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Hoseok llegó a casa y lo primero que vio en la sala fue a Jungkook encima de Yoongi, tenía su carita escondida en la curvatura del cuello del pelimenta y su padre estaba recargado en una pared de enfrente, mirándolos con preocupación.
— ¿Qué pasó? — Preguntó Hoseok, sin hablar, solo gesticulando y Yoongi negó con la mano, dando a entender que no era momento. — ¿Cuánto llevan así, papá? — Le susurró al quedar a su lado.
— No sé. — Respondió en el mismo tono. — Bajé para buscar a Taehyungie y ellos estaban así. — Le explicó.
Jungkook salió del cuello del mayor y Yoongi limpió las lagrimas en las mejillas del pequeño, quien suspiró con tristeza.
— Solecito hyung, ya llegó. — Le saludó con una sonrisa y estirando sus brazos mientras abría y cerraba sus puñitos, Hoseok se acercó con cuidado y lo abrazó.
— ¿Estás bien, bebé? — Le habló suavemente.
— S-Si, hyungie... no pasa nada. — Hoseok claramente, no le creyó nada, sin embargo no quiso presionarlo.
El timbre resonó por toda la casa y Jimin rápidamente fue a atender, un Yugyeom muy agitado y con perlas de sudor en su frente lo saludó apenas y entró a la casa.
— ¡Kookie! — Se acercó rápidamente a él, Jungkook soltó a Hoseok y se abrazó con fuerza al menor.
— Yu-Yugyeom-ssi, pensé que ya no me querías. — El menor apretó sus labios mientras se maldecía mentalmente.
Si, le dolía que Jungkook no lo mirara como el lo hacía. Le dolía estar enamorado de Jungkook y no ser correspondido.
Pero por sobre todo eso, era amigo de Jungkook y lo amaba como tal, se sentía un completo egoísta por haberlo dejado solo en esos momentos ahora, Jeon ya estaba lastimado por su distancia y ahora, al parecer, Taehyung también lo había herido.
— No digas eso, Kookie. Yo te quiero mucho y jamás dejaré de hacerlo. — Aclaró acariciando el cabello del mayor.
Taehyung apareció de repente por la puerta de la cocina y miró a Jungkook abrazado y sin querer soltarse de Yugyeom, este le dio una mirada de muerte y Taehyung solo desvió la mirada.
— Jimin, tengo que irme. — Le susurró.
— Oh claro que no. — Le respondió Jimin y Taehyung estaba a punto de hacer un berrinche. — Taehyung, en pocos minutos mi casa se llenará de adolecentes y yo no me puedo quedar solo, tienes que ayudarme.
— Pe-Pero...
— Nada, no me importa. Te quedas.
Ah Jiminnie, no entiendes.
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