era fácil porque somos tres contra uno.
Nos escondemos y veo al sujeto desde mi posición. El era muy apuesto si me lo preguntaban.
Tenía un corte de librito, traje y el porte de vampiro malvado, uno que puede hacerme lo que quiera si luce así. Mis gustos cada vez son más peligrosos, pero tomó a mi hermana, así que no le pediré su número.
No se encontraba solo, una mujer con corte pixie lo acompañaba, era linda tambien, pero dejando el aspecto físico, estaban dementes.
Mi hermana se encontraba ahí, podía ver lo asustada que estaba. Ya quería sacarla de ahí. Esperaba a que el plan funcionara.
Stefan y Damon ya habían ido a ser la distracción, corrían por la casa mientras yo apuntaba el arma contra el hombre.
El había soltado a Elena dándome campo libre para disparar, se miraba confundida, pero yo ya estaba lista para ayuda.
— ¿Rose? — la nombre el vampiro con molestia
— Yo no se quien sea.— responde aturdida y ladeo una sonrisa
— Arriba.— habla Stefan y el hombre corre hacia las escaleras;
cierro un ojo para fijar mi vista y pongo mi dedo en el gatillo.
Te tengo.
— Abajo.— interviene Damon y le disparo al hombre una bala en la mano;
el se la saca irritado y eso les da tiempo a Stefan y Damon para que tomen a Elena y la llevan a un escondite.
— Disculpa. A quien pueda interesar. Estan cometiendo un gran error si piensan que pueden vencerme. No pueden. ¿Escucharon eso? — alardea el sujeto gritando por toda la casa
Damon me saca de donde estaba poniéndome contra la pared. Su cuerpo estaba muy pegado al mío mientras cubría mi boca para que no hiciera ruido, ambos nos mirabamos fijamente con mi respiración agitada. No estaba acostumbrada a estar así de cerca de el.
— Les repito, no puedes vencerme. Así que quiero a la chica a la cuenta de tres. O rodarán cabezas.— amenaza y alzo mis cejas, Damon va bajando su mano de mi boca
No negaba que era imponente, tenía esta personalidad masculina y autoritaria. Tiene estilo y elegancia hasta para amenazar personas.
— ¿Ya nos estamos entendiendo? — cuestiona y Damon y yo solo tenemos contacto visual sin saber que hacer exactamente
— Yo iré contigo. Por favor no lastimes a mis amigos. Ellos solamente querían ayudarme.— escucho a Elena y me asusto al instante;
veo a Damon confundida y él me hace una seña para que me calme, me asomo a ver y el vampiro se acerca a ella a velocidad vampirica provocando que Elena se sobresalte.
No sabía esta parte del plan, pero Stefan no la pondría en peligro, así que el sabe lo que está haciendo, no me pondré paranoica.
— ¿Que juego crees que jugando conmigo? — le refiere con cautela y ella abre una granada haciéndola explotar en su cara, él grita de dolor y mi hermana se esconde conmigo;
Doy un suspiro de alivio y la rodeo con mis brazos.
— Todo va a salir bien. Estamos juntas.— menciono serena y asiente mientras la mantengo en mis brazos, él se levanta reponiendose con un pésimo humor
Cruzamos miradas por unos segundos, sus ojos marrones penetraron los míos de una forma intensa, fue como si conectáramos de alguna forma. Era algo tan extraño que me hizo sentir fuera de mi órbita.
— ¿Angie? — me nombra mi hermana preocupada y levanté el arma dispuesta a disparar, pero antes llega Stefan y comienza a dispararle estacas mientras va bajando escalones.
Comienzan a forcejear, y ambos caen rodando por toda la escalera, hasta llegar al suelo. El vampiro se levanta antes y amenaza con matar a Stefan.
— No, déjalo.— le ordeno y con mi magia lo lancé del otro lado separándolo;
él trata de venir por mi, pero Damon le encaja un pedazo de madera incrustándoselo en el pecho, lo deja colgado en la puerta.
Suelto un suspiro de alivio y me apoyo en el barandal a recuperar algo de aliento. Veo que la cómplice aparece y trata de huir, pero Damon va tras de ella
— Déjala ir.— le pide y él se detiene, Elena corre tras Stefan y noto la desilusión de Damon;
Fue como si él esperara algo mas de ella.
Triángulos amorosos, dicen que son lo peor. Y lo sé, hubo un tiempo en el que yo estaba enamorada de Stefan, fue un flechazo. Lo supere, pero igual era doloroso.
Termino de bajar y me acerco con Damon, me pongo a su costado. Mi hermana le agradece con mímica y el solo estaba que ya no se aguantaba.
