05 • A CRIME •
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— Si voy a otro evento de voluntarios, voy a enloquecer, Jeremy, en serio.— me quejo mientras estoy en su habitación
— Angie, consideras que la escuela tampoco es un acto voluntario...— le apunto ofendida
— Porque es verdad. Si un día no quiero ir a la escuela, me obligarán a ir. ¿Ves la parte voluntaria? Yo no, no la veo.— se ríe y me lanza un cojín
— ¿Por que estas en mi cuarto tan temprano? — hago una mueca y me apoyo en el mueble — ¿Qué hiciste, Angelina? — suspiro
— ¿Por que crees que hice algo? Mi cara es angelical, ¿no lo crees? — me señalo y rueda los ojos levantándose
— Es muy temprano para mentir.— le lanzo el cojín de regreso, suelta un quejido— Okey, golpe bajo.— se deja caer a la cama
— Se que estás investigando el asunto que te dije que no hicieras.— se levanta
— ¿Como sabes? — se muestra sorprendido y ruedo los ojos
— Porque soy inteligente, idiota. Tengo mis fuentes, descubro todo.— bufea y me cruzo de brazos
— Tyler te dijo.— refiere confiado y hago expresiones nerviosas — ¿Por que te lo dijo? — meneo la cabeza
— No me lo dijo, bobo. Isaac vive ahí y Tyler le dijo que estas fisgoneando, el me lo dijo.— aclaro y asiente
— Claro, tú y tú gemelo malvado se pasan el chisme.— sonrío — Maravilloso. Mira, Angie, esto es algo que quiero...— lo interrumpo
— Y yo quiero protegerte. Elena y yo estamos metidas hasta el cuello, yo soy bruja, tú sólo dedícate a ser un adolescente.— pido y va a su closet
— Es injusto. Ustedes salen con los hermanos chupa sangre, se la viven metiéndose en líos, y yo no puedo hacer lo que yo quiera.— saca una playera
— Porque tienes una elección, Jer. Créeme, hay veces en la que yo quisiera no haber descubierto que los Salvatore eran vampiros, ni que yo era bruja. Estas cosas terminan enloqueciendote.— aconsejo y suspira
— Sólo quiero ayudar, ¿si? Yo soy el que consigue información, no me meteré en problemas.— lo veo no tan convencida — Lo prometo.— suspiro
— Bien, puedo con eso.— sonríe — Pero donde descubra que te pones en peligro...— me interrumpe
— No pasará.— me cruzo de brazos — Por cierto, ¿me quieres acompañar a casa de Damon? Tengo información valiosa, y no quiero tener que repetirla todo el tiempo.— resoplo y asiento
— Estaré ahí. Tú conduces, te espero abajo.— pido y voy a la puerta
— Nunca quieres conducir.— sonrío y abro yéndome, al ir por el pasillo escucho ruidos raros
Me freno y volteo a ver a la puerta, me inclino para pegarme y escuchar. Al hacerlo, los sonidos se hacen intensos, pero eran de risitas y cosas que no entendía, Stefan debía estar ahí.
— Oh no, mi hermana tendrá...— me cubro la boca y me río — Esto es asqueroso.— apresuro el paso a las escaleras
Voy bajando algo consternada al no dejar de pensar en la situación que pasa allá arriba. En mi propia casa, con la habitación de a lado.
— Buenos días.— me saluda Jenna mientras sigo perturbada — ¿Hola? — regreso en si
— Yo no se nada, ¿tú sabes algo? — bombardeo y frunce el ceño — Hola.— sonrío nerviosa
— ¿Qué te traes? — meneo mi cabeza y me siento
— Nada, nada.— entre cierra sus ojos estudiándome — ¿Hiciste café? — se gira y suspiro
— Tú sabes que siempre hago café.— me sirve y asiento viendo a la zona de arriba — Hoy nos toca ir a todos a ayudar a decorar la casa de los Lockwood para el baile de máscaras.— volteo a verla
— No iré.— me da la taza — Oye, me estás explotando. Desde hace como una semana que no dejo de hacer "trabajo voluntario." Al menos, si me pagaran...— bebo y sonríe
— Nunca te gustaron esos eventos.— meneo mi cabeza — Pero tienes que ir. Es cultura del pueblo, y a tu mamá siempre le gustó.— suspiro y bajo la taza
— Si, pero yo soy como Elena. Ella es a la que le gustan estas cosas, eso de ayudar y...— me pauso al ver a Jeremy —...debo irme. Te veo luego, tía Jen.— bebo café rápido y voy con mi hermano a la puerta
— Si no mueves tu trasero blanco, te dejo.— le meto un sape en la nuca y suelta un quejido
— Jeremy, cuida el lenguaje.— lo regaña la tía Jen y sonrío saliendo
— ¿Qué sucedió ayer? Estabas algo triste.— cuestiona y vamos al auto
— Me equivoqué, Jer. No me gusta equivocarme, pero esta vez si fue mi error.— explico y nos detenemos
— ¿Algo en que pueda ayudar? — sonrío ligeramente y meneo mi cabeza
— Ya estoy bien, le debo una disculpa a Stefan, sólo que ahora no es el momento.— murmuro entre dientes y frunce el ceño
— ¿Qué? — abre la puerta e inhalo hondo
— No quieres saber.— me subo y cierra
No podía dejar de pensar en todo lo que pasó ayer, y en que descubrí que Bonnie es mi prima o somos familia de alguna forma. Ella debe saber, para hablar con su padre y que me de una explicación. No puedo seguir sin saber lo que está sucediendo en mi vida, y menos, sin saber quien es mi padre.
Después de unos minutos llegamos a la mansión Salvatore, y no creo que Damon quiera ver mi hermosa cara al menos en unos días después de todo lo que sucedió, pero si algo se, es que el infierno se ha de ver congelado si el "a su manera" se disculpó.
Al caminar a la puerta, Jeremy toca, yo estaba en la entrada sólo intentando comerme mi orgullo y pasar la mañana con Damon como compañía.
— Tenemos que hablar.— escucho a mi hermano hablar y me giro
Mi mirada cruza con la Damon, quien estaba justamente sosteniendo la puerta con una expresión de disgusto, el no quería verme.
— Y cuando yo quiera hablar contigo...— tratar de cerrar y mi hermano la detiene
— Tyler Lockwood tiene que matar para activar su maldición.— mis ojos se abren como platos — Aún no es hombre lobo.— empujo a Jeremy
— ¿Por que no me lo dijiste? — lo regañó y voltea a verme
— Porque mo quería decirlo dos veces.— se defiende y me quedo procesando la información
Esto quería decir que Mason mató a alguien, dando a entender que o es un asesino, o fue un accidente, cualquiera de las dos, me dan mala espina.
Claro que siempre mis gustos son los peores, y más, darme cuenta que los guapos resultan ser los más dañados.
— Guao, fascinante. Eso no basta...— vuelve a tratar de cerrar e intervengo deteniéndolo
— Si no dejas de hacer eso, te voy a azotartela en la cara.— la advierto y sonríe
— Alienígena, hasta que saliste a participar. Me preguntaba cuánto tiempo dejarías a la guardería hablar.— se burla y bajo la mano
— No me llames así, y Jeremy puede tener información valiosa que nos ayuda a los dos.— demando y me ve fijamente
— Mason está buscando la piedra de luna, una roca especial conectada con la leyenda del hombre lobo. Por eso vino.— volteo a verlo
— ¿Una piedra de luna? — pregunto confundida
— Y yo se donde está.— expresa con orgullo
— Y me lo dices, ¿por que? — intervine Damon
— ¿Necesito una razón? Solo quiero ayudar, ¿de acuerdo? — menciona sincero y suspiro, el vampiro desliza su mirada a la mía
— ¿Y tu estás de acuerdo con este descubrimiento? — Damon me ve incrédulo y me cruzo de brazos
— Al menos estoy con el. Ya le dije que no podía ponerse en peligro.— informo y el asiente
— ¿Nos vas a dejar pasar o no? — pide Jeremy y Damon nos ve a ambos
Se hace a un lado permitiéndonos la entrada, cruzo por la puerta y caminamos a la sala.
Nos sorprendemos al ver a Alaric con una caja, parecía molesto al vernos.
— ¿Qué hacen aquí? — nos pregunta apenas entramos, mi hermano y yo nos miramos
— ¿Que haces tú aquí? — se la devuelvo y alza sus cejas
— Yo pregunté primero.— se defiende cruzándose de brazos
— Ayudamos a Damon, yo soy el que descubrió lo de la piedra de luna.— aclara Jeremy y suspiro
— Y yo soy la niñera.— hago burla y alzo mi mano
— Esa piedra de luna, no lo había escuchado antes, ¿saben que es? Digo, de todos aquí, Damon es el más anciano, debe saber.— me burlo y ladea una sonrisa preparándose un trago
— Es lo que queremos descubrir, inteligente.— refiere burlón y ruedo los ojos
— ¿Qué es esto? — pregunto abriendo la caja que Alaric dejó en la mesa
— La investigación de Isobel de Duke. Su asistente me la pasó.— contesta Ric y fisgoneo lo que alcanzo a ver
— Vanessa, la sexy.— presume Damon y hago gesto de disgusto, veo el papeleo
— Si, Vanessa. Si.— refiere Alaric con algo de incomodidad, saco un pergamino con dibujos aztecas — ¿Recuerdas la maldición azteca que ella nos contó? — volteo a ver a Damon
— ¿El soy la luna...? — responde Damon dudoso
— Maldición azteca. Muy bien.— interviene Jeremy y se acerca
— Vampiros y licántropos no tenían problemas hasta que un chamán los maldijo para limitar sus poderes.— informa Alaric y lo veo con atención — Desde entonces, solo se transforman en luna llena y a los vampiros los detiene el sol.— Damon muestra su anillo
— Algunos de ellos.— corrige
— Según la leyenda...la parte de la maldición de los hombres lobo fue sellada con la piedra de luna.— leo lo del pergamino y me ven sorprendidos
— ¿Qué quieres decir con sellada? — me pregunta Jeremy confundido
— Es cosa de brujas. A lo que he leído, muchas lo hacen para reprimir alguna clase de magia haciendo que lo que sea que la maldición, sea la llave para quitarla.— explico y me ve sorprendido
— Quizá Mason cree que puede usar la piedra para romper la maldición.— opina Alaric y alzo mis cejas
— Si empezamos a creer en una maldición de una leyenda por un dibujo de un libro, somos unos idiotas. ¿Quién tiene la piedra ahora? — cuestiona Damon con interés
— No necesitas incluimos.— añado quisquillosa y alza su vaso con burla
— Tyler tiene la piedra.— aclara Jeremy y suspiro
Si conozco a Tyler, no va a ceder tan fácil. No son conocer lo que realmente significa esa piedra, y el por qué su tío la quiere.
— ¿Puedo conseguirla? — pide Damon curioso y volteo a ver a Jeremy
— Si.— le responde confiado
— ¿Ves? Tu vida ya tiene un propósito.— expresa con ironía y meneo la cabeza
— ¿Entonces crees en esto?— menciono incrédula y voltea a verme — Porque puedo confirmarte que Mason no es sólo un chico guapo que volvió a su pueblo natal, si no, que la leyenda es real.— Damon suspira — Casi me hace su cena. No es que tú conozcas el término.— sonríe
— Es el mismo libro que dice que la mordida de licántropo mata vampiros. Ignorarlo me haría un idiota peor. Vamos.— ordena y camina hacía la salida junto Alaric y Jeremy
— ¿Tienes un plan? ¿O sólo vas a ir a usar tus métodos poco civilizados y más medievales? — opinó burlona y se detiene, voltea a verme
— Tú eres mi plan.— expone y frunzo el ceño — No tengo todo el día, muévete.— ruedo los ojos y le sigo el paso
No se en que momento Damon y yo formamos una clase de equipo. Algo me dice, que nos agarraremos mucho más de las greñas.
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Narrador omnisciente
Mansión Lockwood.
— Hola, Jenna.— Meredith la saluda, y está deja de decorar
— Hola, Mer, ¿como vas? — se dan un corto abrazo
Meredith Fell era la única pariente cercana a Angie desde que la familia se fue separando, y extrañamente algunos muriendo. Eso cuenta Joe, su hermano, y por el que protege a su amada sobrina. Viene cada que puede. Su vida está en Nueva York.
— Bien, trato de hacer que me programen en este hospital para tener más tiempo a Angie.— informa y Jenna asiente
— Le alegrará mucho verte y saber que estarás más cerca. Ha pasado por muchas cosas difíciles últimamente.— expone y la Fell suspira
— Si, no debe ser fácil para ella descubrir que los padres que creía biológicos, no lo son.— Jenna frunce el ceño — No deja de querer encontrar a verdadera familia, ¿como va con eso? — la rubia se queda sin palabras
— Me gustaría saberlo.— se lleva la mano a la boca y Meredith capta la indirecta
— No puede ser, ella no te lo dijo.— expresa desconcertada y Jenna asiente — Cuanto lo siento, yo no buscaba crear problemas. Que avergonzada me siento.— se cubre el rostro
— Desde que conozco a Angie, siempre ha sido tan reservada. Tal vez por todo lo que ha perdido, o por que simplemente prefiere su soledad. Nunca deja entrar a nadie. No se como ayudarla.— expresa con nostalgia y Meredith apoya su mano en su hombro
— Sólo hazle saber que siempre contará contigo. Ella valora la lealtad, sólo no quiere sentir que pierde de todo.— aconseja y Jenna asiente
— ¿Sabes quienes son sus padres biológicos? Porque al parecer Joe y Lucy no lo eran, y si la conozco bien, no va a parar hasta encontrar las respuestas.— informa y la castaña niega
— Mi hermano nunca me lo dijo, y seamos sinceras, es por algo que oculta. No se si ella debería estar investigando.— aconseja Meredith — Solo se, que una tal Rosalie, esta involucrada en esto.— la rubia alza sus cejas
— ¿Rosalie? — expresa sorprendida y la Fell asiente — Debo hacer algo...
