Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

★42★

Seokjin caminaba felizmente por las calles de Seúl, iba camino a su restaurante favorito, acababa de despedirse de Yoongi y Jimin y ahora sentía que no había comido en diez años.

Acababa de comer hace una hora.

Pero sin pensar en eso, entró al local con una sonrisa plasmada en su rostro y se acercó al mostrador.

— Jinnie, hace tiempo no venías. — Le saludó la chica.

— El trabajo me ha estado consumiendo, Tzuyu. — le explicó. — Pero ahora mi agenda está tranquila, mi jefe salió por el fin de semana y me dio vacaciones.

— Oh, te lo mereces, Jin. Vi la publicidad que hiciste con una marca de maquillaje, fue excelente y compré los iluminadores que-

— Por favor intente de nuevo, debe de ser un error. — Una voz conocida interrumpió la plática entre Jin y la chica.

— Ah, mierda... — Murmuró Jin al ver al dueño de esa voz.

— Si lo intento de nuevo su tarjeta se va a bloquear, señor. — Le explicó otro chico con algo de pena.

— No entiendo que pasa... — Namjoon peinó su cabello hacia atrás y apretó sus ojos, no notó cuando alguien se paró a su lado.

— Ten la mía, debe de pasar sin problemas. — Namjoon abrió los ojos al instante en el que escuchó esa voz para después ver como el chico tomaba la tarjeta.

— ¿Qué haces? — Le preguntó, mirando al mayor con el ceño fruncido.

— Salvo tu trasero, poste de luz. — Namjoon rodó los ojos.

— Ya está, muchas gracias por su compra. — Agradeció el chico, devolviendo la tarjeta de crédito.

— Gracias, no era necesario. — Murmuró el menor. — Te lo pagaré en cuanto arregle este problema.

— No hace falta, esta bien. — Le restó importancia. — No sabía que te gustaban estos lugares.

— ¿Porqué? — Jin se dirigió a una mesa al lado de un ventanal, siendo seguido por Namjoon.

— Tienes cara de ir a lugares caros todas las noches para comer langosta o algo así, no creí que te gustaran las simples cafeterías.

— Eso es prejuicioso. Y no es verdad.

— Bueno, tu carácter no ayuda a pensar en algo mejor, ¿Sabes? — Namjoon agachó la cabeza.

— Me quiero disculpar contigo. — Jin se sorprendió al escuchar eso.

— ¿Disculparte? — Preguntó con asombro.

— Te he tratado mal desde que nos conocemos... Y nuestros padres son socios y amigos de siempre, no quiero que ellos tengan problema por esto.

— Ah, entiendo. Te disculpas porque no quieres que mis padres se enteren que tratas mal a sus hijos para que no rompan contacto con tus papás. — Concluyó Jin y el menor negó rápidamente.

— N-No, nada de eso, hyung. Solo no les quiero seguir causando problemas a nadie. — Jin relajó su expresión al ver arrepentimiento en los ojos de Namjoon.

— ¿Sabes? Creo que tu a penas sabes de mi, pero... Yo sé de ti desde hace mucho tiempo. — Namjoon frunció el ceño, Jin tomó una servilleta y comenzó a jugar en ella.

— ¿Cómo?

— Mis padres siempre me llevaban a casa de tus papás cuando era jóven. — Explicó. — En una de sus tantas cenas de negocios te vi pasar corriendo por el pasillo de tu casa. — Recordó, mientras una sonrisa nacia en sus labios. — El señor Kim nos contaba que eres muy inteligente, y siempre presumía tus logros. Tu graduación, tu primer lugar en el concurso de robótica en China, tu diploma de honor por ser el primer lugar de generación en la universidad...

— Wow... no sabía nada de eso. — Le dijo sorprendido.

— ¿Cómo lo sabrías? Nunca estabas ahí cuando nosotros íbamos o se juntaban en casa de mis padres.

— Nunca me ha gustado mucho ese tipo de reuniones, hyung.

— Logré notarlo. — Le dijo levantándose de su lugar cuando Tzuyu lo llamó. — Es la primera vez que hablamos por más de diez minutos sin decirnos "Idiota" el uno al otro.

— Tienes razón. — Le dijo Namjoon mientras reía y presumía de sus hoyuelos.

— Espero que podamos volver a hablar de esta forma, Nam. — Le sonrió. — Nos vemos.

— Hasta luego, hyung. — Se despidió, mirando al mayor a acercarse con la chica para tomar una bolsa de papel y después, salir del local.

Namjoon se quedó un rato rebobinado la conversación con Seokjin, le sorprendía cuanto sabía el mayor de él sin siquiera conocerse ni haberse visto frente a frente y de alguna manera, lo hizo sentirse especial.

Se paró de la mesa y cuando estuvo por irse, su mirada cayó en la servilleta con la que Jin estuvo jugando. Por curiosidad, la tomó y se sorprendió al ver que había algo escrito en ella.

Ese día que te vi tuve el deseo de conocerte, espero que pueda cumplir ese sueño. Llámame.

‐ Jin.

Y Namjoon guardó el número anotado en la servilleta sin dudarlo ni un momento.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro