Hoseok abrió la puerta de su casa, Yoongi estaba ahí parado, con sus ojitos llenos de lágrimas y tratando con todo su ser no romperse a llorar ahí. Algo en el pecho de Hobi se removió y lo abrazó, siendo correspondido rápidamente.

Con el mayor entre sus brazos, cerró la puerta y caminó hacia la sala para poder sentarse, sin embargo, en cuanto Jin vio a su hermanito en ese estado se paró y se lo arrebató a Hoseok.

— Tranquilo, gatito... él va a estar bien... — Murmuró, acariciando el cabello de su hermanito.

— Jinnie, si le hicieron algo... — Habló entre hipidos.

— No pienses eso, Yoongi. — Le pidió Seokjin tratando de no llorar, era el mayor y debía mantenerse fuerte por su hermano.

El teléfono de Yoongi comenzó a sonar avisando una llamada entrante, iba a ignorar a quien quiera que fuera pero en cuanto vio el nombre de Kookie en la pantalla decidió contestar enseguida.

— ¡Jungkook! ¿Dónde estás, bebé? ¿Estás-

— Te lo diré por última vez Jungkook, quitate la playera.

— P-Papá... po-por favor... — Jungkook apenas podía hablar, se escuchaba muy mal.

— Hazle caso a papá, maricon, te puede ir peor si te resistes, deberías de saberlo.

— Déjenme y-ya, se los r-ruego, papá, por favor...

— Estás acabando con mi puta paciencia, Jungkook.

Y segundos después, solo escucharon los golpes y gritos de Jungkook.

Yoongi colgó de inmediato y camino hacia la salida hecho una completa furia, estaba por salir pero volteo a mirar a los demás.

— Llamen a una puta ambulancia y a la maldita policía, voy a sacar a Jungkook de ahí ahora mismo y le voy a devolver a ese hijo de perra todos los golpes que le ha dado a mi pequeño.

— ¡Yoongi, espera! — Le gritó Jimin, sin embargo el menor ya había salido de la casa. — Hoseok, llama a Taehyung, dile lo que pasó y que él mande una ambulancia a casa de Jungkook. — Su pequeño asintió asustado y sacó su celular de inmediato, Jimin tomó sus llaves y salió tras Yoongi. — ¡Min Yoongi, ven aquí, ya! Caminando te tardarás demasiado. — Y el menor no se resistió más, volvió rápidamente y tomó las llaves del auto de Jimin.

Condujo lo más rápido que pudo, y probablemente tendrían muchas multas después de eso pero era lo que menos les importaba.

A penas aparcó fuera de la casa de Jungkook, Yoongi salió corriendo y comenzó a tocar la puerta pero lógicamente, nadie le abría. Rodeó la casa hasta llegar al árbol que daba con la ventana de la habitación de Jungkook, lo trepó y después de unas cuantas patadas al vidrio, logró romperlo.

La habitación estaba vacía, pero justo escuchó un grito proveniente del sótano y salió corriendo de ahí para poder ir con Jungkook de una vez, abrió la puerta de golpe y los vio.

El padre de Jungkook golpeandolo, su hermano en una esquina riéndose de él y su pequeño Jungkook tirado en el piso, solo con ropa interior y tirado en el suelo tratando de cubrir su cabeza.

Sus ojos se inyectaron con más rabia de la que ya tenía, bajó las escaleras rápidamente y a penas estuvo cerca del padre de Jungkook, le dejó ir una patada en la espalda.

— ¡¿Qué demonios haces, idiota?! ¡Lo vas a matar!

— Y-Yoongi. — Le dijo en cuanto pudo recuperar algo el aire.

— ¡Eres un hijo de puta! — Le gritó antes de darle un puñetazo en la cara, causando que se volviera a tambalear. — ¡¿Porqué no te metes con alguien que sea capaz de defenderse, mierda?! ¡Si Jungkook jamás te ha devolvido un golpe es porque  pesar de todo te respeta! — Y una patada más justo en las rodillas.

— ¡Yoongi, deja de golpearlo! — Le gritó YoungJin tratando de acercarse a ellos, sin embargo la mirada fría y llena de odio que le dedicó Min lo hizo quedarse quieto.

— Tú también eres un puto envidioso de mierda, YoungJin. — Le dijo acercándose a él. — Como Ryujin noona decidió dejarle la compañía a Jungkook y no a ti... Si fueras un poco más inteligente te la habría dado a ti, pero tienes la mentalidad de un niño de cinco años, pedazo de imbécil. — Y un puñetazo cayó directo en la quijada de YoungJin, tirandolo en seco.

Las sirenas de la ambulancia y de la policía se comenzaron a escuchar, Yoongi giró con intención de mirar el estado de Jungkook, pero antes de que pudiera acercarse a él, solo sintió que algo duro golpeaba su cabeza.

Y todo se volvió negro.