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Angelina
Habíamos llegado a la mansión del pueblo. Todos estaban caminando de un lugar a otro como gallinas sin cabezas. El lugar iba quedando poco a poco, pero yo me iba a escabullir para evitar hacer trabajo gratis. Sólo fingiría estar unas horas, y en verdad quería descubrir que planea Damon.
Al ir caminando por la casa, veo a Mason a lo lejos, decido acercarme para tener una corta conversación.
— Mason.— lo nombró y se detiene con una caja de cosas
— Lina.— se me acerca — Supongo que el trabajo no se hizo.— suspiro — Y recibí mi merecido por eso, ¿recuerdas? — sonrío
— ¿Tú crees? Fue estúpido.— baja la caja — Me engañaste. También fueron por Stefan.— suspira
— Pudo funcionar, pero los ayudaste. Tienes debilidad por los vampiros.— me cruzo de brazos — Hasta del ese Damon que odias.— hago gesto de disgusto
— Si Damon está vivo es porque Stefan estaba en ese sótano. Yo no hubiera hecho nada para detener lo que sea que estaba pasando.— expongo y tenemos contacto visual
Tiene unos brillantes ojos azules, no podías no perderte en ellos.
— A mi no me engañas, Angie. Te importan los dos, sólo no lo admites.— ruedo los ojos
— ¿Sabes? Trataba de tener una conversación contigo, pero esto ya me fastidio.— le paso por un lado y me toma del brazo
— ¿Damon vendrá por mi? — al momento de tocar su mano para quitarla, una clase de imágenes viene a mi cabeza — Angelina.— bajo la mirada perpleja
Estaba asqueada al procesar lo que vi, no pudo ser real, debe ser otra cosa.
— No es el momento.— retrocedo aturdida y me alejo procesando todo
Elena y Mason se besaban, de una forma apasionada, mi estómago se encogió y me dieron una nauseas.
Conozco a mi hermana, se que no haría algo así, ama a Stefan, y menos se metería con un hombre como Mason. Algo me decía que Katherine debía estar involucrada, es lo más razonable.
— ¿Que te pasa? — escucho a Stefan y rompo mi burbuja — Se ve que algo te molesta, te quedaste a medio pasillo, ¿estás bien? — acomodo mi cabello tras mis orejas
— Es que, al tocar a Mason, creí ver algo.— expreso abrumada y frunce el ceño
— ¿Hablas de una visión? — cuestiona incrédulo y asiento
— Supongo. Vi a Elena.— murmuro y se me acerca
— ¿Viste a Elena? — pregunta preocupado y solo lo ve fijamente
Procesaba si debía decirle, o esperar a hablarlo con mi hermana para no crear problemas.
— Angie, no te quedes en silencio.— insiste y suspiro
— Pues tengo una teoría. Una que tiene mas coherencia de lo que iba a decir.— expongo y frunce el ceño
— Pues dilo de una vez que me tienes de nervios.— pide ansioso y suspiro
— Vi an Elena besando a Mason.— se confunde — Pero la conozco, y se que jamás haría algo así. Así que, mi razón más lógica, es que Katherine y Mason, están juntos.— explico y se queda procesando
— Debo encontrar a mi hermano, gracias por la información.— se va enseguida y suspiro
No se porque rayos tenia estas visiones. No me había pasado antes. Parece que soy como una clase de psíquica y nadie me lo explico.
Sugiero, que deba haber un manual de brujas, para poder entender las habilidades que se desbloquean de la nada haciéndome ver como las ancianas locas que te dan premoniciones de la nada.
Al regresar a la casa para encontrar a Isaac, Elena me aborda a medio pasillo, algo me decía que no debía ser algo bueno. Jeremy venía con el.
— ¿Tú dejaste que nuestro hermano se involucrara con Damon y sus planes? — alzo mis cejas y veo a Jeremy
El estaba molesto, se notaba en su lenguaje corporal, y Elena estaba exactamente igual.
— Ella no me hizo hacer nada, Damon y yo...— lo interrumpe Elena interviniendo
— No, Nada que ver. No, no. No hay un "Damon y tú."— los veo a ambos y Jeremy frunce el ceño — Está Damon y al que sea que está usando y esas personas siempre mueren. Lo que sea, quiero que te alejes.— pide y suspiro
— Fue lo que dije.— apoyo y Jeremy resopla
— Lo que ustedes quieran no me importa.— alzo mis cejas sorprendida — Es por ustedes que estoy metido en esto. Así que, lo siento, pero no van a decirme que hacer.— me molesto al instante y volteo a ver a Elena
— No hables así, Jeremy. Merecemos más respeto y nadie te obliga a nada. Ya estas bastante grandecito para tomar tus decisiones. Así que no nos culpes.— expongo y asiente
— Lo que digas, Angelina. Pero sigo defiendo la verdad.— se va en seco y suspiro llevándome la mano al pelo
— El tiene razón.— volteo a verla — Trajimos esto a su vida. Y no tenemos la cara para negarlo.— suspiro y bajo mis manos
— Elena, se que ambas nos involucramos en este mundo, y lo que tú quieras. Pero, el no puede culparnos por todo. El elige estar ahí, fácilmente puede alejarse.— expongo y suspira
— Si, claro, porque el es igual que tú.— frunzo el ceño — Los dos tienen un imán para el peligro y las malas decisiones. Tú tampoco te puedes alejar de todo esto, incluso cuando trataste.— aclara
— No se si lo has notado, pero soy una bruja. Este es mi mundo, así que, no puedo sólo pretender que no existe. Si me disculpas, voy a robar una botella de champán.— alardeo y me ve sorprendida
— ¿Qué? Angelina, no...
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Narrador omnisciente
— ¿Katherine con Mason Lockwood? — pregunta Damon incrédulo, ambos estaban en el patio trasero
— Llego al pueblo justo después de ella. Tiene perfecto sentido.— aclara Stefan
— Lo sé, pero ¿Mason Lockwood? Además de licántropo es surfista. Ella lo está usando tiene que ser.— insiste aún consternado
— ¿Lo usa en qué? — pregunta Stefan confundido
— Mason busca la piedra de luna, que se dice puede romper la maldición de la luna llena. Tal vez Katherine también la quiere.— el castaño frunce el ceño
— ¿Por qué? — pregunta confundido
— Pues ni idea. Eso es lo bello de Katherine. Ella siempre planea algo.— expone Damon irritado
— ¿Cómo vamos a encontrar esa piedra de luna?
