— Ya te dije que no follaré con Jimin en casa de nuestros padres Jin, deja de joder. — Le repitió por milésima vez.

— No te enojes, solo trato de cuidar tu integridad y la de Jimin. Papá se da cuenta de todo. — Le explico.

— A diferencia de ti, Min, yo se controlar mis impulsos cavernícolas.

— Ajá, si.

Cuando Yoongi se iba a poner a pelear de nuevo, el sonido de las llaves del otro lado de la puerta lo distrajeron de cualquier discurso que daría, ahora su mente sólo pensaba en lo bien que se veía Jimin con esos malditos jeans.

— Ya llegué, bebé. — Le saludó con una sonrisa y haciendo una leve reverencia a Jin.

— Hyung, ¿Puedes dejar de decirme bebé? — Le pidió Yoongi, Jimin hizo un puchero.

— ¿Porqué?

— Porqué así le dices a Hoseok, ya van dos veces que lo llamas a él y yo respondo también. — Jimin y Jin apretaron los labios para evitar reír.

— Entonces te diré gatito, gatito. — Le informó jugando con sus mejillas.

— No, hyung, cualquier cosa menos-

— Jiminnie, por favor, cuida de Yoongi en el camino y también en casa de nuestros padres, Yoongi suele ponerse de mal humor si papá comienza a hablar sobre la herencia de las empresas y eso, trata de soportarlo. — Park asintió algo nervioso.

— Déjalo en mis manos, Jin hyung. — El mencionado suspiró aliviado, confiaría en Jimin.

Salieron los tres juntos del edificio donde vivía el menor y de inmediato se subieron al auto de Jimin.

— ¿Qué harás, Jin? — Le preguntó Yoongi.

— Tengo hambre, creo que iré a mi cafetería favorita y después regresaré a casa.

— Pero Jin, comiste hace como media hora. — Le recordó su hermano.

— Tengan buen viaje, vayan con cuidado. — Yoongi rió mientras negaba y se despedían de Jin.

Y el viaje comenzó.

Yoongi notaba lo nervioso que Jimin se estaba poniendo, apretaba sus pequeñas manitos en el volante y mordía su labio inferior mientras manejaba y Yoongi solo pensaba en como decirles a sus padres.

Pero primero, quería hablar con Jimin.

— Oye, hyung. — Le llamó.

— ¿Uhm?

— No te quiero presionar, lo sabes, pero... — Desvió su mirada a la ventana. — ¿Cu-Cuánto tiempo más se lo ocultaremos a Hoseok? — Jimin se tensó aún más.

— Yoongi...

— Jimin, casi son diez meses que estamos juntos, no podemos seguir así. No quiero.

— Lo entiendo, y no es justo para ti estar así, entiendo que puede ser desesperante, mi amor... — Lo miró por unos momentos. — Pero de verdad no se como reaccionaría, no quiero que se enfade conmigo. — Yoongi solo suspiró rendido.

— Será a tu paso, hyung.

Jimin le sonrió como agradecimiento.

Pero Yoongi tenía miedo, miedo a que el paso de Jimin fuera demasiado lento.