— Ella lo ama, y no hay nada que tu puedas hacer.— refiero sincera y voltea a verme
— ¿Y tu y Stefan? — frunzo el ceño — No son solo amigos. Noto en la forma en que actúan por el otro, no pretendas que miento.— suspiro
— Se que te es muy difícil de entender, ya que no tienes amigos, pero eso hacen. Se cuidan, protegen y apoyan. No todo es romance.— explico y me ve fijamente — Elena, ¿estás bien?— me acerco a ella preocupada
— Si, solo algo aturdida. Tengo mucho que contarles sobre la piedra de luna y mis raptores, es demasiado para procesar.— manifiesta y frunzo el ceño
— ¿Piedra de luna?— refiero confundida y asiente — ¿Que tiene de relevancia aquí?— suspira
— Más de lo que crees.— alzo mis cejas
En el camino Elena se quedó dormida, Stefan la acompañaba en el asiento trasero y yo iba en el de copiloto con Damon.
El no me dejaba cambiar la radio. Me daba manotazos y amenazaba con bajarme, así que lo maldije y me puse mis audífonos.
Se puso más irritante después de lo que le dije, pero era la verdad, y alguien debía decírsela.
A veces no entiendo como es Damon, si tiene sentimientos, humanidad o simplemente el uso de la metáfora "corazón." Es una persona a la que no puedo entender ni descifrar, y no se por que me importa, pero es algo que ha llamado mucho mi interés últimamente.
Después de un largo viaje llego a casa. Estaba más tranquila de que Elena estuviera a salvo y que no le hayan hecho ningún daño, hoy estuve bajo mucho estrés y alteró a mi corazón, no era algo bueno, no en lo absoluto.
— ¿Elena? — la nombra Jeremy con entusiasmo mientras la ayudo a subir las escaleras
— Oh, Dios mío.— se le acerca Bonnie y le da un abrazo, Jeremy viene hacia mi y hace lo mismo
— ¿Están bien?— nos pregunta mi hermano y me aferro a el;
Hoy fue un día de locos.
— Estamos bien.— le responde Lena y nos separamos — Recibí tu mensaje.— le dice a Bonnie y frunzo el ceño
Jeremy abraza a Elena y no evito sonreír, el estuvo muy preocupado por nosotras todo el día, y el se veía más aliviado al vernos en casa. Yo estaba mucho más cómoda y tranquila.
— Ah, Angie, Theo te estuvo esperando, el no sabía que te fuiste con los Salvatore a rescatar a Elena.— me informa Jeremy y me quedo perpleja
Lo había olvidado con todo el asunto de Elena, qué vergüenza. Tengo que hablar de muchas cosas con el, y yo que pensaba que mi día habia terminado.
— ¿Theo? ¿Quién es Theo?— Elena se muestra confundida y suelto un suspiro
— Luego te cuento, iré a buscarlo...— Jeremy me frena
— Fue con Isaac por comida al Grill, no deben tardar.— asiento
Bajo las escaleras para servirme un vaso de agua y escucho la puerta con varias voces, decido acercarme.
— Hola, Angie.— me saluda Jenna y sonrío — Trajimos un invitado a cenar, él es el hermano de Alaric, Alex.— el da un paso al frente y mi sonrisa se bajó al segundo
Su rostro fue un frío recuerdo de la noche en la que casi muero, de todas las imágenes hirientes que me arruinaron por completo, fue una ola de emociones que me pegó con fuerza. Alex fue quien me dio la droga, y verlo desbloqueó aquellos recuerdos.
Dejo caer el vaso de cristal y resuena por toda la habitación, se me va el aire y el pecho me duele con fuerza, toco mi parte frontal.
— ¿Angie, estas bien?— meneo mi cabeza y me dejo caer al suelo sintiendo que me sofoco — Respira, hija, respira.— pone su mano en mi pecho mientras lucho por aire — Alaric, llama a una ambulancia, ahora.— habla histérica y niego
— Tengo un ataque de pánico, estaré bien.— expongo mientras trato de recuperar la postura
Era algo horrible, tu mente hacía que tu cuerpo sintiera que estas muriendo, y tenía todo el control de tí.
— ¿Qué está pasando?— pregunta Elena preocupada y Alaric me da un vaso con agua, lo tomo y mi mano tiembla haciendo imposible tomarlo — ¿Angie?
Solo cierro mis ojos y lo hago con fuerza para teletransportarme a un sitio donde no hay oscuros recuerdos, uno que me haga sentir tranquila, que me haga olvidar absolutamente todo.
Flashback;
— ¿Por qué lloras?— me pregunta Elena mientras estoy sentada en el columpio de su porche
— Porque mis padres murieron.— se sienta junto a mi — No los volveré a ver nunca.— lágrimas resbalan por mis mejillas — Me he quedado sola.— siento una mano tomar la mía
— Jamás estarás sola. Yo siempre estaré para ti, nunca te voy a dejar.— la veo conmovida, algo en mi corazón se ablandó — Somos hermanas, y eso es para siempre.
Abro mis ojos de golpe y siento mis párpados húmedos, de pronto me sentía muy calmada, como si todo hubiera terminado.
— Angie.— me rodea Elena con sus brazos y los veo a todos preocupados tras su espalda
— Estoy bien, estoy bien.
Después de aquel drama, estaba afuera en silencio, solo viendo el cielo y escuchando los sonidos de la noche. Todo era muy calmado.
Isaac y Theo ya habían llegado, pero por ahora no tenía las fuerzas para explicaciones, necesitaba estar sola y alejarme de todos.