— Jeremy se la quitara a Tyler.— responde y Stefan alza una ceja sorprendido
— ¿Por que involucraste a Jeremy? — le reclama irritado pasándole a un lado y suelta un golpecito en su hombro
— Se cree indiana Jones. El se ofreció, además, mami Angie le dio permiso.— se defiende Damon y Stefan le hace una seña
Ambos van por las brujas del pueblo.
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Angelina
Cuando estaba por agarrar una botella, alguien me toca por la espalda dándome un susto de los mil demonios. Casi brinqué al techo. Y no exagero.
— Dios.— me llevo la mano al pecho y veo a Isaac riendo — ¿Que te sucede? — lo empujo
— ¿Qué haces aquí? ¿Te escondes para no ayudar? — se burla y suspiro
— Venía a robarme una botella.— me agacho para tomarla — ¿Tú si te escondes? — me levanto
— Claro que no, yo venía por las botellas.— aclara y trata de quitármela — Angelina, todavía ni es la una de la tarde.— retrocedo riéndome
— No eres mi papá.— trato de abrirla y viene sobre mi impidiendo que lo haga — ¿Cuál es tu problema? — lo empujo y choca con la pared
Se molesta y me llevo las manos a la boca, había pasado un límite. No se en que momento se me fue la fuerza.
— ¡Tú! — alzo mis cejas — Tu eres mi familia. Eres todo lo que me queda, y vuelves al mismo hoyo donde ya saliste.— levanta la voz y siento un nudo en el estómago — Crees que es gracioso, pero yo fui quien te encontró en el suelo teniendo una recaída. El que limpio el vomito de tu boca cuando bebiste hasta quedar inconsciente después del funeral de tus padres. Soy el que siempre, siempre te levanta de tu peor momento.— mis ojos se cristalizan — No puedo soportar verte sufriendo, Angie. No puedo ser el que te levante todo el tiempo, me lastima.— resbala una lagrima
— No quiero ser una carga.— se me acerca y retrocedo — Lo siento.— dejo la botella en su lugar
— No lo quise decir así, yo...— lo pauso dándole una señal con mis manos
— No estoy enojada. Sólo quiero salir de aquí.— su mirada se entristece y salgo del almacén
Me llevo las manos al pecho sintiendo un horrible dolor justo en el centro. Quería llorar, recordé todo lo que viví el último año. Todo el daño que me hice, y la pésima versión de mi en la que me encontraba. Toqué fondo, y esperaba no tener que volver a hacerlo otra vez. Isaac tenía razón al enojarse conmigo, soy un pésima carga.
— Lina.— me llevan del brazo y levanto la vista para ver quien es
— ¿Perdiste el cerebro? — me quejo mientras Damon parece que llevarme como un saco de papas — Bueno, hasta aquí, yo no avanzo más.— me freno y me suelto de su agarre
— De acuerdo.— responde y me cruzo de brazos viéndolo
— ¿Qué quieres? — pregunto a secas
— Un favor.— expone y alzo una ceja incrédula — También sólo igual de extraño para mi.
— Ay, si, espérame.— me burlo y entrecierra los ojos — No, no haré nada por ti.
— Que predecible, para eso lo traje.— explica y Stefan se acerca
— Angie, se como te sientes sobre ayudarnos. Pero como tú eres quién vinculo a Mason con Katherine, nos das oportunidad de tener una ventaja contra ellos. Y Bonnie podrá ayudarte si es necesario. Así que escúchanos.— explica Stefan sincero y suspiro
— Por favor.— añade Damon y los veo ambos
— Los escucho.— expreso sincera y suena el celular de Stefan
— Tengo que decirle a Elena lo que está ocurriendo. ¿Pueden llevarse bien, por favor? - le encomienda a Stefan y nos ve a ambos
— Si.— decimos al unísono y el se va
— Toca a Mason de nuevo, a ver si le dio la piedra a Katherine.— pide Damon y frunzo el ceño
— No creo que funcione así. Preguntas así no se hacen.— aclaro y resopla
— Que inconveniente.— se queja y lo fulmino con la mirada — Aunque, hablemos de eso que me he en tú y Bonnie con su talento de brujita, eso divertido que incendia mi cerebro.— frunzo el ceño — ¿Qué es eso? — sonrío
— Soy yo dándote un aneurisma. Tus venas revientan pero te curas rápido, así que lo hago una y otra vez.— explico y se queda pensativo — Es mi parte favorita de ser bruja.— sonrío y rueda los ojos
— ¿Solo sirve para vampiros? — pregunta curioso y meneo la cabeza
— Funciona con cualquiera que pueda curarse sobrenaturalmente.— aclaro y el emboza una sonrisa
— Bien, bien, bien.— expresa petulante y alzo una ceja curiosa
El tramaba algo para conseguir respuestas de Mason, estoy muy segura.
— Damon, yo no te ayudaré a lastimarlo.— dejo en claro y voltea a verme
— Mason Lockwood es licántropo. Katherine es mala. Ellos son villanos. ¿En serio? ¿Ahora vas a jugar a ser policía de la moral después de lo que nos hiciste pasar ayer? — frunzo el ceño — Déjame decírtelo de otra manera. Ellos amenazan a Elena. Así que bruja ya supera esto y ayuda.— demanda y me cruzo de brazos
— Si, eso era una pregunta con "por favor" al final.— interviene Stefan y elevo mi mentón
— Por supuesto.— añade Damon y el yo nos venos fijamente
Me costaba ayudarle después de que casi me mata ayer, al menos no hubiera mordido mi cuello, pero si es para proteger a Elena, bailaría con el diablo si eso es necesario.
— Saben que haría cualquier cosa para proteger a mi hermana. Los ayudaré.— doy la última palabra y Stefan me sonríe.
Los tres nos encaminamos en búsqueda de Mason; al parecer estaba en la entrada de la casa. Bonnie se nos unió por aun así necesitaba ayuda, ella pasa más tiempo en la brujería que yo.
Damon dio la idea de fingir que era una damisela en peligro, así podría ponerlo en mi red. Espero funcione.
— Oye, ¿quien te dejó haciendo eso sola? — me pregunta Mason y volteo a verlo — ¿Tus novios vampiros no te pueden ayudar? — viene corriendo hacía mi mientras pretendo bajar la mesa del camión
— Todos los hombres se fueron. Algo de fútbol. No se. Yo no hablo ese idioma, y no son mis novios.— dejo la mesa y se pone junto a mi
— Angie, mira, fui un idiota...— lo interrumpo y pongo mi concentración en el, comienza a soltar un gemido de dolor
— Lo siento, Mason.— me le acerco mientras toca su cabeza con mucho dolor
— ¿Te gusta o algo? — Damon se acerca y le suelta un rodillazo en el rostro dejándolo inconsciente
— Cállate.— me quejo y se acercan Bonnie y Stefan
Damon va a la camioneta de Mason y abre la puerta, nos da una seña de que nos subamos
— Vaya, tienes caballerismo.— me burlo y rueda sus ojos
— Tengan cuidado.— nos advierte Stefan y asiento, nos subimos y azoto la puerta
— ¿Crees que sea buena idea? — me pregunta Bonnie desconfiada y escucho a Damon subir a Mason a la cajuela
— Si así podemos descubrir porque Katherine busca esa piedra de luna, supongo que lo es.— explico y nos abrochamos el cinturón
— Vámonos.— se sube Damon y pone en marcha
Después de unos minutos llegamos a la casa; Damon bajaba a Mason mientras yo me llevaba la maleta que pesada más que yo, me la pidió apenas la vio en la cajuela. Como si fuera una clase de sirvienta para el.
— A la otra, pídela con más sutileza.— la dejo caer al suelo y sonríe
El tenía una silla en medio de la sala donde lo había sentado, como alguna película de tortura.
— Aquí. Tomen esa esquina.— nos dice sujetando una sabana que estaba debajo de la silla
— ¿Por que hacemos eso? — pregunta Bonnie confundida y me agacho a ayudarlo
— No quiero manchar la alfombra.— aclara y hago gesto de disgusto
— Sabía que dirías algo así.— expreso abrumada mientras acomodamos la sabana
— Me juzgas de nuevo. Ya se me hace mucha costumbre.— ruedo los ojos y terminamos de acomodar
Bonnie va sobre Mason y la acompaño, debíamos hacer el hechizo antes de que despierte.
— El va a despertar pronto.— nos dice y nos paramos frente a el
— Wow.— volteo a ver a Damon — Parece que está acostumbrado a que lo aten.— comenta burlón sacando las cadenas y meneo la cabeza, Bonnie pone sus manos en la cabeza de Mason — ¿Que estás haciendo?
— Buscas la piedra de luna. Yo trato de ayudarte.— explica serena — Ven, Angie, también hazlo.— baja sus manos y pone las mías
— Bien, sólo no quiero ver porno.— me burlo y ella sonríe
— Sabía que dirías algo así.— añade Bon y sonrío
Era impresionante como ella y yo somos familia. Era genial, ya que yo la adoro y es mi persona favorita en el mundo.
— Bien. Si. Que averigüe si se la dio a Katherine. Averigua dónde está ella. Y averigua que piensan hacer cuando la tengan.— bombardea y frunzo el ceño
— ¿Me crees una clase de oráculo? — me quejo y sonríe
— Te creo otra cosa.— se burla y lo fulmino con la mirada
— Sólo Ignoralo y concéntrate en lo que quieres encontrar.— aconseja Bonnie e inhalo hondo
Hago lo que dice e intento entrar a la mente de Mason, no es algo fácil, es raro. A mi no me gustaría que entren a mi cabeza.
— Está en un lugar pequeño. Obscuro. Hay agua.— explicó ante las imágenes
Eran algo inciertas y borrosas, no podía ver todo con claridad.
— ¿Como una cañería? — me pregunta Damon y niego
— No. ¿Como un pozo?— expreso insegura — No puede ser. Si.— frunzo el ceño indagando más en su mente — Si es un pozo.— aclaro al tener precisión
— ¿Por que estaría en un pozo? — Damon divaga y abro los ojos
— No lo se, déjame le pregunto...— me quejo y suelto un sobresalto al ser sujetada por Mason, me lastimaba
Bonnie interviene al igual que Damon.
— No.— me quitan de su agarre y retrocedo sobando mi brazo
— Eso es todo. Es todo lo que tengo.— aclaro alejándome
No quería ser parte de nada de eso. En lo absoluto. Prefiero decorar la casa de Ty.
— También me voy.— añade Bonnie y se encamina a la salida, hago lo mismo
— Damon.— me freno y volteo a verlo — No lo mates. No es un mal hombre. No merece morir.— pido sincera y me ve fijamente
Me encamino subiendo un escalón para irme de este sitio, me sentía culpable.
— Oigan, juezas.— nos detenemos y volteamos a verlo — Gracias.— suspiro y continuo con mi camino
Voy por el pasillo apresurando el paso, teníamos que encontrar esa piedra antes que Katherine.
— Recuerdo un pozo de cuando éramos niños, pero es algo vago.— menciono abrumada
— Yo también, creo que puede ser en...— la interrumpen
— Hola.— nos saluda Caroline y sonrío
— Hola, esta mañana vine y no te vi.— me acerco a darle un abrazo — ¿Como esta tu mamá? — nos separamos
— Voy a llevarla a casa esta noche.— explica y siento la tensión entre Bonnie y Caroline
— Caroline...— habla Bonnie divagando — olvídalo, tenemos que irnos.— suspiro y ella intenta irse
— ¿Ya encontraron esa cosa de luna? — negamos y veo a Bonnie de reojo, se frena
— Aun no.— ambas se ven fijamente y las examino
Era todo tan incómodo. Solíamos ser tan unidas, pero Bonnie aún está asimilando todo y se encuentra un poco resentida.
— ¿Recuerdas el pozo dónde jugábamos cuando niñas? — pregunto curiosa
— Si.— responde con una sonrisa
— Está en el bosque. ¿Recuerdas donde?— interviene Bonnie y sonrío bajando la mirada
— En la orilla de la propiedad Lockwood. ¿Por que? ¿Ahí hay algo? — explica y saco mi celular al instante para avisarle a Stefan
— Creo que allí es donde Mason guardó la piedra. Sólo conozco ese pozo.— explico y dejo de escribir — Nos tenemos que ir.
— Bueno, puedo ir con ustedes.— se nos acerca y asiento
— Nos vendría bien algo de...— me interrumpe Bonnie
— No. Tranquila.— Caroline suspira abatida y se miran fijamente con incomodidad
— Ya basta de esto. Somos amigas.— las tomo de sus brazos — Superen esta tontería, vámonos.— nos encaminamos a la puerta y salimos de la casa
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Narrador omnisciente
Stefan había sido avisado por Angelina sobre dónde estaba la piedra de luna. Isaac se unió en su búsqueda, quería ayudar de alguna forma después de la pelea que tuvo con su mejor amiga.