— Casi te ves adorable.— escucho a Damon y alzo la cabeza — Casi nunca te había escuchado estar en silencio más de cinco minutos.— suspiro
— ¿Qué haces aquí?— me muestra el colgante de Elena — Está en su cuarto.— frunce el ceño
— ¿Por qué no me has insultado? — me ve confundido — Es extraño.
— Porque ahora no tengo humor. No siempre tengo ganas de insultarte.— explico y bajo la cabeza jugando con mi brazalete
— Me arrepentiré de esto.— frunzo el ceño y sienta junto a mi en el césped — No tenemos que decir nada, solo estemos aquí.— lo veo con los ojos cristalizados
— ¿Por qué? — inhala hondo y sus ojos azules solo se encajan en los mios
— Porque una vez estuviste para mí en aquella tumba. No me dejaste ahí dentro, y después me consolaste cuando descubrí que Katherine no estuvo ahí. Se que lo que hice para que todo se rompiera entre nosotros fue cruel, pero no siempre nos odiamos.— bajo la mirada y una lágrima resbala — Te debía estar aquí. — inhalo hondo
— Nos seguiremos odiando mañana, ¿cierto? — volteo a verlo y ladea una sonrisa
— Totalmente.— sonrío
Los últimos minutos solo estuvimos en silencio. Uno que de alguna forma me hizo sentir mejor, fue reconfortante, no esperaba que estar así con Damon fuera de ayuda. El infierno de seguro se congeló.
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Narrador omnisciente.
El vampiro original había sido brutalmente asesinado en aquella casa abandonada, donde dejaron su cuerpo. Damon con su valor, atravesó el pecho de aquel hombre y lo dejó sin vida colgando en una pared. Sin esperar, que alguien más estaba pisándole las huellas a Elijah, una vampiro enviada por un hombre casi tan cruel como ella.
Una bomba de tiempo que no saben que caerá a Mystic Falls. Alguien tan astuta y vengativa, que va a derramar sangre a su paso sin culpa alguna.
La vampira estudió el panorama. Vio a su hermano sin vida colgando en aquella pared, admirando las venas grisáceas y el color opaco de su piel.
A ella le era impresionante la inmortalidad que compartía con su familia. Como solo un arma en específico puede acabarlos, y como es temporal su muerte. Era poético.
Se acerca con cautela al cuerpo, haciendo resonar sus costosos tacones. Se detuvo frente a su hermano y con ambas manos agarró el pedazo de madera.
— Mira en qué líos te metes, Elijah.— la saca y retrocede dejando caer el cuerpo — Y siempre estoy para limpiar el desastre de mis hermanos mayores.— sacude sus manos — Agotador.
Mientras esperaba, se examinó las uñas con fingido desinterés. Solo cuando escuchó un jadeo, una sonrisa burlona se formó en sus labios.
—Vencido por un grupo de vampiros de guardería... patético, hermano. —Su tono destilaba sarcasmo mientras Elijah abría los ojos con dificultad.
—Kaela —murmuró Elijah. Una sonrisa breve cruzó su rostro mientras se levantaba y se dirigía hacia ella, envolviéndola en un abrazo fraternal.
Ella permaneció inmóvil un momento, y luego le dio un par de palmadas en la espalda antes de separarse.
—Suficiente, Elijah. No estoy aquí para consolarte.
Él se apartó, aún sonriendo.
—¿Qué haces aquí? Pensé que estabas... lejos de todo esto.
Kaela arqueó una ceja.
—Lejos o no, parece que siempre termino salvándote el trasero. ¿Vampiros de segundo nivel, Elijah? ¿Eso fue lo mejor que pudiste hacer?
—¿Qué haces aquí? —preguntó Elijah, aún recuperándose—. No me digas que estás trabajando con Niklaus.
La mirada de Kaela se endureció.
—¿Trabajar con Niklaus? —repitió con una risa corta—. Elijah, por favor. Después de lo que hizo, lo único que me interesa es asegurarnos de que esta vez no se salga con la suya.
Elijah pareció relajarse un poco, aunque todavía había una sombra de preocupación en su mirada.
—Solo tenía que asegurarme. Tú siempre has sido... impredecible.
Kaela curvó los labios en una sonrisa impecable, tan perfecta que incluso aquel que afirmaba conocer cada uno de sus trucos no pudo evitar creerle
—Impredecible, tal vez, pero siempre leal a los míos. A ti, Elijah. Eso no cambia.Elijah suspiró, avergonzado.
—No... claro que no. Perdóname, fue un pensamiento absurdo.
—Absurdo es poco. No puedo creer que siquiera lo consideraras.
—Y cómo sabes lo de mi plan?
Ella se encogió de hombros, sus ojos brillando con un toque de diversión.
—¿Qué puedo decir? Tengo mis maneras. No creas que porque me he mantenido en las sombras estoy desconectada. Tengo mis redes, Elijah. Siempre las tengo.
— Y eso te hace peligrosa.
Notita;
Recuerden que Kaela es un personaje de la colaboración, por si no conocen el face claim, lo añadí en mis personajes del inicio.
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