— No te ves bien.— menciona Stefan mientras caminan por el bosque
— Es Angie.— el vampiro voltea a verlo — Me preocupo por ella. Últimamente está fuera de si, no se lo que pasa por su mente. Y eso es alarmante. Porque es peligroso.— menciona abrumado
— Ella suele ser reservada, pero de alguna manera siempre es quien está en control.— Isaac suspira sin decir palabras — ¿Me equivoco?
— La Angie que tú conoces no es la que yo conozco. Se mata por la apariencia y que no le den atención. Cree que es así después de que fue adoptada por los Gilbert y no quería que sus hermanos sintieran que era una intrusa.— explica y el vampiro alza sus cejas — Ella nunca sintió que encajara en esa familia, los ama, pero sabe que no es parte de ella, y es ahí todo el problema. Desde que descubrió que los Fell no son sus padres biológicos, bueno, todo fue en caída.— se detienen frente al pozo
— ¿Y estará bien? No quiero que esté mal, es mi amiga.— menciona Stefan preocupado
— Necesita encontrar la verdad, tal vez después de eso tenga la paz que necesita.— expone y el vampiro asiente — Entonces, aquí es.— se asoman examinando el lugar
— Es ingenioso.— se escuchan pisadas y ambos voltean a ver
— ¿Que ocurre? — pregunta Elena y se ven entre ellos
— No deberías estar aquí.— menciona Isaac
— Lo sé, pero estoy. ¿Qué está ocurriendo? — cuestiona con interés
— Angie y Bonnie creen que la piedra de luna está aquí.— explica Stefan y rompe el candado, Isaac abre la rejilla
— Tú vas a entrar, puede que haya alguna clase de criaturas allá adentro.— pide Isaac mientras alumbra con la linterna — Eso y haber visto el Aro. No me fío.— voltean a verlo — Digo, hay un pozo en medio de la nada. Tiene sentido.
— Ves muchas películas.— argumenta Elena y Stefan se sube al pozo
— Lo mismo con los vampiros.— refiere petulante
— Oye, ten cuidado.— le pide Elena a Stefan, Isaac haga gesto de disgusto
— Bien, no me hagan ver como el mal tercio.— interviene
— Sólo estaré abajo un minuto.— aclara y se deja caer por el pozo
Elena e Isaac se asoman para ver donde cayó, era algo profundo, pero no tenía tanta agua.
— Grita si ves a una mujer extraña.— menciona Isaac y Elena le da un empujón — ¿Qué? Sólo tendría siete días de vida.— ella ríe
— ¡Elena! — grita Stefan con terror y ambos chicos se asoman
— ¿Stefan? — lo llama preocupado
— ¡Isaac! — pide desesperado y eso preocupa al pequeño Salvatore
— Stefan, ¿que ocurre? — cuestiona angustiado mientras el vampiro lucha por tratar de subir
— ¿Qué está pasando ahí? — interviene Elena
— Verbena.— suelta un grito en agonía y ambos chicos se ven perplejos
Estaban en serios problemas.
— ¡Stefan! — lo llama Elena con miedo y el vampiro estaba casi inconsciente
— Yo bajo.— pide Isaac al ver a la castaña tratando de meterse al pozo
— ¿Qué? No, yo voy.— insiste y el Salvatore la toma del rostro
— Escúchame, soy mas fuerte que tú, jalaré esta cadena y tú me ayudarás a bajarme, ¿esta bien? — se ven fijamente — Es trabajo de dos. Yo lo subiré, te prometo que lo haré.— asiente y baja sus manos
— Bien, aquí está...— se agachan para tomarla
— Elena, Isaac.— los nombra la rubia al llegar, ve que están en problemas
— Caroline, Stefan está abajo. Y la cadena está oxidada. Yo...— explica Elena y Caroline intenta bajar al pozo pero Isaac la frena
— No, no, no. No puedes.— la rubia frunce el ceño — Esta lleno de verbena. Ayúdanos con la cadena para bajarme.— pide Isaac y ella asiente
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Angelina
Habíamos llegado hace unos minutos. Íbamos por el bosque en busca del pozo, pero Caroline había desaparecido a velocidad vampírica, eso significa una cosa; Debía haber problemas.
Yo traía una botas con tacón y no me hacía justicia al correr en estos momentos. Sentía que iba a perder algún pie en cualquier momento.
— Mataré a Caroline por salir huyendo.— me quejo con Bonnie y llegamos al pozo
Vemos a Isaac ser enredado entre una cadena, Elena y Caroline ayudaban.
— ¿Qué ocurre? Te fuiste en un segundo.— menciono confundida
— Escuché a Elena gritar. Ayúdanos. Ahora.— pide Caroline y entre las tres lo bajamos
Caroline iba jalando la cadena hasta dejarlo en el fondo, yo me asomaba preocupada al saber que la vida de Stefan y Isaac estaba en peligro.
— Isaac, ¿que está pasando? — pregunto con angustia y veo a Isaac sostener a Stefan
— ¡Súbelo! — pide y Caroline comienza a jalar la cadena, lo va subiendo
Al llegar al borde, lo apoyo en mi pecho mientras Bonnie le va quitando las cadenas. Entre las tres lo sostenemos y lo ponemos en suelo.
El lucía muy mal, su piel estaba totalmente quemada y se encontraba inconsciente. Me preocupaba que pudiera morir. El no tiene la misma fuerza que Damon.
— ¿Isaac? Ya estoy lista — menciona Caroline preocupada
Acaricio el rostro de Stefan viéndolo tan vulnerable, Elena me quita del medio y me levanto. Me costaba verlo así.
— ¿Como podemos ayudarlo? — pregunto preocupada y Elena corta su mano con una roca — ¿Que rayos haces? — se la da de beber
— Stefan, todo va a estar bien. Todo va a estar bien.— suplica preocupada y el va abriendo los ojos
— Espera. Necesito encontrar la piedra.— pide y me asomo para ver que esté bien
— Rápido.— insisto ansiosa y veo que seguía buscando por todo el pozo
— Ya voy. Creo que la encontré.— expresa con alivio y de la nada escucho un grito
— ¡Isaac! — lo llamo preocupada y veo que brinca por el sitio
— Isaac, ¿que sucede? — le pregunta Caroline con angustia
— La tengo. Vamos. Súbeme.— pide desesperado y Caroline comienza a subirlo
Respiro con alivio y cuando llega a la superficie, le ayudo a quitarse las cadenas. Isaac le da la piedra a Bonnie.
— Tenemos la piedra.— alardea Isaac y lo abrazo al instante
— Me alegra que estes bien.— me sujeta con fuerza
— Lo mismo, Lina.— suspiro con alivio y nos separamos, vemos que Stefan se va reponiendo
Después de que Stefan se repuso, le entregamos la caja con la piedra. Yo me fui por mi lado igual que los demás, necesitaba despejar mi mente.
Terminé en el Grill, sola, sentada en una mesa al final del corredor. Tenía un trago viéndome fijamente, tenía bourbon.
Coquetee con el que prepara las bebidas y me la dio gratis, sentía mucha ansiedad. Necesitaba alguna manera de calmar todo lo que altera mis nervios. Y últimamente no deja de pasarme.
Tal vez, esta es la noche donde enfrento todo y le digo a mi familia que los Fell me adoptaron, y a Bonnie que somos familia. Todo esto es demasiado.
— ¿Vas a beberlo? — alzo la vista al escuchar al mesero — Te ves preocupada.— suspiro y levantó el vaso
— Así estoy últimamente.— bebo y hago una mueca al sentir lo fuerte que era
— ¿Puedo saber por que? — relamo mis labios y dejo el vaso
— No te conozco.— ladea una sonrisa asintiendo
— Me han dicho que es bueno hablar con extraños de tus problemas, así no te juzgan tan rápido.— menciona con empatía y sonrío — Mira eso, no eres tan seria como pensaba.— asiento
El era apuesto. Tenía el cabello oscuro, ojos verdes y una cara tierna. Es de esos chicos que tienen baby face y es todo el atractivo.
Era muy alto. Su sonrisa era llamativa y no negaba ese físico espectacular, no se en que momento el pueblo se llenó de gente así de guapa.
— No lo soy, pero gracias por eso.— levanto mi bebida de nuevo
— Eres muy joven para beber por problemas.— suspiro y bebo
— Nunca eres tan joven para sufrir, ¿cierto? — se sienta y frunzo el ceño — ¿No tienes trabajo? — ve alrededor
— Ya casi no hay nadie, me llamo Alex por cierto. No nos hemos presentado.— me ofrece su mano y suspiro
— Angie, un gusto.— la estrechamos y me ve fijamente con una sonrisa
Me encantaba esa sonrisa. Era contagiosa.
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Narrador omnisciente
Damon había matado a Mason sin tacto alguno, sólo había roto el voto que Angie le pidió, y seguro eso traería consecuencias.
El vampiro usaba el celular del licántropo para enviarle un mensaje a Carol sobre su partida, como un hombre frío sin tacto. Nota una llamada desconocida
— Me pregunto quien podrá ser.— alardea y Stefan niega
— No, no. No la provoques.— Stefan intenta quitarle el celular y Damon se aleja
— Mason, debiste haber llegado hace una hora.— se queja Katherine al teléfono
— Muñeco equivocado.— Stefan se molesta dándole un empujón
— Damon. Por una vez me sorprendes. ¿Supongo que estás con Mason?
— El está a mi lado. Aunque ya perdió le corazón.—Katherine se queda perpleja
— No debiste hacerlo.— advierte directa
— Tuve un día ocupado. Maté a un lobo. Encontré la piedra de luna. ¿Sabías que escondió la piedra en el fondo de un pozo lleno de verbena? Supongo que no confiaba mucho en ti.— ella alza una ceja — Pero te amaba. Pobre tipo. Oye, ¿donde estás? Porque podría llevártelo. Para que te despidas.— suspira y Stefan lo ve fijamente
— No tienes idea de lo que hiciste.— le advierte
— ¿Te eché a perder tu plan maestro? Lo lamento tanto.— se burla
— ¿En serio crees que no tengo un Plan B? Y si ese falla, un Plan C, y luego un Plan D, y luego. Te conoces el alfabeto, ¿no? — Damon se tensa — Mándale mi amor a Stefan.— le cuelga y ambos hermanos se ven con preocupación
Mientras tanto, Katherine...
— Alex, ¿recuerdas lo que te pedí? — le pregunta la chica al chico por el teléfono
— Si, ya estoy en eso. Haré lo que pediste.— responde afligido
— Bien. Quiero ese asunto hecho. O ya sabes lo que le haré a tu familia.— el inhala hondo y observa a la linda chica desde su mesa
— Lo haré.
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Angelina
— No te había visto antes. ¿Acabas de llegar? — pregunto curiosa y asiente sentándose de vuelta
Había ido a contestar una llamada. Me agradaba conversar con él, es simpático.
— Digamos, que si. Escuché que mi hermano vino al pueblo, decidí venir a visitarlo.— alzo mis cejas
— ¿Hermano? ¿Quien es? Tal vez lo conozca.— saca algo de su bolsillo
— ¿Quieres probar? — me enseña una bolsita ziplock pequeña, veo alrededor perpleja — Para relajarte.— me tenso
— No tomo esas cosas.— aclaro incómoda y vigilo que no nos vean
— Vamos, no es tan fuerte. Aveces uno necesita desconectarse de este plano. Se ve que te hace falta.— insiste y volteo a verlo — Vamos, Angie, no seas aburrida.— siento la ansiedad recorrer mi cuerpo
— Yo...— me pauso al sentir la garganta seca
Un ligero hormigueo recorre todo mi cuerpo. Alteraba mi pulso y me ponía muy ansiosa. Era algo que deseaba, pero lo había dejado porque me había metido en muchos problemas. Ya no era así.
— No, es mejor que me haya.— me levanto incómoda y el hace lo mismo
— Sólo un poco, ¿si? — se me acerca — Te juro que no será tan fuerte.— relamo mis labios y mi mano tiembla
— Basta...— el me frena tomándome del brazo
— Te relajará...— habla a mi oído erizándome la piel
Estaba poniendo toda mi fuerza de voluntad para no caer, pero mis impulsos me estaban matando.
— Bien.— me suelta — Vamos al baño.— sonríe y nos encaminamos
Al entrar, el prepara una línea mientras yo me siento como la peor persona en este planeta. Estaba recayendo en lo que ya me había alejado. No podía parar, mi cuerpo sólo se quedó paralizado.
— Listo, ten.— acerca la tarjeta con la coca e inhalo hondo, esto ya lo había dejado — ¿Lo has probado antes? — relamo mis labios
— Si, sólo una.— asiente e inhalo aquel polvo blanco
Suelto un estornudo y retrocedo sintiendo un ardor en la nariz, de pronto siento que todo me pega de golpe, mi cuerpo se sintió pesado.
Me limpio y todo se va viendo borroso, veo mis manos y sonrío al ve que mis dedos están desfigurados
— ¿Angie? — me nombran y me río al escuchar la voz de Alex chillante
— Tú voz, tú voz es graciosa.— me tambaleo y apoyo mi mano en la pared
— Lo siento.— mis ojos luchaban por cerrarse y siento como mi cuerpo se va relajando por completo
— ¿Qué sientes? Soy una adicta, eso lo sé.— el se va por la puerta y mi corazón se va acelerando como loco — Espera, Alex.— me toco el pecho al sentir que puede explotar — Ayuda.— se me va el aire
Es algo que no había sentido antes, me dolían los pulmones y me costaba respirar.
— Ayuda...
Como puedo, salgo del baño. Todo estaba nublado, como si estuviera en una clase de ilusión donde todo es como un sueño.
Me voy tambaleando y siento que estoy perdiendo el control de mi cuerpo. Apenas podía ver, sentía que podía darme un infarto. No podía hablar al sentirme muy débil.
Voy por el pasillo hasta salir para ir a una mesa y que alguien viera en el terrible estado en que me encontraba. Ya no podía mantenerme tanto, mi fuerza estaba desparecido.
La droga me había dado para abajo, como si me estuviera matando lentamente. Ya no podía mas con en el control. Mi cuerpo estaba cansado y la cabeza me iba a explotar. Yo sólo...Yo sólo quería dormir. Dormir sonaba genial, sólo debía cerrar los ojos y dejar a mi cuerpo caer. Ya nada importaba, estaba tan cansada para pelear.
— ¡Angie! — todo se pone oscuro y simplemente me dejo caer — Dios.— Elena corre hacia ella con Stefan
— ¿Qué le pasa? — el se tira de rodillas y las manos de la castaña tiemblan
Angie estaba en mal estado, su cuerpo se había desvanecido por completo y sus ojos estaban cubierto de rímel corrido. La gente había formado una rueda alrededor de ellos.
— Katherine dijo que la había hecho caer en su tentación.— expresa desesperada y Stefan se agacha a escuchar el corazón de Angie — Ella era adicta, supongo que...— el inicia compresiones — ¿Qué pasa? — los ojos de Elena se humedecen
— Su corazón no está latiendo.— la ve desconcertado — Llama a una ambulancia, ahora.— la castaña se queda estática mientras Stefan intenta hacer todo lo posible por mantenerla viva — ¡Elena! — ella se levanta entre lágrimas
El estaba aterrado, apenas podía mantener la cordura. Le asustaba que el no pudiera hacer nada y que ella muriera. Trataba de ser fuerte para manejar la situación, pero estaba muy afectado. Podías verlo en sus ojos tristes.
Elena estaba llorando desesperada mientras hablaba al teléfono, el vampiro comienza a darle respiración boca a boca y compresiones, para que de esa forma se mantenga respirando.
De la nada, el cuerpo de Angie comienza a convulsionarse y Stefan retrocede, sale espuma por la boca de la pelinegra y Elena se cubre la boca perpleja.
— ¡Dios! ¡Stefan! — Elena comienza a gritar mientras el vampiro se queda helado
— Tiene una sobredosis.— la ladea para que no se ahogue y caen lágrimas por sus ojos
— ¡Haz algo! !Por favor! — súplica desesperada con el alma hecha pedazos
Lo que Elena había visto, era la peor escena de toda su vida. Estaba más que devastada, no paraba de llorar mi gritar. Esto la había traumado.
— Stefan, haz algo, por favor.— suplica la castaña
Al detenerse las convulsiones, Stefan la lleva a sus brazos y se va a velocidad vampírica. Angie no tenía más tiempo, estaba en la cuerda floja.
Al llegar, grita por ayuda. Las enfermeras se acercan con una camilla y la recuesta sobre ella.
— ¿Qué tiene? — checan signos vitales y notan que no está respondiendo — Carro rojo, ¡ahora! — piden y Stefan se lleva las manos a la cabeza
— Tiene una sobredosis. Se llama Angelina Gilbert. Tiene 17 años.— explica y comienzan a darle reanimación con el desfibrilador
Le colocan un tubo por la garganta para darle oxígeno por medio de una bolsa de ventilación manual, hacían de todo para mantenerla con vida.
— Tenemos pulso, a quirófano, ahora...— se la llevan y Stefan se queda helado
Después de unos minutos toda la familia Gilbert llega al hospital. Elena estaba destrozada, Jenna no asimilaba la situación y Jeremy ni siquiera podía entrar.
— ¿Como pasó esto? — menciona Jenna aturdida y Alaric toma su mano para dar algo de consuelo
— Ella va estar bien, tiene que estar bien.— murmura Elena y aparece Meredith, todos se levantan de su asiento
— ¿Como está? — pregunta Jenna preocupada y Meredith inhala hondo
— Ella está en cuidados intensivos, le lavaron el estómago. Su corazón está delicado, se esforzó mucho para seguir latiendo.— Jenna se gira apoyándose en el pecho de Ric — Está delicada, debemos ver si pasa la noche. No me dejan participar, pero conseguí la información.— Elena se sienta para procesar todo
— ¿Estará bien? — pregunta Stefan preocupado
— No lo se, Stefan, espero que si. Estuvo mucho tiempo sin oxígeno, no sabemos si eso le puede traer consecuencias.— explica con tristeza y Elena se levanta para salirse
Jeremy la ve salir y ve lágrimas en la cara de su hermana, este se preocupada.
— ¿Ella está bien? — pregunta con angustia
— Meredith dijo que hacen todo lo que pueden. Su corazón sufrió mucho daño y no saben si va a mejorar.— se le quiebra la voz — Sobrevivirá. Ella va a estar bien, se que es fuerte.
— ¿Sabes que fue lo que pasó? — pregunta confundido y ella niega
— Sólo que Katharine tuvo que ver.— explica
— ¿Por que Katherine lastimaría a Angie? — se muestra el Gilbert confundido
— Porque ella intenta mandar un mensaje. Que puede lastimarnos.— se me quiebra la voz y el la rodea con sus brazos
El pequeño Gilbert no sentía nada más que odio. Le dolía que su hermana estuviera ahí por culpa de los vampiros, que se debatiera entre la vida y la muerte por alguien que busca dañarlos. Pero de una cosa estaba seguro. Que nada de esto, iba a quedar en vano. Habría venganza.
— Ella va a pagar, Elena. No se como, pero ella va a pagar.— avisa con confianza
— ¿Donde está ella? — pregunta Damon entrando al hospital y Meredith interviene frenándolo
Este venía muy alterado, y la familia de Angie estaba en su habitación esperando por mejorías.
— Damon, espera. No puedes estar aquí. Ya hay muchas personas adentro.— advierte
— Dime que pasó.— pide y ella suspira
— Tuvo una sobredosis. Esperamos a que mejore, no hay respuestas.— Damon la ve sorprendido, un nudo se formó en su estómago
— Ella no te querrá aquí.— Interviene Stefan y su hermano lo ve — Sólo vete. Tú hiciste esto.— Damon niega — No debes estar aquí. Vete.
El Salvatore no podía evitar sentirse culpable, por primera vez, se había arrepentido con sinceridad de lo que había hecho, y sabía una cosa. Que le dolía.
No entendía porqué, pero le afectaba que por su culpa Angie pudiera morir. Y para compensarlo, haría algo extraordinario, y sería, matar a Katherine Pierce.
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